Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II Nro 38.. Con la democracia no alcanza… por Eduardo De Vincenzi

 

Imagen: https://www.razonmasfe.com/

 

 

No me maltraten de ser posible. ¿Puede alguien en democracia, alguien con muy buenas intenciones, abortar a una caterva de prósperos que se patinan millones de dólares, para hacerse un viajecito al espacio haciendo videos flotando? Esto y otras banalidades de la élite no son compatibles cuando gran parte del Planeta muere de inanición, y estoy hablando de niños panzones con sus huesos a la vista. No tiene retorno todo eso. Pasa que la cosa tiene culpables, ignotos y protegidos, que jamás se dejan ver pero que son los que dominan y envilecen a los marginados del Planeta. Desde siempre claro. Alucino, como ya ha ocurrido, con otros malditos que fueron combatidos y vencidos a costa de la muerte de enormes cantidades de revolucionarios que entendieron y se sometieron hasta que varios de ellos, menos pacientes, les dijeron que era posible, si dispuestos estaban a morir, para dejar de ser esclavos de los poderosos. Y los fueron a buscar y les cortaron el zapallo a todos. Ni democracia, ni diálogos, ni esclavos: Ven, dame las manitos, y sube al carro, no es largo el viaje, y fueron parados sobre las tablas llenas de mierda que habían defecado los más crueles y cobardes. La única parada, el patíbulo, la guillotina y una cesta llena de cabezas. Se estorbaban para ser verdugos y el pueblo rodeando el cadalso, dando vítores, a cada vez que una cabeza saltaba dentro del cesto. Varias caían fuera del ensangrentado recipiente. Presto, un personaje voluntario, la tomaba de los cabellos y la acomodaba en su lugar. Reemplazaban la cesta cuando se pusiera a tope, ignoro qué destino tendrían. No sé si las exhibían en una pica, tal vez al alcance del Pueblo, para una vejación póstuma. En 1789, con elementos de labranza y un sufrimiento que ya no toleraban se metieron en sus palacios y los cortaron a todos. Como en aquellos días, si queremos de verdad que esta caterva de inmundos esclavistas cese y seamos dueños de nosotros mismos, si queremos recuperar la Nación, arrasada por estos, que son los mismos, recordemos las jornadas de 1789, pero con la democracia que les conviene y renombran no va a pasar otra cosa que bajarnos los lienzos para que nos sigan violando de parado como en los baños del Retiro.

 ¿No les cabe la guillotina? Bueno entonces encarcelarlos de por vida a trabajos forzados hasta morir. Enviarlos cada día a trabajar en obras públicas primordiales y postergadas, siempre con gruesas y pesadas cadenas en los pies. Claro que hay que amar a la PATRIA, y estar dispuestos a morir. Como se puede ver lo que digo está muy lejos de realizarse cuando por decir, en plena pandemia, un agotado médico de un hospital público volvía a su casa después de dos días de trabajo, se encuentra en el hall de su edificio, una cartulina blanca prendida con SCOTCH que rezaba: PERDONANOS, PERO TODOS CONCERTAMOS QUE TE MUDES, SOS ALGO MUY CERCANO PARA QUE TODOS NOS INFECTEMOS. MUDATE POR FAVOR -  Entonces ¡QUÉ REVOLUCIÓN NI QUE OCHO CUARTOS! Con ésta sociedad solo podemos pretender la existencia de siempre. ¡¡¡ DEBEMOS TENER LA VIDA QUE MERECEMOS!!! vocea un político sobre una tarima ante toda una Ciudad en épocas de elecciones. Soy una cabeza setentista. En ésa época los peronistas entregaron la mayor cantidad de muertos que se precisaban, algunos policías y militares en ínfima cantidad también murieron Si, éste pasar nos merecemos... Mucho TRAIDOR por aquí, como para hacer dulce. Me indigna el desparpajo de algún inmundo que ha participado de todos los gobiernos que hubo,con preferencia los de facto.

 


Eduardo DE VINCENZI JULIO 22 DE 2021

 


Comentarios

  1. Aunque parezca un grito de ética ,aunque no se encuentren reunidas "las condiciones subjetivas", ni nos favorezcan "las relaciones de fuerza" es bueno saber que -no sé si muchos- por lo menos unos cuantos desbordamos de insatisfacción ciudadana y no queremos resignarnos a la mansedumbre de una miserable vida de agachar la cabeza y hacer de cuenta que vivimos en una humanidad macanuda.

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