Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 42 Recuerdos de Fogones … Coplanacu por Javier Martín Miró
Hoy
le toca el turno al Folclore. Hoy se acerca al fogón el
Dúo Coplanacu
Amigos,
la playa, una guitarra y la fogata al medio son los ingredientes perfectos
para cantar la convocatoria alrededor de un fogón, para compartir
una noche diferente un ambiente especial de luz y el calor una vez que ha
puesto el sol .
Infaltables
surgirán casi siempre en un principio como por arte de magia dúos improvisados
entonando los coros de Sui Generis, para luego con las voces algo más roncas
darle lugar a las bellas melodías de Vox Dei o algún blues de Pappo.
Sin embargo en algún momento de la noche invariablemente sentimos la conexión con nuestra tierra, es entonces que alguien de algún rincón oscuro luego de un trago de tinto de damajuana alguien se anima a entonarse una zamba.
Romántica,
sensual y provocativa. Así se entiende a la zamba, esta danza
típica que retrata el momento del encuentro entre dos almas, que mezcla
pañuelos y miradas y que ha sido musa de muchos artistas que dieron vida a
grandes letras como “Zamba para no olvidar”, “Zamba para no morir”, “Zamba
de Juan Panadero”, “El Paraná en una zamba” o “Zamba de mi
esperanza”, entre tantas otras.
El
fuego, los mates y el arrullo del mar sientan entonces las coordenadas de
nuestros orígenes y nuestro lugar en el universo.
“Coplanacu es
una palabra compuesta o mestiza. Que toma del castellano el
término copla como célula de nuestro cancionero y del quichua, el
sufijo nacu que da idea de reciprocidad, encuentro, comunicación. El
sentido de llamarnos Coplanacu es que la copla es verdadera cuando es popular y
es popular cuando nace de la gente hacia los cantores y los cantores la
devuelven cantando a su pueblo”. “La música es nuestra forma de andar el
camino”, dicen ellos, cuya carrera artística tiene la auto-gestión como
característica notable dentro de lo que es la Producción musical hoy en día.
Dúo
Coplanacu es un grupo folclórico compuesto por Roberto
Cantos y Julio Paz,
formado en 1985 en Córdoba (Argentina),
aunque ambos son oriundos de Santiago del
Estero.
Son
representantes del folklore argentino tradicional:
presentaban un bombo tocado por
Julio y una guitarra por
Roberto. A principios de los '90, Andrea Leguizamón (cordobesa),
quien estudiaba violín en el conservatorio, se incorpora al Dúo Coplanacu.
Día
Nacional de la Zamba se estableció oficialmente el 29 de
septiembre en homenaje al natalicio de uno de los “padres del
folklore”, Gustavo “Cuchi” Leguizamón y al aire suenan sus versos:
El trigo que va cortando,
madura por su cintura;
juntando flores de alfalfa,
sus ojos negros se azulan.
Andando por esos montes
En Salta se ha vuelto hachero
Si va a voltear un quebracho
Llora su sangre primero
Tirado bajo el cebil
El hombre es un perro flaco
Que sube osamenta arriba
Por un rumbo de caranchos
*Javier Martín Miró. Ingeniero agrónomo, autor del libro Javier, Paco y el Loco y otros cuentos. En 1991 emigró a Sydney, Australia, en donde desarrolla su actividad profesional como Biosecurity Officer
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