Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 56 LITERATURA Héctor G. Oesterheld, vida y obra. Bonus 116 ejemplares digitalizados de Hora Cero

 

(23 de Julio de 1919 – Continúa Desaparecido)


Nació en la Ciudad de Buenos Aires el 23 de julio de 1919. De muy pequeño, como recordaría después, comenzó a leer autores como Stevenson o Salgari, que luego tendrían influencia en su obra. Cursó la carrera de geología; un trabajo relacionado con la carrera lo llevó por distintos lugares del país. Luego trabajó como corrector en una editorial. Por esta época comienza a escribir y uno de sus cuentos, Truilia y Miltar, fue publicado por el diario La Prensa, en su suplemento literario dominical. En este diario ingresa como corrector.
Comienza a trabajar para dos editoriales, Códex y Abril. Escribe artículos de divulgación científica y relatos infantiles. Colabora con la colección Bolsillitos, de la Editorial Abril, y es uno de los creadores, junto a Boris Spivakov y otros, de la revista Gatito y de sus personajes. Para ese entonces había dejado La prensa por un trabajo relacionado con su profesión en un laboratorio de minería. Cuando le encargan la sección de divulgación de la revista Pato Donald, de Abril, decide dejar su trabajo para volcarse de lleno a la escritura. Cesare Civita, director de Editorial Abril, le propone escribir guiones de historieta. En 1951 se publican sus primeros guiones en la revista Cinemisterio: Alan y Crazy, Lord Commando y Ray Kitt. En este último comienza su fecunda relación con el italiano Hugo Pratt. El primero de febrero de 1952 aparece su primer personaje importante, Bull Rocket, en el número 176 de la revista Misterix. Se origina en un pedido de Civita, que quería una historieta con un piloto de pruebas. El italiano Paul Campani se hizo cargo del dibujo. El Sargento Kirk, una de las historietas más famosas de Oesterheld, se inició el 9 de enero de 1953. La dibujaba Hugo Pratt y apareció en el número 225 de Misterix. Kirk es un desertor del 7º de caballería estadounidense. Asqueado de la inútil matanza, sus principios lo hacen renegar de su pasada vida, convirtiéndose en un renegado. El tratamiento innovador dado por Oesterheld a la historia, los valores atípicos y novedosos para el género, convierten a Sargento Kirk en una bisagra, un punto de referencia para la historieta realista. En el número 297 de Rayo Rojo, también de Abril, aparece El Indio Suárez, el 13 de junio de 1955. La historia de este boxeador fue dibujada por Carlos Freixas. Sus personajes se vuelven populares, y por estos años escribe guiones para distintas revistas y editoriales, creando historietas y personajes como Tarpón y Doc Carson para Hazañas, El Mescaleropara Ases del Oeste, Ray Kent para Códex y, en 1958, Burt Zane y Star Kenton para El Tony, de Columba. En 1955 se asocia con su hermano Jorge y edita versiones noveladas de sus historietas más famosas, Sargento Kirk y Bull Rocket. Es el nacimiento de Editorial Frontera. En total se editan nueve de cada una, basadas en sus guiones para historieta, salvo la última de Bull Rocket y las dos últimas de Kirk, con historias originales.El éxito de los libros decide a Oesterheld a lanzar sus propias revistas de historietas; en 1957 salen a la calle los primeros números de la editorial, en abril Frontera y en mayo Hora Cero, las dos mensuales. Para separarse de Editorial Abril Oesterheld negocia con Civita, éste se queda con Bull Rocket, continuado desde aquí por otros autores, y Frontera con el Sargento Kirk.

Los guiones de las revistas, en más de un ochenta por ciento, estaban a cargo de Oesterheld, algunos firmados con seudónimos como H. Sturgiss o C. de la Vega, mientras que casi todo el resto lo escribía su hermano, que firmaba como Jorge Mora. Las revistas rápidamente se convierten en un éxito de ventas, el nombre de Oesterheld arrastraba su propio público. Esto los alienta a editar una nueva revista y, muy pronto, sale el Suplemento Semanal Hora Cero, el 4 de septiembre de 1957. En 1958 comienza a publicar los extras, en abril sale Hora Cero Extray en julio Frontera Extra, al principio bimestral para luego salir mensualmente.

 



 

Comienzan a aparecer personajes y series importantes. Como el corresponsal de guerra Ernie Pike en Hora Cero, dibujada en sus inicios por Hugo Pratt, quien lo creó con los rasgos de Oesterheld. Un personaje que tendría muchas apariciones y episodios con su título, generando otras series como Cuaderno Rojo, y que tuvo su propia revista, la colección de Batallas Inolvidables. Pike es un corresponsal de guerra, un testigo, que le permite a Oesterheld contar todo tipo de historias, en las que se filtra el humanismo del autor, dentro del terrible marco de la guerra. Oesterheld se permitía invertir los adocenados tópicos narrativos habituales del género, como presentar alemanes como "buenos". Oesterheld se preocupaba por el hombre, y en este sentido no hay buenos y malos, sólo víctimas. Se suceden las historietas, entre unitarios y personajes como Ticonderoga, por Pratt, Randall the Killer, por Arturo del Castillo, Sherlock Time, por Alberto Breccia, Joe Zonda y Rolo, el marciano adoptivo, por Francisco Solano López.
El 4 de Septiembre de 1957, en el primer número de Hora Cero Semanal, empieza la publicación de una de las historietas más importantes de Argentina: El Eternauta, con dibujos de Solano López. La historia de la invasión extraterrestre se extendió hasta 1959, acompañada con entusiasmo por los lectores, y, al concluirse, fue publicada en tres tomos con gran éxito de público. Años después fue reeditada en libro por Ediciones Record con gran demanda, y las reediciones se continúan a lo largo a lo largo de los años. El Eternauta ya se ha convertido en un mito. A fines de 1959 comienza la decadencia de la editorial. Sus mejores dibujantes comienzan a emigrar o trabajar para el extranjero, donde la paga es notoriamente superior. Las deudas acosaban a Frontera, y el propio Oesterheld diversificó su producción trabajando para otras editoriales. Finalmente, la Editorial Emilio Ramírez, que imprimía las revistas, se quedó con los títulos en 1961 como forma de pago, los que luego pasaron a la editorial Vea y Lea a fines de 1962, que continuó publicándolos hasta 1963. Para esta época Oesterheld tiene ya cuatro hijas, de su matrimonio con Elsa. Vive en Beccar, provincia de Buenos Aires, donde suele hacer asados a los que invita a sus dibujantes. Concluida la aventura de su propia editorial, Oesterheld siguió escribiendo guiones para sus viejas revistas y para otras editoriales. En 1961 Editorial Ramírez publica una revista de ciencia ficción llamada El Eternauta, la dirige Oesterheld y en ella comenzó a escribir relatos de El Eternauta en sus viajes por el tiempo, para retomar luego la narración donde concluyó la historieta, convirtiéndose en una suerte de secuela novelada, que quedó inconclusa. También escribía los guiones de las historietas nacionales que se publicaban. En ese año Abril vende sus títulos a Editorial Yago, que relanza Misterix y Rayo Rojo. Oesterheld vuelve a colaborar en las revistas y el 20 de julio de 1962 aparece una de sus creaciones más importantes, Mort Cinder, dibujada por Alberto Breccia para Misterix. Las historias vividas en el tiempo que este personaje contaba al anticuario Ezra Winston se convirtieron en uno de los puntos más altos de la historieta mundial. Para las revistas de Yago creó otras historias, el indio Watami, con dibujo de Jorge Moliterni, León Loco, con Ernesto García, Lord Pampa, de Solano López. A principios de los 60 las grandes revistas de historietas de la década anterior comienzan a extinguirse, y Oesterheld escribe guiones para nuevas publicaciones, en general de corta vida. Trabaja también para la editorial Zig ZAg de Chile, creando personajes como Ronnie Lea el muertero o Tornado. En 1965 dirige Géminis, revista de relatos de ciencia ficción de la que salieron sólo dos números, donde publicó algunos de sus cuentos. En 1968 Editorial Jorge Álvarez decide publicar una serie de biografías en historieta de importantes hombres de América Latina. Sale un solo número, Che, vida de El Che, con guión de Oesterheld y dibujo de Alberto Breccia y su hijo Enrique. La censura del gobierno retira de la venta el libro y secuestra los originales. Oesterheld y Alberto Breccia habían comenzado a trabajar en la vida de Evita, que no se publicó por la cancelación de la serie. En 1969 realiza una nueva versión de El Eternauta, trabajando nuevamente con Alberto Breccia, que se publicó en el semanario Gente. Oesterheld modificó el guión, acercándolo a su ideología socialista, mientras que Breccia ya había volcado su carrera a la experimentación en el tratamiento de las historias que contaba. Esto último fue la excusa de la conservadora editorial para levantar la publicación, argumentando que el dibujo no era lo que esperaban sus lectores. Oesterheld debió abreviar la historia para no dejarla trunca. Sobre otra invasión escribe en 1970, La guerra de los Antartes, dibujada por León Napoo (el humorista Napoleón) y publicada en la revista 2001. Ese año crea para la revista Top a los personajes Artemio, el taxista de Buenos Aires y Russ Congo. Comienza a trabajar para editorial Columba, guionando varias series que ya se publicaban. En 1973 vuelve a hacer La guerra de los Antartes, para el diario Noticias, pero queda inconclusa. A partir de 1975 Oesterheld escribe todos sus guiones para Ediciones Record. Crea historietas como Nekrodamus, Loco Sexton, Wakantanka o Galac Master. En 1976 la editorial reedita El Eternauta en fascículos con un gran éxito de público. En diciembre, en el Libro de Oro de Skorpio, se inicia El Eternauta II, nuevamente dibujada por Solano López. Eran tiempos difíciles en Argentina, gobernada por una dictadura militar, y Oesterheld militaba en la agrupación guerrillera Montoneros. Compenetrado con su actividad política, Oesterheld convierte la historieta en una manifestación de su ideología; así, el Eternauta se convierte en líder del pueblo oprimido por los invasores y los organiza militarmente para resistir al poderoso enemigo. Esta actitud le valió discrepancias con Solano, quien no compartía sus postulados, por lo que el guión debía ser modificado. Oesterheld, ya acosado por la dictadura, terminó de escribirlo en la clandestinidad. El 27 de abril de 1977 Oesterheld fue secuestrado por la criminal dictadura militar, desde entonces es uno más de los miles de desaparecidos y asesinados, al igual que sus cuatro hijas.

 



 

Fuentes:

 

-          Accorsi, Diego, en revista Lo mejor de H. G. Oesterheld, Editorial Columba, 2001.

-          Cáceres, Germán, Oesterheld, Ediciones del Dock, 1992.

-          Gociol, Judith y Rosembreg, Diego, La historieta Argentina, Ediciones de la Flor, 2000.

-          Sasturain, Juan, El Eternauta: tres veces Salvo en El Eternauta, Ediciones Colihue, 1996.

-          Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo, Historia de la historieta argentina, Record, 1980.

-          Libro de Fierro Nº 1, Especial Oesterheld (1952-54), Ediciones de la Urraca, 1985.



Hora Cero





Dirección: Héctor G. Oesterheld.
Fechas de publicación: 4 de septiembre de 1957-18 de noviembre de 1959
Cantidad de números: 116
Lugar de edición: Ciudad de Buenos Aires
Dimensiones: 27×20 cm

 

El Suplemento Semanal Hora Cero comenzó a publicarse el 4 de septiembre de 1957 como parte de la constelación de revistas de Editorial Frontera: Frontera (que empezó a circular en abril de ese año) y Hora Cero (que salió, mensualmente, desde mayo). La popularidad del conjunto lo ampliaría, meses más tarde (en abril de 1958), con Hora Cero Extra y con Frontera Extra (desde julio de ese año). Su director, Héctor Germán Oesterheld, había fundado la editorial junto a su hermano, ingeniero agrónomo, y  dio su marca personal a esta módica empresa familiar convirtiéndose en guionista de casi todas las historietas. Los dibujos estuvieron a cargo de diferentes artistas - Hugo Pratt, Francisco Solano López y Alberto Breccia, por mencionar solo a unos pocos -, quienes integraron sus propuestas visuales con esos textos en una combinatoria que explica por sí misma tanto el éxito de circulación del Suplemento semanal como su importancia, a largo plazo, para la narrativa dibujada de finales de la década del cincuenta.

Presentadas como historietas para jóvenes y adultos (“historietas para mayores de 14 años”, anunció durante largos meses la publicación), sus tiras articulaban textos precisos, bien dosificados y en una lengua cercana  a la de sus lectores, y dibujos de extraordinaria calidad. Con tramas inspiradas en episodios históricos, policiales, de corte fantástico y de ciencia ficción, o folclórico-nativistas, esos relatos resultaban, ante todo, aventuras visuales y verbales atrapantes. Muchos de esos títulos memorables salían, alternativamente, en varias revistas de la editorial, y algunos tuvieron versiones o reediciones posteriores; entre ellos: Ernie Pike (con guión de Oesterheld y dibujos de Pratt), Sherlock Time (con guión de Oesterheld y dibujos de Breccia), Randall The Killer (con guión de Oesterheld y dibujos de Arturo Pérez del Castillo) y Nahuel Barros (con guión de Oesterheld y dibujos de Carlos Roume). Pero, sin dudas, el más extraordinario de todos fue El Eternauta, con dibujos de Francisco Solano López, que se publicó en el primer número y acompañó al Suplemento Semanal Hora Cero casi hasta su cierre. En homenaje al impacto creativo de este pequeño suplemento, en el aniversario de la salida de su primer número se celebra en Argentina el “Día de la historieta”.


Fuente: ARCHIVO HISTÓRICO DE REVISTAS ARGENTINAS

 

 

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