Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II Nro. 32 Colón se pierde y “descubre” América… por Favio Camargo
Si
nos ceñimos a la Historia oficial que se nos repetía en la escuela hasta hace
unos años, fue recién en 1492 cuando el hombre europeo había llegado a esta
parte del mundo. Quienes se atrevían a poner en duda esto eran vistos como
personas poco serias, por ser suaves. Ese libro de Jacques de Mahieu “ la
geografía secreta de América” con el que tuve contacto hace muchos años en una
visita a una biblioteca de la región era visto como un delirio, además se
descalificaba al autor más que nada por su pasado dentro de la división SS
Charlemagne de voluntarios franceses en la Segunda Guerra Mundial.
Él
planteaba que los vikingos, luego de llegar a Islandia primero y a Groenlandia
después, habían recorrido todo el continente por la costa y que vía el río
Amazonas se habían internado y establecido en lo que hoy es América del sur.
Entre otras cosas atribuía a hombres blancos haber fundado Tiahuanaco y también
el Imperio Incaico. Me acuerdo de haber planteado en la escuela la posibilidad
de que esto fuera verdad, aunque sea de manera parcial. El resultado fue una
llamada de la dirección a mi viejo, ¿Cómo osaba este niño extraño poner en duda
la fritanga mitrista de toda la vida? ¡Habrase visto!
Por
supuesto la respuesta de mi viejo fue académica y consistió en tres preguntas. ¿Usted
sabe cómo es? ¿Para qué le pregunta? ¿Algo más?
Estudios
arqueológicos de hace unos años determinaron que el francés no estaba errado en
todo. Los vikingos conocieron y habitaron tierras americanas, pero sus colonias
no habrían prosperado o tal vez se terminaron mezclando con la población nativa
en pocos años, lo que llevó al hombre de nuestra raza a desaparecer de esta
parte del globo hasta 1492. Ahora que ya sabemos que otros pueblos antes de
Colón han llegado a estas tierras el debate es cuáles pueblos y cuánto tiempo
antes. La cosa es complicada por no decir imposible, a menos que se encuentre
escritura en piedra o algo congelado, la posibilidad de que rastros de estos
exploradores hayan sobrevivido hasta hoy es imposible, por la sencilla razón de
que todo es material orgánico, el cual no se lleva muy bien con el paso del
tiempo a menos que se den condiciones extremas de frio que lo conserven. Chinos,
griegos, romanos, fenicios, todos, explorando o por accidente podrían haber
llegado a estas tierras en sus embarcaciones. Lo que se les podía complicar era
volver, pero llegar era posible. Conocemos muy poco sobre el hombre antiguo
lamentablemente.
En
1492 ya se tenía conciencia entre la gente instruida de que la Tierra era
redonda por los estudios de los antiguos griegos. Para la época de Colón se
disponía ya de la brújula que habían inventado los chinos por lo que no es
verdad que se viajaba sin rumbo o solo orientados por las estrellas. También se
sabía algo sobre las corrientes marinas por lo tanto que darle la vuelta al
mundo era cuestión de tiempo, nada más. Todo punto en el mapa que era alcanzado
por humanos civilizados era cartografiado como si se tratara de llenar un álbum
de figuritas.
Gente
mal pensada dice que Colón sabía muy bien a donde venía, que muchos marinos ya
había arribado a estas tierras años antes de 1492, pero que nadie quería
revelar de donde sacaban las mercancías que llevaban de estos lados. Que por
ejemplo los marineros vascos pescaban en lo que hoy es la costa canadiense del
atlántico norte entre otros relatos. Algunos de estos marineros no solo tuvieron
la mala suerte de caer a cenar en lo de Colón sino además cumplieron años
después con esa costumbre tan humana de morirse. Con uno de estos mapas en el
bolsillo Colon habría convencido no solo a la Corona, sino también a inversores
privados de que sabía lo que hacía. ¿Quién pondría kilos de oro por las dudas?
Pero
cruzar el charco fue el menor de sus problemas. Una vez que llegó lo tironeaban
de todos lados. La iglesia le decía que los indios eran personas y que al no
haber sido capturados en guerra no podía venderlos como esclavos, los Reyes
afirmaban que tenían que evangelizarlos para no perder las tierras por
incumplir las bulas en las que el Papa solo cedía las tierras por descubrir si se
evangelizaba a los nativos. A esto hay que sumarles a los inversores que
deseaban recuperar su parte, financistas a quienes se les había prometido
ciudades de oro y solo veían arena y palmeras.
No
hubo desde un principio un plan de colonización, se pensaba en un inicio en
pequeños puertos como los que los portugueses tenían en África y en instalar
solo factorías de las que se iban a extraer productos locales. Pero con el
tiempo iría cambiando la visión sobre el asunto. El lugar al que habían llegado
no eran un par de islas solamente, ya que el primer viaje de Colón tocó tierra
en las Antillas….se trataba de un continente.
Este
continente del que en un principio parecían no ver riquezas solo podía generar
dinero como colonia agro-exportadora, y así se comenzó a atraer a quienes
quisieran venir a las américas con promesas de tierras y ascenso social. En un
principio, por influencia religiosa, se quería crear en estas tierras el
paraíso y gobernar según el evangelio. Pero esta idea iba a durar poco, hasta
que descubrieron los yacimientos de plata. Aquí es donde comienza el modelo
extractivista que hasta hoy reina en nuestro continente y el exterminio de
pueblos indios enteros, como denunciara Bartolomé de las Casas ante el Rey con
su obra. Una vez que se toma conciencia de todo lo que había en estas tierras
la corona va a tratar de sacarse de encima al infeliz de Colón a como diera
lugar. Le habían prometido el 10 por ciento de lo que encontrara y puestitos
para parasitar a eternidad a todos sus parientes como si fuera una intendencia.
Todo esto no se sabe bien si era para que tomara el riesgo o porque pensaban
que no iba a llegar a ninguna parte y solo para dar la vuelta al mundo o
ahogarse en el intento.
*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
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