Revista Nos Disparan desde el Campanario Año III Nro. 50 NACIMIENTO DE VENUS de Sandro Botticelli... por Guillermo F. Sala
Fecha: 1485
Técnicas y materiales: Témpera sobre
lienzo
Dimensiones: 172,5 x 278,5 cm
Ubicación: Galería Uffizi, Florencia,
Italia
Período/estilo: Renacimiento
El verdadero nombre del artista fue
Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi y era el hijo menor de una familia
humilde. Parece que el apodo “Botticelli” se le puso porque su hermano mayor lo
tuvo bajo su tutela y a este se le llamaba “Botticello”, quizás por su afición
a la bebida o por su gordura. En 1467, Botticelli entró a trabajar en el taller
del pintor y escultor Andrea Verrocchio, donde conoció y trabajó junto a
Leonardo da Vinci.
Botticelli llamó la atención de los
hermanos Lorenzo y Giuliano Médici, los que por ese entonces ostentaban el
poder en Florencia y lo acogieron en su círculo de allegados, a la vez que le
encargaron varias obras.
En este ambiente su pintura se
transformó, tornándose cada vez más esteticista e idealista, hasta el punto que
abandonó casi cualquier referencia al realismo, concentrándose cada vez más en
elementos de la perfección ideal y espiritual.
En la época en que fue pintado El
nacimiento de Venus, Botticelli se encontraba en la cúspide de su oficio,
siendo uno de los mayores pintores de la ciudad y quizás el más importante.
El Nacimiento de Venus representa una
escena inspirada en la narración de la mitología greco-romana que describe el
origen de la diosa. Según ese mito, Saturno cortó los genitales de su padre
Urano y los arrojó al mar. De la espuma que se formó surgió Venus, diosa del
amor, quien emergió del mar e impulsada por Céfiro llegó a las costas de la
isla de Chipre sobre un caparazón marino. La pintura no representa propiamente
el nacimiento de la diosa Venus, sino su llegada a la tierra.
Botticelli fue uno de los primeros
artistas occidentales, luego de la antigüedad clásica, en realizar pinturas de
tema no religioso y en pintar un desnudo femenino de un personaje no bíblico.
Esto se relaciona con la novedad
planteada a partir del Renacimiento de considerar a la pintura no solo como un
medio de expresión de los valores religiosos sino como una fuente de placer
para los sentidos, y al cuerpo humano, como portador de una belleza digna de
ser exhibida.
En el centro del cuadro, la diosa
llega a la playa sobre concha marina e impulsada por Céfiro y su esposa Cloris
quienes aparecen a la izquierda. Céfiro, en la mitología clásica era el viento
del oeste que anunciaba la llegada de la primavera. Su esposa, la ninfa Cloris,
tenía el dominio de las flores.
A la derecha, una de las Horas, diosa
del orden de la naturaleza y de las estaciones, recibe a Venus para cubrirla
con una capa roja. Su vestido está bordado con flores primaverales y lleva un
collar de mirto, símbolo del amor. Detrás de la Hora, un árbol de naranjas es
símbolo de la familia Médicis.
El nacimiento de Venus es un cuadro
de grandes dimensiones. Se supone que fue un encargo de Lorenzo de Médici, para
adornar Villa di Castello una de las residencias de la familia. Este dato fue
producto de la versión que años después de su ejecución hizo el artista e
historiador Giorgio Vasari cuando visitó la Villa. Sin embargo, recientes investigaciones han
podido comprobar que la obra fue encargada por otra persona, y solo hacia
finales del siglo XV o principios del XVI se colocó en esa villa.
Algunas de las características del
Nacimiento de Venus pueden detallarse según los siguientes puntos:
Es la primera obra pictórica
realizada sobre lienzo y no sobre tabla en Florencia.
La concha marina sobre la que se
apoya la diosa es un símbolo cristiano del bautismo y de la resurrección y
también es un elemento usado por los sacerdotes para bautizar a los fieles.
También esa imagen, que en la
mitología grecolatina era un símbolo de fertilidad y de los órganos sexuales
femeninos, haría alusión a la función de Venus como dadora de vida. Los juncos
pintados a la izquierda del cuadro no se corresponden con el paisaje marino ya
que no crecen en ambientes de agua salada. Serían una alusión a los genitales
masculinos de donde Venus proviene y un símbolo de fertilidad.
El rostro de la diosa parece estar
inspirado en Simonetta Cattaneo, una joven de gran belleza que inspiró a poetas
y pintores en la Florencia de la época. El rostro se repite en otras pinturas
de Botticelli.
La imagen de la Venus de Botticelli
es una de las imágenes más representativas de Italia y se reproduce en la
versión italiana de la moneda de 10 centavos de euro.
Botticelli entró en una etapa de
profunda reflexión sobre sus ideales espirituales y su propia pintura en
coincidencia con la caída de los Médici y el surgimiento de Savonarola,
histórico impulsor de la “hoguera de las vanidades”, hasta la muerte de éste en
1498. Botticelli debió entonces de entrar en una crisis más profunda, de la
cual nunca se recuperó. Manteniéndose a duras penas, pero sumido en la pobreza
y la amargura murió el 17 de mayo de 1510.
*Guillermo F. Sala. Arquitecto
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