Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 45… Acá les presento un amigo, nos invitaba Antonio Diez, El Mayolero por el 2016
Fuente:
El Fusilado
Lunes 3 de Octubre de 2016. Análisis
de la primera etapa del endeudamiento durante el Gobierno de Cambiemos
En
tan solo nueve meses del actual gobierno el Estado Nacional se endeudó en U$S
64.000 millones. ¿Para qué está usando ese dinero?
Por
Leandro Pili. Leandro Pili es estudiante de Ciencias Económicas en la
Universidad Nacional de Mar del Plata y columnista del programa radial Voces
Cooperativas.
Durante
los nueve meses transcurridos de este año el endeudamiento externo aumentó a
niveles considerables. El país tomó deuda por un monto aproximado a los U$S
64.000 millones, lo cual no sería preocupante si su destino no fuera el que en
la realidad se observa. Está claro que el endeudamiento por sí solo y aislado
sin tener en cuenta el destino, no pude ser considerado perjudicial, sino todo
lo contrario. Tal es el caso de una familia que se endeuda para comprar una
casa; en ese caso el destino del endeudamiento es más que productivo si tenemos
en cuenta que es en pos de estar mejor en un futuro y, suponiendo que antes
alquilaban, el dinero destinado mensualmente a pagar la renta podrá ser
destinado a fines más productivos. O acaso una fábrica, en donde sus dueños
toman un crédito para comprar una máquina que les permita aumentar la
producción.
Al
tomar como ejemplo el endeudamiento de una familia o una fábrica observamos que
el Estado se administra de una forma muy distinta. El equipo económico actual,
cuyas decisiones moldean en gran parte los destinos económicos de la mayoría de
nosotros, está actuando de manera irresponsable en el manejo de la deuda
externa, ya que en vez de destinarla al financiamiento de obras de
infraestructura y bienes de capital —que son los que permiten capitalizarse en
el futuro y generar ingresos de dólares provenientes de sectores productivos—,
la utilizan para pagar esa misma deuda: está destinando gran parte de esos
fondos para subsidiar gastos corrientes —como si una familia tomara un crédito
para hacer las compras en el supermercado o el dueño de la fábrica para pagar
el sueldo de sus empleados— y para abastecer la demanda de dólares por parte de
individuos y empresas. En el primero de los casos esos recursos quedan fuera del
sistema productivo porque, como sabemos todos, el argentino medio tiene una
predilección irracional por la moneda estadounidense y, una vez que la
obtienen, la atesoran, es decir, no la vuelcan por medio de los canales
formales al aparato productivo. Y en el caso de las empresas, giran ese dinero
al exterior en forma de utilidades. Resulta evidente que cualquiera de esos dos
destinos no contribuyen a generar las condiciones para depender cada vez menos
de la toma de préstamos, por lo que se termina generando una dependencia
peligrosa del endeudamiento, pues son necesarias cantidades mayores de deuda
para pagar los intereses y capitales adeudados más los dólares que de por sí
requiere la economía.
En
el camino, una pequeña parte de la población parece satisfecha porque puede
acceder libremente a comprar los dólares que tanto anhela y, aún más, sin
restricciones mensuales ni garantías que demostrar. Sin embargo, la gran masa
de dólares es adquirida por una minúscula parte de la sociedad, y cuando pocas
personas tienen mucho poder de mercado, —esto significa que en un período de
tiempo podrían demandar muchísima cantidad de dólares— la vulnerabilidad del
sistema económico es altísima y la suerte de la gran mayoría queda librada al
humor del mercado. Pero el mercado no existe, no se lo ve, el mercado son unos
pocos privilegiados que no solo cuentan con grandes cantidades de dinero, sino
que también —y casi lo más importante— poseen información muy útil a la que
pocos tienen acceso. Y cuando esto ocurre es claro que el endeudamiento externo
en vez de ser una fuente de crecimiento para la economía termina siendo su peor
enemigo.
*Antonio Diez (El Mayolero), Periodista, Escritor, Ensayista, columnista del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del Sujeto Agrario, ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido Intransigente
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