Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 58 Los Salieris y Verdugos de Patricia Bullrich en Coronel Dorrego… por Gustavo Marcelo Sala

 

La campaña de Juntos por el Cambio en las cabezas de su candidata, la ex funcionaria menemista, de la alianza y de Cambiemos, Patricia Bullrich y de Néstor Grindetti en Provincia de Buenos Aires, se apoya en el exterminio del kirchnerismo en la suma de su militancia más las ideas. Ese es su programa, pues no pueden exhibir nada de su desastrosa y corrupta gestión bajo la sombra impune de Mauricio Macri. 

La mano ejecutora sobre dichas políticas sádicas en Coronel Dorrego estará en manos de algunas de estas personas que grafican y conforman su espacio representativo, individuos que hoy gracias a las relaciones públicas que ejercen los medios de comunicación local se presentan como vecinos empáticos (nunca alteros), divinamente providenciales, sonrientes, gauchitos, pero que el día de mañana, por disciplina partidaria, pertenencia política, obediencia debida (algo que está en el gen del Radical), y de vida, no tendrán empacho en marcar o directamente accionar sobre quienes adherimos y o militamos con fervor del vademécum kirchnerista, sea orgánicamente a través del PJ, o por dentro de alguna otra agrupación que conforma su frente, o tal vez de forma inorgánica, de manera su colectivo político proceda en el cumplimiento de sus desquiciadas promesas electorales. De hecho lo hacen desde hace más de una década de forma subrepticia amparados por el silencio cómplice de su mencionada red de medios. Aclaración que me parece pertinente para no crear confusiones. Este borrador de exterminio fue bocetado pura y exclusivamente para kirchneristas, no para la totalidad de peronismo el cual de manera mayoritaria ha sido en nuestro Pago socio minoritario de las políticas excluyentes de la plutocracia UCR-Pro.

Claro, para hacer esto en el campo de la macro-política necesitan el poder que obsequia la impunidad, cuestión que logran con suma facilidad, la misma que la Jueza Capuchetti y los fiscales actuantes en el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández, les están regalando a la misma candidata Bullrich, al diputado Milman, al financista Caputo y al resto de los verdugos operativos, la misma impunidad que le dio a Grindetti cuando sus tiempos violentos con “el Fanfi”, notorio delicuente de la zona sur del con-urbano y líder de la barra de Lanús. A nivel local y a caballo de la ignominiosa actuación de los fiscales de la sexta sección la causa de “cloaquita” Ullmann es la prueba de tal impunidad.

Por lo pronto entonces nos encontramos delante de un colectivo político extremadamente cobarde pues no se hace cargo en primera persona de su voluntad exterminadora terciarizándola en manos violentas sea por la vía de las armas o por la vía del lawfare. Lo mismo sucedió durante la dictadura. Por otro lado me pregunto: ¿Creerán estas personas que las ideas mueren por exterminar a sus adherentes? Parece que no aprenden de la historia. Números atrás mencionamos el calvario Cátaro. Recordemos que los aniquilaron, los exterminaron a ellos, a su descendencia y hasta  a los sospechosos de profesar dicha fe, resulta que con el tiempo emergieron cultos heterodoxos y herejes por doquier, lecturas que los sádicos papales creyeron haber incinerado para siempre con la toma del Carcassonne y el saqueo a la ciudad de Albi. Tal vez en parte sí lo creen, pues ellos mataron a sus buenas y nobles ideas radicales, a sus mejores obras y textos, para seguir viviendo políticamente como furgón de cola del criminal poder real a pesar de que nunca nadie se tentó ni amenazó con exterminarlos, cuestión que están entusiasmados en perpetrar una vez más en contra nuestra, el pueblo profundo y urgido.

Lo realmente curioso es que este tipo de contradicciones y quiebres no son notados por la mass media local a tal punto que autodefinidos analistas de los medios pautados observan a Coronel Dorrego como un páramo virginal en donde ciertas malevolencias no ocurren ni podrían ocurrir, muy a pesar de que varias referencias históricas nos recuerdan las agonías y flagelos de militantes y sus familias, ciudadanos que sufrieron la psicopatía plutocrática que gobernó el país desde 1976 hasta 1983 en donde el vecindario delator y silente no fue ajeno. Parece que los delatores comunicacionales de aquellos tiempos, algunos ya fallecidos y debidamente premiados por el HCD local, que oficiaban para el pasquín “ProDictadura” La Nueva Provincia, fecundaron raíces. 

Hoy esos analistas, ajenos a la realidad o directamente falseándola, llegaron al delirio de certificar que las políticas de Juntos por el Cambio no se practicaron en el distrito a nivel municipal (cuando el mismo Reyes declaró en su momento que Cambiemos vino a hacer en el País lo que la UCR viene desarrollando desde 1999), son los mismos tipos que hoy se abrazan en los encuentros y eventos sociales a los personificadores de aquellas causas, con nombre y apellido, incluso a negacionistas de los crímenes de la dictadura cívico-militar, eclesiástica y empresarial, y ex funcionarios del gobierno anterior el cual practicó a cara descubierta la persecución política, y esto lo hacen so pretexto de seguir socializando, y según sus criterios nos quieren convencer que sus dueños, ergo, los propietarios de los tanques fumigadores, no operarán en contra de nosotros, aun siendo imperioso para sus fines, como si tal cosa los redimiera de sus responsabilidades con relación a la suerte que correrán el resto de nuestros compatriotas a lo ancho y lo largo del país, debido a sus decisiones…

Breve digresión. Hace algunos años, uno de estos tipos influyentes de los medios locales que además nada como pez en el agua en el mar de la plutocracia local, sobre todo la que se baña con bosta y se perfuma con agro-químicos, licuando sus perversiones argumentando falazmente que "todos buscan el bien público por igual", y que hoy se abraza con aquellas causas/personas que sembraron el terror del que exhibe banal consternación cada 24 de marzo, Radical él, me confesó que se sentía defraudado y desilusionado por la conducta pasiva y acuarelizada que había asumido un joven compañero de la localidad, hijo de desaparecidos, con relación al tema del genocidio. Recuerdo que refuté dicha lógica desde otro prisma intentado comprender a nuestro compañero señalado como quebrado, argumentando que ninguno de nosotros, por más sufrimiento vivido y pérdidas recordadas, tenía derecho a ponerse en su lugar, y que en lo personal observaba muy coherente el intento del hombre para que sus hijos y su familia estuvieran lo más lejos posible de revivir aquella ignominia que a él le tocó sobrellevar. Como mencioné al principio, pasado el tiempo, ese ofendido, defraudado y desilusionado moralista convive, acepta prebendas, rinde culto al poder y se abraza con aquellos que nos quieren exterminar, con los negacionistas, con los que exigen liberar a los militares condenados por delitos de lesa humanidad, con los que desean aniquilar a aquel compañero que lo desencantó, el cual está en el mismo lugar político, en el mismo espacio compartido que nos parió, y a todo aquel que adhiera al kirchnerismo o reaccione mínimamente contra aquellas causas/personas que sueñan con finalizar la tarea de aniquilamiento que según ellos quedó trunca.

Los salieris y verdugos de Patricia Bullrich están entre nosotros, por acción u omisión, al igual que existieron los verdugos de la dictadura, el fascismo ya tiene el borrador de su plan de operaciones, aquí, a nivel provincial y a escala nacional. Pensemos tan solo un instante que sin poseer el poder democrático lograron poner un arma a 15 centímetros de la cabeza de la vicepresidenta y todo se ha encubierto.

En el Pago no tenemos esperanzas de que aparezca un quijote como Juancito Amestoy para cubrir nuestro exilio con unas mantas y un humeante puchero de guiso carrero, ni más allá de la publicidad, tampoco creo que el Acnur (Alto comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados) esté trabajando en programas para la prevención, como en aquel entonces, ante el posible arribo de la criminalidad institucional en Argentina. Los pocos kirchneristas de Coronel Dorrego vamos a estar solos, a merced de los verdugos, de esos "buenos vecinos" negacionistas, de esas nobles almas religiosamente empáticas y delatoras las cuales sedientas de sangre solo esperan beber su cuota-parte de odio para saciar su superioridad moral y su psicopatía natural. 

La adhesión de la UCR local en la persona de su Intendente a los dos falaces comunicados emitidos contra la administración provincial en relación a una supuesta discriminación en la distribución de fondos, primero con respecto a los Juegos Juveniles Bonaerenses y luego las referidas a no detalladas partidas presupuestarias adeudadas, inciso este refutado desde el mismo seno radical, no hace otra cosa que exhibir la mitomanía y el grado de perversión que ostenta el oficialismo local a la hora de informar a su ciudadanía. Voltaire aseguró que quien tenga el poder de hacerte creer idioteces tiene en su mano el poder para hacerte cometer injusticias, cosa que la mayoría de nuestros conciudadanos suele abrigar aún cuando la realidad expone las falacias del gobierno comunal. Coronel Dorrego no solo posee un problema político sino además le debe solicitar auxilio a la psicología social. Resulta llamativo que más de la mitad de la población vote en su perjuicio, siendo este deterioro evidente desde hace 24 años, sin solución de continuidad.  

Como todo colectivo psicópata, en lugar de releer sus decisiones y pensar en las consecuencias de sus actos, no faltarán aquellos que acusen a este texto de violento guardando la misma lógica dúo-demoníaca que tuvo el prólogo del primer Nunca Más, acusando a los pájaros de dispararles a los rifles, acusando a Polonia de invadir a Alemania en el 39, acusando a las partidas judías y partisanas de emboscar a las patrullas nazis y fascistas, de acusar a la joven por utilizar la pollerita corta, de responsabilizar a las víctimas de su exterminio… Están entre nosotros, y a uno le da cierto escozor paranoico cuando debe acudir a sus consultorios, a sus negocios, a sus empresas, a sus clases, a sus radios, ser observados y señalados por sus heraldos y agentes de propaganda, visitar sus despachos, cuando al cruzar una calle visibilizamos que se acerca una poderosa camioneta y al volante uno de estos, por el momento, confesos exterminadores. Pienso en nuestro amigo, compañero y  columnista Favio Camargo, al cual le enviamos un afectuoso abrazo y deseos de pronta recuperación.

Esta gente que se postula aún está a tiempo de diferenciarse de lo que proponen Bullrich y Grindetti, como muchos Radicales están haciendo en todos los distritos del país, sin renunciar a sus pretensiones políticas locales, y hacerle saber a la población públicamente que su programa no incluye el exterminio y la persecución, y que de ninguna manera apoyan semejante propuesta, acaso esto es lo único que los salvaría para no quedar como protagonistas destacados en el libro de nuestra peor historia. Luego de estos 24 años de ignominias no se les pide que sean eficientes, menos se les pide que sean generosos, altruistas y autocríticos, tampoco se les exige que sean inteligentes ni decentes, sabemos que ante lo imposible no podemos abusar de nuestra suerte, solo se les pide que se abstengan de ejercer la criminalidad estatal planteada por sus líderes, pues esas cosas, además del terror que generan, se saben como empiezan, nunca como terminan. Además convengamos que ideológicamente la UCR está mucho más cerca del Massa burgués de lo que podemos estar nosotros, los populistas K, y no habla de exterminar a nadie, cuestión que bajo estas circunstancias políticas del presente es de primer orden…

 

 


*Gustavo Marcelo Sala. Editor. Escritor


Comentarios

  1. En un lugar en dónde nos conocemos todos chuparon de su casa de la calle Costa, en pleno centro de la ciudad, a María Dolores Salomón de Aiub. En un procedimiento cerraron Roca y San Martín, ingresaron a la casa, robaron y se llevaron a María, estuvo varias semanas detenida en un centro clandestino de La Plata, fue torturada y luego liberada. A nadie lo importó, nadie vio nada. Por esos tiempos el término empatía no estaba de moda...

    ResponderEliminar
  2. Usted Sala juega un poco con la paranoia. Provoca con ella. Pero le doy la derecha (de algún modo hay que decirlo), ante un panorama similar de persecuciones nuestras sociedad campechana tendría el mismo comportamiento cómplice que tuvo en aquellos años. No hay que olvidarse que los más importantes comunicadores locales aún consideran a los Comisionados de entonces como gestores legítimos de autoridad a los cuales había que tenerles respeto y obedecer. Esto se lo escuché decir a César Mc Coubrey entrevistando a un veterano dirigente peronista.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario