Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 55 HISTORIA Primera aproximación al mundo Medieval… por Favio Camargo
Antes que nada debemos dejar en claro
para quienes se acercan por primera vez al tema qué es la llamada “Edad Media”,
qué sabemos sobre dicho período más allá de esa imagen de los castillos y los
caballeros. Es tal vez una concepción euro centrista que ya debería ser dejada
de lado, pero cuando hablamos de “Edad Media”, para que quede claro, hablamos
de Europa entre esos aproximadamente 1000 años que van desde el año 500 al
1500. Dependiendo de la nacionalidad del investigador se van a poner los hechos
que marquen principio y fin. La más
clásica de ellas asienta sus comienzos en la caída de Roma y su finalización a
la llegada de Colón a las Américas. Se usa generalmente el calificativo de
“Medieval” como un término despectivo que intenta reflejar atraso,
oscurantismo, fuerte influencia religiosa y superstición. La convención se
instaló allá lejos y hace tiempo cuando en Europa se decidió, para facilitar su
estudio, dividir la Historia de la humanidad en una cronología compuesta por periodos:
Prehistoria, Antigüedad, Edad Media, Edad Moderna…
Quienes tienen una imagen totalmente
negativa de la época intentan demostrar que dicho ciclo cumple casi como un
calco la descripción de los efectos sobre el partido de Coronel Dorrego, una copia de ese lastre de
maligna inutilidad que han significado casi dos décadas y media de gobiernos
radicales en el distrito, que lo han dejado
al borde del repudio a Copérnico y de una ferviente adhesión al
terraplanismo y el mal de ojo. Quienes por su parte tienen una imagen positiva
del periodo son los movimientos identitarios que buscan las raíces de sus
naciones en un pasado idealizado. Pero el Medioevo es más que esa imagen construida
de prejuicios. Si bien es cierto que el analfabetismo era muy alto y el
oscurantismo y la represión llevados adelante por la iglesia católica también
lo eran, las capas instruidas de la sociedad tenían conciencia de que la Tierra
no era plana. Se creía mayoritariamente que nuestro planeta era el centro del
universo, eso sí y por su puesto en la creación divina del hombre y todo lo que
lo rodea. Pero vayamos de una vez al centro del tema que es lo que titula esta
nota.
¿Cómo eran las ciudades y los pueblos medievales?
En un territorio tan vasto como el europeo hacer una generalización de cómo era “el pueblo medieval” en el aspecto arquitectónico es una pregunta imposible de responder a menos que se quiera súper simplificar todo. No era lo mismo un poblado medieval en Italia que en Escandinavia. Pero podríamos decir que en líneas generales las ciudades se vuelven más pequeñas a causa de las sucesivas crisis demográficas pero nunca pierden por completo sus funciones. Las crisis demográficas antes mencionadas causaron que antiguos canales de riego o acueductos queden inoperativos por falta de mano de obra para mantenerlos, lo que causó brotes de diversas enfermedades. Hay en esta época un regreso a un tipo de construcción un poco más simple basada en la madera, recurso que se presentaba como el más abundante. La naturaleza es la que dominaba la escena y los bosques plagados de peligros reales e imaginarios rodeaban al hombre medieval.
¿Cómo se vestían sus habitantes?
La ropa era, como hoy para algunas
personas, un elemento diferenciador de las clases sociales. Como en cualquier
época y lugar la ropa dependía del trabajo que se desarrollara y el ambiente en
el que las personas vivieran. Zonas frías o cálidas, invierno o verano. La
influencia religiosa también se notaba aquí. La ropa era generalmente larga y
suelta, tanto para hombres como para mujeres. Túnicas, mantas, camisas,
vestidos y pantalones eran generalmente “hechos en casa” a menos que su
portador dispusiera de los fondos necesarios como para pagar un sastre o
modista. Algunos productos como sombreros o botas y zapatos, en el caso de que
se dispusiera del dinero para adquirirlos eran realizados por talleres
gremiales de artesanos. Mientras que la población más desfavorecida utilizaba
sandalias o andaba a pies descalzos.
¿Cuáles eran sus consumos?
El consumo de alimentos era
generalmente local. El intercambio comercial era muy reducido y las comunidades
trataban de ser lo más autárquicas posibles. Pensemos que muchos de nuestros
“vicios” como el café, el chocolate o el tabaco eran desconocidos para los
hombres de esta época ya que son todos “ultramarinos” y el hombre medieval
tenía una relación compleja con el océano. Como hemos tocado en notas
anteriores, no era el miedo a caerse del mapa o a monstruos marinos lo que los
mantenía tan respetuoso del océano, era la simple creencia de que las embarcaciones
no eran capaces de resistir el embate de las olas.
¿Cuáles eran sus diversiones?
Fiestas religiosas y laicas
atravesaban todo el calendario de los pueblos del Medioevo marcando diversos
puntos como las cosechas y las estaciones. Los bailes y la música también
ocupaban parte de los momentos de esparcimiento de las personas de la época. Juegos
con dados y fichas que podríamos llamar de mesa también son conocidos ya en la
época.
¿Qué problemas aquejaban a estas comunidades?
La era medieval se caracterizó por
tener una fuerte caída demográfica para luego repuntar a medida que nos
acercábamos a lo que conocemos en la cronología clásica como “edad moderna”. Las
crisis demográficas estaban causadas por una variedad de factores entre los que
podríamos mencionar:
-
Las guerras que han atravesado siempre la Historia de la
humanidad y el Medioevo no fue la excepción.
-
Las limitaciones tecnológicas respecto a la producción y
conservación de los alimentos volvía muy precario el abastecimiento y ante
algún inconveniente como una sequía o una plaga las hambrunas en algunas zonas
se generalizaban condenando a la muerte a comunidades enteras.
-
Las pestes también eran otra amenaza. La llamada “peste negra”,
transmitida por roedores era una de la que acechaba a estos pueblos.
-
La fuerte influencia religiosa había limitado por años la
investigación del cuerpo humano por lo que no se contaba con medicamentos que
hoy para nosotros son de uso común. Se dependía de remedios caseros o de tener
la suerte de que el cuerpo resistiera la enfermedad y sanara por sus propios
medios.
-
El acceso al agua era otro de los problemas que enfrentaba
una persona que viviera en épocas medievales. De no disponer de ríos o manantiales
se estaba ante un problema. Aquí
nuevamente hay un tema que nos toca de cerca. El acceso al agua apta para
consumo humano es uno de los grandes obstáculos del hombre de esta época. Por
ello era tan común el consumo de leche,
vino y cerveza en lugar del agua. Con ello intentaban protegerse de las
enfermedades que devenían del consumo de agua contaminada como el cólera, la
lepra o la tuberculosis...
Fuente: “Barbaros, cristianos y musulmanes” – de Umberto Eco
En próximas ediciones profundizaremos sobre cada problemática consignada...
*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
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