De
rostreos y mejicaneadas
"In
Memoriam" del Flaco Escopeta (*)
Rostrear: dícese de la acción del jefe de una banda de ladrones, que al momento
del reparto del botín, oculta una parte de este en su beneficio propio,
disminuyendo así lo que le toca a cada uno de sus cómplices.
Mejicaneada: Acción
violenta realizada por una banda de ladrones para apoderarse del botín de otra
banda que ha culminado exitosamente un ilícito.
Los
Gabinetes de Ministros en los gobiernos de frentes electorales son fruto de una
meditada y cuidadosa orfebrería, en donde cada una de las fuerzas concurrentes
debe estar considerada de acuerdo a su volumen y peso específico, "en su
medida y armoniosamente" para que mantengan un rumbo y un equilibrio que
no altere el rumbo general de las promesas pre-electorales hechas a la ciudadanía
que les confió su voto. Los tan denostados y vituperados "políticos"
son verdaderos expertos en el manejo de estas cuestiones, ya que han dedicado
su vida a este "metier" fogueándose durante largos años en el
contacto con sus potenciales votantes, y en la resolución de conflictos y
necesidades, desde barriales, vecinales, distritales, y provinciales, hasta que
después de haber atravesado todos estos puntos o pasos de su carrera, llegan.
Con sus errores y con sus defectos, pero también con su aciertos y virtudes
templadas a lo largo de su trayectoria. Sus colaboradores, desde Ministros para
abajo hasta el último cargo político de la administración pública son similares
en su visión de la problemática gubernamental, por lo que los inevitables
conflictos que en todo grupo se plantean dentro de un escenario, se manejan con
los mismos códigos y una especie de ética común. Como en todo grupo humano,
también hay corruptos, en mayor o menor grado, o cantidad. Pero cuando se
presentan casos como el Gobierno de Cambiemos, donde la "política"
está ausente como principio filosófico, y el común denominador es la "administración
y gestión" por parte de funcionarios de otro tipo de extracción, la cosa
se puede llegar a complicar. La formación de un gabinete de funcionarios con
trayectoria y formación puramente empresarial, que llegan al cargo
"prestados" por sus empresas (a las que terminada su gestión pública
volverán), en un acuerdo "no político" sino de concretos intereses
económicos de las empresas que los comisionaron, comienza a complicar la
marcha. Porque en esa puja de intereses está dado el caldo de cultivo de sordas
pujas, y termina apareciendo el "rostreo". Ministros y funcionarios
que responden a los intereses de sus patronales (recordemos que un CEO no es el
dueño de la empresa donde presta sus servicios, sino un empleado muy calificado
y muy bien pagado, pero empleado) reciben las brutales presiones de sus
mandantes. Y si a la empresa X (que es la empresa de la familia del Presidente)
se la beneficia descaradamente en perjuicio de otras empresas (recuerde la
definición de "rostreo" que está al principio) se empieza a tensar el
ambiente. Que por definición y filosofía no tiene solución política, sino
económica, lo que genera nuevos conflictos....
Dicen las malas lenguas que hace pocos días en una reunión del gabinete,
hubo palabras fuertes y agrias acusaciones al Ex Presidente de la Nación por el
asuntito del Correo y Avianca-Mac-Air....
¡Guarda
que se puede venir una "mejicaneada"!
(*) El Flaco Escopeta, en la vida real
Hector Ignacio Polich, fallecido en 2014 que fuera miembro de número de la
Academia Argentina del Lunfardo, y su representante en Mar del Plata, con quien
compartimos muchas horas de radio y tango.
De
esparos y pungas
Fuente:
El Fusilado
Esparo:
llámese así al ayudante del punguista, que colabora con este, distrayendo la
atención de la posible víctima por distintos medios.
Punguista
(o punga, también llamado "lancero"): delincuente especializado en
vaciar los bolsillos de sus víctimas sin utilizar violencia alguna, solo con su
habilidad manual. Cuenta habitualmente con la complicidad del anteriormente
mencionado "esparo" con quien luego reparte el botín.
Porque
de eso se trata este verdadero trabajo en equipo. Mantener al "punto"
atento a cuestiones periféricas, mientras que desatiende lo que verdaderamente
importa, que vendría a ser su bolsillo.... Cuando estas actividades se trasladan
al ámbito gubernativo, si bien cambia la escala del "trabajo", los
roles se cumplen de la misma forma. Como ambos "laburantes" comparten
el mismo interés, cual es apropiarse de lo ajeno, se reparten las tareas de
igual manera, aunque en distinta escala. Y en este caso el trabajo del
"esparo" adquiere dimensiones inéditas; fruto de una prolongada
preparación, hay distintas especializaciones en esta delicada operación.
Fundamental para este "laburo" es la comunicación masiva que con
distintos matices concurre al objetivo. Llama la atención sobre temas diversos
que con habilidad de "mosquetero" (*) alternadamente muestra y
escamotea según vaya advirtiendo que el "punto" olfatea que le están
metiendo el perro. Así unos días es noticia de tapa, zócalo y noticiero, (Lázaro
Báez, López, los fugitivos de Gral. Alvear, Pérez Alati, los billetes de
"La Rosadita", "La Morsa", Nisman) hasta que al carecer de
sustancia real, los pasan a invisibilizar, para al tiempo, cuando ven que el
"punto" parece haber olvidado, los reflotan para mantenerlo
entretenido. Los "esparos" pueden ser solemnes y doctorales (Nelson
Castro, Joaquín Morales Solá por mencionar solo un par de los que utilizan esta
técnica), suelen contar con la asistencia de profesionales del derecho, (Monner
Sanz, Sabsay, Gil Lavedra por ejemplo) que dan un toque de sustento leguleyo a
sus actuaciones. También cuentan con el concurso de elementos femeninos para
agregar toques de "glamour" a sus puestas en escena (Margarita
Stolbizer, "Lilita" Carrió). Hay otros que cultivan el
"periodismo enfático" (Leuco padre e hijo, Luis Majul, Eduardo
Feinmann) llenos de palabras altisonantes. Luego vienen los también llamados
"esparo de cómica" (*) que hacen verdaderas actuaciones de sus
maniobras distractivas (Jorge Lanata, "Baby" Etchecopar, Moro y el
show de Intratables).
Mientras
tanto el/los "pungas" hacen su trabajo; se perdonan deudas, rebajan
sueldos y jubilaciones, se reparten empresas, toman deudas (a comisión)
utilizando los DNI de los ciudadanos distraídos a los que han pungueado
previamente, abren importaciones indiscriminadamente para beneficio de sus
propias empresas, y todo tipo de latrocinios. Obviamente, los "esparos"
recibirán la parte convenida, siempre y cuando no suceda algún
"rostreo" o "mejicaneada". En fin; hasta que en algún momento como en
aquella poesía lunfarda de Carlos de la Pua (Línea 9) aparezca el guarda
"cara de rrope" y los baje del bondi de un patadón en el cu...erpo.
(*) "Mosquetero": el que
"tira la mosqueta", tambien llamada "la tapadita" que
consta de tres copitas opacas y un garbanzo que hábilmente escamotea levantando
apuestas sobre debajo de cual quedó el garbanzo. El "mosquetero"
suele ser un "esparo" de calle ya que el "punga" aprovecha
la distracción de los apostadores para hacer su trabajo.
(*) "Esparo de
cómica" es el que hace de su trabajo una actuación (p.e. suele fingir
un ataque de epilepsia, o una descompostura en la vía pública), para llamar la
atención de los transeúntes, que tratan de ayudarlo, mientras el "punga"
hace lo suyo.
*Antonio Diez (El Mayolero), (1942-2020) Periodista, Escritor, Ensayista, columnista del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del Sujeto Agrario, declarado de interés legislativo por el HCD de Las Flores ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido Intransigente
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