Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 54… POLÍTICA Y PSICOANÁLISIS. Todas y Todos al Diván… por Carlos Baffoni

 

I

 

La alternativa es vivir como pensás o pensar como vivís. La batalla hoy se da en el campo de la cultura, con las armas no se cambia nada si no va junto a un cambio cultural. Hoy la verdadera revolución es pensar con las propias cabezas. Y fundamentalmente, como dice Mugica, llevar una vida sobria. Que no es alentar el "pobrismo", la "cultura " de la pobreza. La lucha contra la desigualdad entonces es crucial. La igualdad sería que todos vivamos sobriamente, y si hay gente a la que le guste los lujos, que lo paguen. De no, cualquier gobernante sólo administra la desigualdad. Sea de derecha o izquierda. La libertad, desde este punto de vista, es el tiempo libre. La cura psicoanalítica hoy incluye alentar en los analizantes el tiempo libre. Lacán ya en los 70 planteó que el goce sublimatorio, un destino de la pulsión - que no es sexual, como pensaba Freud - es un goce "que no sirve para nada", o "que no hace falta".-

Pues bien, hacer teatro - estoy alentado a mis analizantes a que lo hagan - ¿a quién le "sirve"? . Porque es común escuchar para qué hacés eso, no ves que no sirve para nada. Cierta vez, un grupo de personas de clase media alta me invitó - en la sociedad rural claro - a que amenizara, por decir así, una de sus cenas de lujo. Uno de ellos me dijo traiga "la guitarrita".

Esa la anoté. Bueno, le dije. Terminada la súper cena, en la que me hicieron partícipe, hice un pequeño recital - el atril me lo había construido un anciano de la sala de geriatría del Hospital Pirovano donde trabajaba como psicoanalista, sostén que medio se desarmaba. Como desde los 15 años yo había adquirido el arte de acompañar alentado por mi hermano - un notable guitarrista clásico que nunca sacó las patas de la música popular -, acompañaba hasta la marsellesa. Terminado el breve recital, pasaron quizá la noche más hermosa de sus vidas. Cantaron hasta las 5 de la mañana, y de todo. Se emborracharon con champaña claro. Por supuesto, cuando me volvieron a invitar, no fui. Estaba en campaña con el partido de los "negros". La "guitarrita" por lo visto tenía la capacidad de alegrar sus aburridas vidas pequeño burguesas, aunque sea por algunas horas. Justamente el goce que no sirve para nada - no produce plus-valor, ganancia, riqueza acumulada - tiene un impacto subjetivo, transformador, que el dinero no puede ofrecer. Por eso cualquier gobierno debe alentar una revolución cultural. Que el pueblo baile, cante, se enamore bailando, tenga tiempo libre, haga teatro. De lo contrario sólo agencia al capitalismo, al que no le gusta que la gente se divierta, porque en ese tiempo libre no trabaja para "producir" riqueza para sus agentes, que por supuesto no comparten. Sería bueno - no como el payaso de Menem - que un presidente saliera a bailar, cante, y no que ande con cara de culo todo el tiempo. Nada peor para el Capital que lleves una vida sobria, que vivas con lo necesario. Es un tiro a su corazón. Y, como dice el Pepe, VIVIR COMO LA MAYORÍA, Y NO COMO LA MINORÍA es como deberíamos vivir. Porque los lujos de las clases medias y altas, especialmente de los países desarrollados, los pagan la mayoría del pueblo. Están desquiciados si piensan que se los pagan ellos. Existen los países pobres porque existen los países ricos. Y los países pobres - como decía Galeano - financiamos el desarrollo de los países ricos.

 

II

 

Es tremenda la presión que se ejerce sobre la vicepresidenta. La demanda es que vaya derecho al sacrificio con tal de que "salve al pueblo". Nadie salva al pueblo, sólo se salva a sí mismo. Como cualquiera de nosotros. Lo dijo Perón, pero la desesperación del abismo emergente que se aproxima - que es lo que se ha buscado - empuja a la inmolación de una líder política que infalible no es. La salida no es individualista. El peronismo es un fenómeno colectivo. Moreno, que parece un loquito, lo está casi gritando.

Hay cientos de cuadros en economía, en educación, en antropología, en salud. Los mejores intelectuales están en ésta corriente, como Claudio Lozano. Economista notable. Pero no se los ha convocado. Éste gobierno no ha sido peronista. La confusión es enorme. Yo he visto un grupo de economistas notables elaborando el plan económico peronista para Menem. Pero nos contaban que en el piso de arriba estaba Cavallo con su loquitos neoliberales. Esto pasó con Fernández. Entonces - como Menem - desechó al peronismo y sus economistas e intelectuales para poner tipos que son neoliberales. Lo grave es que lo eligió la vice. Y que dijo - ya se sabe - que él venía a destruir al kircherismo. Debe ser lo único en lo que ha tenido cierto éxito. Pero el crimen no es perfecto. Muchos han intentado destruir - e intentan - al peronismo. Es equivalente a una especie de genocidio masivo simbólico. No podrá ser. Nadie puede asesinar a 20 millones de personas. Aparte el peronismo representa las voces de los más débiles, si desaparece será reemplazado el garcismo, el lopizmo , mujiquismo...

Por otro lado el desmadre...el Presidente acaba de decir que "el argentino" para mal o para bien (??) sabe convivir con la inflación. Generalmente, en mi práctica clínica digo que cuando una pareja se separa se sabe quién es quién. En la oscuridad todos los gatos son pardos. A veces, le he advertido a alguna analizante que su futuro ex conyuge es jodido. Jodido es una categoría creada por mi psicoanalista, de los mejores de su generación. No hizo nada original: su maestro, J. Lacán, usó categorías extraídas del común, por ejemplo la canallada. Hay canallas, y ésos ni pisan una consulta psicoanalítica. Por ahí van a la psicóloga, que no sostiene una ética clara, en el sentido clínico. Algunos tipos y tipas, en cuánto se separan, les hacen la vida imposible a sus ex. Muestran las actitudes más canallescas que me sorprenden. Siempre me quedo corto en mis advertencias. El Presidente, ante el divorcio consumado con el pueblo, muestra la hilacha. Falta que tomando las palabras de Esteban Bullrich, agregué : "Los argentinos se van a tener que acostumbrar a la incertidumbre". Los "argentinos" - siempre con la abstracción ésta gente - son los laburantes. Propiamente LA CANALLADA.

 

 

III

 

Escuchando a Máximo Kirchner creo advertir una especie de ambivalencia en su discurso. Por un lado, las categorías no están claras: Pueblo no es lo mismo que gente. Jamás el peronismo usó la denominación - no es concepto, no es ninguna categoría- de gente. Va de una a la otra. Gente es una denominación neoliberal. La categoría de pueblo fue propuesta por Perón. Y durante largos años se siguió trabajando y polemizando con la izquierda, que no aceptaba ésta categoría. Ahora usan otra más adecuada, a mi juicio: la clase obrera y el pueblo. Son dos cosas distintas. La clase obrera existe en relación a la clase capitalista. Esta clase creó su reverso. El pueblo incluye mucho más que a la clase obrera. "Pauper”, según Marx: Los pobres.

¿Por qué el honesto activista oscila entre éstas dos palabras que no tienen nada que ver entre sí? La provocativa consigna de Perón "Sólo el pueblo salvará al pueblo" apunta al corazón de los políticos profesionales que pretenden que ellos salvarán al pueblo. Que para eso "trabajan". Cuando tuve la mala suerte de aceptar un cargo deliberativo, escuchaba a mis colegas: "Cómo trabaja el concejal fulano".- No podía creer que un cargo - que es una carga- político podía equipararse al trabajo humano, que es el que genera riqueza social. "valor" como decía Marx. O sea, se refiere a la producción de valores de uso - alimentos, salud, educación, etc.- esencial para la vida humana. Esta sobrevaloración de la política profesional es fuente de todos los males. Todo parece indicar- por absurdas pretensiones de saber - que ellos nos salvarán. Máximo Kirchner derrapa finalmente cuando dice que hay que elaborar una propuesta "competitiva" para las elecciones. El capitalismo se basa en la competencia. Es su razón de ser. El almacén de la esquina compite con el de la mitad de cuadra. NO hay amistad ni lazo social entre ellos. Justamente porque el capitalismo destruye los lazos sociales.-

Hay que imaginar cómo va a ser posible un "contrato social" entre los políticos que buscan competir entre ellos. Rousseau dijo que el invento de la propiedad privada es el peor de la historia humana. Como no había vuelta atrás, según él, la única solución para no matarnos entre todos, es un contrato social. Perón, hasta el final, casi desesperadamente, cuando había una competencia infernal en su fuerza política, tuvo que decir "Soy prenda de paz". Antes de morir, ante la competencia atroz de sus seguidores, explicitó su herencia: "MI ÚNICO HEREDERO ES EL PUEBLO"…. Y pasó un carro.

Desquicio. Es la palabra que me parece adecuada para describir la compleja realidad que afrontamos. El capitalismo enloquece. El ¡"Todos al asilo!" de Lacán, un psicoanalista francés con una rara intuición del futuro a finales de los 70, propuso al psicoanálisis como el reverso del capitalismo, cosa que enloquece a la humanidad donde pone sus garras.

Pone sus garras también en la democracia. Esto se desmiente, se reniega, en la "clase" política. En estos días esa desmentida quedó brutalmente cuestionada por la demencial intervención de la "Corte". Demencial porque sigue la lógica capitalista. Un miembro de ella ante una institución imperialista propuso el "programa" que es música para los oídos del imperio. Claro, ese "programa" supone la imposición de un golpe institucional. Siempre lo mismo. Poner una mordaza a la voluntad - duramente vapuleada - popular.  Pero, es lo que pienso, este golpe ha sido favorecido por un gobierno medroso que no cumple con las promesas de la democracia. La promoción del BIENESTAR GENERAL. Es lo que dice nuestra constitución liberal, que está inspirada en las consignas de la Revolución Francesa: LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD. Hoy sabemos que la Revolución Francesa y su declaración UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, FUE DESTRUIDA POR EL CAPITALISMO. La hizo trizas. Pero, como dice un colega argentino-español, EL CRIMEN NO ES PERFECTO. Las huellas del crimen siempre quedan para quién sepa encontrarlas. El crimen apunta a la destrucción de las relaciones humanas, o sea, un crimen imposible. Como todos los crímenes que atentan contra la vida. Esta insiste, persiste, porque es su esencia. Finalmente, el criminal termina inmolado por su propio crimen.

 


*Carlos Baffoni. Psicoanalista

 

 


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