Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 57 POLÍTICA Matices en la derecha… por Gustavo Marcelo Sala

 


Más allá de los personajes grotescos con los cuales la plutocracia nos invade a diario, en algún caso presentando consumados frikis, acaso para mimetizarse, distraernos y entretenernos con sus dislates, mientras ellos “la siguen haciendo”, por supuesto que me entusiasma y celebraría debatir de manera íntegra y virtuosa el rol del Estado, si su incidencia debe ser mayor o menor, en cuáles áreas, si por estratégicas conviene permanecer o no, en cuáles incisos se puede delegar a favor de la actividad privada y cómo esa actividad privada le debe responder a la sociedad si es que le estamos comisionando una función pública y masiva que impacta directamente en la ciudadanía.

Incluso me encantaría debatir filosofía y antropología, sobre valores, hábitos, modelos formativos y educativos, esquemas de salud, la justicia, los conceptos de inclusión y equidad, la seguridad, deconstruir buenamente asuntos enraizados culturalmente y sobre los cuales procedemos de modo inercial, y profundizando más aún si el concepto Nación sigue teniendo vigencia en un mundo global e informatizado más allá de la bandera y el himno, en donde todo va a una nube y las fronteras son solo un eufemismo geográfico, pensemos solamente que nuestras mejores tierras y riquezas están en manos de empresas multinacionales o propietarios de ellas, todo es dable de discutir, hasta el extremo de Rothbard el cual con su anarcocapitalismo libertario afirma que las funciones del Estado se dividen en dos: Las que se deben eliminar y las que se deben privatizar, porque aun así todo esto ingresa dentro del campo de las ideas, lo que no puedo es debatir con alguien que me estigmatice o me persiga con un modelo de poder el cual desea mi exterminio simplemente porque me encuentro en las antípodas de sus concepciones ideológicas. Y eso es lo que se percibe en dos de las tres propuestas liberales en pugna.

Juntos por el Cambio ha demostrado con creces que desea esto último, incluso financiando y amparando con su red judicial no solo las persecuciones sino además el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner del cual hoy se cumple un año, de manera que con esta gente no puede haber discusión ni debate. Además su candidata ha ingresado en un estado de emoción violenta muy peligrosa, estimo que también es una dirigente afiliada a la idea “si me enojo les puedo hacer mucho daño” al igual que su jefe directo. Por estos días lo demostró con el tema  BRICS, y su virulenta crítica al ingreso de Argentina dentro de la asociación comercial, actitud que hasta recibió la crítica del máximo dirigente de Libertad Avanza.

Me parece que entre ambos matices de extrema derecha existen rasgos que resulta necesario distinguir, no todos los textos que se escriben a diario dicen lo mismo, menos si de liberalismo y sus múltiples lecturas hablamos, es probable que en este tiempo seguramente para esa porción del espectro ideológico un loco por conocer sea bastante mejor propuesta que un inútil conocido que además ha exhibido su corrupción y su notable ineficiencia cuando le tocó gobernar. Además debemos ser sinceros, sobre todo con nosotros, vivimos leyendo dentro de las redes sociales nacionales y populares pensamientos y textos de los más célebres representantes filosóficos de esa concepción, a saber Maquiavelo, Hobbes, Locke, Spinoza, Voltaire, Rousseau, Quesnay, Diderot, Montesquieu, Kant, Tocqueville, nuestros lectores habrán hallado centenares de citas y sentencias de los mencionados en nuestro debates cotidianos, de manera que sonrojarse o sorprenderse porque de pronto determinadas ideas, no nuevas por cierto, sino releídas y re-interpretadas, regresan a la mesa con voluntad de poder para ser escrutadas no me parece tan descabellado. Siempre será necesario pararse frente a ellas sin prejuicios y sobre todo comprendiendo epocalmente esos textos, no olvidemos que buena parte de nuestros hombres de Mayo coincidían con las premisas del libre comercio que provenían de Gran Bretaña, por caso Moreno. Estas ideas que hoy parecen que brotan en el mundo son el amasijo de casi doscientos cincuenta años de relecturas por eso no existe una sola visión y su multiplicidad nos propone aguzar nuestros sentidos hacia el conocimiento integral de un arco iris muy complejo y por tanto sutilmente peligroso debido a que el fraude intelectual y la confusión se encuentran a la vuelta de la esquina. Así como el marxismo sufrió centenares de lecturas distintas e incluso sangrientamente antagónicas, lo mismo ocurrió con el liberalismo.  

Mientras estas intenciones sean políticas, democráticas y no emerjan indicios totalitarios resulta muy enriquecedor pensar las cosas desde otro lugar. Hace algunos años Horacio González nos recomendaba dos elementos muy importantes: El primero de ellos era leer como obligación formativa aquellos autores que nos disgustaban debido a que sus posturas ideológicas estaban en las antípodas de las nuestras y en segundo lugar nunca dar por vencidas a las ideas derrotadas, pues ciertas coyunturas pueden favorecer su retorno. Como afirmó Kafka: “Sólo debemos leer libros de los que muerden. Si el libro que estamos leyendo no nos despierta como un puñetazo en el cráneo, es mejor abandonarlo. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a los bosques más remotos, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros.

Observo que Libertad Avanza considera para sí tener un mesiánico rol fundacional, una suerte de ciudadano revulsivo y heroico, un “illuminati” que apunta a terminar con una época. Su perfil ideológico y extremo por lo taxativo es coincidente con aquellos precoces principios libertarios y burgueses de la Revolución Francesa, de ahí sus bases filosóficas y su lectura socioeconómica. Hasta seguramente observan a eso que definen como “casta” un calco y copia de la vieja y absolutista Monarquía Borbona la cual exhibía privilegios sin pudor ni conciencia ante un pueblo hambreado utilizando al Estado como reserva moral y pretexto de sus abusos y perversiones. 

De hecho no dudo que en medio de la virulencia de entonces se sentarían a la izquierda de los estrados de la Asamblea Constituyente y no a la derecha junto a la “casta” conservadora la cual deseaba una monarquía constitucional. Incluso advierto a sus líderes, insisto, más allá de sus particularidades individuales, como hombres profundamente ideologizados, diría fanatizados, acaso los Robespierre, los Marat, los Dantón, los Desmoulins, los Hébert, los Saint Just o los Brissot de la modernidad, almas leídas en sus convencimientos, pasionales, templarios, en lo absoluto despolitizados, intelectos que finalizaron confrontando crudamente entre sí. 

Planteada la metáfora el dilema es si estamos ante una avanzada iluminada Jacobina o una Girondina, y vale entender la diferencia, aunque las declaraciones de la candidata a la vicepresidencia del espacio libertario hacia la persona de la cantante y ciudadana Lali Espósito, las que hizo con relación a los DD.HH, la mención sobre la necesidad de imponer un sentido común (el más vulgar e impensado de los sentidos) y la intención de derogar el artículo 14 bis de la Constitución Nacional no ayudan para nada, y dan pié, aunque no lo puedan hacer institucionalmente, para que estemos muy atentos a sus acciones. De hecho juzgar y estigmatizar a alguien por si trabaja o no dentro del Estado constituye una actitud fascista y persecutoria, como si tal cosa estuviera sombreada de deshonestidad, más allá de que esa supuesta acusación contra la cantante no es cierta. En todo caso la candidata a vicepresidenta debería revisar las listas distritales de su agrupación en la Provincia de Buenos Aires en donde están plagadas de gestores estatales en todos los rubros, por caso en nuestro Coronel Dorrego, en donde su candidato a intendente, hombre de importante antigüedad en la actividad pública, aún no nos ha aclarado, en caso de llegar al Palacio de la calle Fuertes, a cuántos de sus compañeros despediría, cuales áreas eliminará y cuáles privatizará para eficientizar el presupuesto comunal. 



Sabemos de aquel tiempo que las pasiones intensas y desmesuradas nunca permitieron comprender la realidad y las urgencias del pueblo profundo, tener la razón principista fue más importante que responder a las necesidades cardinales que motivaron la revolución, la psicopatía de quién venció y qué es lo que derivó de ese efímero y sangriento triunfo, me refiero al peor de los efectos: un Imperio, despótico, en donde una nueva élite emergente, una nueva "casta" criminal sembró de sangre y miseria a casi toda Europa.

En este contexto de pujas liberoconservadoras podemos afirmar que la única opción del presente dentro de ese rango ideológico, moderada y seria, es la que representa en la actualidad el Partido Justicialista y su candidato Sergio Massa. El hombre está piloteando desde hace varios meses complejidades extremas que datan de ocho años, cuando en el año 2015 el pueblo argentino optó por modificar sus paradigmas sociales regresando al endeudamiento, la dependencia y a la especulación financiera, motivado por falacias y embustes de las que el propio Ministro y Candidato no estuvo exento de potenciar. De manera que nadie de la derecha es inocente en nuestra historia reciente, sobre todo desde aquel 10 de diciembre hasta la fecha. Aquel País de los U$S 450 de jubilación, de los U$S 1200 de salario promedio, del pleno empleo y consumo (recuerdo cuando los libero-economistas afirmaban que era necesario enfriar la economía y desalentar el consumo porque eso generaba inflación) y de una distribución de la riqueza lindera a por mitades era un despropósito para la plutocracia. Y es necesario reconocerlo, el día anterior a la nochecita la dama a la que hace un año intentaron asesinar se transformó en calabaza, y ni a ella ni a todo lo que hemos consignado supimos defender, el colchón era lo suficientemente grueso y nos sentimos burgueses. No nos une el amor, tampoco el espanto, es probable que nada nos una, solo la razón de la subsistencia a la espera de un sueño que necesita, por el momento, reposo. 


Escribió Albert Camus: 

"La justicia no consiste en abrir unas prisiones para cerrar otras. Consiste, en primer lugar, en no llamar "mínimo vital" a lo que apenas si basta para hacer que viva una familia de perros, ni emancipación del proletariado a la supresión radical de todas las ventajas conquistadas por la clase obrera desde hace cien años. La libertad no consiste en decir cualquier cosa y en multiplicar los periódicos escandalosos, ni en instaurar la dictadura en nombre de una libertad futura. La libertad consiste, en primer lugar, en no mentir. Allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia o se perpetúa."                               




*Gustavo Marcelo Sala. Editor. Escritor

 



Comentarios

  1. Muy bueno el análisis. Si ves al futuro dile que no llegue (Castelli)

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