Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 56… HISTORIAS Entre laberintos, claridades y alivios… por Eddy W. Hopper
"La diversión, el
cinismo del esparcimiento. Ésa es la forma en que los macristas expanden su
espíritu: sobre el dolor, la muerte, la frustración de las expectativas ajenas.
Transforman desde un imaginario patologizado un campo de dolor - por
ellos provocado - en una Arcadia, en un espacio de alegría".
(Eddy W. Hopper)
1- ESTRATEGIAS PSICOPÁTICAS
Como muchos saben, mi padre, al igual
que tantas otras personas, padece una psicopatía grave. Ha generado en torno a
sí un núcleo mórbido que le responde; porque, además, es un líder carismático.
Un enfermo al que otros enfermos siguen y avalan: hace ya más de 15 años que he
abandonado esa dinámica y, como soy muy miserable, hace también 15 años que
espero Justicia, que en realidad es venganza rasposa y por eso no va a llegar
nunca. El caso es que mi papá con frecuencia generaba estrategias para
humillarme o ejercer violencia moral sobre mí. A veces, también, ejercía
violencia física; pero para eso esperó hasta que yo fuera adulto, así me daba
cuenta. Una de las instancias de destrato que recuerdo ahora -fueron CIENTOS,
sostenidamente a lo largo de 40 años- fue la siguiente:
Mi padre sabía que me gustaba
escribir, y que desde niño apuntaba para ser buen escritor. De todos modos,
tuve que salir de esa burbuja patógena para generar cosas más o menos pasables:
mis producciones anteriores, incluido un libro vergonzoso, son pésimas. Como
sabía que me gustaba escribir, pero él ES un psicópata, entre otras
humillaciones ejecutó una vuelta intelectual refinada: me prestó la Carta a su
Padre de Franz Kafka. Yo tendría unos 18 años y recién salía a la vida.
Escribía algunas cosas que guardaba en un cajón. Luego de leerla, me sentí
profundamente identificado con la relación entre el autor y su papá, cuyas
actitudes eran muy similares a las que mi propio padre tenía conmigo. También
eran casi idénticos los efectos que provocaba en mí, las angustias en silencio,
la incomprensión del entorno, la tragedia "intuito personae" que
planteaba, la pasividad “convalidante” de su (mi) madre. Como era de esperar,
reaccioné según el plan “padeciente” de mi padre. Le dije todo lo que está en
el párrafo anterior, y agregué que me parecía un acto de profunda crueldad que
él mismo, que descargaba en mí tantos actos de agresión, me proveyera un libro
que potenciaba la impunidad del agresor y que había causado la debilidad
permanente de la víctima y la había llevado a la muerte. Quizás mi padre había
elaborado la respuesta desde hacía mucho tiempo, conducido por su disfunción de
temperamento. Me dijo: "Pero... ¿en
serio te estás comparando con Kafka? ¿Sabés cuánto te falta para escribir como
Kafka? Hay gente que toda la vida intentó ser como él y no lo logró: Kafka es
uno de los mejores escritores de todos los tiempos. Si estás tan desconforme
con tu padre, ahí tenés la puerta de salida. Lo que sí: si te vas, acá no
volvés".
Mamá, como siempre, no dijo nada. Varios
años después, ya echada a perder mi juventud, efectivamente me fui para no
volver. Intento desde entonces aportar discurso que pueda servir de
identificación o apoyo a quienes hayan sido víctimas de psicópatas o hayan
estado presos (quizás, sin saberlo) en círculos patológicos de destrucción,
impulsados por quienes debían habernos amado. Muchos, sin embargo, estiman que
exagero o que me victimizo para obtener algún beneficio. Ya me acostumbré a que
la palabra (al menos MI palabra) no sea eficiente.
2- INSISTIENDO Y PASANDO EN CLARO
¿Por qué los pobres votan a la derecha? ¿Por qué la clase media vota a la derecha?
Concretamente me pregunto:
¿Por qué los pobres y los pobres
"premium" (la clase media) votan a sus verdugos, a quienes les van a
negar derechos, a quienes les van a dirigir sus arbitrariedades, a quienes los
van a endeudar, a quienes les mienten PERMANENTEMENTE, a quienes los van a
obligar a permanecer en silencio frente a sus injusticias OSTENSIBLES bajo
apercibimiento de apaleo o cárcel; en suma, a quienes les van a procurar un
presente y un futuro de carencias y de falta de respeto a su condición de personas
dignas?
Está claro que no tengo -y creo que
NADIE tiene- una respuesta eficaz. Pero sí, al menos, guardo muy en claro cuál
debe ser el marco teórico a partir del cual emprender el estudio de estas
conductas absurdas. Desde mi punto de vista, hay DOS abordajes que permiten
obtener respuestas científicas sobre estas tendencias auto-flagelantes, y que
deben emprenderse en forma conjunta:
1) UN ABORDAJE EDUCATIVO: Estudiar
las ignorancias voluntarias de esta gente; es decir, las decisiones dirigidas a
no querer saber lo evidente (o negarlo con deshonestidad). Estudiar las razones
por las cuales la pretensión aspiracional prevalece, en estos individuos o
colectivos, por sobre la verdad.
2) UN ABORDAJE SANITARIO: El
paradigma salud/enfermedad es un enfoque crucial a tomar en consideración como
herramienta científica; ya que toda conducta que tiende a minar la integridad
de quien la ejerce -por violar el instinto elemental de conservación- ES una
conducta patológica.
Estoy convencido de que la
articulación de esos dos saberes puede generar enunciados válidos para abordar
este problema que nos afecta a TODOS, pues las decisiones individuales de estas
masas ignorantes y a la vez patologizadas con las que convivimos impactan en la
calidad de vida, en la libertad y en el porvenir de quienes no padecemos esas
condiciones.
3-
QUÉ
SÉ YO: LO DIGO… TENGO UN INSTAGRAM
Hace ya algunos meses. Pero en ese Instagram hablo únicamente de lo que
me gusta, que por estos años viene siendo el cine. Cero rabia social, ninguna
referencia al mal endémico de nuestros tiempos (la clase media desclasada), no
se lee nada acerca de la consigna "luche y se van", ni se tirabombea
para ningún lado. Es una especie de torre de marfil en la que me gustaría vivir
y que me salva del prójimo. Escribo ahí cuando puedo, y cada posteo tiene hasta
2.200 caracteres, espacios incluidos. También publico algunas fotos de las que
saqué con mi celular, en un pasado en el que también necesitaba abrevar del
arte para olvidar. Lo difundo porque tiene referencias culturales y estoy
convencido de que, precisamente, esas referencias deben estar al alcance de
todos. Después, en el más deseable de los casos, la curiosidad las integrará y
vinculará, y así haremos entre todos los buenos un mundo mejor que esto que se
ve. Dejo el link para quien guste; no sin advertir que voy a eliminar tanto de
mi Facebook como de mi Instagram a las siguientes categorías de indeseables:
a)
A los
y las barderos y barderas. Defínense por tales a aquellos y aquellas que sólo
realizan intervenciones para "figurar" a través de intentos de
bastardeo de la obra ajena. En este caso, intentos de bastardeo o degeneración
de lo que allí digo.
b)
A
quienes se cuelguen de mis tetas (Moria dixit). Son aquellos y aquellas que,
careciendo ostensiblemente de capacidad para generar contenidos trascendentes o
interesantes, realizan comentarios críticos a creaciones de otros con el fin
inequívoco de "aparecer" de algún modo, y desde sus imposibilidades. Suelen
ser los únicos comentarios que esta gente hace, también bastante dilatados en
el tiempo: señalar con pompa, falta de talento y -sobre todo- PRETENSIÓN
ALECCIONADORA lo que a su criterio es un error grave o merece censura desde un
punto de vista meramente personal de ideología única (y, por lo frecuente,
violenta). Emergen y sobreflotan como inconsistencia de desagüe sólo cuando
creen que uno "ha pisado el palito".
Va el link a la cuenta.
https://www.instagram.com/eddywhopper/
¡Gracias, amigos y amigas!
*Eddy W. Hopper. Abogado
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