La mentalidad occidentalocéntrica cruje en un sector social político tomado enteramente por el colonialialismo mental, con sesgos dramáticos. La derecha macrista-radical, patriarcalista, racista, capitalista, heterosexista, y tanática. Que un país oriental, objeto de la violencia jamás vista, por parte del país más occidental, Alemania, se erija en éste momento liderando el saber científico, desplazando a las farmacológicas occidentales, "líderes" hasta ayer en dicho saber, hace crujir el paradigma mental neocolonial de ésta derecha. No es demasiado arriesgado conjeturar que éste "virus” mental, que regula silenciosamente todas nuestras maneras de pensar, amar, comer, vestir, caminar, hablar, vernos como exteriores a la naturaleza, ponernos por encima de ella, y destruir formas de vida que consideramos inferior al "ser humano", una especie de racismo ambiental, es mucho más destructivo que cualquier virus biológico. Podemos derrotar al Coronavirus, que amenaza la vida humana, pero: ¿qué vacuna habría, si hay voluntad de buscarla, para éste virus mental que alienta una civilización de muerte?.-
NO
es muy difícil adivinar que detrás de los mezquinos intereses de ésta derecha, existe
un apetito de muerte. Que la vacuna rusa fracase, que el gobierno se destruya,
que se vaya a su casa, que se mueran miles de argentinos, y si FUERA NECESARIO,
EN FIN, QUE SE VAYA TODO A LA MIERDA, Y NO QUEDE NADIE SOBRE LA SUPERFICIE DE
LA TIERRA. ¿Sobre quién gobernarían? Sobre los que hayan podido sobrevivir,
ellos en primer plano. Es el proyecto nazi. Matemos a esa lacra no humana, esos
eslavos, dejemos tierra arrasada, matemos los animales, la naturaleza, y
pongamos sobre la superficie luego a especímenes arios sobre ella. Hubo un
argentino, que tiene sus monumentos, sus calles, su himno, que en el siglo
diecinueve planteó algo similar. Obnubilado por la "luces" eurocéntricas,
impulsó la muerte de seres a quien consideró inferiores, que lo único que tenían
de humanos era su sangre. Y recomendó a un presidente cipayo "no ahorrar
" dicha sangre. Proyecto civilizatorio de muerte: LO LLAMÒ ASÌ:
CIVILIZACIÒN O BARBARIE.
El
nazismo no fue sino una expresión "extrema" de dicho proyecto,
totalmente actual. Que se mueran "todos los que tienen que morirse" le
dijo bestialmente Macri a Fernández. ¿Por qué no dijo "todos los que TENEMOS
que morirnos"? Macri se plantea
como la excepción. Él ( y los suyos, la raza indestructible), es indemne a la
muerte por esos medios. El virus solo afecta a seres inferiores, débiles,
viejos, enfermos, de "dudosa sexualidad", pobres, indigentes, seres
fracasados. Porque esto es lo que está oculto en los dichos
"antivacuna": A nosotros no nos va a matar, somos fuertes, de genes
poderosos, blancos, exitosos, la raza" elegida". Y algunos ingenuos
piensan que el nazismo murió....SOLO MURIÒ HITLER.
*Carlos Baffoni. Psicoanalista
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