Revista Nos Disparan desde el Campanario Año III Nro. 51 LA CREACION DE ADAN de Miguel Ángel Buonarotti... por Guillermo F. Sala

 


Año: 1511

Técnica: Fresco

Ubicación: Capilla Sixtina – Vaticano

Medidas: 280 cm x 570 cm

Estilo: Renacimiento

 

Este fresco se encuentra en la Capilla Sixtina, concretamente en la zona de la bóveda. Este es el cuarto de los paneles que albergan temáticas centradas en el Génesis. Adán, el cual significa hombre en hebreo, será creado por Dios padre a su imagen y semejanza.

Es un diamante perdido en la Capilla Sixtina tupido de pinturas vaticanas. Una pieza engastada en el más poblado de los puzles pictóricos. Al fresco hay que encontrarlo en el cenit de la bóveda, siendo un recurso visual ingenioso.

La Creación de Adán corresponde a una etapa en la que solucionó la inconsistencia de  la visibilidad de las escenas tomando en cuenta la distancia entre el suelo y la bóveda. Los personajes se vuelven más grandes y monumentales. La composición se hace más sintética y sencilla. Los gestos son más directos, yéndose a lo esencial.

Dios aparece con un aspecto de anciano, el cual luce una túnica púrpura. Este aparece flotando y representado como Dios padre, además de ser conducido y sostenido por ángeles. Así mismo, aparece envuelto con una especie de manto del mismo color de la túnica. Miguel Ángel trabaja la luz dándole la labor de modelar el cuerpo.

Hace que la carne aparezca perfectamente representada e iluminando las zonas pertenecientes a la definición muscular. Dios aparece también cercano a Eva, la cual esta arropada con su brazo izquierdo. Ésta espera en los cielos, a expensas de darle vida en la tierra. El brazo derecho señala hacia Adán dándole vida. Existen hipótesis sobre esta parte de la escena, la cual representa el momento de la conexión entre los dos personajes y posterior creación.

Esta escena está compuesta de dos unidades plásticas, concebidas con una gran simplicidad. De manera, que trata de resaltar los cuerpos que ha trabajado desde una visión escultórica, y que ya había ensayado y bocetado previamente. Miguel Ángel concibe la pintura desde este punto de vista, creando una mirada espiritual, con un físico con musculatura relevante.

 

En relación a los detalles pictóricos, podemos ver como las miradas participan en la escena. Adán mira fijamente hacia la unión, la cual le da vida. Esta conexión flotante entre los dedos, es observada tanto por creador como creado. Por lo tanto, les unen los dedos y su mirada. Estos dos aspectos les conectan en la escena. También aparecen tres miradas espectadoras, ya que dos de los querubines y Eva, miran fijamente el momento de la creación. Los demás ángeles y querubines, tienen una mirada perdida y en algunos casos borrosa e inexistente.

Como comentábamos anteriormente, el físico de los personajes, es musculado. Por esta cuestión, podemos ver como Miguel Ángel retrata a la perfección la anatomía de los cuerpos. Sobre todo reflejada en la musculatura de Adán. Además en Adán, es muy patente, debido a la postura recostada, la cual beneficia la tensión muscular. Se trata de una representación de grandes manos y demás partes del cuerpo, no son cuerpos sutiles son cuerpos grandiosos, propios de la estética renacentista. Así mismo, al ser visto desde el suelo, debe tener unas proporciones grandes para que el efecto óptico sea óptimo visto desde abajo.



 

Por otra parte, los ropajes destacan en el aspecto pictórico. Ya que en el caso de Dios padre, Miguel Ángel nos insinúa partes anatómicas de este, creando así una túnica que se acerca a la transparencia escultórica.

También observamos en otro de los detalles como el artista italiano trabaja la transparencia en un paño verde, el cual circula entre la marabunta de personajes albergados en el manto. Este paño en su transitar por la escena, es representado con una transparencia que nos atisba el fondo celeste.

Hay que destacar, que en la Biblia no se hace ninguna alusión a las manos como representación o concepto divino de Dios.

Se entiende que la mano de Dios es un mensaje que representa su poder como creador, y la cercana mano del hombre da a entender que también nos ha ideado con capacidad creativa.

Dios se encuentra con la mano derecha extendida, por lo que no se traduce como una bendición. Al tener el dedo índice señalando directamente a Adán, se considera que está suministrando vida e inteligencia al ser humano. No queda claro si su dedo índice y el de su mensajero se van a tocar o ya lo han hecho. Pero el dinamismo habla por sí solo en esta alegoría sobre el despertar vital.

El mensaje final sería que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de su propio creador aunque la composición es obviamente artística y no literal, debido a que Adán es capaz de alcanzar el dedo de Dios, incluso antes de que se le haya dado "vida".

 


*Guillermo F. Sala. Arquitecto


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