Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro.41. Fuimos a las urnas en estado de tristeza, desesperanza y beligerancia acumulada… y se notó…. Por Gustavo Marcelo Sala

 

Obra del Pintor polaco Zdzisław Beksiński

 


Si ves al futuro dile que no venga…

Juan José Antonio Castelli


Veo a un facho y a un nazi dentro de mi habitación.... 

(cantaría Miguel Mateos)


 

 

Hace un tiempo afirmamos que la mayoría de los ejecutivos directamente implicados en la toma de decisiones con relación a la Pandemia iban a verse afectados electoralmente de forma negativa. Me referí puntualmente y en su momento a los ejecutivos nacionales encargados de diagramar la contingencia en tanto políticas, sanitarias y económicas, mientras la misma transcurriese. Trump es el ejemplo más claro, cuya derrota deviene luego de haber levantado la economía de EE.UU (los índices de desocupación bajaron durante su gestión radicalmente, a tal ´punto de ser la menor de los últimos 50 años, vector económico muy importante como inciso de crecimiento) del desastre que había dejado el neoliberalismo de Obama, pero que a pesar de semejante logro, para su desgracia futura, desmanejó la contingencia pandémica y con ella su suerte en los comicios. 

Una tragedia universal que por añadidura impacta de manera cardinal en la calidad de vida de las personas y que además no permite su recomposición económica durante un largo lapso de tiempo provoca inexorablemente un sedimento fangoso que al acumularse necesita canalización para que la sociedad continúe circulando con cierta normalidad por un cauce racionalmente apropiado. 

En nuestro país dicho dragado no se realizó o se hizo muy débilmente, primero debido a las condiciones preexistentes, esto es, cómo dejó el país la plutocracia que gobernó desde 2015 hasta el 2019, incluida la espada de Damocles de la deuda, segundo por las cuantiosas indefiniciones del gobierno en tanto poner mayor energía en puntuales temas económicos sobre todo el referido a la mesa de la familia, no solo con los ingresos mensuales, sino además con el tema inflacionario, inciso al que le ofreció nula batalla. Tercero, si a esto le sumamos un poder real que explota a las mil maravillas, vía medios, la desazón y la ira de las clases medias estimo que nada de lo ocurrido nos puede sorprender, y menos en una sociedad que le regaló a Cambiemos, en el 2019, luego del desastre ejecutivo desarrollado, nada menos que un 40% de despedida. 

Aquí no hay asuntos éticos ni morales, de lo contrario buena parte del pueblo no se hubiera inclinado hacia el lugar que lo hizo. A nadie de estos colectivos les importa la mesa judicial, el endeudamiento, la fuga de capitales, la desocupación, los tarifazos, el armamento a Bolivia, las persecuciones, la corrupción de Macri y Vidal, las fiestas, las operaciones, el deseo de quitar las indemnizaciones, la renegociación de los UVA, o la baja del valor de gas para zonas frías, cuestiones dominantes para la agenda mediático-política, pero que no cuentan en el día a día de las personas a la hora de decidir su hoy.

La bronca y la impotencia por algo que desestabilizó a toda la sociedad determinaron que hayamos acudido a las urnas en estado de tristeza, desesperanza y beligerancia epocal, pésimos signos a la hora de tomar decisiones, y se notó en la resultante. 

"Nunca es bueno subestimar a las ideas derrotadas por más nefastas e insensatas que sean, siempre habrá grupos poderosos interesados en reflotarlas para su beneficio" nos aconsejó Horacio González hace algunos años, creo que también, y entre tanto, algo de soberbia hubo, el "no vuelven más" dominó parte del escenario. Tanto él como Casullo nos recomendaban hace más de 15 años que había llegado el momento de comenzar a pensar y actuar sobre la derecha y sus meandros. Como es usual, el campo nacional y popular político desecha a los intelectuales y los coloca en frascos de esporádica consulta y muy lejana lectura. Creo que si allá por el 2005 o 2006 nuestros dirigentes del campo nacional y popular hubieran comenzado a leer con profundad aquel peligro en ciernes la desazón que hoy vivimos no la tendríamos porque tampoco hubiera existido un 2015. ¿Contrafáctico? Es probable, pero no por eso imposible. Los resultados de los comicios 2003 dieron cuenta tangible de que el enemigo seguía vivo y sano. Aquel era el momento para quitarlo del juego, o cuando menos descabezar su pirámide de poder ayudados por el viento a favor que significó la trágica salida neoliberal del 2001. Sin embargo se prefirió dialogar y seducirla, de alguna manera no honrar a los muertos de aquellas jornadas. Entonces se optó por no reabrir la causa del contrabando cuando estaban dadas las condiciones dentro del marco probatorio y que significó el juicio político a varios integrantes de la corte menemista, pero que vaya paradoja no tocó a los contrabandistas, se optó por regalarle al oligopolio comunicacional la ley de bienes culturales, se optó por una enésima licuación de pasivos y se optó por derogar la ley de subversión económica, entre tantas medidas a favor del poder real. Aquellas ideas derrotadas, tristemente se recompusieron, pero con la inestimable ayuda del campo nacional y popular. En estos dos años la experiencia conciliadora, dialoguista y seductora volvió a repetirse, así nos va... 

 


*Gustavo Marcelo Sala. Escritor. Editor


Comentarios

  1. Gracias Gustavo por compartir, este barco sigue varado en la costa chocando contra las rocas y eso es muy peligroso. Aún no acertando el rumbo es necesario navegar!!

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  2. Es raro un análisis de la derrota del gobierno que NO habla de las políticas del gobierno. Escondido la basura bajo la alfombra

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  3. ahahahah:

    Lo que no es raro observar es que existen comentaristas que lo hacen sin haber leído en profundidad la nota. Por caso tampoco me refiero al exitoso plan de vacunación a pesar de las enormes dificultades externas y las conspiraciones internas.
    Acaso este párrafo omitido en su lectura le aclare un poco el panorama crítico

    "segundo por las cuantiosas indefiniciones del gobierno en tanto poner mayor energía en puntuales temas económicos sobre todo el referido a la mesa de la familia, no solo con los ingresos mensuales, sino además con el tema inflacionario, inciso al que le ofreció nula batalla"... (creo que claramente aquí se critica a las políticas económicas del gobierno en lo que realmente le importa al ciudadano de a pie, ergo, su calidad de vida)...

    Pero vaya razonamiento mediopelo. Como el gobierno cometió errores voto a quien endeudó por 100 años, fugó divisas, espió y persiguió opositores, armó una mesa judicial, vota a quien pretende quitar las indemnizaciones, a los que dejaron vencer vacunas, a los que nunca terminaron los hospitales, a los que cerraron escuelas, a los que bajaron presupuesto educativo, a los que pisaron las jubilaciones, pensiones y asignaciones, a los que calumniaron e injuriaron, a los que gestaron descomunales negocios a partir del Estado (Vicentin). Lo raro es pensar que el pueblo castigó al gobierno, me parece a mi que el pueblo se castigó a sí mismo pegándose un tiro en el pie creyendo que le dolería al gobierno, y este puede ganar en el 2023 o irse a su casa, el problema es lo que queda como pesada carga en el tamiz luego de tomar pésimas decisiones.
    Por eso el artículo habla de cómo la sociedad se paró delante de la urna en la coyuntura.

    Gustavo M. Sala

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