Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 57 GRANDES DEBATES FILOSÓFICOS… El ABC de la formación política
Fuente: Bloghemia
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A lo largo de los siglos, los grandes
filósofos han sostenido enfrentamientos intelectuales que han marcado el curso
del pensamiento humano. Desde la antigua Grecia hasta la era contemporánea,
estas discusiones han abordado temas fundamentales sobre la naturaleza de la
realidad, el conocimiento, la moral, la política y el sentido de la vida. En
esta crónica exploraremos los debates entre Parménides y Heráclito, Sócrates y
los sofistas, Platón y Aristóteles, y otros encuentros intelectuales que han
dejado un legado perdurable en la filosofía y siguen siendo relevantes para la
comprensión del mundo y de nosotros mismos.
N de la R: Desde luego que esto es apenas una invitación a seguir profundizando en cada uno de ellos, la biografía es tan rica como variadas sus interpretaciones.
1- Parménides vs. Heráclito
Parménides y Heráclito fueron dos
filósofos presocráticos que vivieron en la antigua Grecia, alrededor del siglo
V a.C. Aunque ambos abordaron cuestiones filosóficas fundamentales, sus enfoques
y conclusiones fueron radicalmente opuestos, lo que los convierte en figuras
destacadas en el desarrollo temprano de la filosofía occidental. Parménides,
originario de Elea, sostenía que solo el ser es, y que el cambio y el devenir
son ilusiones. Según su filosofía, el cambio implica una transición de la no
existencia a la existencia y viceversa, lo que resulta en una contradicción
lógica. Para Parménides, la realidad última era un ser inmutable y eterno,
homogéneo y sin cambio, y todo lo que percibimos como cambio en el mundo
sensible es solo apariencia y engaño de los sentidos.
En contraste, Heráclito, quien
provenía de Éfeso, defendía una concepción radicalmente
diferente. Argumentaba que el cambio y el flujo constante eran
características esenciales del universo. Heráclito acuñó la famosa frase
"No puedes bañarte dos veces en el mismo río", haciendo hincapié en
la naturaleza transitoria de la realidad. Según su visión, el mundo estaba
en constante cambio y transformación, y la realidad era un perpetuo devenir,
donde todo fluye y nada permanece idéntico. El debate entre Parménides y
Heráclito plantea cuestiones profundas sobre la naturaleza de la realidad y la
percepción humana. Por un lado, Parménides desafía nuestra comprensión común
del cambio y la diversidad en el mundo y pone en duda la fiabilidad de nuestros
sentidos. Por otro lado, Heráclito enfatiza la dinámica y el devenir continuo
del universo, invitándonos a abrazar el cambio y la impermanencia como
características esenciales de la vida. A pesar de sus diferencias, tanto
Parménides como Heráclito contribuyeron al desarrollo de la filosofía al
plantear preguntas fundamentales que han continuado siendo objeto de reflexión
a lo largo de la historia. ¿Qué es lo que realmente existe? ¿Es el cambio solo
una ilusión o es esencial para la comprensión de la realidad? Estas cuestiones
filosóficas han influido en el pensamiento posterior y han sido abordadas por
otros filósofos a lo largo de los siglos, lo que demuestra la duradera
relevancia de este debate clásico para la filosofía moderna.
2- Sócrates vs. los sofistas:
El debate entre Sócrates y los
sofistas es un enfrentamiento filosófico que tuvo lugar en la antigua Atenas
durante el siglo V a.C. y representa un choque de enfoques y valores en la búsqueda
de la verdad y la sabiduría. Sócrates, un filósofo que no dejó ninguna obra
escrita, es conocido por su método de indagación filosófica conocido como
"mayéutica" o "el arte de dar a luz ideas". Sócrates se
caracterizaba por su búsqueda de la verdad a través del diálogo y la
argumentación. En sus conversaciones con la gente, cuestionaba sus creencias y
los animaba a examinar sus propias opiniones, con el fin de llegar a una
comprensión más profunda y fundamentada de la realidad. Sócrates buscaba
la verdad objetiva y defendía la existencia de principios universales y
eternos, como la virtud y la justicia, que podían descubrirse mediante la razón
y la discusión. Por otro lado, los sofistas eran profesionales de la retórica y
la enseñanza, que ofrecían a cambio de un pago la formación en habilidades de
persuasión, elocuencia y argumentación. Aunque algunos sofistas también
exploraban cuestiones filosóficas y éticas, su enfoque estaba más centrado en
el pragmatismo y el relativismo. Para ellos, la verdad era subjetiva y dependía
de las opiniones y creencias de cada individuo o comunidad. Los sofistas
argumentaban que el objetivo principal de la retórica era persuadir y ganar
debates, independientemente de la veracidad de las afirmaciones realizadas. El
choque entre Sócrates y los sofistas se centró en la naturaleza de la virtud,
la verdad y la retórica. Mientras Sócrates sostenía que la verdad era objetiva
y podía descubrirse a través del razonamiento y el diálogo, los sofistas
defendían una noción de verdad relativa y la retórica como una habilidad para
convencer a otros de la validez de cualquier posición. Este debate filosófico
tiene una profunda relevancia en la actualidad, ya que plantea preguntas
fundamentales sobre la naturaleza del conocimiento, la moral y el lenguaje. ¿Es
la verdad absoluta o subjetiva? ¿Es la persuasión más importante que la verdad
objetiva en el discurso público y político? El enfrentamiento entre Sócrates y
los sofistas nos invita a reflexionar sobre la importancia del pensamiento crítico,
la honestidad intelectual y la búsqueda incansable de la verdad en un mundo
donde la retórica y la persuasión a menudo pueden prevalecer sobre la
argumentación racional y la honestidad intelectual.
3-Platón vs. Aristóteles
El debate entre Platón y Aristóteles
es uno de los enfrentamientos filosóficos más influyentes en la historia del
pensamiento occidental. Ambos fueron discípulos de Sócrates y fundadores de la
filosofía clásica, y aunque compartieron algunas ideas, sus perspectivas y
conclusiones filosóficas diferían significativamente. Platón (427-347 a.C.) fue
el fundador de la Academia en Atenas, una escuela filosófica que tuvo una
profunda influencia en la filosofía posterior. En sus diálogos, Platón expone
su teoría de las Ideas o Formas, según la cual el mundo sensible es solo una
copia imperfecta y cambiante de un mundo trascendente de Ideas eternas e
inmutables. Platón consideraba que solo mediante la razón y la filosofía
podíamos acceder a la verdadera realidad y alcanzar el conocimiento verdadero. Por
otro lado, Aristóteles (384-322 a.C.) fue un estudiante de Platón en la
Academia y más tarde fundó su propia escuela filosófica, el Liceo. Aunque
compartió la base socrática de la búsqueda de la verdad a través del
razonamiento, Aristóteles rechazó la teoría de las Ideas de su maestro. En
su lugar, desarrolló su teoría de la sustancia y la metafísica, que afirmaba
que el mundo sensible era la única realidad, y que las esencias o formas de las
cosas se encontraban en ellas mismas y no en un mundo trascendente. El debate
entre Platón y Aristóteles se centró en cuestiones fundamentales sobre la
naturaleza de la realidad, el conocimiento y la metafísica. Platón defendía la
existencia de un mundo de Ideas eternas y abstractas como la base de la realidad,
mientras que Aristóteles rechazaba esta noción y postulaba que la realidad se
encuentra en el mundo concreto y material. Además, sus diferencias filosóficas
también se reflejaban en sus concepciones de la ética y la política. Platón
abogaba por una sociedad ideal gobernada por filósofos-reyes, mientras que
Aristóteles defendía una forma de gobierno constitucional basada en la virtud y
el bienestar de la comunidad.
4-Agustín de Hipona vs. Pelagio
El debate entre Agustín de Hipona y
Pelagio fue un enfrentamiento teológico y filosófico que tuvo lugar en el siglo
V d.C. en el contexto del cristianismo primitivo. Ambos pensadores abordaron
cuestiones relacionadas con el libre albedrío y la gracia divina, y sus puntos
de vista divergentes dieron lugar a dos corrientes teológicas distintas en la
iglesia cristiana. Agustín de Hipona (354-430 d.C.), también conocido como San
Agustín, fue un teólogo y filósofo cristiano que ejerció una gran influencia en
la teología y la filosofía occidental. Agustín sostenía una visión pesimista de
la naturaleza humana, influenciada por su propia experiencia de conversión.
Argumentaba que el ser humano nace con una naturaleza pecaminosa debido al
pecado original de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Según Agustín, la voluntad
humana está corrompida por el pecado y es incapaz de alcanzar la salvación por
sí misma. Solo la gracia divina puede redimir y santificar al ser humano y
llevarlo a la salvación. Por otro lado, Pelagio (ca. 360-418/420 d.C.) era un
monje y teólogo británico que cuestionaba la visión pesimista de Agustín sobre
la naturaleza humana y el pecado original. Pelagio defendía la idea de que
el ser humano tiene la capacidad intrínseca para hacer el bien y evitar el mal
a través del libre albedrío. Consideraba que la gracia de Dios era una ayuda
externa, pero no necesaria para alcanzar la salvación. Para Pelagio, la
responsabilidad moral y la capacidad de elegir el bien o el mal recaían en el
individuo, y no en la naturaleza humana corrupta. El debate entre Agustín y
Pelagio se centró en cuestiones fundamentales sobre la naturaleza humana, la
moral y la relación entre la voluntad humana y la gracia divina. Agustín
defendía la necesidad de la gracia divina para superar la naturaleza pecaminosa
del ser humano y alcanzar la salvación, mientras que Pelagio enfatizaba el
papel de la libre voluntad y la responsabilidad moral individual en la vida
espiritual. Este debate teológico tuvo implicaciones importantes en el
desarrollo de la doctrina cristiana y condujo a un concilio ecuménico en
Cartago en el año 418 d.C., donde se rechazaron las ideas de Pelagio y se
aceptaron las enseñanzas de Agustín sobre la gracia divina y el pecado
original. A pesar de esto, las ideas de Pelagio continuaron influyendo en el
pensamiento cristiano y se mantuvieron presentes en diferentes formas de
pensamiento teológico a lo largo de la historia. El enfrentamiento entre
Agustín y Pelagio dejó un legado duradero en la teología cristiana y planteó
preguntas cruciales sobre la naturaleza humana, la libertad y la relación entre
el ser humano y lo divino.
5-Santo Tomás de Aquino vs. Guillermo de Ockham
El debate entre Santo Tomás de Aquino
y Guillermo de Ockham fue un enfrentamiento significativo en la filosofía
medieval y teología escolástica. Ambos pensadores fueron importantes
representantes de la escolástica, un movimiento filosófico que buscaba integrar
la filosofía aristotélica con la teología cristiana. Santo Tomás de Aquino
(1225-1274) fue un teólogo y filósofo dominico conocido por su síntesis entre
el pensamiento aristotélico y la teología cristiana. En su obra más influyente,
la "Summa Theologica", Santo Tomás buscaba establecer la existencia
de Dios mediante la razón y argumentaba que la fe y la razón no se oponían,
sino que se complementaban. Defendía que la filosofía y la teología eran
disciplinas compatibles y que la razón podía arrojar luz sobre la fe. Por otro
lado, Guillermo de Ockham (ca. 1285-1347) fue un franciscano y filósofo
conocido por su filosofía nominalista. Ockham fue crítico de la síntesis
aristotélico-tomista de Santo Tomás y defendía una posición más radical de
separación entre la razón y la fe. Ockham afirmaba que Dios no podía ser demostrado
por la razón y que la fe debía aceptarse sin la necesidad de pruebas
racionales. Su filosofía nominalista sostiene que los universales y las
esencias no existen más allá de los objetos individuales, y solo son
construcciones mentales útiles para la comprensión del mundo. El debate entre
Santo Tomás y Ockham giró en torno a cuestiones fundamentales sobre la
naturaleza de la fe y la razón, así como sobre la relación entre filosofía y
teología. Santo Tomás defendía la capacidad de la razón para comprender
aspectos de la fe y consideraba que la filosofía podía enriquecer la
comprensión de las verdades teológicas. Ockham, en cambio, defendía una
separación más radical entre razón y fe, y sostenía que la fe debía aceptarse
sin la necesidad de pruebas racionales.
6-Descartes vs. Spinoza
El debate entre René Descartes y
Baruch Spinoza representa un choque filosófico clave en la época moderna. Ambos
pensadores tuvieron una gran influencia en la filosofía occidental y abordaron
cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de Dios, la mente y el cuerpo, así
como la relación entre la razón y las emociones. René Descartes (1596-1650) fue
un filósofo, matemático y científico francés considerado uno de los fundadores
del racionalismo. En su obra "Discurso del Método" y
"Meditaciones Metafísicas", Descartes buscaba un fundamento indudable
para el conocimiento a través del método de la duda metódica. Su famoso
principio "Cogito, ergo sum" ("Pienso, luego existo")
estableció la certeza de la existencia del yo como un ser pensante. Descartes
defendía el dualismo sustancial, que postulaba que el cuerpo y la mente son dos
sustancias distintas, el cuerpo regido por las leyes físicas y la mente dotada
de pensamiento y conciencia. Además, argumentaba que Dios es el fundamento
último de toda verdad y garantizaba la veracidad del conocimiento, ya que Dios
no puede ser un engañador. Por otro lado, Baruch Spinoza (1632-1677) fue un
filósofo neerlandés conocido por sus ideas en la filosofía racionalista y su
sistema metafísico. Spinoza rechazaba el dualismo cartesiano y propuso un
monismo sustancial, argumentando que solo hay una sustancia infinita, Dios o la
Naturaleza, que se manifiesta en una infinitud de atributos, uno de los cuales
es la mente. Para Spinoza, Dios y la Naturaleza son idénticos, y todo en el
universo es una manifestación de la misma sustancia. También sostenía que las
emociones y el pensamiento están interconectados y que el entendimiento
adecuado de la realidad y la aceptación de nuestra existencia en la totalidad
de la Naturaleza conduce a la serenidad y la felicidad. El debate entre
Descartes y Spinoza se centró en cuestiones cruciales sobre la naturaleza de
Dios, la realidad y la relación entre la mente y el cuerpo. Descartes defendía
una concepción teísta y una separación clara entre la mente y el cuerpo,
mientras que Spinoza abogaba por una visión panteísta y un monismo sustancial
en el que todo está interconectado en la Naturaleza. Ambos filósofos dejaron un
legado importante en la historia de la filosofía y sus ideas siguen siendo
objeto de estudio y reflexión en la actualidad. El debate entre Descartes y
Spinoza planteó preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la realidad y la
relación del ser humano con el universo, y sus enfoques divergentes continúan
desafiando y enriqueciendo el pensamiento filosófico moderno.
7-David Hume vs Immanuel Kant
El enfrentamiento filosófico entre
David Hume y Immanuel Kant es uno de los debates más importantes en la historia
de la filosofía moderna. Ambos fueron influyentes pensadores de la Ilustración
europea y abordaron cuestiones fundamentales sobre la teoría del conocimiento,
la metafísica y la ética. David Hume (1711-1776) fue un filósofo escocés
conocido por su escepticismo y empirismo radical. En su obra "Tratado de
la naturaleza humana" y "Investigación sobre el entendimiento
humano", Hume argumentó que todo conocimiento se basa en la
experiencia sensorial y que no podemos conocer nada más allá de nuestras
impresiones y percepciones. Rechazaba la existencia de ideas innatas o
conceptos a priori y sostenía que las creencias y las leyes de la naturaleza
eran el resultado de hábitos causados por la repetición de experiencias. Por
otro lado, Immanuel Kant (1724-1804) fue un filósofo alemán que intentó
resolver los problemas planteados por Hume y sentar las bases para una
filosofía más sólida. En su obra más influyente, la "Crítica de la razón
pura", Kant propuso que había dos tipos de conocimiento: el
conocimiento empírico basado en la experiencia, y el conocimiento a priori, que
se deriva de la estructura misma de la mente humana. Kant defendía que ciertas
categorías y principios racionales eran universales y necesarios para la
experiencia, y que sin ellos no podríamos conocer el mundo tal como lo
percibimos. El debate entre Hume y Kant se centró en cuestiones cruciales sobre
la posibilidad del conocimiento objetivo y la naturaleza del mundo externo.
Hume planteaba dudas sobre la posibilidad de establecer verdades universales y
objetivas, mientras que Kant buscaba establecer una base para el conocimiento
seguro y una estructura racional para la ciencia y la moral. Aunque Kant se
sintió profundamente impactado por el escepticismo de Hume, su filosofía
representó un intento de superar los problemas planteados por Hume mediante su
"giro copernicano", argumentando que el sujeto activo de la
experiencia, en lugar del mundo externo, impone estructuras y categorías para
la comprensión del mundo.
8-Marx vs. Bakunin
El debate entre Karl Marx y Mijaíl
Bakunin representa un enfrentamiento crucial en la historia del pensamiento
político y económico, que tuvo lugar en el contexto del desarrollo del
socialismo y el anarquismo en el siglo XIX. Karl Marx (1818-1883) fue un
filósofo, economista y teórico social alemán, conocido como el padre del
marxismo. Marx es famoso por sus análisis del sistema capitalista y su visión
del materialismo histórico, que postula que las estructuras económicas y las
relaciones de producción son los principales determinantes de la evolución de
la sociedad. Marx abogaba por la abolición del sistema capitalista a
través de una revolución proletaria y la creación de una sociedad comunista sin
clases, donde los medios de producción serían de propiedad colectiva y se
eliminarían las desigualdades sociales y económicas. Mijaíl Bakunin
(1814-1876), por otro lado, fue un pensador ruso y uno de los fundadores del
anarquismo. Bakunin rechazaba la idea de un Estado centralizado, incluso
uno liderado por los trabajadores, y abogaba por la abolición total del Estado
y de toda autoridad jerárquica. Defendía la revolución social como medio
para establecer una sociedad igualitaria y autogestionada, basada en la
federación de comunas y organizaciones autónomas. El debate entre Marx y
Bakunin se centró en cuestiones fundamentales sobre la organización social y
económica, así como sobre la naturaleza del poder y la autoridad. Marx creía
que la toma del poder político a través del proletariado era esencial para la
transformación de la sociedad, mientras que Bakunin sostenía que cualquier
forma de poder centralizado, incluso si estaba en manos de los trabajadores,
podría dar lugar a la opresión y la burocracia. Este enfrentamiento
filosófico-político dejó un legado duradero en la historia del pensamiento
social y político. Las diferencias entre el marxismo y el anarquismo han sido
objeto de debate y controversia durante más de un siglo, y ambas corrientes de
pensamiento han influido en movimientos sociales y políticos en todo el mundo. Hoy
en día, el debate entre Marx y Bakunin sigue siendo relevante para reflexionar
sobre la naturaleza del poder, la justicia social y la organización política, y
las ideas de ambos filósofos continúan inspirando a pensadores y activistas en
su búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria.
9-Nietzsche vs. Schopenhauer
El debate entre Friedrich Nietzsche y
Arthur Schopenhauer es un enfrentamiento filosófico importante en la historia
del pensamiento alemán del siglo XIX. Ambos fueron filósofos influyentes y
dejaron un impacto significativo en la filosofía moderna. Arthur Schopenhauer
(1788-1860) fue un filósofo pesimista conocido por su obra
principal, "El mundo como voluntad y
representación". Schopenhauer sostenía que la voluntad era el
principio fundamental y primordial del universo, y que todo, incluidos los
seres humanos, estaba impulsado por un deseo ciego e insaciable. Argumentaba
que el sufrimiento era inherente a la vida y que la única forma de liberarse
del dolor era a través del ascetismo y la negación de los deseos. Friedrich
Nietzsche (1844-1900), por otro lado, fue un filósofo crítico y provocador,
conocido por su afirmación de la "voluntad de poder" y su filosofía
del "superhombre". Nietzsche rechazaba la noción pesimista de
Schopenhauer y cuestionaba la idea de que el sufrimiento era inevitable. En
cambio, afirmaba que la vida debía ser afirmada en toda su complejidad,
incluyendo el sufrimiento y el dolor, y abogaba por la superación de los
valores tradicionales en busca de una nueva moral basada en la creatividad y la
autenticidad. El debate entre Nietzsche y Schopenhauer se centró en cuestiones
fundamentales sobre la naturaleza de la realidad, el sentido de la vida y la
moral. Schopenhauer pintaba un panorama pesimista del mundo, mientras que
Nietzsche buscaba superar el pesimismo y encontrar una filosofía de la vida que
celebrara la individualidad y la expresión personal.
10- Jean-Jacques Rousseau vs.
Thomas Hobbes.
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) fue
un filósofo y escritor suizo-francés, conocido por su obra "El contrato
social". En esta obra, Rousseau plantea su teoría del contrato social, en
la que sostiene que los seres humanos, en un estado de naturaleza primitivo,
eran libres e igualitarios. Sin embargo, la formación de la sociedad y la
propiedad privada llevaron a la desigualdad y la opresión. Para resolver esta
situación, Rousseau propuso un contrato social en el que los individuos
renuncian a su libertad natural y se someten a la voluntad general, lo que les
permitiría recuperar su libertad como ciudadanos iguales en una república. Thomas
Hobbes (1588-1679), por otro lado, fue un filósofo político inglés, conocido
por su obra "Leviatán". Hobbes tenía una visión pesimista de la
naturaleza humana y argumentaba que en el estado de naturaleza, los seres
humanos vivían en un estado de guerra constante y egoísta, en busca de su
propia supervivencia. Para evitar este caos, Hobbes proponía la creación
de un Estado absoluto y poderoso, al que los individuos deberían ceder sus
derechos y libertades en un contrato social, a cambio de la seguridad y el
orden que el Estado proporcionaría. El debate entre Rousseau y Hobbes se centra
en cuestiones fundamentales sobre la naturaleza humana, la legitimidad del
poder y la estructura de la sociedad. Mientras que Rousseau abogaba por una
visión más optimista de la naturaleza humana y una forma de gobierno
democrática, Hobbes defendía una visión más pesimista y autoritaria, en la que
el Estado tenía un papel central para mantener el orden y la paz.
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