Revista Nos Disparan Desde el Campanario Año II Nro. 31 Hidrovía, Comercio Exterior y ELMA XXI por Bárbara Solernaou, Revista Liberación… comparte Juan Rodríguez
Fuente:
Revista Liberación
https://www.revistaliberacion.com.ar/
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de Origen: AQUÍ
Bárbara
Solernaou es referente de Social 21, La Tendencia* barbarasolernou@hotmail.com
El
vencimiento de la concesión de Hidrovía S.A. el próximo 30 de abril suscitó un
debate poco claro que confunde al Pueblo y lo orienta en contra de sus propios
intereses. El Ministro de Transporte Mario Meoni y el Presidente Alberto
Fernández, procedentes del Frente Renovador, impulsan la licitación
internacional a través del decreto 949/20 para continuar con la privatización
de nuestro Río Paraná. Por otra parte, sectores empresarios y políticos, más
afines al kirchnerismo, se oponen y promueven el dragado del Canal Magdalena,
lo que supone que tienen intenciones de apropiarse de la obra de dragado de la
hidrovía. Nada se dice del verdadero conflicto que subyace a la polémica: la
disputa de intereses entre el Estado y las multinacionales por el control del
comercio exterior argentino. Avanzar en una fuerte política de transporte
estatal a favor de la Patria es el camino.
Cuando
hablamos de hidrovía nos referimos al proyecto que las multinacionales
impusieron en los 90, a través del gobierno liberal de Menem, para absorber el
eslabón del flete fluvial a su cadena de valor del mercado agropecuario
internacional. “Reafirmando el principio de la libre navegación de los ríos” la
ley 24.385 reglamentó desgravaciones impositivas para maximizar sus ganancias
en la exportación de granos y el transporte de cargas en el río
Paraná-Paraguay. Esta iniciativa privada, que se enmarca en el Plan IIRSA
–Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana- financiado por el
Banco Mundial y otros organismos de crédito, le exige a nuestros países mayores
calados, equipamiento de puertos y tiene por objeto crear redes troncales del
transporte y anular definitivamente a los Estados soberanos en el mercado
internacional de flete.
Disociar
la hidrovía de la navegación de ultramar es un error estratégico funcional al
interés de las agroexportadoras en nuestro país -Cofco, ADM, Bunge, Cargill y
Dreyfus-. El avance en la concentración capitalista global es irreversible y
exige una política de envergadura semejante. Creer que se resuelve con una
reglamentación estatal de ese pequeño tramo de ruta navegable es por lo menos
inocente, ya que los 1.200 km. de río están supeditados al que realiza el flete
en las grandes rutas marítimas -20.000 km. a China, 13.000 km. a Europa, etc-,
por ser el buque de ultramar cuatro veces más caro que la barcaza de río. Por
lo tanto, el Estado debe reconstruir su flota mercante para realizar el
transporte de cargas internacionales y de cabotaje, porque sin control
logístico de nuestro comercio exterior no habrá soberanía en nuestro Paraná.
Para eso Social 21-La Tendencia viene presentando hace años en el
Congreso tres proyectos de ley que constituyen un plexo jurídico para que la
Argentina vuelva a navegar y ejercer soberanía plena en su espacio marítimo y
sus ríos interiores.
Propuestas
El
proyecto de ley de Transporte por Agua con Reserva de Cargas crea un
mercado cautivo para que el 50% de los fletes de importación y exportación -y
el 100% del flete fluvial- sean ejecutados por buques de bandera nacional,
reservando para el país una facturación anual de US$ 3.500 millones. El FODINN
–Fondo de Desarrollo de la Industria Naval Nacional– grava la navegación de
ultramar (actividad capital intensiva) con un 2% de impuesto generando un fondo
genuino de US$ 140 millones anuales para invertir en la industria naval (mano
de obra intensiva) y crear puestos de trabajo en astilleros nacionales. Por
último, la ley ELMA XXI –Empresa de Líneas Multimodales Argentina Siglo
XXI– propone crear una corporación estatal que integre los cuatro modos de
transporte (ferroviario, carretero, aeronáutico y naval/fluvial) y realice el
traslado de pasajeros y cargas en un único sistema logístico complementario
para regular los mercados desde el ejercicio de la propia actividad.
Recuperar
el rol del Estado Empresario Argentino y asociarlo a otros de la Patria Grande
permite aumentar el factor de escala para enfrentar el poder global de la
multinacional. El constante ataque a Bolivia y Paraguay por “quedarse” con los
baratos fletes de barcazas que nos corresponden, oculta la cobardía de
enfrentar el conflicto grande por los lucrativos fletes marítimos que nos
expropiaron las trasnacionales asiáticas, europeas y norteamericanas.
Patrioterismo barato: guapo contra lo sudaca, pero servil frente al imperio. A
favor de la Patria Grande, la ELMA XXI propone unificar los lotes económicos de
transporte y compartir bodega con Bolivia y Paraguay ya que el comercio
exterior de estos hermanos países es muy pequeño. Los buques de bandera
boliviana y paraguaya serán parte de la ELMA XXI, tomando carga de cualquiera
de los tres países indistintamente, aprovechando al máximo la embarcación,
abaratando costos y teniendo una frecuencia de viajes razonable y acorde al
bien de capital que son.
Por
idéntica política y en la debida proporción también habrá barcazas
bolivianas-paraguayas-argentinas en la ELMA XXI, integradas verticalmente a la
cadena de valor flete y asociadas a sus buques de ultramar. La
barcaza es el transporte conveniente para navegar todo el curso del Paraná
hasta el Río de la Plata, donde recién ahí se haga el traspaso de la carga al
buque de gran porte (top-on top-off). Este esquema no requiere dragar y
lastimar los ecosistemas ya que estas embarcaciones cuentan con un pequeño
calado de 3 metros. La catástrofe ambiental que causa actualmente el dragado de
hasta 15 m. de profundidad por 70 m. de ancho es ignorada por todos
–empresarios, políticos, sindicalistas promotores del Canal Magdalena- por ser
este un negocio privado de ganancias millonarias. La velocidad y el caudal de
agua que producen estos calados artificiales arrasa con los humedales
provocando sequías en el norte e inundaciones en el sur, además de alterar su
biodiversidad y amenazar la vida de su flora y fauna. Además de ser ecológicas,
las barcazas son simples de fabricar, lo que resulta ideal para reactivar
tareas de construcción naval en toda nuestra geografía
ribereña. Estas iniciativas tienen su raíz filosófica
en el equilibrio y el respeto a las demás expresiones de vida. Representan la
continuidad política de la Vuelta de Obligado y la protección de nuestro
mercado, antagónicas a la entrega de nuestros ríos y la subordinación al trading mundial.
Aunque los proyectos de ley cuentan con estado parlamentario, el gobierno
decide negarlos, pero no vacila en ceder a las pretensiones chinas de
apropiarse de toda la cadena de valor alimentaria, siendo el ferrocarril y la
hidrovía eslabones estratégicos. Los acuerdos millonarios que el gobierno firmó
con China en diciembre del 2020 para importar material rodante y reactivar los
trenes de cargas –Belgrano Cargas, Norpatagónico y San Martín-, son la muestra.
Así como los trabajos de dragado que la empresa Shanghai Dredging Company
realizó recientemente en el puerto de Buenos Aires, y sumado a que Cofco lidera
el ranking de exportaciones de granos en argentina, todo indica que China es la
principal interesada en la licitación del dragado de la hidrovía y avanzar en
el control de nuestros puertos. Contra eso y en defensa de la Patria: ELMA XXI.
Los mercados libres no existen, los manejan las multinacionales a favor de sus
ganancias o los controlan los Estados en beneficio del Pueblo.
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