Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 56 ECONOMÍA Argentina es víctima de un capitalismo saqueador… por Miguel Croceri... Recomienda César Lima
Fuente: Sitio vaconfirma.com.ar
Link de Origen: AQUÏ
Cristina Kirchner puso el foco en la “fuga de capitales”: unos 428.000
millones de dólares fugados al exterior por argentinos. En nuestro país siempre
se critica al Estado pero rara vez se denuncia el funcionamiento clandestino de
poderosas empresas privadas y/o de particulares con fortunas gigantescas.
Argentina tiene múltiples datos
reveladores de sus dramas económicos y de sus injusticias sociales. Los
primeros se difunden continuamente, mientras que los segundos son ocultados,
también continuamente. Salvo excepciones.
Recientemente, y una vez más, fue
Cristina Kirchner quien puso en la consideración pública algunas de las ideas,
con las cifras que las respaldan, demostrativas de que nuestro país no
solamente sufre problemas de fondo en su aparato productivo, el valor de su
moneda, la falta de recursos del Estado, etcétera, sino que todo eso es al
mismo tiempo consecuencia de ciertas y determinadas formas de repartir -de
repartir mal, en realidad- la riqueza socialmente producida.
“Parece que nos desvivimos en los
medios de comunicación por los índices de la pobreza, que son crueles, es
cierto. O por los índices de inflación que son graves, es cierto. Pero nunca
hablamos de la riqueza. Parece que todo esto se produjera por un fenómeno
natural”, razonó la actual vicepresidenta, al hablar el pasado lunes 17 en el
acto de celebración por los 15 años de recuperación de Aerolíneas Argentinas.
(Acceso a la transcripción textual y al video del discurso completo en su
página web oficial. Posteo del
17/07/23).
En uno de los muchos conceptos
didácticos de su discurso, Cristina remarcó una obviedad que casi nunca es
mencionada en los discursos públicos, como si la sociedad estuviera obligada a
tener conocimientos de economía. “Nosotros no producimos dólares, porque no
tenemos la maquinita”.
Al respecto, citó un informe del
Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) “que trae un número muy
interesante que nos habla de una cifra fenomenal: 428.635 millones de dólares
(cuatrocientos veintiocho mil seiscientos treinta y cinco millones)”. Tras
repetir el número se preguntó “¿qué es eso?”, y a continuación explicó: “Son
los activos formados en el exterior por personas físicas y jurídicas argentinas”.
“¡Hola ¿qué tal?”, agregó de
inmediato, al utilizar una de sus expresiones típicas para llamar a la
reflexión sobre datos o asuntos que permanecen ocultos a la visibilidad social.
“Bienvenidos a la Argentina donde faltan dólares. En la Argentina faltan, pero
afuera del país hay un grupo selecto de argentinos, escasos (por la cantidad)”,
que según estimó podrían ser entre 100.000 y 116.000 sobre unos 47 millones de
habitantes, y que “tienen casi un PBI afuera”, completó la líder del
kirchnerismo.
La cifra de más de 428.000 millones
no es en absoluta novedosa para los conocedores de la temática. Sin ir más
lejos, el prestigioso investigador en economía y doctor Honoris Causa de la
Universidad Nacional del Comahue (UNCo) Humberto Zambon, lo había señalado días antes en un
artículo precisamente titulado “¡Faltan dólares!”.
“A la terminación de su mandato,
Macri entregó el gobierno con una deuda total de 320.032 millones de dólares
(externa por 249.499 e interna por 71.583), mientras que los activos en el
exterior de residentes nacionales se calculaban en unos 400.000 millones de
dólares”, detalló Zambon en este portal de noticias. (Nota del
09/07/23).
Dólares en guaridas fiscales
La operatoria económico-financiera
técnicamente llamada “formación de activos externos”, suele ser denominada
también “fuga de capitales” o directamente “fuga de dólares”. Estos términos
son más elocuentes respecto del trasfondo del procedimiento, que a su vez
revela las características del capitalismo saqueador que sufre nuestro país.
Al respecto, en los primeros meses
del gobierno del presidente Alberto Fernández -en momentos en que hacía pocas
semanas la pandemia del Covid azotaba al mundo entero-, se publicó un informe
del Banco Central donde se revelaba que durante el mandato de Mauricio Macri la
fuga de capitales superó los 86.000 millones de dólares.
En los cuatro años transcurridos
entre diciembre de 2015 e igual mes de 2019, el mecanismo de fuga “se
triplicó”. Y “las políticas económicas que se aplicaron” en ese periodo
“crearon las condiciones para la irrupción de un nuevo episodio de crisis por
sobre-endeudamiento externo”, destacó la institución que fija la política
monetaria argentina. (Información del diario Ámbito, nota del
14/05/2020).
Las maniobras empresariales destructivas
de las finanzas del país se agravaron al extremo en los últimos meses del
macrismo, más concretamente cuando aquel gobierno restableció el cepo al dólar
apenas perdió las elecciones primarias en agosto del ‘19. En esa ocasión “hubo
una fuga de casi 20.000 millones de dólares del préstamo de 44.000 millones”
que había otorgado el Fondo Monetario Internacional (FMI), según reveló
recientemente el director general de Aduanas, Guillermo Michel. (Reporte de la
agencia de noticias Télam, nota del
18/07/23).
Simultáneamente, las minorías
ultra-millonarias de Argentina tienen un lugar mundialmente destacado en cuanto
a esconder sus dineros en guaridas fiscales (mal llamadas “paraísos”), ya fuere
para no pagar impuestos o para encubrir actividades delictivas que en muchos
casos son gravísimas.
Así quedó revelado hacia finales de
2021, cuando el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ,
por sus siglas en inglés) publicó los documentos llamados “Panamá Papers”
(“Papeles de Panamá”). El nombre surge de que en esa nación centroamericana
están radicadas miles de empresas fantasma, denominadas “offshore” porque están
afuera de las fronteras nacionales y de la jurisdicción del Estado (argentino,
en este caso), y que no existen como empresas reales que elaboren algún tipo de
bienes u ofrezcan determinados servicios.
La investigación comprobó que
“Argentina es el tercer país del mundo con mayor cantidad de beneficiarios
finales de firmas offshore. (…) Entre los archivos a los que tuvo acceso el
ICIJ figuran más de 2.500 argentinos dueños de empresas creadas en paraísos
fiscales, con nombres de fantasía y directores, en su gran mayoría panameños,
que cumplen ese mismo rol para cientos de firmas”, según publicó en su momento
el portal Infobae.
En esa plataforma informativa digital
se desempeñan algunos/as profesionales de prensa que integran el consorcio
internacional de periodistas. El medio es un habitual propagandista ideológico
del capitalismo extremo y de los intereses de dominación mundial de Estados
Unidos, pero además, como parte de su posicionamiento editorial y comercial,
suele publicar noticias y análisis confiables.
Cuando dio a conocer la información
citada en esta columna de opinión, el mencionado portal destacó que “si bien
tener una firma offshore no es ilegal en sí mismo, suelen utilizarse para
canalizar dinero proveniente muchas veces de distintos ilícitos. Desde la
estructuración y el fondeo de negocios en el extranjero para eludir impuestos,
hasta la evasión fiscal bajo el ocultamiento del verdadero titular de una
sociedad, de un inmueble o de una cuenta bancaria en el extranjero. También
puede ser usada (una compañía ‘offshore’) para el lavado del dinero proveniente
de otros delitos más graves, como el cobro de sobornos o el narcotráfico”.
(Conceptos tomados de Infobae, nota del
03/10/2021).
Sacudir la modorra
Los datos, referencias, precisiones,
cifras, conceptualizaciones, etcétera, que ponen de manifiesto el
funcionamiento clandestino de poderosas empresas privadas y/o de particulares
con fortunas gigantescas, resultan indispensables para comprender las causas de
los dramas económicos de nuestro país.
Argentina es víctima de un
capitalismo saqueador, de rapiña, insaciable en su voracidad y avaricia para
aumentar las rentabilidades a costa de perjudicar al conjunto de la sociedad.
Sin embargo, siempre se critica al Estado y raras veces se pone el foco en los
dueños del capital, es decir en el poder económico que en gran medida determina
las condiciones de vida de cada persona, familia, grupo o clase social.
El discurso dominante induce a que
ello ocurra de esa manera, pero además esa forma de ver las cosas también es
incorporada por sectores diversos -de la política, de los medios de
comunicación o de organizaciones de la sociedad civil-, aun cuando sean
críticos de los poderes de facto e incluso luchen en favor de los derechos e
intereses de las mayorías sociales.
Cuando una líder como Cristina
Kirchner denuncia la fuga de dólares y exhorta a “hablar de la riqueza” y no
solo de la pobreza, su palabra constituye un aporte magnífico que, bien
aprovechado, quizás podría sacudir la fragilidad ideológica, modorra política
y/o pereza intelectual de las dirigencias democráticas y populares.
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