Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 46 Coronel Dorrego: Inutilidad, maldad y australes… por Favio Camargo

 

Estamos a unos días de que se cumplan 20 años del pico de inutilidad de la “Alianza”, un intento de menemismo honesto, o sea algo tan posible como una intendencia sin alcahuetes.

            Habla muy mal de nosotros como pueblo el hecho de que la mayoría de los personajes que provocaron ese desastre sigan vigentes políticamente y paseando con cara de “yo no fui” por los medios de comunicación, con las mismas recetas de siempre como solución a los difíciles momentos que atraviesa nuestro país.

            Los que más gracia me dan, a quienes por razones de salud mental nos tomamos la vida en la Argentina como un eterno sketch de Capusotto, son los economistas. Algunos han hecho desastres en la región llevando a la quiebra a bancos, grandes comercios y cooperativas agrícolas. Cooperativas cuyos socios se copaban tanto con el capitalismo que se terminaban robando entre compañeros para luego todos juntos recontra fundírse.

            Para bajar a la escala local, que es la que más me interesa tocar, varios economistas mediáticos de los 80 vinieron a por un kiosquito muy turbio que había en el pueblo, una “financiera” donde se los recibía como estrellas de rock.

            Muchos habitantes del pueblo perdieron ahí sus ahorros creyendo que la bicicleta y la usura también eran para ellos…pobres pichis. A costa de la tronada de varios gi.. incautos ciudadanos, un par de vivos se forraron.

            ¡¡Apuesten al austral y al rublo que son las monedas del futuro!! Le pronosticaba un astrolo-economista a un amigo que todavía hoy le corre frio por la espalda cuando en alguna letrina televisiva aparecen Cachanosky o De Pablo…

            Pero hoy, como mencioné antes, voy a detenerme en una inutilidad maligna más cercana, la del radicalismo dorreguense y sus sucesivos desgobiernos, que en lo arquitectónico tienen un mal gusto que parece heredado de un arquitecto de la Albania comunista alimentado a merca, agua arsenicada de la canilla y galletas de arroz.

            Entre muchas de las cosas que se puede criticar de estos sucesivos desgobiernos que han hecho de este uno de los distritos más atrasados de la región en casi todos los aspectos, es el total desinterés por la conservación del patrimonio arquitectónico.

            Como sabemos, la arquitectura es parte de la Historia de los pueblos y preservarla es lo que hacen los pueblos inteligentes. ¿O usted se imagina a los romanos demoliendo el Coliseo para poner un parripollo?

            Hoy no vamos a repetir cosas que todos sabemos, cómo la misteriosa desaparición de los leones de la plaza central, ni de la fuente de los Inmigrantes Daneses que lleva cerca de 20 años creo sin funcionar. Sino de la demolición ocurrida hace unos días de un antiguo bar almacén que estaba ubicado en Inmigrantes y Gregorio Juarez. Como ese ejemplo hay varios más, una cancha de pelota vasca en España y Siria, dos estaciones de servicio antiguas con arquitectura italiana de los 30, por ejemplo, todo hecho pedazos.

            No tenemos, o si la tenemos, no se la respeta ni aplica legislación que proteja este tipo de construcciones, como si tienen en Tres Arroyos, donde quien compró el edificio del ABC tuvo que respetar el frente original para la restauración. Y eso que hablamos de Sánchez…no de Sandino eh!!!

            Me voy a autocitar, pro solo una vez, para no pecar de Majul: “Como construyen los pueblos revela muchas cosas, como destruyen, también”.

 

*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur