Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II Nro. 32 Los Fierros de la Pampa Gringa - Ensayo – Por Antonio Diez, El Mayolero
Fuente:
El Fusilado
http://elblogdelfusilado.blogspot.com/
O el origen de la industria de la
Maquinaria Agrícola en nuestro país. Año 2010
Cuando
llegaron los inmigrantes a "humedecer" la Pampa como ya lo
desarrollamos hace un tiempo acá,
el esquema de la división internacional del trabajo que Canning había
explicado en aquello de "América del Sur será la granja del mundo e
Inglaterra su taller", daba como para que por lógica
los implementos agrícolas fueran importados.
Cuidadosamente,
nuestros recursos mineros eran ocultados y desalentada su explotación, en tanto
y en cuanto no sirviera para alimentar el "taller". A tal punto
era la cosa, que los aranceles aduaneros castigaban al hierro en bruto (para
fundir acá) y beneficiaban al hierro elaborado, por lo que en algunas épocas
era más barato importar el producto terminado que importar los materiales en
bruto para industrializarlo acá. (Recordemos que la primera colada de
hierro argentino fue en 1944 en Zapla). No obstante, los ingeniosos
inmigrantes también tenían herreros y gente del oficio, que comenzaron a
reparar aquellos implementos agrícolas importados. Y
aquellos implementos, a veces habían sido diseñados y fabricados
para otras realidades que no coincidían con la realidad geográfica de
nuestras inmensas dimensiones. Por lo que a veces a nivel de chacra se
empezaron a hacer modificaciones o reformas, generalmente por los propios
usuarios. Familias grandes, campos chicos, mano de obra había e ingenio no
faltaba, y era rara la chacra que no tuviera los elementos mínimos (fragua,
bigornia) de una pequeña herrería como para afilar rejas o hacer algunas
reparaciones mínimas.
Por ahí alguno
de la familia era más hábil y así, para incrementar ingresos, hacía algún trabajo
para sus vecinos. Al crecer las familias, había que buscar de ampliar
el horizonte económico que tenía dos caminos. O conseguir otro campo para la
nueva familia que se iba formando, o cambiar de ramo. Y ahí venia que
el "entendido" o el "herrero" se trasladaba al pueblo cercano
y abría su taller (que generalmente se iniciaba bajo el título de
Herrería y Carpintería (carpintería rural: tranqueras de madera, ruedas de
carro). Motores había pocos. El de la cosechadora y los pocos
automotores (Ford T, Chevrolet, de factura Norteamericana), eran elementales por lo que la mecánica
automotor era bastante fácil de asimilar. ¿Cómo pasamos de aquello, a tener una
industria metalúrgica con capacidad competitiva a nivel
internacional? Tiene sus pasos intermedios, y los iremos desgranando de a
poco para no aburrir, pero hay una cosa a tener en cuenta, y es que desde un
principio los chacareros y los herreros de pueblo (el embrión de la Industria
de Maquinaria Agrícola con proyección internacional que tenemos hoy) fueron
hermanados, a veces en el sentido literal de la palabra, y otras por la ligazón
de ser parte de las mismas familias inmigrantes de la misma colonia. Entendámonos;
no estoy hablando de grandes concentraciones urbanas, sino de pequeñas
comunidades rurales, apenas ciudades, y algunas solamente pueblos.
Excluyendo
las grandes ciudades, posiblemente Tandil y Tres Arroyos hayan sido
los únicos centros urbanos medianos del interior con establecimientos
que se puedan llamar industrias metalúrgicas por su volumen de
producción y su nivel de empleos generados. Esto al sur de la Pampa Húmeda. Río
Cuarto, Villa María, San Francisco en Córdoba y Venado Tuerto en Santa Fe
serían sus equivalentes en la llamada Pampa Gringa de Santa Fe y
Córdoba. Sin embargo, la verdadera industria de la
maquinaria agrícola tuvo y tiene la característica de
haberse desarrollado en pueblos chicos, que en muchos casos crecieron alrededor
de esos "talleres grandes" que siendo fuente de trabajo para 40 o 50
personas son los que han mantenido los pueblos vivos al irse despoblando la
actividad rural.
Cuando
se fueron adoptando políticas de sustitución de importaciones
(algunas forzadas por las guerras mundiales, otras por las crisis, sobre todo
la del '30) aquellas herrerías primitivas tuvieron que afrontar el desafío de
hacer que todo siguiera en marcha, y además afrontar la sustitución
de equipamiento que se agotaba. Hasta mediados de los años '20, la
trilla se hacía con máquinas trilladoras llamadas "estáticas" que se
instalaban en el lote a trillar, y accionadas por motores de vapor desgranaban
y embolsaban el cultivo, que previamente se había cortado y atado en gavillas,
y luego emparvado. Recién en esos años aparecen las
primeras cosechadoras "de
arrastre" también llamadas "corta y trilla" que
efectuaban en una sola operación el mismo proceso de desgranar, separar y
embolsar el grano. Esto tuvo una consecuencia social muy importante en cuanto a
la mano de obra empleada ya que la trilladora necesitaba una dotación mínima de
20 hombres y la cosechadora solo empleaba tres, mas tres bolseros que
levantaban las bolsas del rastrojo y estibaban, o sea, que unos 14 hombres
quedaban sin ocupación. También hay que considerar que las diferencias entre la
Pampa Gringa y el sur (digamos grosso modo que el Sur es al sur de la Sierra de
Tandil) son importantes en cuanto a la dimensión de las unidades
productivas. Entonces los campos de las colonias del Norte tenían unas 60
a 80 hectáreas, cuando en el Sur lo mínimo era de 100 hectáreas,
siendo la mayoría de entre 300 a 500 hectáreas. Esto marcaba
varias diferencias, por ejemplo, en el sur había por lo menos una
cosechadora por chacra, y en muchas más de una. Y
la receptividad familiar era mayor ya que en
la chacra mixta (como en el norte el tambo) había más lugar y
actividad para las familias que se agrandaban. Otro de los elementos a
considerar es que por entonces los trabajos se hacían con tracción a
sangre. Recién en la década el '20 aparecieron los primeros tractores, que
vinieron como complemento de las trilladoras sustituyendo los motores
de vapor. Los implementos de arada y siembra estaban diseñados y construidos
para tracción a sangre. Para la fuerza y el paso de caballos.
Así
fue que aquellos ingeniosos herreros de pueblo se abocaron (junto a sus
hermanos o amigos) a construir nuevos implementos ya más adaptados a
la realidad del tractor que empezaba a aparecer, que permitía hacer rendir más
el trabajo y sustituir (aunque fuera en parte) los caballos de tiro, lo que a
la vez redundaba en mayor superficie sembrable dentro del mismo
campo, ya que no había que darles de comer a los caballos. En el
norte la ecuación económica no cerraba para una cosechadora por chacra,
por lo que el Maquinista de la trilladora se transformó en
"changarin" que es el antepasado del actual Contratista de cosecha
que ha deslumbrado a Manuel “El Coronel” con su tecnología días atrás.
Y así seguiremos viendo como en un pueblo de Santa Fe se inventó la cosechadora
automotriz. Y aparecieron los arados de 4 y 5 rejas.
Lo
bueno del caso es que estas trasformaciones fueron absorbiendo esa mano de obra
que quedaba vacante (no toda por supuesto, pero buena parte)
consolidando tal vez sin pensarlo un arraigo en pequeñas comunidades,
y un desarrollo más armónico de éstas. Aparte de un crecimiento tecnológico más
autónomo que años más adelante permitió afrontar desafíos más complejos, que
seguiremos tratando de explicar, más para los cumpas de las grandes
ciudades que desconocen estos detalles, y los de las medianas ciudades que
sueñan con grandes industrias radicándose en sus pagos como solución
que a veces se transforma en quimera, cuando por ahí apuntando más
abajo se consigue algo más útil con los elementos que se disponen. Algo
de eso fue el nudo de la charla que mantuvimos hace poco con los amigos
de Dorrego, pero bueno, seguiremos con esta historia de la Industria de la
maquinaria Agrícola que ahora talla en grande en todo el mundo
compitiendo con los grandes monstruos transnacionales desde pueblos
de veinte mil habitantes, perdidos en la Pampa Gringa.
Todo
lo que veníamos diciendo anteriormente fue hecho en forma espontánea. No hubo
una política nacional que lo impulsara, fueron creciendo como los
hongos después de la lluvia de verano. Medio sin darse cuenta, la
cosa estaba, y ahora recuerdo haber posteado hace más de un año
"Recuerdos de una Política Nacional", que creo importante
releer para ir entendiendo lo que pudieron hacer aquellos gringos (y gallegos,
y alemanes, y criollos también) cuando se puso en práctica
una política nacional.
Aquí está
lo que dijimos
entonces:
Allá por
la posguerra (de la 2° Guerra Mundial) toda la producción de granos
de la Argentina se embolsaba. En envases textiles de arpillera de yute. El yute
es una fibra vegetal que se cultiva en la India. De allí se llevaba a
Inglaterra, donde se hilaba y se tejía, y se traía a la Argentina en
rollos. Aquí se cortaba y se confeccionaba la bolsa, que
con algunas diferencias en la densidad de la trama y el corte daba una bolsa en
la que entraban unos 60 kilos, ya fuera de avena, cebada, trigo o lino. La
empresa que se dedicaba a esos menesteres creo que era CAET (Compañía Argentina
de Envases Textiles), empresa de Bunge y Born. Según como
vinieran los "términos de intercambio" en algunos momentos el envase
superaba en valor al contenido. En estos casos se utilizaba el sistema de
"bolsa vuelta" lo que significaba que el
comprador devolvía el envase. Los roedores hacían desastres por lo
que había que remendarlas en muchas ocasiones. No eran
impermeables por lo que no se podían dejar a la intemperie, pero bueno, era lo
que había. Fuente de trabajo en las chacras y las estaciones donde
multitudes de estibadores y bolseros se movían en épocas de cosecha.
Curioso;
pero muy pocas cosechadoras se importaron. ¿Y por qué? Porque en 1925 en
nuestro país, Rotania diseñó y puso en marcha la primera cosechadora
Autopropulsada del mundo (que se ha restaurado y guardado cuidadosamente en
Sunchales, creo).
Y
en 1932 Miguel Druetta diseñó la cosechadora automotriz tal cual la conocemos
hoy y la produjo en serie con sus socios Rossatti y Cristófaro (RYCSA), o sea
que en esa tecnología estábamos a la vanguardia del mundo, por lo que el BI
financió y los gringos cordobeses y santafecinos crearon fábricas de
cosechadoras hasta la redundancia. Esto iba absorbiendo mano de obra de todo
pelaje (otra no había) con lo que el bolsero changarín pasó a peón metalúrgico,
y por ahí en un curso por correspondencia se calificaba como tornero, y su
hijo, ya iba a la escuela técnica. Esto comenzó a ralear la mano de obra rural,
y recuerdo que allá por 1950 hubo que apelar al Ejercito para la juntada de
maíz ya que la cosecha podía llegar a perderse por falta de junta dores. "Culpa
de Perón" decían entonces; "amontonan a la gente en las ciudades,
para poder manejarles el voto". O sea que las mentes brillantes que hablan
de clientelismo electoral no han descubierto nada nuevo. Habría que avisarles a
algunos que el agujero del mate hace mucho que se conoce, así como que hay que
tenerlo con el agujero para arriba para que no se le caiga la yerba....
Todo por la apropiación estatal de la plusvalía de los granos. Ya por 1953,
pasada la sequía del '52, la situación de escasez de mano de obra se iba
agravando, con lo que alguien dijo ¿y si reemplazamos la bolsa por el granel? Y
vuelta a la misma probada receta; IAPI importando chapa y maquinas -herramientas,
Banco Industrial financiando Fabricas de silos metálicos, y Banco Nación
financiando a los chacareros la compra de las plantas de silos-chacra.
En
la campaña 53/54 se vieron los primeros, que fabricados en Tres Arroyos eran de
chapa negra pintados color naranja. Al año siguiente ya salieron galvanizados y
hasta ahora, que el silo-bolsa vino a revolucionar el ambiente.
Reglas
sencillas:
1) Apropiación estatal
de la plusvalía
2) Sustitución de importaciones
3) Reconversión de mano de obra
4) Mejoramiento del nivel de ingresos de la clase obrera
5) Por consecuencia ampliación del mercado interno.
Una
pregunta boluda? ¿Por qué cuando algunos hablan de mercado automáticamente
hablan del Mercado Externo como si el mercado interno no tuviera importancia?
¿Será por aquella zoncera de "el granero del mundo"?
Si
siguió hasta aquí habrá notado que cuando hubo una Política Nacional
integral que abarcara los recursos y la distribución de los mismos la Industria
de la maquinaria Agrícola tuvo una expansión considerable, pero
tenía un punto débil que era su dependencia de insumos básicos
importados por el IAPI. El arrabio, que es el hierro en bruto
salido del alto horno, que es el insumo básico para el horno de fundición,
era provisto por Altos Hornos Zapla, pero faltaba el siguiente paso que se
venía levantando en San Nicolás que era la trasformación de ese hierro en bruto
en perfilería apta para la industria. La planchuela, el hierro U, el
T, el doble T, el redondo trafilado debían salir de la
Acería de SOMISA, según la visión del Gral. Manuel Nicolás
Savio, el gran artífice de la Industria Pesada. La llamada Revolución
Libertadora no vino precisamente para impulsar el desarrollo industrial, sino
todo lo contrario. Su modelo de país era (igual que hoy los sectores
reaccionarios que estuvieron detrás del embrión de golpe del 2008, y
el llamado Grupo A en el Congreso) un país agroexportador, e importador de
productos elaborados, o sea que de Canning para acá siguen igual. No
tuvieron mucho tiempo, sólo para demorar la culminación del Complejo
de San Nicolás. Balbín y el resto de la UCR(P) lo convencieron
a Aramburu que llamara a elecciones. Ese
proceso político es otra historia, pero haciéndola corta,
no caminó.
La UCR se
dividió y merced al pacto Perón-Frondizi gestionado por Rogelio
Frigerio, se impuso la UCRI y su visión desarrollista, continuó
la puesta en marcha de la Acería de San Nicolás y por consecuencia, la
industria de la Maquinaria Agrícola comenzó a tener un abastecimiento
regular y fluido de la materia prima necesaria para su trabajo. Las chacras
estaban pobladas y requerían más y mejores maquinarias, el Banco Nación y los
Bancos oficiales (Banco Industrial incluido) con sus líneas de crédito seguían
atendiendo a ambas puntas del negocio. El IAPI ya había desaparecido, así
como el monopolio estatal del comercio exterior, y los agentes del
endeudamiento internacional estaban activos, sin embargo, se les ponía difícil
retornar a la visión agroexportadora. Tanto que sólo con una sangrienta dictadura
del '76 en adelante, pudieron concretar sus propósitos. Mucho se habla del
"Consenso de Washington", pero yo particularmente entiendo que
sin él hubiera sido lo mismo. Aquí teníamos suficientes "gerentes
coloniales" que antes del consenso tenían esa visión del país. En
1962 se había introducido el germoplasma mejicano en los
trigos argentinos y consecuentemente se comenzó a emplear
la fertilización en trigo. Esto ya lo he comentado en otros artículos,
como una decisión política errónea, ya que nos hizo perder la
calidad, que era el sello distintivo de los trigos argentinos, para
reemplazarla por cantidad de una producción que otros países ya
tenían. La política comercial de la Junta Nacional de Granos, al no
diferenciar calidad y premiarla, hizo que los productores tuviéramos que
seguir la corriente. Aunque algunos advirtiéramos que no existía
capacidad de transporte y embarque por problemas de infraestructura
ferroviaria, vial y portuaria, la cosa siguió. Nuestros gringos industriales se
adaptaron rápidamente a los nuevos tiempos y comenzaron a producir equipos para
fertilizar, y agrandar la capacidad de trabajo de las cosechadoras para poder
procesar volúmenes de grano impensados para sus diseños originales. Aquellas
primitivas herrerías se habían transformado en fábricas medianas que
curiosamente seguían radicadas en aquellos pueblos del interior. Dato curioso;
la única fábrica de cosechadoras que estaba en el Gran Buenos Aires, en
Ciudadela, era RYCSA, la empresa del creador de la cosechadora autopropulsada
moderna, Don Miguel Druetta. Las demás todas en el interior, y sobre todo, en
Santa Fe y Córdoba. Curiosamente en el Sur, no se produjeron cosechadoras.
Solamente EIMA en Tres Arroyos lo intentó, pero no pasó de un prototipo. Esta
empresa se especializó en la construcción de plantas de silos, ya fueran los
simples de chacra, o plantas grandes de almacenaje, de las que llegó a exportar
llave en mano hasta a Egipto (¡¡!!). En algunas otras notas he explicado
el origen de los fenómenos económicos y sociales
que después de 1955 fueron afectando ese mundo "interior".
Es decir en el fondo de todos esos hechos siempre estaba presente la puja entre
dos modelos de país. Siempre, de una u otra forma, aparecía el Régimen con su
concepción de "Granero del Mundo" exportador de commodities (ahora
las llaman así, pero es lo mismo) enfrentando a la Causa de una concepción más
igualitaria o sea de un país para todos. Lo que se debe tener en cuenta es que
desde 1912 (o sea un siglo) que comenzó a aplicarse la Ley Sáenz Peña, el
Régimen solo pudo gobernar por medio de golpes de estado (1930, 1955, 1966,
1976) elecciones fraudulentas (1932/1943) o colonización parásita de Partidos
Populares (UCRP, Pejotismo de Menem, UCR de De la Rua.) Y esto es alentador,
SIEMPRE que el pueblo vota el Régimen (o la Corporación, en dialecto
fusiladero) a la larga resulta derrotado, aunque a veces parezca equivocado (o
su voto traicionado miserablemente) sabe corregir el rumbo. Esa concepción de
país del Régimen, excluye la industrialización propia, en tanto y en cuanto
sustituye importaciones de productos producidos en las Metrópolis de turno. Ya
consumado el golpe del '76 no creyeron necesario disimular, y recuerdo palabras
del creador e inspirador del golpe, José Alfredo Martínez de Hoz que en algún
momento expresó "que al país le sobraban habitantes".
Ya
desde 1955, y acentuándose en 1968, con la caducidad de la ley 13246 de
Arrendamientos, la disminución de los chacareros se fue haciendo notoria, y con
ella la disminución de potenciales usuarios de la maquinaria que se fabricaba.
Esto también vino junto a la aparición de nuevas tecnologías y mejoramientos
genéticos que hicieron aparecer nuevos cultivos que hasta entonces parecían exóticos.
Por ejemplo, ya casi nadie recuerda que hasta 1970 aproximadamente el girasol
era una rareza experimental en el sur de la Pampa Húmeda, y la soja un cultivo
experimental en la zona de Casilda-Venado Tuerto. Que los primeros lotes de
soja a nivel demostrativo económico se hicieron en la zona de Tres Arroyos-
González Cháves en 1984. No eran sojas transgénicas, sino las comunes, ya
desaparecidas cuya genética era nacional. Paralelamente, aparecían los
contratistas, no ya los "changarines" de cabotaje sino los de
superficies más grandes, y que se movían a grandes distancias, por lo que
requerían mayor rapidez de trabajo, por lo tanto había que rediseñar la
maquinaria para "agrandarla", que no es tan simple como aparenta a
primera vista, sino que implica nuevos cálculos de resistencia de materiales, y
a veces nuevos materiales. También un mayor requerimiento de fuerza en los
tractores, que debían pasar de los 60/75 HP a la barra de tiro a 100/120 HP
(según el tipo de tierra a trabajar cada reja puede necesitar entre 10 y 20
HP). También cada zona tiene sus requerimientos especiales. No es lo mismo
sembrar en campos "voladores" del sud y sudoeste de la Provincia de
Buenos Aires que en los valles interserranos de Tandil o Balcarce. Lo de los
tractores es otro asunto aparte, pero en cuanto a los implementos (o sea todo
lo que es arrastrado por el tractor) los fabricantes criollos, siguieron
respondiendo al desafío. Ya no eran los viejos intuitivos; seguían siendo
intuitivos sus hijos o nietos, pero con título, ya eran Ingenieros Mecánicos y
sus primos (los del campo) cuanto menos eran agrónomos o Ingenieros Agrónomos,
y la comunicación horizontal entre el usuario y el fabricante seguía tan
vigente como al principio. Por ahí, la conversación, en vez de hacerse tomando
unos mates al lado de la fragua, se hacía tomando unos mates frente al tablero
de dibujo pero el efecto era el mismo. Hasta que en 1976, reapareció el Régimen
una vez más, y esta vez venía dispuesto a definitivamente imponer el orden. Por
los medios que fueran, el país debía integrarse al concierto de las naciones en
el papel que según ellos correspondía. El de proveedor de
"commodities". Y si sobraban 20 o 30 millones de personas, eso
no era problema de ellos. Por las dudas hicieron su parte suprimiendo unos
30.000... Debidamente cuotificados, eso sí; al margen de los que estaban
"marcados" no podía quedar ninguna población mayor a 2500 habitantes
sin algún "desaparecido" de manera que el terror cubriera hasta el último
rincón del país. Si nadie andaba en nada "raro" en ese pueblo, ya se
vería después. Total de ultima estaba el "en algo andaría" dicho
entre susurros hipócritas. Pero me fui del tema.
Los
primeros tractores que surcaron la Pampa Húmeda fueron los mismos motores de
vapor que movían la trilladoras y desgranadoras de maíz, pero tenían
problemas de practicidad en el uso. Tenían una dirección muy
rudimentaria lo que hacía necesario utilizarlos en lotes muy grandes, para que
tuvieran lugar donde maniobrar en las cabeceras. Se
construyeron equipamientos muy rudimentarios que permitían engancharle
varios arados, pero no fueron utilizables. Los primeros tractores propiamente
dichos aparecieron en los años '20. No diferían mucho en su aspecto de los
motores de vapor, solo que tenían motor a explosión. Quemaban un combustible ya
desaparecido del mercado que era el kerosén para motores (un intermedio entre
el kerosene común y la nafta, que sin embargo se sigue produciendo para un
mercado más sofisticado como los aviones de reacción; bajo el nombre más finoli
de JP1) cuya marca comercial era Tracto. No hubo fabricación de tractores en la
argentina, y en su abrumadora mayoría eran marcas Norteamericanas las que
fueron apareciendo. Los primeros en llegar fueron CASE (la misma marca de hoy
en día que
los finolis de Expoagro llaman QUEIS)
y Deering que reemplazaban los motores de vapor en las trilladoras
estáticas. John Deere era importado por una empresa que los
comercializaba bajo el nombre de Triunfo. Twin City y Massey
Harris fueron otros da aquellos primitivos fierros que
por ahí puede ver en algún museo... El tractor en la Pampa
Húmeda se popularizó de la forma que explique acá en "Recuerdos
de una Politica Nacional" de la mano
del IAPI y con la distribución y comercialización interna en muchos
casos por las propias Cooperativas Agrícolas. Recién sobre los años
'50 se fabricó un tractor en la argentina (Y digo en la argentina y no
argentino, porque salvo una marca no hay desarrollo autónomo del tractor en
nuestro país). Va estrechamente ligado esto al régimen de promoción de
la Industria Automotriz del año 1958. Es decir, la cosa comenzó así. Los
primeros tractores se fabricaron en Córdoba por el entonces IAME (el
que hacía los Rastrojeros) y era una copia casi fiel
del Lanz alemán hecha por aquellos ingenieros y técnicos que vinieron
tras el derrumbe de la Alemania Nazi. Se levantó una fábrica en Ferreyra,
pero al poco andar, luego del golpe del '55 esta fábrica pasó a ser planta de
montaje de tractores FIAT, bajo un régimen de integración paulatina de
producción nacional que fue también el principio de la industria Autopartista
(nieta directa de los viejos herreros). Ya se había instalado la Kaiser en
Córdoba. Lo de FIAT se cumplió al pié de la letra, y unos diez años después,
los tractores FIAT se habían integrado en un 99% a producción argentina, a tal
punto que solo la bomba de inyección y los inyectores se importaban de Italia. Fue
un buen antecedente para el Régimen de Promoción de la Industria del Automotor,
como dije de 1958, por la que se levantaron las fábricas como Ford, Fiat
Automotores, GM, Peugeot y otras. Se instalaron muchas que no pasaron de
plantas de montaje y al no cumplir con las exigencias de integración se fueron
desvaneciendo. Bajo este mismo régimen, y específicamente en tractores llegaron
John Deere, Hanomag y Deutz, filiales de sus empresas en nuestro país, pero
siempre con la característica ya mencionada; fabricar en nuestro país diseños
importados. Los únicos tractores de concepción y diseño netamente argentino ¿de
dónde podían aparecer? De la Pampa Gringa. y apellido bieeeen gringo: Zanello,
¿El lugar? Las Varillas, un pueblo más entre Villa María y San Francisco
(Cba.). Al llegar el golpe del 76, Martínez de Hoz (su autor
intelectual) traía las mismas ideas de la generación del ' 80, es decir,
transformar la Argentina en un país agroexportador. Al igual que sus
antepasados, tenía su propio Roca, que le armó un genocidio similar. Ya
no era Calfucurá o Namuncurá el enemigo a derrotar, sino el
movimiento obrero organizado, y una de las técnicas utilizadas fue destruir la
industria promoviendo y facilitando la importación.
Al
destruir la Industria, las grandes fábricas (como las de tractores) se
reciclaron en importadoras, reduciendo drásticamente sus planteles. Estas
industrias dependían de sus casas centrales y las decisiones se tomaban a miles
de kilómetros de distancia, así que se cambiaron rápidamente al
nuevo esquema y a otra cosa. Las pequeñas industrias del
interior, también la pasaron mal. Al principio parecía que todo
estaba bien, pero al poco tiempo la circular 1050 de indexación de los créditos
comenzó a asfixiarlos. Así la industria de la
cosechadora prácticamente desapareció y lo poco que no desapareció
quedó en estado vegetativo. Esto tuvo consecuencias sociales por todos
conocidas en los grandes centros urbanos, y muy dolorosas en los pequeños,
donde los que dirigían la empresa no eran CEO de
una multinacional, sino Don José, o Don Pedro, o Don Roque, caracterizados
vecinos del pueblo de tercera o cuarta generación de argentinos, ligados
estrechamente a su comunidad, a sus instituciones, sus clubes deportivos.
Hombres que compartían el trabajo diario y el mameluco con
sus trabajadores. Pasada la Dictadura, las condiciones no cambiaron;
aquella afirmación de Alfonsín de ir personalmente a
levantar las persianas de las fábricas chocó rápidamente con el famoso
"Mercado" que con sus golpes bajos minó rápidamente las buenas
intenciones. También debe
tenerse en cuenta que Alfonsín era demasiado Presidente para la mentalidad
de la mayoría de sus partidarios, ya que muchos cuadros municipales
y provinciales de la Dictadura se habían nutrido de sus propios
partidarios de la UCR, ya totalmente colonizada.
Aun
así la pequeña industria del interior siguió resistiendo. Reducida, aplastada
por la falta de crédito, funcionando al mínimo,
siguieron proveyendo repuestos, haciendo reparaciones, y
adecuando implementos a las nuevas realidades. La
soja había aparecido, y para quedarse. Las cosechadoras de
importación venían de fábrica con plataformas sojeras, pero el parque de
máquinas nacionales era abundante. Así fue que hubo que empezar a fabricar
plataformas flexibles para las maquinas en uso, y adaptar las sembradoras de
grano grueso para el nuevo cultivo. Las sojas eran genéricas
(no transgénicas) y obligaban a combatir las malezas en forma mecánica,
por lo que también hubo que fabricar escardilladoras de más
rendimiento. Al mismo tiempo, debe recordarse la
estrecha ligazón de los autores intelectuales de la Dictadura con la
industria siderúrgica proveedora a la que también fue asfixiando en
precios, cupos, plazos de pago. Su interés era a dos puntas. Destruir
la pequeña industria y al mismo tiempo depreciar la
industria siderúrgica argentina para ir preparando las condiciones
objetivas para su venta a precio vil. O sea que nuestros gringos quedaron
entre la espada y la pared, pero en sus pueblos. Si bien sus patrimonios
personales los ponían a cubierto de las necesidades que podían tener
sus trabajadores, tampoco era tanto que les permitiera vivir un exilio
dorado con sus fortunas en paraísos fiscales. Algunos de ellos cayeron en las
tentaciones de la patria financiera, sobre lo que ya escribí acá hace
justo un año. Con lo que terminaron peor de lo que habían empezado
(En Tres Arroyos, fue la causa principal de la quiebra de la
Fábrica SODE una de las industrias más antiguas de la zona). Algo
bueno tenía que suceder dentro de este panorama. De la importación conocimos
nuevas tecnologías aplicadas, que a la vuelta de los años, transformarían
la industria cuando se pudo empezar de nuevo. La primera conquista del desierto
ya fue historiada en lo que se llamó "Posteos
de Semana Santa" donde fuimos viendo como el
Imperio Británico, organizó nuestra economía con la colaboración indispensable
de la clase dirigente argentina que planteó aquello como
"civilización". La supresión de los nativos, y la repoblación con
inmigrantes, previa escrituración de las tierras productivas en beneficio de
esa clase dirigente, fue cumplimentada diligentemente por el Gral. Roca y sus
Generales, instaurando un "orden" que sobrevivió por muchos años. Pero
en los ' 70, habiendo pasado la segunda guerra mundial, donde el Imperio
Británico cedió su primacía a los EEUU, las cosas fueron cambiando el centro de
gravedad, y el complejo militar-industrial que denunciara el Gral.
Eisenhower se fue adueñando del mando de las cosas. Había aparecido un nuevo
actor, que eran las empresas transnacionales, no había problema
en amasijar al Presidente de los EEUU si no se
plegaba dócilmente, o sea que esta gente era menos diplomática y más
pragmática en el cumplimiento de sus objetivos de imponer un nuevo
orden mundial. Si para la generación del ' 80 estorbaban en su camino los
nativos, para la generación del ' 70 ahora estorbaban los ex-inmigrantes,
o sea los descendientes de aquellos que humedecieron la
Pampa Húmeda con sudor y sacrificio en campo ajeno. Que en muchos
casos no era más ajeno, ya era propio, con escritura y todo, o sea que no se
los podía desalojar así nomás. O sea que hubo que inventar formas más sutiles
de sacarlos del medio. Para convertir la Pampa Húmeda en proveedora
de commodities y dependiente de la genética y
los insumos producidos por las
empresas transnacionales, también había que modificar la
escala del negocio. Y para eso, el pequeño y mediano productor era más un
estorbo que otra cosa. Los Generales de la Re-conquista fueron los gerentes de
la Patria Financiera. Martínez de Hoz, Cavallo, Machinea y demás
fueron ejecutando distintas etapas del plan. En lugar de los fusiles
Remington y los cañones Krupp de Roca usaron la Ley de Entidades Financieras, y
ordenadamente fueron destruyendo los pequeños y medianos productores y con
ellos las cooperativas, y los servicios de los pequeños pueblos de campaña. Los
principios fundamentales eran los mismos de hacía cien años.
1)
El conocimiento.
2)
La Información.
3)
La existencia de una clase dirigente nativa presta a ponerse a su servicio.
4)
Y la fuerza cuando no había más remedio (en este caso, ni se molestaban en
invadir. Para eso cooptaban las FFAA locales)
Esto
merecería otra historia, pero a lo que vamos es a la Industria de la
Maquinaria, que tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos asimilando las nuevas
realidades, o sea comenzando a diseñar y producir maquinaria de mayor capacidad
de trabajo. No era lo mismo producir sembradoras para chacras de 300
hectáreas que para contratistas que tenían que sembrar 3000 hectáreas en un
plazo de 30 días. Y llegaron los' 90 y con ellos aparecieron las semillas
transgénicas, y la siembra directa.
El
estado Mayor de la Re-Conquista fue afianzando sus avances y cumpliendo
sus objetivos. Despoblar la Pampa Húmeda de los pequeños y medianos productores
para poder implantar un modelo de agricultura sin agricultores. Ya no eran
necesarios para la producción a gran escala. Esto se vino ejecutando por la vía
financiera.
Los
distintos planes de "estabilización", "lucha contra la
inflación" y demás eufemismos (llámense Plan
Austral, Tablita Financiera, o Convertibilidad) si bien mantenían
tasas de interés nominalmente bajas, la inmovilidad de los
precios de la producción hacía que por bajas que fueran se tornaran en inalcanzables
para los productores que intentaban actualizar sus máquinas para adaptarse a
las nuevas tecnologías.
O
sea que el espectro de clientes de los fabricantes de Maquinaria
se fue contrayendo. Por otra parte la
artificial sobrevaluación del peso impedía encarar la exportación,
por lo que ahí prácticamente tocaron fondo nuestros pequeños y
medianos industriales. Cabe recordar aquí algo que
es cuidadosamente "olvidado" por las inefables cuatro patas
de la llamada "Mesa de Enlace". Al 25 de Mayo del 2003 existían juicios
por créditos impagos a la Banca con sentencia de remate sobre 40.000
campos de pequeños a medianos. TODOS
fueron refinanciados y no se remató ninguna chacra más de
ese entonces a la fecha. Que la pesificación ayudó, ¡claro que
ayudó!, pero también la decisión política de que tal cosa no
sucediera. Las Mujeres Agropecuarias en Lucha dan fe.
Allá por
los años '90 se introdujo la soja transgénica en el panorama, (y
medio que entró por la ventana, ya que el Secretario de Agricultura de entonces
se "salteó" todos los pasos protocolares que se deben cumplir para la
introducción de nuevas semillas en nuestro país. Felipe
Solá cumplió su parte...)
En
nuestros días, de entre las telarañas de los tallercitos de la Pampa Gringa,
resurgieron nuestros gringos, y empezaron a reacomodar sus tantos para encarar
el desafío que significaba la siembra directa. Y de yapa con equipos de alto
rendimiento. Las recetas básicas eran las mismas del principio; el
estrecho contacto, inclusive familiar, de los fabricantes con los usuarios hizo
lo suyo, más el aporte de los Técnicos del INTA que
aportaron y mucho al asunto hicieron que reapareciera la Industria de la
Maquinaria Agrícola. Pero había un problema; los usuarios eran muchos menos, y
por más que la frontera agrícola se expandió mucho, esa frontera tiene un
techo, que son los límites de nuestro país, y entonces había que
empezar a mirar para afuera. El Mercosur era la salida, pero, la
Industria Brasilera también tenía eso en la mira. Eso trajo (y
trae) sus problemas, pero en la medida que ambos gobiernos sintonizan
son fácilmente sorteables, aunque no sin afectar intereses internos,
de los importadores de maquinaria brasileña. Pero había un cambio de Modelo,
(que aún tiene mucho para recorrer) y eso se va notando.
Viajes
oficiales a distintos países con medio avión cargado de Fabricantes
van ampliando el panorama, y así nos venimos a enterar de la existencia
de Uzbekistán, adonde las cosechadoras argentinas que fabrica Vasalli en Firmat se
exportan, tanto como a Ukrania sembradoras de siembra directa.
Que Zanello/Pauny instala una planta de armado de tractores en
Venezuela. Que los equipos para la industria láctea fabricados en la cuenca
lechera de Santa Fe y Córdoba, equipan tambos e industrias en muchas
partes del mundo. Pueblos medianos y pequeños con plena ocupación de
mano de obra calificada aunque en algunos casos tuvieron que recurrir a
torneros, matriceros y soldadores ya jubilados para paliar la falta de nuevos
técnicos, por la destrucción de las ENET, e ir enseñando el oficio a los
muchachos. Vimos que a los Parques Industriales se les cortaron los yuyos que
por unos cuantos años los habían invadido y se poblaban de galpones, y vimos
los patios de esos galpones poblarse de maquinaria terminada y lista para
despacho. Con sorpresa nos enteramos que se instaló un resguardo aduanero ¡¡en
Tres Arroyos!! (Hay otros, pero me remito a este por cuestiones de brevedad) ¿Y
para qué? Porque el volumen de exportaciones de las Pequeñas y Medianas
industrias del PITA lo hace necesario.
No
son tal vez las enormes fábricas que el imaginario trae cuando se
habla de "radicación de industria" a nivel de los intendentes lo
que traiga la solución. Por ahí hay que pensar en muchas pequeñas
industrias radicadas en pueblos de medianos a chicos, las que salven las papas.
Finalmente, los acuerdos con Venezuela adonde las exportaciones Argentinas son
el puntal principal del renacimiento de nuestra industria de maquinaria
Agrícola, que resistió, y sobrevivió, y es el sostén del bienestar de miles de
familias trabajadoras, hacen que operaciones baratas como la del
"Escándalo de la Embajada Paralela" no hayan hecho más que malquistar
a los de la CAFMA, me hacen pensar que no sería descabellado retacear su
aporte y presencia a la ExpoAgro. No es parte de la Maquinaria Agrícola,
pero también del ingenio mecánico de nuestros
"magos". Un sub-producto de aquellas épocas fue
el automovilismo deportivo. En Santa Fe
y Córdoba florecieron los preparadores de lo que se llamó la
"Mecánica Nacional" que en sus expresiones de Fuerza Limitada y
Fuerza Libre tuvieron expresiones tan clásicas como las 500 millas
de Rafaela (cuando el circuito era de tierra). La provincia de Buenos
Aires se apoyó más en el Turismo de Carretera, pero ambas con
la característica común de los preparadores de pueblo. No existió
pueblo que no tuviera su corredor y el taller donde se preparaba ya fuera
el monoplaza o la cupecita.
Esto
llevó a logros mecánicos impensados por los propios fabricantes,
cuando nuestros preparadores, utilizando motores que tenían una concepción de
20 años atrás y una fuerza de 85 HP de fábrica, le sacaran 200 HP
(caso típico: el Ford 59AB de
los Emiliozzi, típicos herreros/mecánicos de pueblo) o
el Chevrolet cuatro bancadas que Marcos Ciani preparaba en
Venado Tuerto). Sin hablar de Fangio (otro mecánico de
pueblo) hijo de un albañil italiano, o los Gálvez que aun siendo
porteños eran hijos de un inmigrante gallego. Alfredo Pián (de Las
Rosas, Santa Fe) José Froilán González (de Arrecifes) Benedicto
Campos (de Necochea) en los monoplazas también son exponentes
del ingenio mecánico argentino. Sin olvidar
a Montalenti y Campetelli un par de
gringos riocuartenses que le fabricaron (así, simplemente) un motor
a Remigio Caldara con que este conquistara varios campeonatos
Argentinos de Fuerza Libre. Entonces no nos puede sorprender que uno de los más
afamados preparadores mundiales, consultor de los fabricantes de F1
internacional sea un Rafaelino, afincado en Alta Gracia;
de Oreste Berta estoy hablando. O que las válvulas de los
motores Ferrari y McLaren Mercedes sean fabricadas
por Edison Valsagna (que tiene la fábrica en Rafaela, donde
nació y vive), o que los árboles de levas los haga
"Chiquito" Bayerque en Tandil. Material humano tenemos
y de sobra. El Modelo agroexportador los excluye. Inclusive, en su necedad he
llegado a escuchar que "es raro que no se hayan ido del país". No es
raro, para ellos la industria, y la creación de mano de obra es un "gasto".
Su modelo no necesita de más de diez millones de habitantes. Los otros 30
millones sobran. Nada menos que eso es lo que se está jugando...
La
capacidad inventiva de los hombres al interior de la pampa tal vez llegue a su
máximo exponente con Don Augusto
Cicaré, emprendedor, mecánico e ingeniero sin título que
ni siquiera terminó la primaria. Sin el debido reconocimiento, sin dudas Cicaré
(y su empresa familiar, una verdadera Pyme) son parte de la historia de la
aviación, y a lo que helicópteros se refiere, referentes mundiales. Hoy Cicaré S.A. produce cuatro modelos
propios y está desarrollando el quinto. Los helicópteros que fabrica son el
monoplaza CH-7 y
el biplaza CH-12.
Además desarrolló el CH-6,
un vehículo volador no tripulado de uso militar, un tipo de vehículo fabricado
por un selecto grupo de empresas en el mundo. Pero tal vez su joya de
ingeniería más reconocida es el SVH-3, una
verdadera invención argentina, único entrenador en su tipo donde
el aparato no puede despegar más de 2 metros pero sí realizar los movimientos
que un helicóptero hace en vuelo. También desarrolló el sistema de abastecimiento
de GNC para motores de ciclo diesel, no demasiado difundido aún,
lamentablemente.
Durante
años y años el estado argentino, ya sea provincias o nación,
le dio la espalda a Cicaré comprando material aéreo extranjero.
Los Robinson de
la Bonaerense de Duhalde tal vez sean los más recordados. Sin embargo, durante
el gobierno de Néstor, en 2006, Ejército y Cicaré comenzaron el desarrollo del
proyecto tal vez más ambicioso de la industria militar regional de
los últimos años, el helicóptero Cicaré
CH-14.
*Antonio Diez (El Mayolero), (1942-2020) Periodista, Escritor, Ensayista, columnista del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del Sujeto Agrario, ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido Intransigente
Muy interesante artículo; en línea con el mismo comparto información sobre la publicación de "Memorias de una Industria Argentina - Recordando con Enzo Rotania" (Homosapiens Editorial, 2020).
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=eyXCn7PHcW0&t=2s
homosapiens.com.ar/#!/producto/1131/
Cordiales saludos.