Revista Nro. 26 Traición se escribe con T de Trump.. por Javier M. Miró

 

El pueblo kurdo es la minoría étnica sin Estado propio más importante de Medio Oriente. Su población se calcula entre 25 y 35 millones de personas que viven en una región montañosa cuyo territorio está repartido entre cuatro países: Turquía, Irak, Irán y Siria, y un pequeño enclave en Armenia. Es un pueblo unido por una lengua propia y una cultura milenaria. La mayoría de los kurdos son musulmanes sunitas, pero muchos siguen otras religiones incluyendo cristianos y zoroastrians. Desde principios del siglo XX muchos kurdos sueñan con el reconocimiento del Kurdistán como nación propia. Pero cuando se firmó el tratado de Lausana, Suiza, que estableció las fronteras de la Turquía moderna, no se consideró la formación de un estado kurdo, y desde entonces cualquier intento de crear un estado independiente ha sido violentamente reprimido.

Donald Trump retiró las tropas estadounidenses del norte de Siria en 2019 al mismo tiempo que Turquía comenzaba su accionar en ese mismo lugar.. Esta decisión, interpretada por algunos como una "traición", muestra un cambio drástico de la política exterior estadounidense en Siria. Vale decir que el ejército de liberación Kurdo fue fundamental para el éxito de las operaciones de control de las guerrillas islámicas. Funcionarios estadounidenses señalaron que la participación que tuvieron los Kurdos para encontrar a Al Bagdadi fue esencial —más que todos los otros países juntos, como lo afirmó un funcionario—, lo que contradice la aseveración que hizo el presidente Donald Trump durante el fin de semana, según la cual Estados Unidos “tuvo muy poca ayuda” en la operación. Dieciocho meses antes Trump no hizo nada cuando el ejército turco ocupó el enclave kurdo de Afrin y reemplazó a la población allí con yihadistas árabes sirios.  Al entregar el control terrestre de las zonas pobladas kurdas a hombres armados islamistas anti-kurdos, el gobierno turco garantiza la limpieza étnica, pero sin parecer directamente responsable. La situación ha empeorado en 2020 debido a los brotes de COVID-19, pobladores infectados son movilizados a campos sanitarios de los cuales nunca vuelven, al mismo tiempo que la emergencia sanitaria hizo imposible para los periodistas independientes visitar Afrin o la zona ocupada por Turquía alrededor de las ciudades de Tal Abyad y Ras al-Ain. Hasta hace poco Turquía pagaba a los milicianos 100 dólares al mes, pero podían complementarlo saqueando y confiscando propiedades kurdas mientras el ejército turco supuestamente hacía la vista gorda. Pero desde agosto se ha reducido el sueldo de los milicianos y las patrullas del ejército turco están reprimiendo los saqueos. El objetivo de esto es persuadir a los milicianos para que se ofrezcan a luchar como representantes turcos en Libia y contra los armenios en Nagorno Karabaj..  Erdogan ha amenazado con lanzar otra invasión que en la práctica terminaría el trabajo de limpieza de la población kurda.

 

 


 


*Javier Martín Miró. Ingeniero agrónomo, autor del libro Javier, Paco y el Loco y otros cuentos. En 1991 emigró a Sydney, Australia, en donde desarrolla su actividad profesional como Biosecurity Officer


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