Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 54 ARQUITECTURA… Edificio Otto Wulff - Morten F. Rönnow (1914).. por Guillermo F. Sala

 

Otto Wulff era un empresario maderero alemán que invierte en negocios de acero, corralones, y en propiedades en Buenos Aires, en Colonia de Sacramento y en Hamburgo.

Decide construir , en sociedad con la familia naviera Mihanovich, un rascacielos en Buenos Aires, en la esquina de Perú y Belgrano, inspirado en el edificio de la Corporación Singer erigido en Manhattan (Nueva York) en 1908, el que fue varios años el edificio más alto del mundo, con 167 mts. Este edificio fue demolido.

Desde su origen se proyectó como espacio de poder y, para su construcción, se contrató al arquitecto danés Morten F. Rönnow y a los ingenieros holandeses Pieter Jacobus Dirks y Willem Hendrik Johannes Dates.

En la esquina de Perú y Belgrano se encontraba antiguamente La casa de la vieja virreina aludiendo a la casona que había existido en el lugar que fuera adquirida en 1801 por el octavo virrey del Pino y Rozas para albergar a su familia (siete hijos de un primer matrimonio y nueve del segundo matrimonio). El virrey falleció en 1804 mientras que su esposa Rafaela de Vera Mujica y López Pintado murió en 1816.



Luego el edificio perteneció al padre del obispo Medrano, quien hizo grabar su escudo de familia sobre la puerta principal y fue residencia obispal de la ciudad de Buenos Aires. A fines del siglo XIX esa casa fue convertida en inquilinato. Luego vino la venta en pública subasta en la cual Mihanovich adquirió la casa y posteriormente la  demolió y en ese predio se construyó el edificio que hoy describimos.

El estilo arquitectónico del nuevo edificio se basa en el estilo art nouveau alemán llamado Jugendstil, pero también tiene rasgos renacentistas, del neogótico y del eclecticismo, más algunos rasgos esotéricos del Palanti, principalmente los de su Palacio Barolo.

 


El estilo Jugendstil se basaba en elementos naturistas y el diseñador del edificio tomando elementos de la arquitectura griega reemplaza las columnas por figuras humanas, reviviendo así a las cariátides, esas mujeres que sostienen el techo del pórtico lateral de un templo llamado Erecteión, que está en la Acrópolis de Atenas. Cuando esas figuras son masculinas se llaman atlantes.

 

En este edificio lucen ocho atlantes, tres sobre la calle Belgrano y cinco sobre Perú, de cinco metros, en actitud de estar sosteniendo desde el segundo piso el resto de la construcción, cada uno de los cuales representa uno de los artes y oficios relacionados con ella: herrero, carpintero, albañil, forjador, técnico constructor, escultor, y en la ochava el jefe de obras y el arquitecto o sea el mismo Rönnow. Una curiosidad es que las figuras tienen rasgos correspondientes a la población autóctona. En el fuste, hay unas esculturas de cóndores de 5 metros de altura y también de otros ejemplares de la fauna local, tales como osos, loros, pingüinos y lechuzas.

En su fachada acechan los 680 ojos de un bestiario creado a imagen y semejanza de su autor.

Según los profesionales estudiosos del Edificio, los atlantes fueron esculpidos en Europa por un maestro de la Escuela de Viena, Franz Metzner.

 


El edificio está rematado por dos bellas torres cupuladas, a partir del séptimo piso, cada una con un depósito de agua disponible en caso de incendio, hechas -como los atlantes- en hormigón armado, que rematan en dos altas agujas. Como una lleva el sol en su extremo y la otra una corona, se conjeturó que representaban al emperador Francisco José y a su esposa, Isabel de Wittelsbach-Wittelsbach, conocida como Sissí que muriera en 1898 y, asimismo, a la alianza imperial entre Austria y Hungría.

 



Tiene doce pisos y mide sesenta y cinco metros, por lo que en sus primeros años fue de los puntos más altos de la ciudad. Wulff fue propietario del edificio sólo 4 años hasta que le vendió la propiedad a la familia Harteneck y el edificio comenzó a vivir su propia historia.



En 2021, el Gobierno de la Ciudad comenzó los trabajos de refacción de su fachada, que incluyó recuperación del material original, una limpieza general y una mejor iluminación. La puesta en valor, tiene dos finalidades: una es aumentar a la consolidación del circuito turístico, cultural y comercial de la zona, y la otra conservar el patrimonio e identidad del casco histórico,

 

 


*Guillermo F. Sala. Arquitecto

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