Revista Nro. 27 LOS CONSPIRANOICOS NO TIENEN DESCANSO por Dora M. Eulalia

 

En artículos anteriores me he referido a las teorías de la conspiración y sus secuaces, los conspiranoicos, sujetos que no descansan, siempre están ahí, al acecho ante nuevas evidencias, para tratar de demonizarlas y confundir a la sociedad inventando cualquier locura con tal de desacreditar sobre todo estudios científicos; y siempre apañados por los “mercenarios” medios de comunicación y muchos “sistemas” religiosos. Ahora, como no podía ser de otra manera, le tocó el turno a las vacunas contra el Covid-19.

El sitio web de ciencias  “Richard Dawkins Fundación para la Razón y la Ciencia”  ha publicado un esclarecedor artículo de BBC News escrito por Flora Carmichael y Jack Goodman con contribuciones de Kris Bramwell, Olga Robinson y Marianna Spring (Equipo Reality Check) sobre los rumores falsos difundidos sobre las vacunas contra el coronavirus.

Dicho artículo menciona cuatro rumores difundidos obviamente sin ningún tipo de fundamento.

Alteración del ADN. Esta es una de las teorías más frecuente en las redes sociales. Alguna de las vacunas creadas usan fragmentos del material genético del virus o ARN mensajero. “Inyectar ARN a una persona no cambia nada el ADN de una célula humana” explicó el profesor Jeffrey Almond de la Universidad de Oxford. Los mensajes en las redes han señalado que la tecnología de inoculación con ARN mensajero (ARNm) "nunca ha sido puesta a prueba o aprobada antes"; lo cual es cierto, pero como toda nueva vacuna ha sido analizada y sometida a rigurosos procesos de seguridad para que pueda ser aprobada para uso general.  “En la Fase 1 y Fase 2 de los ensayos clínicos, las vacunas se prueban en un pequeño grupo de voluntarios para verificar si son seguras y para determinar la dosis exacta. En la Fase 3, se prueban en miles de personas para comprobar su efectividad. Tanto el grupo que recibe la vacuna como el grupo de control que recibe un placebo son cuidadosamente monitoreados en caso de cualquier reacción adversa -efectos secundarios-. Ese monitoreo de seguridad continúa después de que la vacuna ha sido aprobada.”

 

Bill Gates y los microchips. Esta teoría de conspiración ha dado la vuelta al mundo. Ya hemos escuchado en el inicio de la pandemia que el coronavirus es un plan encubierto para implantar en la gente microchips rastreables y que Bill Gates, el cofundador de la empresa de tecnología Microsoft, está detrás de este. Por ahora “No Existen” las vacunas con "microchip" y no hay evidencias que se  esté planeando hacer esto en el futuro. Los rumores se propagaron cuando Gates dijo en una entrevista que en un futuro "tendremos unos certificados digitales" que podrían mostrar quién se ha recuperado, hecho la prueba y finalmente si fue vacunado. Pero no hizo mención de microchips. Se refiere a una tecnología que podría almacenar los registros de vacunas de alguien en una tinta especial aplicada al mismo tiempo que una inyección, que nada tiene que ver con microchips.  “Todavía no se ha lanzado y tampoco permitiría el rastreo de las personas ni que la información se almacene en una base de datos, aclara Ana Jaklenec, una científica que trabaja en el estudio.” Pero los charlatanes conspiranoicos son “duros” para atender y entender explicaciones. Le apuntaron a Bill Gates desde un comienzo y no paran. Parece que mucha película de ciencia ficción los está afectando.

 

Tejido fetal. Aparecieron denuncias de que las vacunas contienen el tejido pulmonar de un feto abortado. "No se han usado células fetales en el proceso de producción de ninguna vacuna", afirmó el doctor Michael Head, de la Universidad de Southampton. Un video en particular que se publicó en una de la principales páginas antivacunas en Facebook hace referencia a un estudio que el narrador afirma y muestra evidencia de lo que contiene la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford. Pero el estudio en cuestión mostraba en realidad cómo la vacuna reaccionaba cuando era inyectada en células humanas en el laboratorio. “La confusión pudo darse porque hay un paso en el proceso de desarrollo de la vacuna que usa células criadas en un laboratorio, que descienden de células embrionarias que de otra manera hubieran sido destruidas. Esa técnica fue desarrollada en los años 60 y no se abortaron fetos para esa investigación.” Los antivacunas, que ya han causado bastante daño con sus delirios, no se iban a perder esta oportunidad.

 

Tasa de recuperación. En algunas afirmaciones contra la vacuna de covid-19 distribuidas por los conspiranoicos  se ha cuestionado la necesidad de una vacunación si las probabilidades de morir del virus son tan bajas; y hasta sugieren que contagiarse es una opción más segura que vacunarse. También se refieren a una "tasa de recuperación" (personas que se contagiaron y sobrevivieron)  de casi 100%, lo cual sabemos que no es correcto. Es decir, para ellos “no pasa nada”, es “todo verso” y tantas otras afirmaciones igualmente estúpidas. Concentrarse en la tasa de mortalidad total, o reducir la aplicación de una vacuna a un acto individual, es no entender el propósito de las vacunas. Debería verse como un esfuerzo de la sociedad para protegernos.

 

Y así estamos, rodeados de psicópatas que lamentablemente llegan a muchísimas personas que creen todo lo que aparece en los medios sin dudar, y también los compartidores seriales de sandeces que jamás se van cuestionar si son ciertas.

 

 

 


*Dora Mabel Eulalia, Profesora de Física y Química, Analista de Sistemas y Editora

 

 

 


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