Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 56 SATIRICÓN (26 Números) y sus hijas CHAUPINELA (20 Números) y MENGANO (43 Números)… Ediciones digitalizadas para descargar.
SATIRICÓN
Link de Origen: https://ahira.com.ar/revistas/satiricon/
Toda la existencia de la
revista Satiricón estuvo signada por su convulsionado contexto
político. El primer número apareció el 10 de noviembre de 1972, es decir, una
semana antes del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina. El último número
apareció en marzo de 1976, a pocas horas del golpe de Estado. En medio,
sufrió limitaciones, censuras, prohibiciones y clausuras de todos los
gobiernos, en especial, el de Isabel Perón y López Rega,
cuando Satiricón debió interrumpir su publicación durante más de un
año (el número 22 salió en septiembre de 1974; el siguiente, en diciembre de
1975).
Fundada por Oskar Blotta (h), con la colaboración de Andrés Cascioli como
director de arte, la revista contó en sus inicios con humoristas experimentados
como Basurto, Oscar Blotta (padre), Miguel Brascó, Flax y Faruk (Lino y Jorge
Palacio), José Miguel Heredia, Landrú o Siulnas. Sólo unos pocos de estos, como
Dante Panzeri, Oski y César Bruto, continuaron trabajando en ella a medida que
su humor, poco a poco, se volvía más ácido e irreverente. El equipo incluyó entre
los dibujantes, además de sus directores, a Aldo Rivero, Amengual, Bróccoli,
Caloi, Ceo, Crist, Fernández Branca, Fontanarrosa, Garaycochea, Grondona White,
Ibáñez, Izquierdo Brown, Killian, Limura, Napoleón, Ortiz, Pérez D’Elías,
Rafael Martínez, Sanzol, Tomás Sanz, Viuti; y, entre los redactores, a Carlos
Abrevaya, Alejandro Dolina, Alicia Gallotti, Viviana Gómez Thorpe, Ernesto
Guelperín, Jorge Guinzburg, Mario Mactas, Ricardo Parrotta, Carlos Trillo y
Carlos Ulanovsky.
Como señala Mara Burkart en De Satiricón a HUM®. Risa, cultura y política
en los años setenta (Buenos Aires, Miño y Dávila, 2017), con la aparición
de Hortensia en Córdoba en 1971 y
de Satiricón en Buenos Aires en 1972, “irrumpió una nueva generación
de humoristas. Estos impusieron nuevos estilos gráficos y temáticos que
reactivaron tipos de comicidad que hasta ese entonces estaban replegados como
la sátira política y el humor negro, a la vez que renovaron el humor
costumbrista. Rápidamente Satiricón se transformó en un boom
editorial y en una revista faro para humoristas, periodistas y para otros
emprendimientos editoriales que surgieron en esos mismos años”. En efecto,
las tiradas llegaron ser de 250.000 ejemplares, según se declara a comienzos de
1974.
En diciembre de 1973 la revista editó un número extraordinario y en 1974 tres
revulsivos suplementos titulados Los Humores de Satiricón: Humor
Negro 1 (febrero), Humor Negro 2 (junio) y Humor
Chancho (agosto), disponibles en Ahira en este enlace. Para octubre estaba anunciado el
cuarto suplemento, Humor Social, que no llegó a aparecer porque sobrevino
la larga clausura de 1974-1975. Se produjo entonces una diáspora en la
redacción.
Sus integrantes derivaron a otros
proyectos en competencia: Chaupinela y Mengano.
Al fin, Satiricón regresó con un diseño renovado, nuevas secciones y
nuevos colaboradores. La secretaría de redacción estaba a cargo de Rolando
Hanglin, quien la orientó hacia posiciones más reaccionarias, como lo muestran
las entrevistas a Francisco Manrique y Álvaro Alsogaray, la inclusión de
redactores como Pepe Peña y Bernardo Neudstadt y la nota en que el propio
Hanglin proclama, sin ironía, que ha sonado “La hora del macho” (nº 25, febrero
de 1976). Aun así, el proyecto de Satiricón era demasiado irreverente
para esos tiempos convulsos, y esta etapa duró sólo cuatro números.
Satiricón
Director: Oskar Blotta (h)
Director estético: Andrés Cascioli
Asesores de dirección y redacción: Carlos Ulanovsky y Mario Mactas (nº 1 a nº
22)
Secretario de redacción: Rolando Hanglin (nº 23 a nº 26)
Fechas de publicación: nº 1, noviembre de 1972 – nº 26, marzo de 1976;
publicación mensual
Lugar de edición: Buenos Aires
Dimensiones: 23,5×31,5 cm (nº 1 a nº 17), 21,5×28,5 cm (nº 18 a nº 26)
Digitalización: Martín Greco
CHAUPINELA
La revista Chaupinela publicó
veinte números entre 1974 y 1975. Junto con Mengano, fue una de las dos revistas en las que se dividió la redacción de Satiricón tras su clausura
durante el gobierno de Isabel Perón.
El proyecto fue comandado por Andrés
Cascioli. Para ello, fundó Ediciones de la Urraca que, con el tiempo, llegaría
a situarse entre las más importantes editoriales de la historia del periodismo
argentino, debido, en especial, a la publicación de la revista Hum®. A
Cascioli lo acompañaron, como “asesores de dirección y redacción”, Carlos
Abrevaya y Jorge Guinzburg. Entre el notable equipo de colaboradores
mencionemos a Ceo, Cepeda, Crist, Fontanarrosa, Alicia Gallotti, Garaycochea,
Socorro González Guerrico, Grondona White, Rolando Hanglin, Izquierdo Brown,
Kalondi, Laura Linares, Liotta, Luisa María Livingston, Carlos Llosa, Napoleón,
Ortiz, Oswal, Pancho, Dante Panzeri, Peiró, Pérez D’Elías, Jaime Poniachik, Carlos
Rivas, Aldo Rivero, Tomás Sanz, Jorge Sanzol, Marcial Souto, Tabaré, Carlos
Ulanovsky, Viuti.
Pese a su breve
duración, Chaupinela fue un referente del humor gráfico de la década
del setenta. El propio Cascioli la recordó como una revista “intermedia”:
“Chaupinela constituye un paso hacia Humor Registrado, algo así como
el eslabón inmediato o su prehistoria”. Esta transición se comprueba también en
su disposición gráfica y en algunas de sus secciones, como “Quemá esas cartas”.
Chaupinela publicó en sus
primeros números un suplemento de historietas en color, que convocó a grandes
autores. Allí revivió el mítico personaje de Vito Nervio, con dibujos de
Alberto Breccia y guiones de Leonardo Wadel. Destacadas fueron las
entrevistas a importantes figuras de la época como Sergio Renán, Arturo Puig,
Marta Lynch, Leonor Benedetto, Enrique Carreras, El Cuchi Leguizamón, Libertad
Lamarque, Moria Casán, Paco Jamandreu, Claudia Lapacó, Luis Alberto Spinetta,
Miguel Ángel Brindisi, Thelma Tixou o Luis Brandoni.
Las portadas firmadas por el director
adoptaron en los primeros cuatro números, como afirma Marta Burkart “un estilo
expresionista tributario de Robet Crumb”; en los siguientes doce, “retomó su
vertiente más realista y retrató a destacadas y variadas personalidades de la
cultura argentina víctimas de algún gesto o acto violento; y en los últimos
cuatro, ya alejado José López Rega del gobierno, reapareció la caricatura
personal de las principales figuras del gobierno peronista”. También a partir del
quinto número, la revista profundizó la sátira política y cambió su lema según
los avatares de la política y el hostigamiento de la censura: La revista
de las Creaciones Colectivas de Trabajo, de los piojosos, de los que están en
la picota, de los que la piden prestada, de los que nacieron a oscuras, de los
que reciben las bofetadas, de los que te hicieron la caricatura, de los que
tiran la piedra y muestran la mano.
Hacia fines de 1975, la justicia
autorizó el regreso de Satiricón. En su último número, Chaupinela confesó
“la sensación inequívoca de que han quedado muchas cosas por decir, que aún no
hemos podido hablar como se debería de tanta trágica payasada, de tanto
infantilismo político, de tanto daño y dolor comprados tiempo atrás y pagados
desde entonces en incómodas”. Después de unas tapas con caricaturas de Isabel
Perón, consideradas irreverentes, Chaupinela publicó su número 20 con
una historieta de Pérez D’Elías que satirizaba la llamada “Cruzada de la
Solidaridad” del gobierno. El hecho significó un juicio por desacato para la
revista y la detención del director, que fue liberado poco después. “La
cuestión no prosperó”, dijo Cascioli, “pero fue suficiente para dar de baja la
publicación”.
Chaupinela
Director: Andrés Cascioli
Asesores de dirección y redacción: Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya
Fechas de publicación: nº 1, noviembre de 1974 – nº 20, noviembre de 1975;
publicación quincenal, del nº 1 al nº 16; mensual, del nº 17 al nº 20.
Lugar de edición: Buenos Aires
Dimensiones: 22×28 cm
Digitalización: Martín Greco
MENGANO
La revista
quincenal Mengano apareció en Buenos Aires en septiembre de 1974. Su
origen se remonta a la clausura de Satiricón, que provocó una
diáspora en la redacción, cuyos integrantes derivaron a otros proyectos,
como Chaupinela y Mengano.
En este caso, fue recibida por el
famoso editor Julio Korn, propietario de una empresa multimedial que incluía
las publicaciones como:
Radiolandia, Antena, TV
Guía, Goles, Vosotras y Anteojito.
Mengano intentó eludir la
censura soslayando en general los temas vinculados al sexo y a la política. Aun
así padeció persecuciones y sanciones.
Su director Carlos Marcucci declaró
que “planeamos hacer un Satiricón menos sucio y tendríamos que haber
hecho un Rico Tipo más moderno”, según el testimonio recogido por Siulnas
en su Historia del humor gráfico y escrito en la Argentina. A Marcucci lo
acompañaron Martín Mazzei y un equipo creativo integrado, a lo largo del
tiempo, por figuras como Lorenzo Amengual, Alberto Bróccoli, Alejandro Dolina,
Aquiles Fabregat, José María Jaunarena, Carlos Killian, Jorge Limura y Carlos
Trillo. Osvaldo Soriano firmó artículos con su nombre y con el seudónimo de Max
Ferrarotti: muchos de estos textos todavía no han sido rescatados en libro.
Mara Burkart en su estudio De
Satiricón a HUM®. Risa, cultura y política en los años setenta señala
que Mengano tuvo una venta inicial de 100.000, que bajó hasta
estabilizarse en 20.000, en el marco de una disminución del consumo cultural
por la censura, la autocensura, las amenazas y listas negras.
Tanto Mengano como Chaupinela “desplegaron una estética similar
en sus tapas, apelaron a un estilo realista y su rasgo distintivo fue el fondo
blanco sobre el cual resaltaba la figura del personaje caricaturizado con
trazos bien definidos, pintado con colores fuertes y nítidos”. Las tapas
satirizaron a figuras de la actualidad, como Susana Giménez, Leonardo Favio,
Carlos Monzón, Mirtha Legrand, Astor Piazzola, Sandro, Alberto Olmedo, Álvaro
Alsogaray y otros. Sólo en la última etapa mostraron un esbozo de sátira
política.
El adverbio de su lema
original, La mejor revista de humor, modestamente, fue cambiando en
la sucesión de los números: lamentablemente, calurosamente,
afortunadamente, rabiosamente, bárbaramente, curiosamente, estúpidamente,
miserablemente. En la enumeración del staff la revista solía apropiarse de
canciones y refranes populares: “Tenemos un equipo / que es una maravilla,
/ escribe la revista / sentado en una silla”; “En la oficina borombombom / de
Menganlto borombombom / los redactores borombombom / tocan el pito
borombombom”.
Pese a su escasa difusión
posterior, Mengano significó una etapa importante en el desarrollo
del humor gráfico argentino, como puede advertirse cuando se repasa su
extraordinario equipo de colaboradores, entre quienes se destacaban Alberto
Breccia, Quino, Mordillo, Oski, Caloi, Sanyú, Viuti, Geno Díaz, Donizetti,
Fati, Jorge Halperín, Ceo, Crist, Ricardo Parrotta, Aldo Rivero y muchos más.
Roberto Fontanarrosa publicó aquí numerosos episodios de su personaje Inodoro Pereyra. Como
para otras revistas, el advenimiento de la dictadura significó el cierre
definitivo. Mengano publicó su último número, el 43, en abril de
1976.
Mengano
Editor: Julio Korn
Director: Carlos Marcucci
Fechas de publicación: nº 1, 2 de septiembre de 1974 – nº 43, 17 de abril de
1976; publicación quincenal
Lugar de edición: Buenos Aires
Dimensiones: 22,5×28,5 cm
Fuente: AHIRA (Archivo histórico de revistas
argentinas)
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