Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II Nro. 32 Los Fierros de la Pampa Gringa - Ensayo – Por Antonio Diez, El Mayolero

 

 

Fuente: El Fusilado

http://elblogdelfusilado.blogspot.com/

 

O el origen de la industria de la Maquinaria Agrícola en nuestro país. Año 2010

   

Cuando llegaron los inmigrantes a "humedecer" la Pampa como ya lo desarrollamos hace un tiempo acá, el esquema de la división internacional del trabajo que Canning había explicado en aquello de "América del Sur será la granja del mundo e Inglaterra su taller", daba como para que por lógica los implementos  agrícolas fueran importados. 

Cuidadosamente, nuestros recursos mineros eran ocultados y desalentada su explotación, en tanto y en cuanto no sirviera  para alimentar el "taller". A tal punto era la cosa, que los aranceles aduaneros castigaban al hierro en bruto (para fundir acá) y beneficiaban al hierro elaborado, por lo que en algunas épocas era más barato importar el producto terminado que importar los materiales en bruto para industrializarlo acá. (Recordemos que la primera colada de hierro argentino fue en 1944 en Zapla). No obstante, los ingeniosos inmigrantes también tenían herreros y gente del oficio, que comenzaron a reparar aquellos implementos  agrícolas importados. Y aquellos implementos, a veces habían sido diseñados y fabricados para otras realidades que no coincidían con la realidad geográfica de nuestras inmensas dimensiones. Por lo que a veces a nivel de chacra se empezaron a hacer modificaciones o reformas, generalmente por los propios usuarios. Familias grandes, campos chicos, mano de obra había e ingenio no faltaba, y era rara la chacra que no tuviera los elementos mínimos (fragua, bigornia) de una pequeña herrería como para afilar rejas o hacer algunas reparaciones mínimas.

 

Por ahí alguno de la familia era más hábil y así, para incrementar ingresos, hacía algún trabajo para sus vecinos. Al crecer las familias, había que buscar de ampliar el horizonte económico que tenía dos caminos. O conseguir otro campo para la nueva familia que se iba formando, o cambiar de ramo. Y ahí venia que el "entendido" o el "herrero" se trasladaba al pueblo cercano y abría su taller (que generalmente se iniciaba bajo el título de Herrería y Carpintería (carpintería rural: tranqueras de madera, ruedas de carro). Motores había pocos. El de la cosechadora y los pocos automotores (Ford T, Chevrolet, de factura Norteamericana),  eran elementales por lo que la mecánica automotor era bastante fácil de asimilar. ¿Cómo pasamos de aquello, a tener una industria metalúrgica con capacidad competitiva a nivel internacional?  Tiene sus pasos intermedios, y los iremos desgranando de a poco para no aburrir, pero hay una cosa a tener en cuenta, y es que desde un principio los chacareros y los herreros de pueblo (el embrión de la Industria de Maquinaria Agrícola con proyección internacional que tenemos hoy) fueron hermanados, a veces en el sentido literal de la palabra, y otras por la ligazón de ser parte de las mismas familias inmigrantes de la misma colonia. Entendámonos; no estoy hablando de grandes concentraciones urbanas, sino de pequeñas comunidades rurales, apenas ciudades, y algunas solamente pueblos. 

Excluyendo las grandes ciudades, posiblemente Tandil y Tres Arroyos hayan sido los únicos centros urbanos medianos del interior con establecimientos que se puedan llamar industrias metalúrgicas por su volumen de producción y su nivel de empleos generados. Esto al sur de la Pampa Húmeda. Río Cuarto, Villa María, San Francisco en Córdoba y Venado Tuerto en Santa Fe serían sus equivalentes en la llamada Pampa Gringa de Santa Fe y Córdoba. Sin embargo, la verdadera industria de la maquinaria agrícola tuvo y tiene la característica de haberse desarrollado en pueblos chicos, que en muchos casos crecieron alrededor de esos "talleres grandes" que siendo fuente de trabajo para 40 o 50 personas son los que han mantenido los pueblos vivos al irse despoblando la actividad rural.

Cuando se fueron adoptando políticas de sustitución de importaciones (algunas forzadas por las guerras mundiales, otras por las crisis, sobre todo la del '30) aquellas herrerías primitivas tuvieron que afrontar el desafío de hacer que todo siguiera en marcha, y además afrontar la sustitución de equipamiento que se agotaba. Hasta mediados de los años '20, la trilla se hacía con máquinas trilladoras llamadas "estáticas" que se instalaban en el lote a trillar, y accionadas por motores de vapor desgranaban y embolsaban el cultivo, que previamente se había cortado y atado en gavillas, y luego emparvado. Recién en esos años aparecen las primeras cosechadoras "de arrastre" también llamadas "corta y trilla" que efectuaban en una sola operación el mismo proceso de desgranar, separar y embolsar el grano. Esto tuvo una consecuencia social muy importante en cuanto a la mano de obra empleada ya que la trilladora necesitaba una dotación mínima de 20 hombres y la cosechadora solo empleaba tres, mas tres bolseros que levantaban las bolsas del rastrojo y estibaban, o sea, que unos 14 hombres quedaban sin ocupación. También hay que considerar que las diferencias entre la Pampa Gringa y el sur (digamos grosso modo que el Sur es al sur de la Sierra de Tandil) son importantes en cuanto a la dimensión de las unidades productivas.  Entonces los campos de las colonias del Norte tenían unas 60 a 80 hectáreas, cuando en el Sur lo mínimo era de 100 hectáreas, siendo la mayoría de entre 300 a 500 hectáreas. Esto marcaba varias diferencias, por ejemplo, en el sur había por lo menos una cosechadora por chacra, y en muchas más de una. Y la receptividad familiar era mayor ya que en la chacra mixta (como en el norte el tambo) había más lugar y actividad para las familias que se agrandaban. Otro de los elementos a considerar es que por entonces los trabajos se hacían con tracción a sangre. Recién en la década el '20 aparecieron los primeros tractores, que vinieron como complemento de las trilladoras sustituyendo los motores de vapor. Los implementos de arada y siembra estaban diseñados y construidos para tracción a sangre. Para la fuerza y el paso de caballos.

 Así fue que aquellos ingeniosos herreros de pueblo se abocaron (junto a sus hermanos o amigos) a construir nuevos implementos ya más adaptados a la realidad del tractor que empezaba a aparecer, que permitía hacer rendir más el trabajo y sustituir (aunque fuera en parte) los caballos de tiro, lo que a la vez redundaba en mayor superficie sembrable dentro del mismo campo, ya que no había que darles de comer a los caballos. En el norte la ecuación económica no cerraba para una cosechadora por chacra, por lo que el Maquinista de la trilladora se transformó en "changarin" que es el antepasado del actual Contratista de cosecha que ha deslumbrado a Manuel “El Coronel” con su tecnología días atrás. Y así seguiremos viendo como en un pueblo de Santa Fe se inventó la cosechadora automotriz. Y aparecieron los arados de 4 y 5 rejas.

Lo bueno del caso es que estas trasformaciones fueron absorbiendo esa mano de obra que quedaba vacante (no toda por supuesto, pero buena parte) consolidando tal vez sin pensarlo un arraigo en pequeñas comunidades, y un desarrollo más armónico de éstas. Aparte de un crecimiento tecnológico más autónomo que años más adelante permitió afrontar desafíos más complejos, que seguiremos tratando de explicar, más para los cumpas de las grandes ciudades que desconocen estos detalles, y los de las medianas ciudades que sueñan con grandes industrias radicándose en sus pagos como solución que a veces se transforma en quimera, cuando por ahí apuntando más abajo se consigue algo más útil con los elementos que se disponen. Algo de eso fue el nudo de la charla que mantuvimos hace poco con los amigos de Dorrego, pero bueno, seguiremos con esta historia de la Industria de la maquinaria Agrícola que ahora talla en grande en todo el mundo compitiendo con los grandes monstruos transnacionales desde pueblos de veinte mil habitantes, perdidos en la Pampa Gringa.

Todo lo que veníamos diciendo anteriormente fue hecho en forma espontánea. No hubo una política nacional que lo impulsara, fueron creciendo como los hongos después de la lluvia de verano. Medio sin darse cuenta, la cosa estaba, y ahora recuerdo haber posteado hace más de un año "Recuerdos de una Política Nacional", que creo importante releer para ir entendiendo lo que pudieron hacer aquellos gringos (y gallegos, y alemanes, y criollos también) cuando se puso en práctica una política nacional.

Aquí está lo que dijimos entonces:

Allá por la posguerra (de la 2° Guerra Mundial) toda la producción de granos de la Argentina se embolsaba. En envases textiles de arpillera de yute. El yute es una fibra vegetal que se cultiva en la India. De allí se llevaba a Inglaterra, donde se hilaba y se tejía, y se traía a la Argentina en rollos. Aquí se cortaba y se confeccionaba la bolsa, que con algunas diferencias en la densidad de la trama y el corte daba una bolsa en la que entraban unos 60 kilos, ya fuera de avena, cebada, trigo o lino. La empresa que se dedicaba a esos menesteres creo que era CAET (Compañía Argentina de Envases Textiles), empresa de Bunge y Born. Según como vinieran los "términos de intercambio" en algunos momentos el envase superaba en valor al contenido. En estos casos se utilizaba el sistema de "bolsa vuelta" lo que significaba que el comprador devolvía el envase. Los roedores hacían desastres por lo que había que remendarlas en muchas ocasiones. No eran impermeables por lo que no se podían dejar a la intemperie, pero bueno, era lo que había. Fuente de trabajo en las chacras y las estaciones donde multitudes de estibadores y bolseros se movían en épocas de cosecha.


Curioso; pero muy pocas cosechadoras se importaron. ¿Y por qué? Porque en 1925 en nuestro país, Rotania diseñó y puso en marcha la primera cosechadora Autopropulsada del mundo (que se ha restaurado y guardado cuidadosamente en Sunchales, creo).

Y en 1932 Miguel Druetta diseñó la cosechadora automotriz tal cual la conocemos hoy y la produjo en serie con sus socios Rossatti y Cristófaro (RYCSA), o sea que en esa tecnología estábamos a la vanguardia del mundo, por lo que el BI financió y los gringos cordobeses y santafecinos crearon fábricas de cosechadoras hasta la redundancia. Esto iba absorbiendo mano de obra de todo pelaje (otra no había) con lo que el bolsero changarín pasó a peón metalúrgico, y por ahí en un curso por correspondencia se calificaba como tornero, y su hijo, ya iba a la escuela técnica. Esto comenzó a ralear la mano de obra rural, y recuerdo que allá por 1950 hubo que apelar al Ejercito para la juntada de maíz ya que la cosecha podía llegar a perderse por falta de junta dores. "Culpa de Perón" decían entonces; "amontonan a la gente en las ciudades, para poder manejarles el voto". O sea que las mentes brillantes que hablan de clientelismo electoral no han descubierto nada nuevo. Habría que avisarles a algunos que el agujero del mate hace mucho que se conoce, así como que hay que tenerlo con el agujero para arriba para que no se le caiga la yerba....
Todo por la apropiación estatal de la plusvalía de los granos. Ya por 1953, pasada la sequía del '52, la situación de escasez de mano de obra se iba agravando, con lo que alguien dijo ¿y si reemplazamos la bolsa por el granel? Y vuelta a la misma probada receta; IAPI importando chapa y maquinas -herramientas, Banco Industrial financiando Fabricas de silos metálicos, y Banco Nación financiando a los chacareros la compra de las plantas de silos-chacra.

En la campaña 53/54 se vieron los primeros, que fabricados en Tres Arroyos eran de chapa negra pintados color naranja. Al año siguiente ya salieron galvanizados y hasta ahora, que el silo-bolsa vino a revolucionar el ambiente.

Reglas sencillas:

1) Apropiación estatal de la plusvalía
2) Sustitución de importaciones
3) Reconversión de mano de obra
4) Mejoramiento del nivel de ingresos de la clase obrera
5) Por consecuencia ampliación del mercado interno.

Una pregunta boluda? ¿Por qué cuando algunos hablan de mercado automáticamente hablan del Mercado Externo como si el mercado interno no tuviera importancia? ¿Será por aquella zoncera de "el granero del mundo"?

Si siguió hasta aquí habrá notado que cuando hubo una Política Nacional integral que abarcara los recursos y la distribución de los mismos la Industria de la maquinaria Agrícola tuvo una expansión considerable, pero tenía un punto débil que era su dependencia de insumos básicos importados por el IAPI. El arrabio, que es el hierro en bruto salido del alto horno, que es el insumo básico para el horno de fundición, era provisto por Altos Hornos Zapla, pero faltaba el siguiente paso que se venía levantando en San Nicolás que era la trasformación de ese hierro en bruto en perfilería apta para la industria. La planchuela, el hierro U, el T, el doble T, el redondo trafilado  debían salir de la Acería de SOMISA, según la visión del Gral. Manuel Nicolás Savio, el gran artífice de la Industria Pesada. La llamada Revolución Libertadora no vino precisamente para impulsar el desarrollo industrial, sino todo lo contrario. Su modelo de país era (igual que hoy los sectores reaccionarios que estuvieron detrás del embrión de golpe del 2008, y el llamado Grupo A en el Congreso) un país agroexportador, e importador de productos elaborados, o sea que de Canning para acá siguen igual. No tuvieron mucho tiempo, sólo para demorar la culminación del Complejo de San Nicolás. Balbín y el resto de la UCR(P) lo convencieron a Aramburu que llamara a elecciones. Ese proceso político es otra historia, pero haciéndola corta, no caminó.

La UCR se dividió y merced al pacto Perón-Frondizi gestionado por Rogelio Frigerio, se impuso la UCRI y su visión desarrollista, continuó la puesta en marcha de la Acería de San Nicolás y por consecuencia, la industria de la Maquinaria Agrícola comenzó a tener un abastecimiento regular y fluido de la materia prima necesaria para su trabajo. Las chacras estaban pobladas y requerían más y mejores maquinarias, el Banco Nación y los Bancos oficiales (Banco Industrial incluido) con sus líneas de crédito seguían atendiendo a ambas puntas del negocio. El IAPI ya había desaparecido, así como el monopolio estatal del comercio exterior, y los agentes del endeudamiento internacional estaban activos, sin embargo, se les ponía difícil retornar a la visión agroexportadora. Tanto que sólo con una sangrienta dictadura del '76 en adelante, pudieron concretar sus propósitos. Mucho se habla del "Consenso de Washington", pero yo particularmente entiendo que sin él hubiera sido lo mismo. Aquí teníamos suficientes "gerentes coloniales" que antes del consenso tenían esa visión del país. En 1962 se había introducido el germoplasma mejicano en los trigos argentinos y consecuentemente se comenzó a emplear la fertilización en trigo. Esto ya lo he comentado en otros artículos, como una decisión política errónea, ya que nos hizo perder la calidad, que era el sello distintivo de los trigos argentinos, para reemplazarla por cantidad de una producción que otros países ya tenían. La política comercial de la Junta Nacional de Granos, al no diferenciar calidad y premiarla, hizo que los productores tuviéramos que seguir la corriente. Aunque algunos advirtiéramos que no existía capacidad de transporte y embarque por problemas de infraestructura ferroviaria, vial y portuaria, la cosa siguió. Nuestros gringos industriales se adaptaron rápidamente a los nuevos tiempos y comenzaron a producir equipos para fertilizar, y agrandar la capacidad de trabajo de las cosechadoras para poder procesar volúmenes de grano impensados para sus diseños originales. Aquellas primitivas herrerías se habían transformado en fábricas medianas que curiosamente seguían radicadas en aquellos pueblos del interior. Dato curioso; la única fábrica de cosechadoras que estaba en el Gran Buenos Aires, en Ciudadela, era RYCSA, la empresa del creador de la cosechadora autopropulsada moderna, Don Miguel Druetta. Las demás todas en el interior, y sobre todo, en Santa Fe y Córdoba. Curiosamente en el Sur, no se produjeron cosechadoras. Solamente EIMA en Tres Arroyos lo intentó, pero no pasó de un prototipo. Esta empresa se especializó en la construcción de plantas de silos, ya fueran los simples de chacra, o plantas grandes de almacenaje, de las que llegó a exportar llave en mano hasta a Egipto (¡¡!!). En algunas otras notas he explicado el origen de los fenómenos económicos y sociales que después de 1955 fueron afectando ese mundo "interior". Es decir en el fondo de todos esos hechos siempre estaba presente la puja entre dos modelos de país. Siempre, de una u otra forma, aparecía el Régimen con su concepción de "Granero del Mundo" exportador de commodities (ahora las llaman así, pero es lo mismo) enfrentando a la Causa de una concepción más igualitaria o sea de un país para todos. Lo que se debe tener en cuenta es que desde 1912 (o sea un siglo) que comenzó a aplicarse la Ley Sáenz Peña, el Régimen solo pudo gobernar por medio de golpes de estado (1930, 1955, 1966, 1976) elecciones fraudulentas (1932/1943) o colonización parásita de Partidos Populares (UCRP, Pejotismo de Menem, UCR de De la Rua.) Y esto es alentador, SIEMPRE que el pueblo vota el Régimen (o la Corporación, en dialecto fusiladero) a la larga resulta derrotado, aunque a veces parezca equivocado (o su voto traicionado miserablemente) sabe corregir el rumbo. Esa concepción de país del Régimen, excluye la industrialización propia, en tanto y en cuanto sustituye importaciones de productos producidos en las Metrópolis de turno. Ya consumado el golpe del '76 no creyeron necesario disimular, y recuerdo palabras del creador e inspirador del golpe, José Alfredo Martínez de Hoz que en algún momento expresó "que al país le sobraban habitantes".

Ya desde 1955, y acentuándose en 1968, con la caducidad de la ley 13246 de Arrendamientos, la disminución de los chacareros se fue haciendo notoria, y con ella la disminución de potenciales usuarios de la maquinaria que se fabricaba. Esto también vino junto a la aparición de nuevas tecnologías y mejoramientos genéticos que hicieron aparecer nuevos cultivos que hasta entonces parecían exóticos. Por ejemplo, ya casi nadie recuerda que hasta 1970 aproximadamente el girasol era una rareza experimental en el sur de la Pampa Húmeda, y la soja un cultivo experimental en la zona de Casilda-Venado Tuerto. Que los primeros lotes de soja a nivel demostrativo económico se hicieron en la zona de Tres Arroyos- González Cháves en 1984. No eran sojas transgénicas, sino las comunes, ya desaparecidas cuya genética era nacional. Paralelamente, aparecían los contratistas, no ya los "changarines" de cabotaje sino los de superficies más grandes, y que se movían a grandes distancias, por lo que requerían mayor rapidez de trabajo, por lo tanto había que rediseñar la maquinaria para "agrandarla", que no es tan simple como aparenta a primera vista, sino que implica nuevos cálculos de resistencia de materiales, y a veces nuevos materiales. También un mayor requerimiento de fuerza en los tractores, que debían pasar de los 60/75 HP a la barra de tiro a 100/120 HP (según el tipo de tierra a trabajar cada reja puede necesitar entre 10 y 20 HP). También cada zona tiene sus requerimientos especiales. No es lo mismo sembrar en campos "voladores" del sud y sudoeste de la Provincia de Buenos Aires que en los valles interserranos de Tandil o Balcarce. Lo de los tractores es otro asunto aparte, pero en cuanto a los implementos (o sea todo lo que es arrastrado por el tractor) los fabricantes criollos, siguieron respondiendo al desafío. Ya no eran los viejos intuitivos; seguían siendo intuitivos sus hijos o nietos, pero con título, ya eran Ingenieros Mecánicos y sus primos (los del campo) cuanto menos eran agrónomos o Ingenieros Agrónomos, y la comunicación horizontal entre el usuario y el fabricante seguía tan vigente como al principio. Por ahí, la conversación, en vez de hacerse tomando unos mates al lado de la fragua, se hacía tomando unos mates frente al tablero de dibujo pero el efecto era el mismo. Hasta que en 1976, reapareció el Régimen una vez más, y esta vez venía dispuesto a definitivamente imponer el orden. Por los medios que fueran, el país debía integrarse al concierto de las naciones en el papel que según ellos correspondía. El de proveedor de "commodities".  Y si sobraban 20 o 30 millones de personas, eso no era problema de ellos. Por las dudas hicieron su parte suprimiendo unos 30.000... Debidamente cuotificados, eso sí; al margen de los que estaban "marcados" no podía quedar ninguna población mayor a 2500 habitantes sin algún "desaparecido" de manera que el terror cubriera hasta el último rincón del país. Si nadie andaba en nada "raro" en ese pueblo, ya se vería después. Total de ultima estaba el "en algo andaría" dicho entre susurros hipócritas. Pero me fui del tema.

Los primeros tractores que surcaron la Pampa Húmeda fueron los mismos motores de vapor que movían la trilladoras y desgranadoras de maíz, pero tenían problemas de practicidad en el uso. Tenían una dirección muy rudimentaria lo que hacía necesario utilizarlos en lotes muy grandes, para que tuvieran lugar donde maniobrar en las cabeceras. Se construyeron equipamientos muy rudimentarios que permitían engancharle varios arados, pero no fueron utilizables. Los primeros tractores propiamente dichos aparecieron en los años '20. No diferían mucho en su aspecto de los motores de vapor, solo que tenían motor a explosión. Quemaban un combustible ya desaparecido del mercado que era el kerosén para motores (un intermedio entre el kerosene común y la nafta, que sin embargo se sigue produciendo para un mercado más sofisticado como los aviones de reacción; bajo el nombre más finoli de JP1) cuya marca comercial era Tracto. No hubo fabricación de tractores en la argentina, y en su abrumadora mayoría eran marcas Norteamericanas las que fueron apareciendo. Los primeros en llegar fueron CASE (la misma marca de hoy en día que los finolis de Expoagro llaman QUEIS) y Deering que reemplazaban los motores de vapor en las trilladoras estáticas. John Deere era importado por una empresa que los comercializaba bajo el nombre de Triunfo. Twin City y Massey Harris fueron otros da aquellos primitivos fierros que por ahí puede ver en algún museo... El tractor en la Pampa Húmeda se popularizó de la forma que explique acá  en "Recuerdos de una Politica Nacional" de la mano del IAPI y con la distribución y comercialización interna en muchos casos por las propias Cooperativas Agrícolas. Recién sobre los años '50 se fabricó un tractor en la argentina (Y digo en la argentina y no argentino, porque salvo una marca no hay desarrollo autónomo del tractor en nuestro país). Va estrechamente ligado esto al régimen de promoción de la Industria Automotriz del año 1958. Es decir, la cosa comenzó así. Los primeros tractores se fabricaron en Córdoba por el entonces IAME (el que hacía los Rastrojeros) y era una copia casi fiel del Lanz alemán hecha por aquellos ingenieros y técnicos que vinieron tras el derrumbe de la Alemania Nazi. Se levantó una fábrica en Ferreyra, pero al poco andar, luego del golpe del '55 esta fábrica pasó a ser planta de montaje de tractores FIAT, bajo un régimen de integración paulatina de producción nacional que fue también el principio de la industria Autopartista (nieta directa de los viejos herreros). Ya se había instalado la Kaiser en Córdoba. Lo de FIAT se cumplió al pié de la letra, y unos diez años después, los tractores FIAT se habían integrado en un 99% a producción argentina, a tal punto que solo la bomba de inyección y los inyectores se importaban de Italia. Fue un buen antecedente para el Régimen de Promoción de la Industria del Automotor, como dije de 1958, por la que se levantaron las fábricas como Ford, Fiat Automotores, GM, Peugeot y otras. Se instalaron muchas que no pasaron de plantas de montaje y al no cumplir con las exigencias de integración se fueron desvaneciendo. Bajo este mismo régimen, y específicamente en tractores llegaron John Deere, Hanomag y Deutz, filiales de sus empresas en nuestro país, pero siempre con la característica ya mencionada; fabricar en nuestro país diseños importados. Los únicos tractores de concepción y diseño netamente argentino ¿de dónde podían aparecer? De la Pampa Gringa. y apellido bieeeen gringo: Zanello, ¿El lugar? Las Varillas, un pueblo más entre Villa María y San Francisco (Cba.).   Al llegar el golpe del 76, Martínez de Hoz (su autor intelectual) traía las mismas ideas de la generación del ' 80, es decir, transformar la Argentina en un país agroexportador. Al igual que sus antepasados, tenía su propio Roca, que le armó un genocidio similar.  Ya no era Calfucurá o Namuncurá el enemigo a derrotar, sino el movimiento obrero organizado, y una de las técnicas utilizadas fue destruir la industria promoviendo y facilitando la importación.

Al destruir la Industria, las grandes fábricas (como las de tractores) se reciclaron en importadoras, reduciendo drásticamente sus planteles. Estas industrias dependían de sus casas centrales y las decisiones se tomaban a miles de kilómetros de distancia, así que se cambiaron rápidamente al nuevo esquema y a otra cosa. Las pequeñas industrias del interior, también la pasaron mal. Al principio parecía que todo estaba bien, pero al poco tiempo la circular 1050 de indexación de los créditos comenzó a asfixiarlos. Así la industria de la cosechadora prácticamente desapareció y lo poco que no desapareció quedó en estado vegetativo. Esto tuvo consecuencias sociales por todos conocidas en los grandes centros urbanos, y muy dolorosas en los pequeños, donde los que dirigían la empresa no eran CEO de una multinacional, sino Don José, o Don Pedro, o Don Roque, caracterizados vecinos del pueblo de tercera o cuarta generación de argentinos, ligados estrechamente a su comunidad, a sus instituciones, sus clubes deportivos. Hombres que compartían el trabajo diario y el mameluco con sus trabajadores. Pasada la Dictadura, las condiciones no cambiaron; aquella afirmación de Alfonsín de ir personalmente a levantar las persianas de las fábricas chocó rápidamente con el famoso "Mercado" que con sus golpes bajos minó rápidamente las buenas intenciones. También debe tenerse en cuenta que Alfonsín era demasiado Presidente para la mentalidad de la mayoría de sus partidarios, ya que muchos cuadros municipales y provinciales de la Dictadura se habían nutrido de sus propios partidarios de la UCR, ya totalmente colonizada.

Aun así la pequeña industria del interior siguió resistiendo. Reducida, aplastada por la falta de crédito, funcionando al mínimo, siguieron proveyendo repuestos, haciendo reparaciones, y adecuando implementos a las nuevas realidades. La soja había aparecido, y para quedarse. Las cosechadoras de importación venían de fábrica con plataformas sojeras, pero el parque de máquinas nacionales era abundante. Así fue que hubo que empezar a fabricar plataformas flexibles para las maquinas en uso, y adaptar las sembradoras de grano grueso para el nuevo cultivo. Las sojas eran genéricas (no transgénicas) y obligaban a combatir las malezas en forma mecánica, por lo que también hubo que fabricar escardilladoras de más rendimiento.  Al mismo tiempo, debe recordarse la estrecha ligazón de los autores intelectuales de la Dictadura con la industria siderúrgica proveedora a la que también fue asfixiando en precios, cupos, plazos de pago. Su interés era a dos puntas. Destruir la pequeña industria y al mismo tiempo depreciar la industria siderúrgica argentina para ir preparando las condiciones objetivas para su venta a precio vil.  O sea que nuestros gringos quedaron entre la espada y la pared, pero en sus pueblos. Si bien sus patrimonios personales los ponían a cubierto de las necesidades que podían tener sus trabajadores, tampoco era tanto que les permitiera vivir un exilio dorado con sus fortunas en paraísos fiscales. Algunos de ellos cayeron en las tentaciones de la patria financiera, sobre lo que ya escribí acá hace justo un año. Con lo que terminaron peor de lo que habían empezado (En Tres Arroyos, fue la causa principal de la quiebra de la Fábrica SODE una de las industrias más antiguas de la zona). Algo bueno tenía que suceder dentro de este panorama. De la importación conocimos nuevas tecnologías aplicadas, que a la vuelta de los años, transformarían la industria cuando se pudo empezar de nuevo. La primera conquista del desierto ya fue historiada en lo que se llamó "Posteos de Semana Santa" donde fuimos viendo como el Imperio Británico, organizó nuestra economía con la colaboración indispensable de la clase dirigente argentina que planteó aquello como "civilización". La supresión de los nativos, y la repoblación con inmigrantes, previa escrituración de las tierras productivas en beneficio de esa clase dirigente, fue cumplimentada diligentemente por el Gral. Roca y sus Generales, instaurando un "orden" que sobrevivió por muchos años. Pero en los ' 70, habiendo pasado la segunda guerra mundial, donde el Imperio Británico cedió su primacía a los EEUU, las cosas fueron cambiando el centro de gravedad, y el  complejo militar-industrial que denunciara el Gral. Eisenhower se fue adueñando del mando de las cosas. Había aparecido un nuevo actor, que eran las empresas transnacionales, no había problema en amasijar al Presidente de los EEUU si no se plegaba dócilmente, o sea que esta gente era menos diplomática y más pragmática en el cumplimiento de sus objetivos de imponer un nuevo orden mundial. Si para la generación del ' 80 estorbaban en su camino los nativos, para la generación del ' 70 ahora estorbaban los ex-inmigrantes, o sea los descendientes de aquellos que humedecieron la Pampa Húmeda con sudor y sacrificio en campo ajeno. Que en muchos casos no era más ajeno, ya era propio, con escritura y todo, o sea que no se los podía desalojar así nomás. O sea que hubo que inventar formas más sutiles de sacarlos del medio. Para convertir la Pampa Húmeda en proveedora de commodities y dependiente de la genética y los insumos producidos por las empresas transnacionales,  también había que modificar la escala del negocio. Y para eso, el pequeño y mediano productor era más un estorbo que otra cosa. Los Generales de la Re-conquista fueron los gerentes de la Patria Financiera. Martínez de Hoz, Cavallo, Machinea y demás fueron ejecutando distintas etapas del plan. En lugar de los fusiles Remington y los cañones Krupp de Roca usaron la Ley de Entidades Financieras, y ordenadamente fueron destruyendo los pequeños y medianos productores y con ellos las cooperativas, y los servicios de los pequeños pueblos de campaña. Los principios fundamentales eran los mismos de hacía cien años.

  1) El conocimiento.

  2) La Información.

  3) La existencia de una clase dirigente nativa presta a ponerse a su servicio.

  4) Y la fuerza cuando no había más remedio (en este caso, ni se molestaban en invadir. Para eso cooptaban las FFAA locales)

Esto merecería otra historia, pero a lo que vamos es a la Industria de la Maquinaria, que tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos asimilando las nuevas realidades, o sea comenzando a diseñar y producir maquinaria de mayor capacidad de trabajo. No era lo mismo producir sembradoras para chacras de 300 hectáreas que para contratistas que tenían que sembrar 3000 hectáreas en un plazo de 30 días. Y llegaron los' 90 y con ellos aparecieron las semillas transgénicas, y la siembra directa.

 

El estado Mayor de la Re-Conquista fue afianzando sus avances y cumpliendo sus objetivos. Despoblar la Pampa Húmeda de los pequeños y medianos productores para poder implantar un modelo de agricultura sin agricultores. Ya no eran necesarios para la producción a gran escala. Esto se vino ejecutando por la vía financiera.

Los distintos planes de "estabilización", "lucha contra la inflación" y demás eufemismos (llámense Plan Austral, Tablita Financiera, o Convertibilidad) si bien mantenían tasas de interés nominalmente bajas, la inmovilidad de los precios de la producción hacía que por bajas que fueran se tornaran en inalcanzables para los productores que intentaban actualizar sus máquinas para adaptarse a las nuevas tecnologías.

O sea que el espectro de clientes de los fabricantes de Maquinaria se fue contrayendo. Por otra parte la artificial sobrevaluación del peso impedía encarar la exportación, por lo que ahí prácticamente tocaron fondo nuestros pequeños y medianos industriales. Cabe recordar aquí algo que es cuidadosamente "olvidado" por las inefables cuatro patas de la llamada "Mesa de Enlace". Al 25 de Mayo del 2003 existían juicios por créditos impagos a la Banca con sentencia de remate sobre 40.000 campos de pequeños a medianos. TODOS fueron refinanciados y no se remató ninguna chacra más de ese entonces a la fecha. Que la pesificación ayudó, ¡claro que ayudó!, pero también la decisión política de que tal cosa no sucediera. Las Mujeres Agropecuarias en Lucha dan fe. 

Allá por los años '90 se introdujo la soja transgénica en el panorama, (y medio que entró por la ventana, ya que el Secretario de Agricultura de entonces se "salteó" todos los pasos protocolares que se deben cumplir para la introducción de nuevas semillas en nuestro país. Felipe Solá cumplió su parte...)

En nuestros días, de entre las telarañas de los tallercitos de la Pampa Gringa, resurgieron nuestros gringos, y empezaron a reacomodar sus tantos para encarar el desafío que significaba la siembra directa. Y de yapa con equipos de alto rendimiento. Las recetas básicas eran las mismas del principio; el estrecho contacto, inclusive familiar, de los fabricantes con los usuarios hizo lo suyo, más el aporte de los Técnicos del INTA que aportaron y mucho al asunto hicieron que reapareciera la Industria de la Maquinaria Agrícola. Pero había un problema; los usuarios eran muchos menos, y por más que la frontera agrícola se expandió mucho, esa frontera tiene un techo, que son los límites de nuestro país, y entonces había que empezar a mirar para afuera. El Mercosur era la salida, pero, la Industria Brasilera también tenía eso en la mira. Eso trajo (y trae) sus problemas, pero en la medida que ambos gobiernos sintonizan son fácilmente sorteables, aunque no sin afectar intereses internos, de los importadores de maquinaria brasileña. Pero había un cambio de Modelo, (que aún tiene mucho para recorrer) y eso se va notando.

Viajes oficiales a distintos países con medio avión cargado de Fabricantes van ampliando el panorama, y así nos venimos a enterar de la existencia de Uzbekistán, adonde las cosechadoras argentinas que fabrica Vasalli en Firmat se exportan, tanto como a Ukrania sembradoras de siembra directa. Que Zanello/Pauny instala una planta de armado de tractores en Venezuela. Que los equipos para la industria láctea fabricados en la cuenca lechera de Santa Fe y Córdoba, equipan tambos e industrias en muchas partes del mundo. Pueblos medianos y pequeños con plena ocupación de mano de obra calificada aunque en algunos casos tuvieron que recurrir a torneros, matriceros y soldadores ya jubilados para paliar la falta de nuevos técnicos, por la destrucción de las ENET, e ir enseñando el oficio a los muchachos. Vimos que a los Parques Industriales se les cortaron los yuyos que por unos cuantos años los habían invadido y se poblaban de galpones, y vimos los patios de esos galpones poblarse de maquinaria terminada y lista para despacho. Con sorpresa nos enteramos que se instaló un resguardo aduanero ¡¡en Tres Arroyos!! (Hay otros, pero me remito a este por cuestiones de brevedad) ¿Y para qué? Porque el volumen de exportaciones de las Pequeñas y Medianas industrias del PITA lo hace necesario.

No son tal vez las enormes fábricas que el imaginario trae cuando se habla de "radicación de industria" a nivel de los intendentes lo que traiga la solución. Por ahí hay que pensar en muchas pequeñas industrias radicadas en pueblos de medianos a chicos, las que salven las papas. Finalmente, los acuerdos con Venezuela adonde las exportaciones Argentinas son el puntal principal del renacimiento de nuestra industria de maquinaria Agrícola, que resistió, y sobrevivió, y es el sostén del bienestar de miles de familias trabajadoras, hacen que operaciones baratas como la del "Escándalo de la Embajada Paralela" no hayan hecho más que malquistar a los de la CAFMA, me hacen pensar que no sería descabellado retacear su aporte y presencia a la ExpoAgro. No es parte de la Maquinaria Agrícola, pero también del ingenio mecánico de nuestros "magos". Un sub-producto de aquellas épocas fue el automovilismo deportivo. En Santa Fe y Córdoba florecieron los preparadores de lo que se llamó la "Mecánica Nacional" que en sus expresiones de Fuerza Limitada y Fuerza Libre tuvieron expresiones tan clásicas como las 500 millas de Rafaela (cuando el circuito era de tierra). La provincia de Buenos Aires se apoyó más en el Turismo de Carretera, pero ambas con la característica común de los preparadores de pueblo. No existió pueblo que no tuviera su corredor y el taller donde se preparaba ya fuera el monoplaza o la cupecita.

Esto llevó a logros mecánicos impensados por los propios fabricantes, cuando nuestros preparadores, utilizando motores que tenían una concepción de 20 años atrás y una fuerza de 85 HP de fábrica, le sacaran 200 HP (caso típico: el Ford 59AB de los Emiliozzi, típicos herreros/mecánicos de pueblo) o el Chevrolet cuatro bancadas que Marcos Ciani preparaba en Venado Tuerto). Sin hablar de Fangio (otro mecánico de pueblo) hijo de un albañil italiano, o los Gálvez que aun siendo porteños eran hijos de un inmigrante gallego. Alfredo Pián (de Las Rosas, Santa Fe) José Froilán González (de Arrecifes) Benedicto Campos (de Necochea) en los monoplazas también son exponentes del ingenio mecánico argentino. Sin olvidar a Montalenti y Campetelli un par de gringos riocuartenses que le fabricaron (así, simplemente) un motor a Remigio Caldara con que este conquistara varios campeonatos Argentinos de Fuerza Libre. Entonces no nos puede sorprender que uno de los más afamados preparadores mundiales, consultor de los fabricantes de F1 internacional sea un Rafaelino, afincado en Alta Gracia; de Oreste Berta estoy hablando. O que las válvulas de los motores Ferrari y McLaren Mercedes sean fabricadas por Edison Valsagna (que tiene la fábrica en Rafaela, donde nació y vive), o que los árboles de levas los haga "Chiquito" Bayerque en Tandil. Material humano tenemos y de sobra. El Modelo agroexportador los excluye. Inclusive, en su necedad he llegado a escuchar que "es raro que no se hayan ido del país". No es raro, para ellos la industria, y la creación de mano de obra es un "gasto". Su modelo no necesita de más de diez millones de habitantes. Los otros 30 millones sobran.  Nada menos que eso es lo que se está jugando...

 

La capacidad inventiva de los hombres al interior de la pampa tal vez llegue a su máximo exponente con Don Augusto Cicaré, emprendedor, mecánico e ingeniero sin título que ni siquiera terminó la primaria. Sin el debido reconocimiento, sin dudas Cicaré (y su empresa familiar, una verdadera Pyme) son parte de la historia de la aviación, y a lo que helicópteros se refiere, referentes mundiales. Hoy Cicaré S.A. produce cuatro modelos propios y está desarrollando el quinto. Los helicópteros que fabrica son el monoplaza CH-7 y el biplaza CH-12. Además desarrolló el CH-6, un vehículo volador no tripulado de uso militar, un tipo de vehículo fabricado por un selecto grupo de empresas en el mundo. Pero tal vez su joya de ingeniería más reconocida es el SVH-3, una verdadera invención argentina, único entrenador en su tipo donde el aparato no puede despegar más de 2 metros pero sí realizar los movimientos que un helicóptero hace en vuelo. También desarrolló el sistema de abastecimiento de GNC para motores de ciclo diesel, no demasiado difundido aún, lamentablemente.

Durante años y años el estado argentino, ya sea provincias o nación, le dio la espalda a Cicaré comprando material aéreo extranjero. Los Robinson de la Bonaerense de Duhalde tal vez sean los más recordados. Sin embargo, durante el gobierno de Néstor, en 2006, Ejército y Cicaré comenzaron el desarrollo del proyecto tal vez más ambicioso de la industria militar regional de los últimos años, el helicóptero Cicaré CH-14.

 


*Antonio Diez (El Mayolero), (1942-2020) Periodista, Escritor, Ensayista, columnista del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del Sujeto Agrario, ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido Intransigente

 


Comentarios

  1. Muy interesante artículo; en línea con el mismo comparto información sobre la publicación de "Memorias de una Industria Argentina - Recordando con Enzo Rotania" (Homosapiens Editorial, 2020).
    https://www.youtube.com/watch?v=eyXCn7PHcW0&t=2s
    homosapiens.com.ar/#!/producto/1131/
    Cordiales saludos.

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