Revista Nos Disparan desde el Campanario Año III Nro. 51 El Hombre del Capitalismo por Carlos Baffoni

 

Pesadillas de Zdzisław Beksiński



Un fulano, llamado Lutero, que inició el cisma en la iglesia católica, tuvo la ocurrencia de decir que el hombre es malo por naturaleza, egoísta, y pecador por "genética", así que listo, sólo la intervención de Dios lo puede salvar. Una justicia externa.

¿Cómo es posible que una gansada como ésta haya prendido en millones de humanos? Éste hombre, que jamás sacó los pies del lugar donde estuvo siempre, largó la pavada ésta y le creyeron. El "hombre “, eran los fulanos que él conocía, supuestamente, pero como tenía un ego de aquéllos, puso a los africanos, asiáticos, árabes, los de éstos pagos, los "indios", musulmanes, etc., en la misma bolsa.

Claro, más de cuatro si leen esto, se estarán avivando: estaba "forjando" el "hombre" futuro del capitalismo. Incluso, que sea pecador viene bárbaro. Cuánto más mejor, porque de ésa manera su "tesis" se confirmaría. Ya está, sos pecador, no tenés arreglo, pedí perdón y seguí pecando nomás. La justicia divina se hará cargo de vos, porque estás vaciado de ella al ser pecador. Así se produce el vaciado subjetivo del capitalismo: el "hombre nuevo" del Capital en acción.

El Dr. Lacán (pagó un alto precio por esto) tomó distancia de Freud cuando este puso el Padre fuera del sujeto, o sea la Ley. Su nombre es el Súper Yo. Pero dejó una idea que ninguno de sus discípulos tomó en serio. Una misteriosa "represión originaria”, que atraía hacia sí las represiones secundarias (las que padecemos todos los días). El sujeto no tiene idea de ella, está irremediablemente fuera de alcance del Yo, y del análisis mismo. Nunca se desdijo. Lacán tomó en serio ésta intuición freudiana. Ubicó allí lo que llamó nada menos como El nombre del Padre, o sea...Dios. La Ley del lenguaje, que el viviente humano incorpora desde su primera mamada, porque su madre le habla. La apuesta del francés es temible: La Ley mora en el sujeto, no viene de afuera, como decía Lutero. No necesita que le den "letra" de afuera, puesto que el humano luego, usa las mismas leyes del lenguaje para separarse de su alienación a lo que la madre le dice. Advierte que le miente, que las palabras significan muchas cosas más de lo que dice su madre. Árbol puede decirse arból, como en la célebre comedia de Les Luthiers, donde el pedagogo se desespera por la transgresión del niño al desobedecer las leyes de la acentuación establecidas por la gramática. Esto lleva al genial francés a afirmar que el Inconsciente (Dios) no es sede de impulsos sexuales inhumanos, animales, sino de la Ética. Que la distingue de la Moral, que viene del Otro. O sea de la Religión y sus mandamientos. Lutero llegó a afirmar que todo hombre es infiel por naturaleza, sólo necesita la oportunidad para serlo. Las "tentaciones". O sea, cuánto más porquería seamos, más ladrones, más cagadores, más ambiciosos mejor. EL HOMBRE NUEVO DEL CAPITALISMO HA NACIDO.

 

 


*Carlos Baffoni. Psicoanalista


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