Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 39 Los primeros por Favio Camargo

 


Ante el grave peligro que acecha al ex cine San Martín de Coronel Dorrego en forma de cartel de inmobiliaria que lo hace blanco de iglesias y bingos, esperemos que esta humilde nota llame la atención de alguien que tenga un mínimo de poder e interés en evitar esto, o de un loco de mierda que quiera acaso patinarse una herencia aburrida en pos de la defensa de la cultura occidental.

Max Linder y Emil Jannings fueron dos actores muy famosos en la época conocida como “cine mudo”, una etiqueta errónea que todavía algunos insisten en usar y que acá vamos a usar solo con el fin de marcar épocas de la forma más sencilla. A todas las películas digamos anteriores a 1930 se las llama así por el hecho de que no estaba disponible la tecnología que permitía grabar voz e imagen a la vez de forma eficiente. Por ello las películas no tenían voces, pero si una música que las acompañaba, que podía ser grabada o en vivo. Para poder seguir la trama con mayor fluidez las imágenes eran acompañadas también de intertítulos. De esa época del cine, dominada por Europa, iban a surgir dos de los personajes que vamos a recordar hoy.

Max Linder, nombre de arte de Maximilien Gabriel Leuvielle, era francés y de la mano de los también franceses Hermanos Pathé iba a convertirse en uno de los primeros artistas de este nuevo medio en ser mundialmente famosos. Según puede leerse en varios portales especializados en el tema, fue Linder el primero en crear un personaje que iba a trascender más allá de una película para transformarse en algo que hoy llamaríamos una marca. El hecho de que las películas fueran mudas, con solo un par de intertitulos fácilmente traducibles, las hacia accesibles para todos los pueblos del mundo, y más que nada con el humor, las barreras políticas, culturales y económicas generalmente desaparecen. Y ese era el fuerte de Linder, la comedia, pequeños cortos de un par de minutos en los que este actor, personificando siempre a un dandy de galera y peinado con gomina “Argentina” atravesaba situaciones de la vida diaria que se tornaban delirantes de un momento a otro. Por ejemplo el hecho de llegar a la casa de su novia sin que la galera se le transformara en un acordeón se volvía una tarea imposible.




Este actor no llegaría a la época del cine sonoro, ya que moriría unos años antes en una situación bastante triste junto a su esposa. Linder había participado en la Primera Guerra Mundial, en el ejército francés y nunca pudo recuperarse totalmente de algo que ahora conocemos como estrés post – traumático. Después de años de trabajo de su hija, muchas de sus películas se han recuperado, pero otras todavía siguen esperando en alguna lata o se han perdido para siempre.


El caso de Emil Jannings es más complejo, se iba a meter la política en el medio y esto hizo que su trabajo se desmerezca y se lo olvide. Con la llegada del sonido, muchos actores extranjeros que eran estrellas mundiales en Hollywood volvieron a sus países. En el caso de Jannings volvió a Alemania y digamos tuvo afinidad con el Nacional socialismo, lo que hizo que luego de terminada la guerra se le impidiera trabajar. Pero vamos a centrarnos en su carrera anterior a la Segunda Guerra, que es donde están sus mejores trabajos. Su interpretación en “La ultima orden”, donde representa a un general, o algo así, del ejercito zarista ruso que luego de la revolución de 1917 termina trabajando como extra en el cine lo convirtieron en el primer actor en ganar un “Oscar”, allá lejos y hace tiempo, cuando valían algo (1928). 




Aunque hay interpretaciones suyas que me parecen mucho más impresionantes como la  que podemos ver en “La última carcajada” de Murnau, donde interpreta a un anciano que trabaja de guardia en la puerta de un hotel. Cualquiera de sus trabajos en cine mudo es digno como para invertir un rato viéndolos, generalmente se pueden encontrar on line al tener casi 100 años en algunos casos. Pero esto no es siempre así, el gran problema que nos encontramos cuando queremos ver muchas de estas películas por haber leído o escuchado sobre ellas en alguna parte es el hecho de que muchísimo de este material se ha perdido para siempre…

 

 


*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur

 


Comentarios