El
ser humano nace con la capacidad de hablar ya “instalada”. No es como para
caminar, que ahí si precisamos cierto desarrollo corporal para llevar adelante
la tarea. Lo que hace que el proceso de
apropiación de un idioma tarde unos años es el ordenamiento en la mente de la
selección de los sonidos que nos van a servir para comunicarnos y cuales
debemos descartar por no tener utilidad por el momento.
Hasta
ahora no sabemos cuál fue el primer idioma que habló el ser humano y a menos
que se invente una máquina para viajar en el tiempo es algo imposible de
recuperar. Si sabemos que nuestra especie no fue la única con la capacidad de
hablar, pero que nuestros ancestros que hablaron no habrían tenido lenguaje
articulado. Es decir, no habrían podido armar frases o ideas complejas pero si
comunicarse o transmitir cosas simples.
Un
idioma que no se habla, a menos que se deje documentado por escrito, se pierde
cuando desaparecen sus hablantes. Esto ha sucedido con una innumerable cantidad
de lenguas a lo largo de la Historia de la humanidad por hechos causados por la
naturaleza o por intervención humana, cuando se exterminaba a un pueblo o se lo
sometía a una posición colonial.
Si
bien la iglesia católica hizo en América un daño irreparable quemando códices y
demás elementos que preservaban la cultura y la memoria de los pueblos, luego intentaron
enmendar tamaña perversión pasando al papel los idiomas indígenas,
preservándolos.
De
los idiomas que todavía están vivos en Europa, el más antiguo es el Euskera. Si
nunca han escuchado hablar de él, este idioma es el que habla gran parte de la
población de Euskadi – País Vasco..
Al
hablante de euskera se lo conoce como “euskaldun” o “vascoparlante” en
castellano. Es tan antiguo este idioma que no se sabe ni de dónde vino, porque
no tiene relación con ninguno de los idiomas que conocemos. Las palabras más
comunes que en todos los idiomas tienen algo de similar, aquí se vuelven algo
totalmente nuevo.
Algún
arqueólogo medio fumanchero alguna vez dijo algo parecido a que este era el
idioma de los Neanderthales, antigua especie humana que habitó Europa hasta la
llegada del sapiens. Pero esto parece demasiado delirante, como esa teoría de
un primo de un amigo que tiene un vecino que vio a Hitler comiendo un pancho en
Monte Hermoso en los 80.
El
primer contacto que yo tomé con ese idioma tan extraño fue la televisión, si,
en algún momento hubo un canal de Euskadi en la grilla de TV por cable en los
90 al que miraba mucho sin entender nada de lo que decían. Ese canal era el
único que transmitía el ciclismo y el jai alai – cesta punta. Esos son dos de
los deportes que yo puedo sentarme a ver, el resto no capta mi atención por
demasiado tiempo.
Ahora
al haberme enterado hace unos días que lo enseñan en Bahía Blanca, tal vez
intente aprenderlo. La mayoría de las personas toma el inglés como segundo
idioma, yo puedo hablarlo y escribirlo, pero no me cae simpático, igual es con
el italiano pero este si me parece lindo de escuchar, de hablar y de leer.
Ah…me
olvidaba…Kaixo es “hola”.
*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
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