Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 45 Cine Los Camaradas, de Mario Monicelli, 1963
'Los camaradas', obra maestra
Diego Galán, Diario El País de
España
Término siempre espinoso el de obra
maestra, este crítico se arriesga a aplicarlo a Los camaradas, la
película que Mario Monicelli dirigió en 1963 y que hasta hoy no ha podido ser
contemplada por el público español. El apasionamiento de tal criterio puede no
ser compartido por los espectadores menos adictos a la comedia agridulce y la
crónica social, pero será extraño que incluso el más indiferente regatee
aplausos a la ejemplaridad de un guión, en el que se entremezclan con sabiduría
los tonos tragicómicos de un fresco histórico, el del norte de Italia de
principio de siglo, y la sensibilidad de una brillante puesta en escena en la
que tanto se han inspirado directores posteriores, Bertolucci, entre ellos,
para su Novecento. Enmarcada en el Turín que se industrializaba frente a
los mínimos derechos de los obreros, Los camaradas narra la ingenua
toma de partido de los empleados de una fábrica textil que reivindican una hora
menos de trabajo al día, 16 en lugar de 17, para evitar los accidentes que el
cansancio provoca en el último tramo de cada jornada. La aparición de un
extraño y entrañable profesor Sinigaglia (fascinante interpretación
de Marcello Mastroianni) conduce esa protesta por los caminos de la huelga, a
partir de los cuales cada personaje se dibuja con caracteres propios,
ilusionados unos, reticentes otros, intrépidos y cobardes, componiendo un friso
social que se alimenta a partes iguales del sainete y de la tragedia,
conmoviendo y haciendo sonreír a cuantos hayan quedado seducidos por el tono
directo y riguroso de sus imágenes. No hay novedad semántica, pero sí
inteligente y sensible aplicación de sólidas formas narrativas.
En el reparto se citan actores
variopintos como exige su carácter de coproducción. Marcello Mastroianni es
acompañado por Renato Salvatori (espléndida la secuencia en que ambos se
sinceran la noche que no pueden dormir), Bernard Blier, el timorato padre de
familia que no se atreve a culminar la huelga; Folco Lulli, que se arriesga y
es abandonado por todos; Annie Girardot, la prostituta; François Perrier, el
maestro; Raffaella Carrá, la joven enamorada; y por otros actores menos
populares para personajes tan vivos como el del mísero emigrante esquirol y el
adolescente que sueña con que su hermano pequeño sí pueda estudiar.
Comentarios
Publicar un comentario