Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II. Nro. 30 Mientras algunos intentan sanar, otros derraman pus 2da parte… por Gustavo Marcelo Sala

 


Zdzisław Beksiński, pintor polaco




Al contrario de la infecta secreción que vomita el lobotomizado mediopelo, proyectando en nosotros su minimalismo humanitario, estamos muy felices que los adherentes de la UCR Cambiemos en especial y de todo el arco opositor en general, hoy en risible proceso de victimización, se hayan mayoritariamente concientizado sobre la importancia de la vacuna (lo único que tiene la humanidad para menguar la capacidad de daño del virus), la exijan y les sean aplicadas sus dosis lo más rápido posible, cuestión que el Estado debe garantizar en la medida que se vayan cumpliendo los contratos internacionales firmados y el orden de inscripción debido a que no es obligatorio inocularse. Es un enorme avance con relación a lo que acontecía hace pocos meses atrás cuando supuestamente el gobierno los deseaba envenenar, o todo era parte de un malévolo negocio entre "la yegua y el neocomunista". 

Por eso estamos muy felices que aquellos que nos calumniaron a mi compañera Dorita y a mí tratándonos de ladrones cuando nuestro paso por la Biblioteca simplemente por adherir a las políticas kirchneristas y ser fervientes militantes de una cultura humanista, horizontal y popular se hayan vacunado; de la misma manera estamos felices que aquellos que vinieron a tocar el timbre de la casa en la cual vivo para que me callara y de paso me invitaran a emigrar del pueblo por mi enfrentamiento contra las luego probadas y perversas conductas del Clan Schechtel se hayan vacunado, estamos por demás contentos y felices por ellos y por sus cómplices ejecutivos, aún hoy en el gobierno. Allá por el 2010, y luego de tantas humillaciones y calumnias recibidas por unos y otros decidí no poner la otra mejilla, comencé a responder, y me llamaron violento, a pesar de que mi arma fue siempre la palabra. 

Y estamos felices que se hayan vacunado antes que nosotros aquellas oligarcas, hoy viejas oligarcas, que hace 50 años le presagiaron a Dorita un futuro de sirvienta (término textual utilizado por entonces), como creyendo que tal cuestión era desdorosa, bajo el argumento: "Delia (así se llamaba la madre de Dora) para qué la hacés estudiar si no puede ser otra cosa que sirvienta"... 

Estamos felices que aquellos que se silenciaron y le hicieron el aguante al proxeneta Romerito cuando obtuvo la gracia municipal en el año 2011 de la concesión del bar de la terminal de ómnibus y que hoy se reúnen contra la violencia de genero se hayan vacunado, y también lo estamos por aquellos que no son adherentes al oficialismo local y como los anteriores han demostrado conductas desdorosas e infames: los grouchomarxistas que le robaron a un desasalariado y a un jubilado que ya no está entre nosotros por libros nunca realizados so color de una falsa alteridad desde el aura de una Institución eminente; los que se aprovecharon de su posición dominante para ubicarse y ubicar a su prole en puestos públicos maravillosamente rentados, como con una sonrisa triunfadora nos los recuerda el "dealer político" que tiene narcotizada y sin respuestas a la militancia del PJ local; los que bajo el pretexto militante limaron bajo fraude indemnizaciones de gente la cual nunca más iban a poder insertarse, por temas de salud y de edad, dentro del campo laboral.

Brindamos porque se hayan podido vacunar todos aquellos que rompiendo los protocolos se decían Vicentín aunque jamás se atrevan a sacar la cuenta de los cientos de miles de dosis que se pudieron haber comprado de no mediar el fraude que el Radical González Fraga, la justicia Pro y la empresa le hicieron al Estado Nacional, es decir a todos, a través del Banco Nación. Y en especial a uno del Pago Chico, un reo con condena firme por estafa y probation nunca cumplida a cambio de plata, al cual homenajean en el HCD local, hombre poderoso del agro que sabe colocar cuadros propios en la política distrital, señor feudal que por re-estructuración acaba de invitar a varios trabajadores para que se retiren de su famosa y muy publicitada empresa por los voceros del poder real, sin entender que un trabajador no quiere dinero, quiere su trabajo, y que esa indemnización es solo una precaria y finita defensa contra la ignominia, ergo, humanamente es algo más que un derecho; y lo hace sabiendo que ninguno montará acciones legales ni hará denuncias sobre malversaciones y estafas porque quedará marcado como infiel en toda la comarca.

Y hablamos de justicia, y del Poder Judicial. Nos regocijamos que los viejos adherentes al lawfare se hayan podido vacunar y sin correr riesgos de vida continúen con sus perversiones en sus despachos de Comodoro Pro y de la Quinta de Olivos macrista. Ya sabemos que con su aporte de ganancias podían haberse adquirido más de 40 millones de dosis. Pero para ellos, para los honestos mediáticos de la mendicidad y de las calumnias leguleyas, las vacunas las debe pagar el pueblo. 

Nos colma de satisfacción que se hayan podido vacunar aquellos ex funcionarios corruptos locales del radicalismo que en nuestros tiempos de la Ferretería echamos del local cuando nos ofrecieron interceder facturas en compras directas a favor de otros proveedores de notorio abolengo, cuestión por la cual fuimos castigados como tales, es decir por ser honestos; también nos pone muy contentos que se hayan vacunado los que hicieron trascender injuriosamente que este espacio libre y gratuito era solventado económicamente con subsidios y prebendas por el kirchnerismo, nos alegra también por aquellos que defraudaron a sus votantes con conductas inmorales debiendo renunciar de manera vergonzosa; incluso lo estamos por aquellos que nos tiraron un auto encima, nos amenazaron, nos prometieron juveniles golpisas radicales y densos escupitajos peronistas, incluso ridículas matoneadas vecinalistas cuando uno solamente desde esta tribuna de opinión analizaba y les advertía de sus certeros errores. Estamos felices de igual forma por los censores, por los arquitectos del discurso único pautado, por los que con superioridad moral e inmoral creen estar por encima en condición, rango y heráldica; nos place por aquellos meritocráticos sectarios y excluyentes que obtuvieron, gracias a la aplicación, morigerar sus posibles males, y nos resulta un gigantesco mimo al corazón que al mismo tiempo que nos dan lecciones de moral insultándonos públicamente se puedan vacunar, incluso antes que nosotros, personas que durante casi dos décadas se desentendieron en tanto sus responsabilidades humanitarias y económicas para con sus seres queridos y que todo haya sido depositado sobre nuestras espaldas haciendo caso omiso a nuestros más profundos dolores y necesidades. Hicimos lo que pudimos, creo que les ofrecimos a esos afectos lo mejor de nosotros, algo que por cierto va más allá que la nada. Lo patético es que ese núcleo duro de moral e inmoral superioridad, perverso y psicópata, desinteresado, egoísta y sectario aparece hoy, intrusando y pateando nuestras intimidades, acosando con sus brutales, blancas y puras heces sobre espacios en donde no son ni invitados y menos bienvenidos, lugares los cuales consideran de su propiedad con derecho a intrusar, juzgando nuestras conductas, regodeándose con nuestras pobrezas y obligadas resignaciones epocales, sin entender que del mismo modo están juzgando las conductas de otras personas que les tocó vivir tiempos complejos y que dicen querer, y que perjudicaron directamente con decisiones ominosas. Son una mierda, y nunca lo dejarán de ser, porque así fueron formados, desde el ombligo y para su ombligo.. De este lado de la vida no hay heráldica corrupta. De este lado de la vida hay laburo desde los 17 en el marco de un país esquivo que fue una trampa para el honesto laburante y una panacea para el impío que hoy se presume moralista. No les pedimos que sean buenos y honestos, menos que colaboren o se arrepientan de su desdoros, eso suena a imposible, solamente que no se metan con nosotros ni nos jodan, eso ya es bastante.... Somos derechos y lo saben, acaso eso es lo que más les molesta, acaso la verdadera bronca es que no tengamos prontuario sino currículum, porque aún cuando nos ofrecieron torcernos con seis cifras dolarizadas en tiempos de auditor y gestor de compras en el BBVA, nunca nos quebramos. Y esto sucede en un distrito en donde tiene mayor peso el prontuario que el currículum. Con solo ver los exitosos del modelo, socios mayoritarios y minoritarios en la impudicia, alcanza para entenderlo.

Nos quedará la lección de por vida y en lo personal un carozo de angustia que sospecho durará hasta que deje este mundo, debido a que por la Pandemia no pude hacer por mi mamá fallecida hace pocos días, lo que si pude hacer con solidario afecto y desinterés por otras personas durante casi 20 años, cuestión aquella que en soledad tuvieron que sobrellevar mi hermano Guillermo y su esposa Silvia con toda la carga compleja que eso significa, sobre todo durante los últimos tres meses, cuestión que no me alcanzará la vida para retribuir, es más no sabría como, hay cuestiones que no se precian ni se cotizan sino que se valoran. Porque los que vivimos esas instancias in-situ, sin abandonar a nuestros viejos en preosarios, reconocemos el dolor por la importancia de lo inexorable y el desgastante e impotente esfuerzo que significa seguir estando a pesar de saber que el final apura su paso. 

Y aún así estamos felices justamente porque a pesar de que la vacuna no mesura para nada lo antedicho y a diario constatamos que estas personas seguirán siendo la misma porquería que fueron y son, ya que según ellos la envidia que se les tiene es sinónimo de su éxito, es su máxima y única respuesta, jamás se pensarán delante del espejo como hijos de puta y egoístas; ergo, no existe vacuna para la perversión, el egoísmo y la psicopatía. Cuando menos ésta aplicación limitará un poco las posibilidades de contagio de la enfermedad, sabiendo que en caso de una contingencia similar, en el futuro cercano y por mutación, ellos deberían ser prioridad de manera no dupliquen el daño colectivo que provocan con su egocentrismo, es decir contra todos, por lo menos hasta la próxima Pandemia, cosa que resultará un gran avance para la especie, para que ningún hijo y ni ningún padre tengan la mínima chance de no poder estar cuando es imprescindible…En el medio, todo será como era entonces, los perversos tienen el éxito asegurado, dice el espejo.  Por eso hace poco afirmamos que solamente los psicópatas pueden pensar una vida disfrutable por tener las dosis aplicadas. La reciente satisfacción que les causó el contagio de Alberto Fernandez a pesar de tener ambas dosis lo prueba, para colmo con la esperanza que se repita con Cristina. Hay gente que brutalmente tiene incorporados ambos conceptos en sus discursos, el de una inmunidad (inexistente) y en el de la falsa y egoísta liberación, aunque después sean incapaces de desleerse.. 

 


*Gustavo Marcelo Sala. Editor, Escritor

Comentarios

  1. Cirugía mayor... Abrazo Compañero

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  2. No veo que los dulces viejitos de hoy, secuestradores, torturadores y homicidas de ayer, hayan sido incluidos en tu lista de alegrías. Es que todo tiene un límite.

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  3. Jaja.. Repartiste a todos y todas..

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