Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 56 EDUCACIÓN La sociedad alienada no tiene conciencia de su propio existir.. por Paulo Freire
Fuente Bloghemia
Link de Origen: AQUÍ
"La sociedad alienada no se conoce es inmadura,
tiene comportamiento ejemplarista:
trata de conocer la realidad por diagnósticos extranjeros."
Cuando el ser humano pretende imitar
a otro ya no es él mismo. Así también la imitación servil de otras culturas
produce una sociedad alienada o sociedad objeto. Mientras más una persona
quiere ser otro, menos ella misma es.
La sociedad alienada no tiene conciencia de su propio existir. Un profesional
alienado es un ser inauténtico. Su pensar no está comprometido consigo mismo,
no es responsable. El ser alienado no mira la realidad con criterio personal
sino con óptica ajena. Por eso vive una realidad imaginaria y no su propia
realidad objetiva. Vive a través de la visión de otro país. Se vive Rusia o
Estados Unidos, pero no se vive Chile, Perú, Guatemala o Argentina.
El ser alienado no busca un mundo auténtico. Esto provoca una nostalgia; añora
otro país y lamenta haber nacido en el suyo.Tiene vergüenza de su realidad.
Vive en el otro país y trata de imitarlo y se cree culto mientras menos nativo
es. Ante un extranjero tratará de ocultar las poblaciones marginales y mostrará
barrios residenciales, porque piensa que las ciudades más cultas son las que
tienen edificios más altos. Como el pensar alienado no es auténtico tampoco se
traduce en una acción concreta.
Hay que partir de nuestras posibilidades para ser más uno mismo. El error no
está en la imitación sino en la pasividad con que se recibe esta imitación o en
la falta de análisis o autocrítica. Se piensa que los bolivianos o panameños
son flojos, porque son tales. Por eso se trata de ser menos boliviano o
panameño. Se cree que ser grande es imitar los valores de otras naciones. Sin
embargo, la grandeza se expresa a través de la propia vocación
nativa. Otro ejemplo de alienación es la preferencia de los técnicos
extranjeros con menosprecio de los nacionales. La sociedad alienada no se
conoce es inmadura, tiene comportamiento ejemplarista: trata de conocer la
realidad por diagnósticos extranjeros.
Los dirigentes solucionan los
problemas con fórmulas que han dado resultado en el extranjero. Hacen
importación de problemas y de soluciones. No conocen la realidad nativa. Antes
de admitir soluciones extranjeras, habría que preguntarse cuáles eran las
condiciones y características que motivaron esos problemas. Porque los 80'ó 90'
de Rusia o de Estados Unidos no son los 80' ó 90' de Chile o Argentina. Somos
contemporáneos en el tiempo, pero no en la técnica. Por lo demás, los técnicos
extranjeros llegan con soluciones fabulosas, fuera de los prejuicios, que no
corresponden a nuestra idiosincrasia.
Las soluciones importadas deben ser
reducidas sociológicamente, es decir, estudiadas e integradas en un contexto
nativo. Deben ser criticadas y adaptadas; en este caso, la importación es
reinventada o re-creada. Esto es ya desalienación que no significa sino
autovaloración. Generalmente las élites culpan al pueblo de que es flojo o incapaz
y por eso sus soluciones no resultaron. Así, las actitudes de los dirigentes
oscilan entre un optimismo ingenuo o un pesimismo o desesperación. Es
ingenuidad pensar en que la simple importación de soluciones salvará al pueblo.
Les pasa esto a los candidatos que por no conocer a fondo los problemas del
poder, hacen miles de promesas y al llegar al poder encuentran miles de
obstáculos que, a veces, los hacen caer en pesimismo. No es deshonestidad, sino
ingenuidad.
Texto del filósofo y educador brasileño, Paulo Freire, publicado en su
libro "Educación y Cambio".
Comentarios
Publicar un comentario