Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 55 EDUCACION E INTERSECCIONALIDAD... por Horacio Pili
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La interseccionalidad reconoce que nuestras identidades y experiencias están entrelazadas, y que no podemos abordar la justicia social sin considerar las intersecciones de raza, genero, clase, sexualidad y otros aspectos de nuestras vidas. La Doctora Esperanza Martínez, quien fuera Ministra de Salud y Bienestar Social durante el gobierno de Fernando Lugo en Paraguay, da una visión exacta de por qué la salud no es meramente la cura de alguna enfermedad. Esto es solo una parcialidad.- La salud implica un conjunto de derechos que van desde el resguardo a la gestación, el nacimiento, la lactancia, el acceso a una vivienda digna, trabajo de calidad, justa remuneración, educación, cuidado de mayores, esparcimiento y recreación (vacaciones), acceso a la conectividad y a la tecnología, identidad y paridad de género, raza, etnia y religión etc... En síntesis es la constitución de una figura que como gran paraguas cobija a los seres humanos, que por el solo hecho de haber nacido, nada les ha de faltar o excluir de una vivencia protegida y en comunidad. Esta cobertura incide desde lo biológico en un altísimo nivel de defensas que operan como un resguardo para evitar cualquier afección.
La interseccionalidad en
el contexto educativo al igual que en la salud, puede ofrecer herramientas
para analizar las desigualdades que afectan la trayectoria educativa, al
personal, los alumnos y la comunidad educativa en general. Posibilita concebir
de nuevas formas las subjetividades, las relaciones y la construcción de
conocimientos.
A continuación me permito
la transcripción de un párrafo del documento Anti Manual Rebelde para la
Defensa del Derecho a la Educación, surgido del Segundo Congreso Mundial contra
el Neoliberalismo Educativo: alternativas pedagógicas, resistencias gremiales y
sindicales, Panamá, 5 al 9 de junio de 2023, y en el cual se aborda una mirada
totalizadora de la educación como derecho y derecho a la educación.
…..”La simplificación del
derecho a la educación, centrado en la inclusión como matrícula escolar, sin
tomar en cuenta el conjunto de factores asociados que garanticen superar las
diferencias generadas por el origen social, ha vaciado de contenido estratégico
a una parte importante de estas luchas. La idea de crisis educativa instalada
en los sesenta del siglo XX, ha generado olas incesantes de reformas educativas
que lo que han hecho es propagar la idea que lo público -y ahora lo presencial-
no sirve, cuando en realidad los problemas de los sistemas escolares públicos
son generados en buena medida por la desinversión, la pérdida de horizonte
estratégico y la subordinación a las demandas de coyuntura del mercado y el
modo de producción. La simplificación del derecho a la educación, centrado en
la inclusión como matrícula escolar, sin tomar en cuenta el conjunto de
factores asociados que garanticen superar las diferencias generadas por el
origen social, ha vaciado de contenido estratégico a una parte importante de
estas luchas. Necesitamos reconstruir las definiciones, objetivos y
sistema de relaciones existentes, para defender un derecho a la educación
realmente alineado a las necesidades de nuestros pueblos y un proyecto social
liberador con justicia, igualdad y buen vivir, ecológicamente viable, anti
patriarcal, feminista, que supere la homofobia y la transfobia, que sea capaz
de generar alegría y encuentro para que lo comunitario ilumine lo
educativo.
¿Qué es el derecho a la
educación?
La democracia como sistema
político está asociado al respeto, cumplimiento y promoción de los derechos
humanos. El derecho a la educación, relacionado y complementario al
conjunto de derechos humanos, se fundamenta en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (1948), especialmente en lo contemplado en su artículo 1:
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros”, así como en los instrumentos jurídicos, convenciones y
acuerdos que fueron elaborados y suscritos por los gobiernos que entienden el
acceso universal a la educación como parte de la igualdad de todos los
seres humanos.
Con la decisión de
masificar la educación surge el problema de las condiciones materiales
necesarias para que todos, todas y todes puedan acceder en igualdad de
condiciones a los sistemas escolares. Esto colocó en evidencia, las diferencias
materiales asociadas a las clases sociales a las cuales se pertenecía, así como
respecto a los territorios, no solo entre ciudad y campo, sino en estos mismos
territorios. Por otra parte, el desarrollo desigual y combinado del capitalismo
generaba diferencias importantes de capital cultural que se reflejaban en los
procesos de cobertura e inclusión. En consecuencia, se le asigna a la
escuela/universidad la tarea de desarrollar protocolos, políticas y procesos
que tiendan a igualar las oportunidades a la hora de desarrollar el trabajo
educativo. Es decir, la escuela/universidad es un reflejo de las diferencias
económicas, políticas, sociales, culturales y tecnológicas que caracterizan a
las sociedades, razón por la cual el esfuerzo de inclusión escolar es solo el
inicio y desde el punto de vista del derecho a la educación implica la
obligación de una estrategia de equidad. En consecuencia, el derecho a la educación
es interdependiente del acceso a otros derechos humanos (identidad,
alimentación, salud, vivienda, ruptura con el patriarcado, empleo, entre
otros), comporta estrategias para disminuir o eliminar el impacto de las
diferencias por origen social y tiene que garantizar el encuentro de culturas
para aprender a respetar, convivir, compartir, crear y emprender de manera
compartida. Además, el derecho a la educación implica garantizar que todos,
todas y todes, independientemente del territorio donde vivan, puedan tener la
oportunidad de acceder al conocimiento, la ciencia, cultura y tecnología de
vanguardia, al saber comunitario y el acumulado de aprendizajes científicos que
ha desarrollado la humanidad. En la medida que este propósito se pueda cumplir,
el derecho a la educación se convierte en una herramienta para la
democratización de las sociedades, el desarrollo de ciudadanía consciente y
participativa, la alegría y la felicidad fundamentada en la igualdad de
derechos y oportunidades. En consecuencia, podemos decir, que el derecho a la
educación, como estrategia de transformación social, está conformado por el
conjunto de iniciativas, acuerdos, legislaciones y políticas públicas que
garantizan que todos somos iguales ante los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Igualdad que se fundamenta en el respeto y encuentro con las diversidades, el
pensamiento crítico y la creatividad. Garantizar el derecho a la educación es
una responsabilidad indeclinable de los Estados Nacionales y la idea de “Bien
Común” de la educación, en ningún momento puede ser usado como pretexto para
transferir a los y las ciudadanas las obligaciones que le son inherentes en
esta materia…..”
Se puede concluir con que
la interseccionalidad es una construcción inacabada, habida cuenta que referencia
una praxis transversal al hombre como totalidad, en un constante devenir
dinámico como imprevisible.
*Horacio Pili
Docente de Formación Profesional
Diplomatura en Ciencias Políticas con Orientación en Políticas Publicas y Desarrollo Social
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