Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 32 Descontrol en la Narcovía por Cesar Briatore para Falta un Pe$o comparte Alejandro Marcó del Pont
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Falta un Pe$o
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de Origen: AQUÍ
No
somos un territorio de paso, somos la pieza necesaria en una maquinaria
delictiva
Por Cesar Briatore
El
pasado 10 de marzo tuve la oportunidad de presentar ante el Consejo Federal
Hidrovía en la Comisión de Planificación Estratégica y Económica el proyecto de
Ley ENADRAG SE elaborado desde la Mesa de Trabajo por la Recuperación Nacional
(MTRN). Luego de aquella intervención donde explicaba las falencias del
prestador actual, las implicancias políticas de una eventual reprivatización
del servicio y por supuesto las ventajas de una política soberana respecto a la
navegabilidad de nuestras aguas me secundo con su exposición el director de la
Unidad de Investigación Financiera (UIF), el Dr. Carlos Cruz. Este explicó que
los ejes centrales de las investigaciones de esta unidad se basan por un lado
en la fuga de capitales vinculados a la toma de deuda externa y por el otro
todo aquello referente a lo que ocurre en el Corredor litoral dejando en claro
la relevancia que tiene esta vía de transporte desde el punto de vista
estratégico.
Promediando
su exposición expreso: “.. tenemos claro, este es un tema que está muy
estudiado a nivel nacional e internacional y desde hace varias décadas aunque
no siempre integra la primera plana de los debates o de los análisis que
reitero, que la mayor parte del comercio, de las transacciones del tráfico que
se desarrolla a través de esta vía, la que hice referencia, o sea el corredor
litoral dentro del cual estaría incluida la hidrovia, digo la mayor parte de
ese comercio se desarrolla conforme la normativa nacional e internacional es
decir es un comercio licito PERO, como creo que a ninguno de los que estamos
presentes se nos escapa y creo que forma parte de la experiencia de todos,
todas y cada uno y cada una de los que estamos acá a través de este corredor,
reitero y hace más de 50 años, se han desplegado distintas maniobras vinculadas
con el contrabando de alimentos, por ejemplo granos o aceites, con el
contrabando de armas, con el contrabando de drogas y con la trata de personas y
además con las implicancias respecto a la evasión impositiva..”
Sus
declaraciones me dejaron consternado sobre todo por los plazos de impunidad
mencionada y además porque mientras yo hablaba de dragado, que parecía el tema
central, todos los demás hablaban de cualquier otra cosa. A ver, uno sigue las
noticias del sector portuario, sabe cuestiones del ámbito de la seguridad y
también se conoce que hay esporádicamente operativos con resultados positivos
respecto a desbaratar operaciones de contrabando sobre todo de narcóticos pero
nunca me hubiese esperado que desde la UIF se nombre tan claramente un panorama
estremecedor de actividades al margen de la ley no en términos generales sino
circunscriptos a una región en particular. Es saber el Qué y además el
Donde del delito sin poder hacer nada o al menos hacer algo insuficiente para
mitigarlo.
Creo
que la palabra más nombrada en la Argentina los últimos tiempos fue luego de
Pandemia, seguramente el término Soberanía. Hay decenas de colectivos sociales,
comunicadores, representantes gremiales, referentes territoriales y hasta
políticos en funciones que la han gastado letra por letra. Muchos hablan y poco
se dice. Tanto es el Copy & Paste que hay párrafos que ya me los acuerdo de
memoria sin embargo a tanto decir hay cuestiones que parecen tabú y quedan
soslayadas. Mucho se habla de la soberanía Argentina sobre nuestros ríos
interiores como el Paraná o aquel que delimita una frontera internacional como
el Paraguay o el de la Plata pero debemos ser realistas y conocedores de las
leyes vigentes. El río Paraná es un río interior o sea que ambas márgenes
pertenecen a nuestro territorio nacional pero en sus aguas rige el Acuerdo
Santa Cruz de la Sierra que en nuestro país se materializa por la Ley 24.385
por supuesto vigente y posee réplicas en Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay ya
que son los países signatarios del mismo. En la mencionada ley se determina en
su artículo 4 la principal condición de navegabilidad sobre toda la extensión
de la Red troncal.
Artículo
4. Los países signatarios se reconocen recíprocamente la libertad de navegación
en toda la Hidrovía (Desde Puerto Cáceres hasta Nueva Palmira) de las
embarcaciones de sus respectivas banderas, así como la navegación de
embarcaciones de terceras banderas..
Convengamos
que seremos muy soberanos sobre nuestros ríos interiores pero lo que es el
Paraná, el Paraguay y por ende todo el Río de la Plata se trata de un pasillo
que usan cuatro países más y no solo sus flotas sino cualquiera que lleve o
traiga. Dicho esto comenzamos a ubicar en tiempo y espacio a esos cientos de
personas que enarbolan la bandera de la soberanía nacional en reclamo a que no
se reprivatice el servicio de dragado y balizamiento. Y la pregunta es obvia:
¿Habría soberanía logrando servicios de bandera para la navegabilidad? Bueno,
en la práctica no. Es más complejo.
Acción
y reacción
Sin
duda el conflicto de intereses sobre nuestras aguas va in crescendo pero es muy
llamativo quien visibiliza la postura de nacionalizar el servicio y sus
consecuencias. Más allá de algunas radios y medios independientes fueron La
Nación, Clarín, iProfesional y Trade News los que trataron esta opción desde un
principio aunque sea con un sesgo demonizador. No es nuevo decir que desde el
campo popular hay una falta natural de gimnasia a la hora de comunicar pero la
piedra salió de nuestro lado para variar. Pedro Wasiejko, el titular de
Astilleros Río Santiago declaró en Tiempo Argentino: “Hay que evitar un
conflicto geopolítico por la licitación de la hidrovía” lo que es sin
dudas una amenaza que llama a bajar el tono sobre el reclamo de base. Si bien
la nota es ambigua y el título no se encuentra en el desarrollo de la
entrevista debo confiar que ese comillado es literal de sus declaraciones. Tal
vez desde la corporación mediática y algunos nuestros deberían explicar
claramente a qué le temen o a quién responden o cual sería el conflicto
geopolítico en gestación porque realmente podría ser importante.
Lo
cierto es que el esquema de servicio privado por peajes esta por repetirse en
la Red fluvial y también esta reproduciéndose sobre el Canal Magdalena de forma
inexorable pero lo que nadie explica es a quien beneficia todo esto.
Notablemente la empresa concesionaria no ha dicho una palabra y eso es porque le
sobran los voceros. Desde la UIF te avisan que hay actividades ilícitas fuera
de control sobre nuestra transitadísimas aguas comparables al monto de divisas
fugado en ocasión del endeudamiento externo, los agroexportadores a través de
las cámaras y hasta algún funcionario recalcan que el peaje debe ser cobrado
por el concesionario mientras los colectivos sociales hacen conversatorios a la
vez que te amenazan con un conflicto geopolítico. Definitivamente no estamos
hablando de dragado.
En
el 2015 el doctor en Ciencia Política en la Universidad de Oxford y profesor en
la Universidad de San Andrés Alberto Föhrig decía: “La hidrovía del río
Paraná es un colador de marihuana y cocaína”, además “Argentina figura
como el tercer país de puerto de procedencia de cocaína, después de México y de
Colombia. Argentina elabora la fase final de la transformación de pasta base en
cocaína, en cocinas. Por lo tanto, si bien no produce la materia prima, elabora
clorhidrato de cocaína. Argentina es el segundo país con mayor cantidad de
laboratorios productores de cocaína (sacando afuera de esta estadística a los
países productores de coca)”, por otra parte “Bolivia recurre a puerto
chilenos o Argentinos para exportar la droga. Y los peruanos, primer productor
mundial de cocaína, también utiliza nuestros puertos, porque es más barato
exportar ilegalmente desde el Atlántico”.
Un
informe publicado hace pocas semanas desde Insigth Crime sobre el Estado de Paraná – Brasil,
lindante con el río homónimo y ubicado al NE de la triple frontera Argentina –
Brasil – Paraguay dice: “Paraná es un centro neurálgico para el
narcotráfico. Enormes cantidades de cocaína y marihuana entran al estado desde
Paraguay, por el río Paraná y desde Foz do Iguaçu. Por el estado fluyen todo
tipo de bienes de contrabando y de armas de fuego ilícitas, a lo largo de las
mismas rutas de tráfico.”. En ese mismo informe se mencionan a las
organizaciones criminales Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da
Capital – PCC), el Clan Barakat, el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV), Máfia
Paranaense además de otros grupos locales de contrabando y narcotráfico. Para
más datos el periodista especializado en narcotráfico Gustavo Sierra con más de
30 años de profesión relata: “La Triple Frontera se ha convertido en un
mini estado que beneficia a una élite corrupta mientras mantiene un centro de
lavado de dinero grande y eficiente para el crimen organizado y los grupos terroristas,
no solo en la región sino en todo el mundo, produciendo unos 43.000 millones de
dólares al año”. Evidentemente no hablamos de quien dragará el río, sino de
quién lo controlará en beneficio propio.
El
liberalismo económico y la globalización trajeron un fenómeno delictivo de
compleja solución, el Crimen Organizado Transnacional (COT). La Profesora Mayra
Duque Ramírez explica en Crimen
organizado transnacional: Un desafío global lo
permeable que resulta la esfera pública a estas organizaciones. Y cito:
Lo
que se evidencia es una coalición de lo político y lo económico con el crimen
organizado, en la que las alianzas estratégicas como punto de enlace entre
organizaciones criminales nacionales e internacionales, permite el intercambio
de conocimiento, experiencia, y tecnología en el manejo de la comercialización
y distribución de sus productos ilegales. Al mismo tiempo, se destaca la
cooperación y coordinación con las organizaciones delictivas autóctonas, la
mejor distribución del riesgo comercial, el empleo de los canales existentes
para el contrabando o tráfico de mercancías, para la corrupción de funcionarios
y de distribución de existentes y, lo más importante no compiten entre sí,
evitan conflictos perjudiciales para sus oportunidades delictivas y de negocios
y por la desviación de energías, miembros y capital.
El
crimen organizado transnacional penetra el estamento político y une la
actividad política con la actividad delictiva mediante: 1) la corrupción de
altos funcionarios de los distintos poderes públicos, para realizar impunemente
sus actividades delictivas con ofrecimientos de alicientes a los altos
funcionarios de los distintos poderes ejecutivo, legislativo y judicial, para
impedir u obstaculizar sanción de leyes o volverlas normativamente inocuas,
impedir o relajar controles legales, captar jefes de servicios de seguridad, de
orden público, regulatorios y administrativos para que hagan caso omiso a sus
actividades y faciliten información privilegiada de negocios o de las medidas
represivas o neutralizando la acción penal (Ministerio Público) o la
administración de justicia; o 2) por coparticipación directa o indirecta en las
actividades delictivas de la organización. “Se puede utilizar la corrupción
para neutralizar individuos e instituciones y (crear) efectos (negativos) en la
cultura política y la trama social. Las organizaciones delictivas
transnacionales han contribuido a varios cambios importantes en la política y
las economías mundiales en beneficio de ellas”
Vemos
los que nos dejan ver. El nivel de ilegalidad que corre por nuestras aguas es
inconmensurable ya que estamos hablando de variadas modalidades delictivas
articuladas en diferentes organizaciones y con un despliegue territorial y
logístico alarmante. Para muestra dicen que solo hace falta un botón y esa
muestra solo se visibiliza de modo excepcional como la siguiente que surge de
la nota titulada: Así fue el paso por Argentina del cargamento más grande
de cocaína de la historia europea publicada en Infobae
..el
11 de enero, y por 48 horas, el San Artemissio amarró en el puerto de Buenos
Aires.
Un
día después de su amarra, fue cargado con un contenedor con 16 toneladas de la
droga que había llegado el 28 de diciembre a bordo de una barcaza desde
Paraguay a través de la Hidrovía, una embarcación bajo el número BZA PAR 10003
V.71S.
El
contenedor permaneció dos semanas en Buenos Aires, cerrado y sin ser
inspeccionado, considerado mercadería en tránsito. Luego, subió al CAP San
Artemissio, la droga perfectamente oculta bajo masilla.
Dado
el uso compartido de la red fluvial y sabiendo bien que es lo que hay río
arriba queda claro que la mejor ruta de tránsito ilegal es por el Paraná ya que
una vez que estás embarcado y en movimiento no hay nadie que te pueda parar.
Recuperar el control del peaje tiene implicancias geopolíticas sin dudas, la de
evitar ser un país que favorece el narcotráfico y el contrabando. Ciertamente,
el problema de la concesión no es un tema de dragado sino de impunidad de todo
un submundo que salpica a cinco naciones. Debemos ser muy específicos cuando
hablamos de soberanía, saber que esto no es una charla amistosa entre personas
de buena fe y que es necesario abordar múltiples soluciones para el sinnúmero
de aspectos que encierra la cuestión. Seguirán operando, se caerán algunas
caretas y muchos trataremos de traer luz a tanto entuerto. Lo único que les
puedo pedir es como dice Patricio Rey.. Siempre fíjate de qué lado de la mecha
te encontrás.
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