Revista Nos Disparan desde el Campanario AÑO II Nro. 42 ¿ESTAMOS PREPARADOS PARA CAMBIAR? Por Horacio Pili
Si
nosotros como sociedad no resolvemos terminar con el concepto amo – esclavo, se
irán sucediendo los tiempos y nada se modificara en nuestras vidas. Los grupos
concentrados de las farmacéuticas crearon el virus y las vacunas. Estas últimas,
en lugar de tener el desarrollo de más de 10 años, en diferentes grupos etarios
y étnicos, para comprobar su efectividad y sus no daños colaterales, fueron
lanzadas en menos de 12 meses, tomando a toda la humanidad como cobayos del
gran laboratorio planetario. La humanidad ha llegado a un nivel inusitado de
tolerancia. Es notable como permite todo tipo de abuso. Las distintas culturas
deberán trabajar para producir el necesario y esperado cambio en la subjetividad.
La implicancia o protagonismo que deben tener y ejercer los pueblos, tiene que
ser de una contundencia tal, que el contragolpe en tanto efectivo como letal
para el sistema capitalista, único responsable de todos los males, logre
sacarnos de esta inmovilidad en actitudes defensivas. Es el pueblo quien, desde
su liderazgo, enarbola y hace aplicar las políticas. El buen líder es aquel que
destruye el liderazgo, habida cuenta que una vez cumplidos los objetivos para
los que fue ungido, devuelve al pueblo la autoridad. Todo pueblo debe creer en
algo, en alguien, pero fundamentalmente debe creer en sí mismo. Creer en algo
se sustenta en su ideología, y en alguien es creer en su líder. En estos
últimos días hemos asistido, impávidos y absortos, a contubernios legislativos
que le han otorgado al gobierno de la ciudad de Buenos Aires el manejo de causas
federales, cuyos demandados son ciudadanos de la ciudad, ergo el gran
beneficiado ha sido Macri. Se le ha permitido la construcción de 12 torres,
cuyos financistas se harán de una rentabilidad directa de 1000 millones de dólares,
so pretexto que la ciudad ganara 30 millones de dólares. Nuestro Presidente
suelto de cuerpo y libre de toda originalidad salió a timbrar por el conurbano
al mejor estilo PRO. Y esto solo por nombrar algunas cosas que implican la más
grosera traición a todos aquellos que depositamos un voto en la urna con la
esperanza de retomar huellas pérdidas. Simón Bolívar, en su adolescencia,
estando a cargo del maestro Rodríguez, en días que se tramaba una conspiración
contra el rey de España, concurría a las reuniones secretas de la cuales
participaban personas de diferentes oficios, pero todas pertenecientes al
pueblo profundo de la Venezuela de época. Escuchaba con mucha atención las palabras
de su educador, las cuales estaban destinadas a hacer entender que todavía no
era el tiempo de atacar al gran Oidor. No había coherencia, según el maestro,
entre lo que se decía en las reuniones y lo que se hablaba en la casa o se
enseñaba en las escuelas. Era una sociedad absolutamente quebrada
culturalmente. El maestro Rodríguez estaba en lo cierto. Decidió abandonar la
conspiración. El resto creyó que se podía, y como siempre un inocente pago con
su vida el atrevimiento de enfrentar a la corona. Hubieron de pasar más de 20
años para que fuera el propio Bolívar quien encabezara el movimiento emancipador, que contemporáneamente con San
Martín, fueron los artífices de la liberación latinoamericana. Liberación que a
posteriori, las clases dominantes se encargaron de dar por tierra, y que pese a
todas las muertes y padecimientos, llegamos hasta nuestros días, donde
precisamente la batalla cultural aún se sigue perdiendo. La transformación de
la educación y la descolonización pedagógica se obligan con carácter de
perentorio para salir de la inacción ante el sometimiento. Caso contrario
seguirá vigente la opinión del maestro de Bolívar, el gran Simón Rodríguez.
*Horacio Pili Instructor de Formación Profesional, Subjefe de área Centro de Formación Laboral N° 401 Tres Arroyos.
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