Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 57 … ECONOMÍA Un Futuro Orden Monetario Multipolar….por Alejandro Marcó del Pont
Fuente: El Tábano Economista
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Lo que es mío es mío,
lo tuyo es negociable
Muchos aseguran que la hegemonía del
dólar ha tocado su techo, a pesar que la divisa norteamericana continúa
dominando el comercio mundial, las finanzas y las carteras de reservas de los
bancos centrales alrededor del mundo. La narrativa sobre su supremacía y la
posibilidad que sea desplazado o suplantado se ha instalado y ha puesto en
entredicho su hegemonía. Por esta razón, demostrar si los datos matan al relato
podría resultar una buena idea.
Lo que sí parece cierto es que a
partir de la crisis 2008 varios acontecimientos geopolíticos sacudieron al
mundo y pusieron en duda el orden monetario internacional: la crisis del Euro
en el 2012, la pandemia del Covid-19, los desastrosos resultados del modelo
económico vigente en Occidente, tensiones geopolíticas, la guerra de Ucrania,
las sanciones a Rusia y China, la inflación, la ruptura de la cadena de suministros,
la escalada de los tipos de interés.
Todos estos acontecimientos han
puesto al mundo a reevaluar las relaciones de poder en el sistema monetario
internacional. Analizar la hegemonía del dólar forma parte de esta lógica, así
como buscar alternativas para depositar los excedentes generados por el
comercio superavitario de materias primas, sobre todo del Sur Global. Los BRICS
emergieron promoviendo el uso alternativo al dólar, creando diferentes
mecanismos de financiamiento, entre ellos el de imaginar y concebir bancos para
tal efecto.
Ahora, esta idea de crear
alternativas para depositar los excedentes generados en diferentes monedas, ha
dado lugar a una mirada equivocada de la estructura financiera que se debe
inventar, sobre todo para los no economistas. Por ello, para empezar, definamos
qué es una divisa internacional. Es todo aquel dinero que se utiliza fuera de
su Estado emisor para cumplir tres funciones básicas: medio de cambio, unidad de cuenta y
depósito de valor:
Como medio de cambio es utilizado por
agentes privados como vehículo para el comercio transfronterizo y por el
Estado, como los bancos centrales en las intervenciones en divisas.
Como unidad de cuenta, lo emplea el
sector privado para facturar el comercio de mercancías y por las autoridades
nacionales para anclar a ella su moneda nacional o para establecer precios
locales de valores internacionales.
Como depósito de valor, le sirve a
los inversores privados en su asignación de carteras y los gobiernos nacionales
como activos de reserva oficiales.
Estas funciones básicas son a las
habría que aspirar en caso de competir con el dólar o al crear una moneda
alternativa. El cuadro siguiente evidencia que el dólar americano se encuentra
por encima de todas las demás monedas en un vistazo superficial. Una mirada un
poco más precisa muestra que, efectivamente en muchos aspectos, el dólar
continúa reinando, al menos representó el 88% de todas las operaciones
comerciales en 2022, sin embargo, en las reservas oficiales ha experimentado un
descenso prolongado desde principios de siglo, pasando del 71% en 1999 al 58%
en 2022.
El euro sigue en todos los niveles su
caída ilimitada, perdiendo los niveles del 30% de reserva de valor que tenía
antes de la crisis del 2008, y ni hablemos de su participación en el comercio,
donde reina sólo en la Unión. El que sí muestra señales de ampliarse es el
renminbi chino, aunque su participación es exigua, como muestra el cuadro, pero
justamente la mirada un poco más detalla, sugiere que es un país que ha
avanzado financiera y económicamente de manera fulgurante si nos situamos 20
años atrás. Su moneda no figuraba en el mundo, hoy forma parte de la canasta de
monedas de los Derechos Internacionales de Giro (DEG) del FMI y aumentó
considerablemente su comercio en dicha divisa, sobre todo con Rusia,
desplazando al dólar, al pasar de un 90% de las transacciones al
40%.
Comparación diferentes monedas
internacionales 2022
Si se exporta mucho más de lo que
importa y, por lo tanto, tiene reservas de divisas realmente grandes, como
Rusia, no hay otro lugar para guardarlas que no sean dólares o euros. Cuando se
aplicaron las sanciones a Rusia, una de las mayores potencias nucleares
mundiales, la pregunta fue si un sistema monetario que confería un poder tan
unilateral a Estados Unidos podría ser sostenible, sobre todo para los demás
actores que miraban azorados semejante atropello.
Debe tenerse en cuenta ante todo que
el sistema del dólar es una red comercial y financiera. El poder político
y militar juega un papel en el anclaje del dominio global del dólar, dice Adam Tooze, pero el motivo más trivial
para su adopción como principal moneda de comercio y finanzas es que su
liquidez es abundante y barata, y es una moneda universalmente
aceptada. Esa es la razón por la que cerca del 90%, como muestra el cuadro
de todas las transacciones de divisas, se realizan en dólares, una facturación
diaria de $ 6 billones.
A mi entender, Estados Unidos ha
argumentado de manera aventurada que las sanciones condicionan el uso del dólar
a la adhesión a la política exterior estadounidense; en caso de oposición, se
corre el riesgo de ser penados. La alternativa de terceros países es fomentar
la migración a otros sistemas financieros. La multiplicación de los castigos ha
logrado que un 30% de todos los países se enfrentan a sanciones de Occidente
frente al 10% en la década de 1990; los efectos indirectos de estas
medidas se han hecho visibles. De hecho, la respuesta del Sur Global a la
invasión rusa de Ucrania parece respaldar esta teoría de la “extralimitación de
las sanciones”.
Un extenso análisis realizado
por Cambridge Elements, ¿Pueden los BRICS
desdolarizar el sistema financiero global?, que nos servirá de guía, hace hincapié en estudios
que han teorizado sobre las condiciones bajo las cuales una coalición de poder
en ascenso, los BRICS en este caso, podría seguir dos estrategias contra
hegemónicas para enfrentar al dólar. La coalición puede desafiar al liderazgo
actual con un enfoque de “ir solo” donde sus miembros podrían excluir a los
Estados Unidos y operar fuera del sistema existente y hasta establecer nuevas
instituciones. En la segunda opción se trataría de persuadir a los Estados
Unidos a cambiar sus costumbres, la teoría alternativa donde se quiere
“modificar el statu quo”, es decir, reformar las principales instituciones
existentes.
La segunda vía, la de modificar el
statu quo es el camino más rápido, pero inexistente en la actualidad. Tratar de
modificar los lineamientos en los organismos internacionales a través del voto
de los 5 países que conforma el BRICS es imposible, menos aún con la
preeminencia americana en ese aspecto. Una de las alternativas de la coalición
ante esta imposibilidad es promover el uso de la moneda local en el sistema de
comercio global para elevar el estatus de moneda alternativas al dominante
dólar estadounidense, iniciativa que se está implementando. Sus miembros pueden
reducir sus propias tenencias de reservas en dólares o activos denominados en
dólares para defenderse de riesgos relacionados con la moneda y las sanciones.
También pueden tratar de diversificar la composición monetaria mundial actual
mediante la promoción de monedas alternativas, como otras monedas nacionales,
monedas supranacionales o, incluso, monedas digitales. Finalmente, los miembros
de la coalición también pueden crear y expandir mercados de acciones no basados
en dólares en el sistema financiero global existente para desviar capital de
los mercados basados en dólares.
Lo cierto es que algunas de estas
opciones son altamente riesgosas, como la disminución de las reservas. China es
el segundo país con tenencia de bonos americanos, U$S 867MM en el 2023, aunque
en 2019 tenía U$S 1.1 billones, es decir, 261 millones menos. En cuatro años se
fue desprendiendo de esa cantidad de manera lenta, no así con posterioridad a
la guerra. Pero atacar la cotización de los bonos vendiéndolos afecta
directamente el valor de sus tenencias.
La primera iniciativa, “ir solo”
enfrentando a Occidente, es una alternativa de más largo plazo porque tienen
que madurar los componentes creados. Esta incluye una amplia gama de
iniciativas de desdolarización de BRICS, que abarcan el uso de mecanismos
institucionales y de mercado para mitigar la exposición al riesgo de los
miembros de BRICS al poder hegemónico del dólar. Desde el 2014 se aprobó la
creación de un Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), llamado también Banco de los
BRICS, y el Acuerdo de Reserva Contingente (CRA). El Nuevo Banco se creó como
alternativa a las organizaciones internacionales, como el Banco Mundial (BM) y
el Fondo Monetario Internacional (FMI). Uno para infraestructura y el otro
apoyo de liquidez a corto plazo a los miembros a través de swaps de divisas
para ayudar a mitigar la situación de crisis de la balanza de pagos, en caso de
que surja tal situación. Se necesita modificar el estado actual de la
infraestructura de pagos internacionales liderada por Occidente, está
representada por SWIFT y CHIPS. El SWIFT es una sociedad cooperativa privada
que se asocia con su sistema de mensajería para pagos financieros. Utilizando
códigos y formatos estándar, SWIFT es la principal red de mensajería a través
de la cual se realizan los pagos internacionales. Bancos de todo el mundo
envían y reciben estos mensajes para debitar o acreditar a sus clientes, no
sólo en dólares, sino también en otras divisas. Los mensajes de SWIFT generan
enormes cantidades de datos financieros, que el Departamento del Tesoro
americano utiliza para rastrear flujos financieros y combatir la financiación
ilícita, aun y cuando los bancos americanos no son los mayores accionistas.
La segunda infraestructura importante
que apoya el dominio del dólar, menos conocida, es el Sistema de Pagos
Interbancarios de la Cámara de Compensación de EEUU, o CHIPS por sus siglas en
inglés. Funciona como un mecanismo de compensación real para transferir pagos
de gran valor, y al igual que SWIFT, también es de propiedad privada y un
elemento vital del sistema de pagos internacionales liderado por los EE.UU.
CHIPS, junto con Fedwire, el sistema de liquidación bruta en tiempo real
de la FED, constituye la principal red para las transacciones nacionales e
internacionales de gran valor denominadas en dólares. Lo más importante a tener
en cuenta es que CHIPS mueve dinero entre cuentas, no sólo mensajes, y
encontrar la manera de eludir las cámaras de compensación occidentales puede no
ser tan fácil como con SWIFT.
Oponerse a esta infraestructura de
pago se centra en aumentar el uso internacional de una moneda alternativa, lo
que plantea varios retos, como demuestra el caso de China. El primero es que
otros países deben estar dispuestos a aceptar el pago en esa moneda. La
segunda es que sea posible comerciar con la divisa a un coste razonable. El
Banco Popular de China ha intentado conseguirlo firmando una serie de acuerdos
bilaterales de líneas swap con bancos centrales extranjeros para
proporcionar liquidez y activarlo con fines comerciales. En cambio se han
utilizado sobre todo para conceder préstamos de emergencia y refinanciar la
deuda de ciertos socios en situación de necesidad, como el caso argentino
reciente. El tercer punto es la existencia de un mecanismo fiable para
transferir pagos entre entidades nacionales y extranjeras, que es donde entra
en juego una cámara de compensación.
Es decir, es posible crear un SWIF y
CHIPS alternativo, la respuesta es sí, pero una cosa es construir las
infraestructuras por las que pueda fluir el tráfico y otra cosa es que sea
garantía de que otros países quieran utilizarlas. China creó un Sistema de
Pagos Interbancarios (CIPS) basado en el Renminbi. La red CIPS están creciendo
y, aunque los bancos chinos siguen constituyendo el grueso de los
participantes, otros países podrían unirse en el futuro. Aquí ingresa la
expansión de los BRICS, y una teoría interesante, que expondremos a
continuación, es la del economista Paulo Nogueira Batista Jr., que entre otras
cosas ocupó la vicepresidencia del Banco de Desarrollo BRICS, lo que lo ubica
como un experto conocedor desde adentro de esa coalición.
Su idea tiene que ver con que la
expansión de los BRICS retrasaría la cohesión, lo cual tiene una relevancia
significativa, si entendemos que Estados Unidos mantiene su poder, por
representar el 24% del PBI mundial. En su configuración actual el grupo de los
BRICS ya está desequilibrado, debido al peso relativo de China. La ampliación
exacerbaría el problema. Muchas economías emergentes y en desarrollo dependen
de China para el comercio, la inversión, la financiación del desarrollo e
incluso el apoyo de emergencia a la balanza de pagos, por eso China es quien
impulsa el ingreso de nuevos miembros, seguido de Rusia, que tiene una
motivación similar, ya que también enfrenta la hostilidad sistemática de EE.UU.,
que ve su ascenso como una amenaza estratégica. O sea, las asimetrías se
profundizarían con la ampliación de nuevos miembros, debilitando el poder de
influencia de Brasil y Sudáfrica e incrementando el de China.
Lo interesante es que plantea una alternativas a aumentar el número
de miembros a
través de una expansión en la entrada de nuevos países como socios en el Nuevo
Banco de Desarrollo (NBD), hoy presidido por la expresidenta Dilma Rousseff;
agilizar el proceso, que es fundamental para que el banco se convierta en una
institución de clase mundial. Se puede suponer que muchos de los países
interesados en unirse a la formación política-banco también quieren
convertirse en miembros de los BRICS y se expandiría en el tiempo la influencia
del banco, al igual que sucedió con el FMI.
En resumen, el dólar continúa
dominando la economía global, pero hay muchas potencias que quieren alejarse de
él, en algún momento por opción, hoy quizás por temor. No obstante, lo cierto
es que los dos modelos alternativos que vimos siguen siendo mucho menores en
escala y necesitan tiempo para madurar, y el resultado del estudio apunta hacia
una tercera iniciativa, que estaría entre “Ir solo” y “modificar el statu quo”.
Los BRICS hacen muchos llamamientos a la desdolarización, pero el dólar sigue
siendo la moneda elegida por gobiernos, empresas e instituciones financieras de
todo el mundo para realizar intercambios comerciales e inversiones. De todas
maneras, el reloj de su vida útil se acelera ante cada decisión
controvertida.
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*Alejandro Marcó del Pont, Licenciado en Economía de la UNLP. Autor y editor del sitio especializado en temas económicos El Tábano Economista, columnista radial, analista.
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