Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II Nro. 32 Acerca de la circulación, el riego y la importancia de hablarle al potus por Javier M. Miró


 

La Procuración General de la Nación, a cargo del interino Eduardo Casal, dictaminó que es inconstitucional el decreto que suspendió las clases presenciales. Casal presentó esta tarde su dictamen ante la Corte Suprema y con su decisión benefició la postura del gobierno de Rodríguez Larreta.




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Una mañana habitual en el café Viejo Galeón, oficinistas apurados tragando un pocillo de café sin disfrutar, un grupo de estudiantes preparando un trabajo de grupo y algún que otro transeúnte que buscaba en el café con leche con medias lunas el incentivo para seguir en esta vida.

Artemio el mozo tomaba ordenes, repartía cafés, pasaba los pedidos – “Cerramos la 4, un jugo de naranja y un tostado para la 6, y salen dos con leche y 2 medialunas a la 7 - tremendamente curioso, el fragor y el bullicio no lo alejaban sobre los detalles que se hablaban en algunas mesas. Hoy tenía la atención puesta en lo que pasaba en esas dos mesas contiguas con un par de clientes no habituales, sentados casi tocándose. En la de la izquierda dos tipos trajeados con cara de culo daban todos los indicios de ser abogados, volcaban en la mesa gruesos folios y carpetas y ordenaban dos cortados en pocillo. En la mesa de al lado dos muchachos de aspecto humilde, se los podía adivinar como trabajadores de oficio debido a que ambos habían depositado a sus pies pesadas cajas de herramientas. El señor que parecía el abogado más importante le dictaba al más joven que podría ser un asistente legal - : "Los argumentos expuestos en la norma impugnada no alcanzan para fundar un estado de necesidad que permita legitimar la suspensión de la concurrencia a los establecimientos educativos en todos sus niveles. Queda por lo tanto establecido que no está demostrado epidemiológicamente que la presencialidad en las escuelas afecte a la salud.”

El joven repite a medias mientras tipea en su laptop …”estable  cido que ….” disculpe Dr. que está demostrado o que no está demostrado” con tanto ruido aquí no escuche’ bien,

Que NO está demostrado…; obviamente

-          ¿Ramírez está seguro que no podemos volver al despacho?

-          No, imposible Doctor hay una pérdida de un caño y está goteando el cielo raso, además hay riesgo de corto circuito si el sistema eléctrico ha sido afectado por la humedad.

El Doctor mira de reojo un poco de mal modo a los dos muchachos que en la mesa de al lado degustaban con entusiasmo las medias lunas y se dirige a su asistente inclinándose un poco hacia adelante y tratando de bajar la voz:

-          Ramírez, ¿No serán estos dos los que tendrían que estar trabajando en mi oficina?

-          Si Doctor pero los muchachos no pueden entrar antes de las 8:30 de la mañana porque si no los vecinos se quejan del ruido vio?

Los muchachos que escucharon la conversación, continuaron tranquilos con el desayuno pero se concentraron más en los que decían los cogotudos de la mesa de al lado, después de todo eran los futuros clientes

-          “La salud “–continua dictando el Doctorr- para un ámbito interjurisdiccional (en el caso, el AMBA), cuando existen razones de emergencia como las que se viven actualmente debido a la pandemia y la posibilidad de mayor transmisión del virus COVID 19 por motivos fácticos, tales como el uso del transporte entre jurisdicciones y la misma forma de propagación del virus, que no reconoce fronteras territoriales, lo que conduce a que sea el Estado Nacional el competente para regular la materia en cuestión en estas circunstancias”

-          Disculpe, pero acá se contradice, en qué quedamos.

-          Déjeme terminar Ramírez.

-          “Pero -y ahí deviene la inconstitucionalidad- es el Congreso Nacional el que debe intervenir para tomar dicha decisión pues el principio que organiza el funcionamiento del estatuto del poder es la división de funciones y el control recíproco – Se entiende ahora. Haga tres copias y lo presentamos esta misma tarde.

-          Disculpe Doctor - se inclina acercándose uno de los muchachos -Yo soy Jorge el plomero.

-          Ah sí lo esperamos después de las 8:30 aparentemente – contesta nervioso - yo voy a estar en la oficina de al lado por cualquier cosa.

Jorge no muestra ningún interés por el ofrecimiento de asistencia por parte de una persona de escasa utilidad en este tipo de tareas sin embargo continua inclinado hacia él.

-          ¿Le puedo hacer una pregunta?

-          Si como no.

-          ¿Qué piensa usted que es lo primero que voy a hacer?

-          Sin pensar mucho el Doctor inicia el relato como si supiera – bueno me imagino empezaran picando por el techo, hasta llegar al caño ¿no?

-          No antes de eso.

-          Nooo eeh …agarra la llave de perro… no no como se llamaba la pico de loro – el abogado trata de adivinar. 

El plomero se sonríe y espera unos segundos generando un ambiente incomodo entre ambos. Ante la falta de alguna otra propuesta por parte del abogado Jorge decide acortar la agonía y le contesta.

-          “Corto la circulación de agua cerrando la llave general”, porque si no sería un desastre en todo el edificio y usted tendría que pagar los daños ocasionados a los vecinos.

-          Ahhh - esboza de compromiso el Doctorr no entendiendo bien el punto al que el plomero quiere establecer-

El otro muchacho se presenta de inmediato

-          Mi nombre es Héctor, soy técnico electricista, ¿Qué le parece que yo voy a hacer?

-          Cortar la electricidad me parece - el Doctor estaba ahora preparado para la respuesta-

-          Exactamente - le contesta el electricista mientras le paga los cafés al mozo y comienzan a emprender la retirada hacia la oficina -

El Doctor se queda un poco desorientado pensando, en ese instante es interrumpido por un señor de barba que introducía números en una calculadora mientras contemplaba unos gráficos…

-          Lo que los muchachos quieren decirle es que aun para gente sencilla es obvio que lo que hay que hacer es interrumpir la circulación ya sea del agua, de los electrones o en su caso de los posibles del virus. Ahora cuando usted dice: ”no está demostrado epidemiológicamente que la presencialidad en las escuelas afecte a la salud.”, cuanto le da el índice de correlación porque acá los números que estoy manejando me sugieren una correlación alta.

-          ¿Qué dice, quien es usted?  - El Doctor lo interroga con tono amenazante bastante molesto por la intromisión-

-          Me apellido Fernández y soy profesor de matemáticas. El índice de correlación digamos que explica cómo un factor influye en el otro, por ejemplo el agua y la planta que tiene contra la ventana, si la riego va a crecer, va a producir más hojas  ¿no es así?. Bueno el índice de correlación entre estos dos factores es grande, en cierto rango porque después de cierta cantidad el agua producirá un efecto negativo, pero eso es otra cuestión. ¿Pero qué pasa si conversamos con la planta, vio que siempre sale alguna vieja que dice que le habla y la planta crece, usted cree eso?

-          No por supuesto - el profesor no da tiempo a contestar y continua con su exposición -,  pero si medimos el crecimiento de varias plantas con igual luz, agua y nutrientes y a un grupo le hablamos y al otro, no va a ver diferencia.

 

El Doctor y Ramírez se miran entre sí, este último le hace una seña al mozo para que traiga la cuenta.

-          O sea - continúa el profesor Fernández - que el índice de correlación entre el tiempo que me paso hablándole al pedo al POTUS y el crecimiento de la misma me va a dar un coeficiente de correlación cercano a cero o cero.

-          No entiendo muy bien a qué se refiere, yo me ocupo de asuntos legales - contesta con voz baja y nerviosa el abogado -. Ramírez vamos yendo que la oficina de al lado ya debe estar lista para nosotros.

 

Se despiden con un saludo informal y frio

El profesor llama al mozo que por supuesto ha estado parando la oreja, siguiendo la conversación bandeja en mano a pocos metros.

-          ¿Ves lo que pasa Artemio? Cuando uno tiene que explicarle algo tan sencillo a alguien que toma decisiones tan importantes es cuando estamos bien cagados.

 

 


*Javier Martín Miró. Ingeniero agrónomo, autor del libro Javier, Paco y el Loco y otros cuentos. En 1991 emigró a Sydney, Australia, en donde desarrolla su actividad profesional como Biosecurity Officer

 

 

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