Revista Nro. 27 Sustentabilidad ambiental… Residuos Radiactivos y otras yerbas… II (Conclusión) por Guillermo F. Sala
El
escrito compartido con el amigo Javier Miró publicado en la Revista N° 26 referido
a su inquietud en torno a la sustentabilidad ambiental estuvo incompleto.
Hicimos mención sobre varias cuestiones donde los estados nacionales asumen
políticas inconsistentes en el tema nuclear, pero no logramos focalizar el tema
de los tratamientos de los residuos en forma concreta.
La
intención fue poner luz en que la decisión y acción ciudadana es la que
habilita el emplazamiento de instalaciones tan sensibles. Pero, por otra parte,
señalamos que corresponde tener confianza en las instituciones técnicas
controlantes, ya que existen regulaciones tanto nacionales como internacionales
que deben ser cumplidas, las que a su vez son auditadas periódicamente.
Vamos
a tratar de poner en contexto la información, con el riesgo que tal vez pueda
ser repetitivo con varias menciones.
Argentina
es responsable a través del Programa Nacional de Gestión de Residuos
Radiactivos (PNGRR), que lleva adelante la CNEA, de la gestión segura de los
residuos radiactivos y los combustibles gastados provenientes de todas las
actividades nucleares que se desarrollan en el país.
Para
el tratamiento de los residuos radiactivos rigen las mismas pautas que para los
residuos de cualquier otra clase: se los caracteriza, clasifica y separa; se
reduce su volumen; se reutiliza y se recicla todo lo que se puede. Además,
durante todo el proceso, se aplican los principios de protección radiológica
para minimizar las dosis de exposición a las radiaciones en cada una de las
prácticas.
El
objetivo de la gestión de estos residuos es el confinamiento y aislamiento por
un período determinado y en condiciones tales que no implique un riesgo
radiológico inaceptable para las personas ni para el ambiente, tanto para las
generaciones presentes como para las futuras.
El Programa elabora información oficial sobre sus tareas y proyectos destinados a contar sus actividades al Congreso de la Nación, a la comunidad científica nacional e internacional y al público general.
Ya
hemos dicho que Argentina es un país nuclear y uno de los pocos en todo el
mundo que domina la tecnología del ciclo de combustible nuclear en todas las
etapas y actividades necesarias para la producción de electricidad con fuente
nuclear. Además, ha desplegado numerosas aplicaciones de la tecnología nuclear
en campos como la medicina, el agro y la industria.
Algunas
de esas actividades generan residuos de tipo radiactivo, de acuerdo con los
siguientes porcentajes, respecto del total de residuos que se producen:
Una
vez generados los residuos, su caracterización resulta fundamental para definir
qué elementos contienen, qué tipo de radiación emiten y cuánto tiempo de
aislamiento es necesario para que ya no constituyan un riesgo para las personas
ni para el ambiente. La caracterización implica medir las propiedades físicas
(como el volumen y el peso), la composición química y las propiedades
radiológicas (la actividad de los elementos) de los residuos. Una vez
determinadas sus características, es posible establecer el proceso de gestión y
el sistema de disposición adecuado.
La
gestión se orienta a la reducción de los volúmenes (por ejemplo, por medio de
la compactación) y a la inmovilización de los residuos. Para ello, se los puede
incluir dentro de diversas sustancias, como polímeros, asfalto (proceso
denominado bituminización), vidrio o cemento. Para almacenar los residuos se
los envasa en contenedores metálicos especiales.
En
el Centro Atómico Ezeiza, el programa cuenta con un predio destinado al
tratamiento, acondicionamiento y disposición interina de los residuos
producidos por los pequeños generadores. También se almacenan allí las fuentes
medicinales e industriales en desuso.
Los residuos y los combustibles gastados de los reactores de potencia permanecen en el predio de las centrales nucleares que los generan, almacenados en forma segura en instalaciones propias. En Atucha I y II (en Lima, Buenos Aires) los combustibles gastados, una vez retirados de los reactores, se introducen en las piletas de decaimiento especialmente diseñadas para lograr la disipación del calor. Luego los combustibles pasan a un sistema de almacenamiento en seco. La central de Embalse (en Córdoba) también deposita los combustibles en sus piletas de enfriamiento y, luego de un período de seis años, se los traslada a un almacenamiento en seco en silos de hormigón.
Actualmente
se están estudiando nuevas tecnologías relativas a procesos térmicos, con la
expectativa de aplicarlas a la gestión de los residuos para reducir los
volúmenes del material que debe ser almacenado y luego dispuesto.
A ello se abocan los equipos de Investigación y Desarrollo del Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (PNGRR) en sus laboratorios del Centro Atómico Constituyentes y del Centro Atómico Bariloche.
Los
residuos de media actividad, que al igual que los de baja reducen su actividad
a la mitad después de menos de 30 años y provienen de tareas industriales o medicinales en general,
se tratan típicamente mediante
cementación, que encapsula los productos de desecho dentro de una matriz de
cemento para contener los productos radiactivos. Este proceso tiene el
inconveniente que aumenta los volúmenes de desechos hasta en 4 veces ocupando
un valioso espacio a futuro. El proceso
no es ideal para todas las corrientes de desechos, por ejemplo, la presencia de
metales reactivos como el uranio puede desestabilizar el cemento y reducir la
estabilidad y durabilidad.
La
vitrificación es la opción preferida para los desechos de actividad media. Por
lo general, implica calcinar los materiales de desecho y fundirlos con aditivos
para inmovilizar los residuos dentro de un vidrio a base de borosilicato, cuya
propiedad es que tiene alta resistencia térmica y volumen de residuos
significativamente menor en comparación con la cementación, es un proceso
complejo que requiere un control exacto de los parámetros del mismo.
La
tecnología de prensado isostático en caliente (HIPing) es potencialmente una
opción de tratamiento alternativa interesante para los desechos de media
actividad. HIPing es un método existente que se utiliza para densificar y
consolidar materiales aplicando presión isostática a una temperatura elevada en
un recipiente a presión. Se usa un gas inerte, típicamente argón, para
presurizar el recipiente calentado. Para el tratamiento de desechos
radiactivos, éstos se sellan dentro de un recipiente especialmente diseñado
antes de la aplicación de HIP. A medida que aumenta la temperatura y la presión
dentro del recipiente, los materiales colocados en él reaccionan y se
densifican para producir formas de desechos estables y de volumen reducido.
Las
ventajas de esta tecnología sobre las prácticas existentes incluyen una mayor
estabilidad de la forma de desperdicio, reducciones significativas del volumen
de desperdicio y minimización de desperdicios secundarios u operativos.
Sin
embargo este tipo de tecnología se encuentra en proyecto y aún no ha sido
aplicada hasta el momento.
En
países definidos no nucleares como Australia, la investigación y el desarrollo produjo la tecnología denominada
Synroc, que se presenta como una forma segura de almacenar residuos nucleares
de media y baja actividad a partir de la fabricación de roca sintética. Estos
estudios se llevaron a cabo en los laboratorios de investigación de la ANSTO que
es el ente nuclear de aquel país, en el predio que posee en Lucas Heights, en
colaboración con la Universidad Nacional Australiana (Australian National
University - ANU) en Canberra. Desde principios de la década de 1980, financiado
por el gobierno, se diseñó y construyó una planta piloto para fabricar Synroc
utilizando únicamente material no radiactivo. Synroc se convirtió en el buque
insignia de un programa ANSTO que ahora se ha ampliado a otras formas de
desechos y mantiene un perfil internacional, donde también participaron
empresas privadas australianas, con el objetivo de la exportación de este
servicio en su totalidad.
Inicialmente, ANSTO orientó su investigación Synroc a los desechos militares y, en particular, a los problemas de limpieza que enfrentaba el Departamento de Energía de EE. UU. (DoE) en su sitio de Savannah River y en Hanford. El ente australiano también hizo acuerdos con la autoridad atómica francesa en combinación con otra técnica utilizada en ese país. En 2005, también firmó un acuerdo con Nexia Solutions, del Reino Unido.
En
relación con su planta de producción de molibdeno-99 (de LEU), que es el insumo
principal para prácticas y estudios asociados a la medicina nuclear, ANSTO está
construyendo una nueva planta Synroc para inmovilizar los desechos líquidos de media
actividad. Se espera que comience su funcionamiento próximamente.
Como
conclusión diremos que los desarrollos tecnológicos en materia de tratamiento y
disposición de los residuos nucleares que hacen los distintos países están en
función de sus propias necesidades y en el avance del uso de la energía nuclear
con fines pacíficos que cada estado promueva y así ir resolviendo el problema para la sociedad de la
disposición de los residuos. No es lo mismo la importancia que le pueda dar
Francia, Ucrania o China, que poseen desarrollos relevantes en materia nuclear,
países con estímulos moderados como puede ser Argentina y otros con un reducido
impulso como puede ser Australia. En este último caso, con una opinión pública
muy crítica a los adelantos en el uso de este tipo de tecnología, aún los avances tecnológicos como los
relatados son fuertemente cuestionados por distintas organizaciones debido a
que las inversiones realizadas por el Estado no le devuelve ni le proporciona a
la sociedad los beneficios económicos prometidos.
*Guillermo F. Sala, Arquitecto
Me alegro mi inquietud llevo' a 2 reportes interesantisimos, el tema es tecnologicamente complejo pero vos lo explicas de una forma muy didactica. Tambien esta el tema de que los lugares de almacenamiento no siempre estan cerca del lugar donde se producen pues en general se encuentran en lagos , desiertos o montañas aislados lo cual implica un delicado y complejo traslado con relativa exposicion sobretodo a accidentes.
ResponderEliminarMuy ilustrativo por las fotos (no juzgo la informacion) que nos dan una idea mas precisa del volumen de estas instalaciones y de los residuos en
ResponderEliminarhttps://www.cinconoticias.com/cementerios-nucleares-que-son-como-funcionan-y-los-importantes/