Para terminar el año vamos a abordar un pequeño compendio de falsedades históricas o como le llamamos en ámbitos no tan académicos, giladas.
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Nunca
el mundo estuvo tan violento como ahora. ¿Las redes sociales y la tecnología
han crispado a la gente?
Cuando
los imperios europeos se repartieron África con una escuadra… ¿Existían los
videojuegos, la radio, y las computadoras? La respuesta es no, solo el
telégrafo existía y alguna que otra máquina de escribir. ¿Y en la Primera
Guerra? Donde un par de primos aburridos se pusieron a jugar a los soldaditos
con sus ciudadanos haciendo talco a millones de personas. ¿Podían subirlo a
instagram?
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La
legislación laboral es la culpable de la falta de trabajo, si dejáramos a los
empresarios dar trabajo libres de la intervención estatal todo andaría mejor.
Ufff, esa es la más fácil de todas. Basta con preguntarle a algún abuelo como era la vida de un obrero antes de la legislación laboral del Peronismo.
O si quieren escapar de lo nacional….pueden buscar en Hobsbawm o Barbero contenidos sobre la Revolución Industrial. En Inglaterra, entrando al siglo XX, la legislación laboral era inexistente, los sueldos eran miserables, apenas cubrían la subsistencia para que el obrero siguiera vivo, si se moría tampoco se preocupaban demasiado, era más barato que cambiar un lavamanos del baño de la fábrica. Se explotaba mayormente a mujeres y niños, ya que al estar más apurados por la miseria era más fácil todavía hacerlos trabajar por un kilo de pan al día.
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En
1910, cuando al país le iba bien, típico latiguillo de alcahuetes locales con
minutos de aire subsidiados con los impuestos de idiotas que pagamos el ABL
…miren que limpio estaba todo… había otra educación… se nota que el ferrocarril
era inglés, etc.
Nada
que ver… la limpieza no era porque “lagente” fuera más educada sino por el
simple hecho de que las cosas que generan la mayor cantidad de mugre no
existían. A saber, filtros de cigarrillo, bolsas de nylon, plásticos varios
para envases de líquidos y envoltorios, por nombrar algunas cosas. El tabaco se
consumía en toscano, armado o pipa, algunos lo mascaban. Por eso en los museos
ferroviarios hay carteles que señalan escupideras. Mis primeros recuerdos de almacén
son de allá 1989, pico de inutilidad del desgobierno de Alfonsin, la gaseosa
venía en botella de vidrio y las masitas en cajas de cartón. No se usaban
bolsas camiseta de nylon sino algo parecido a las que usamos ahora pero eran
tejidas con un hilo plástico grueso. Para compras más grandes se usaban
carritos que todavía podemos ver en Bahía, estacionados antes del detector de
metales del bingo. También debemos pensar en la cantidad de chatarra
electrónica que antes no existía. Los electrodomésticos no se volvían obsoletos
tan rápidamente. Al ser de producción nacional había repuestos y era posible
repararlos.
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La
de 70 años de Peronismo no vale la pena discutirla, basta saber sumar para
descartarla.
Pero
no vayamos tan lejos, si podemos pensarla a nivel local, de los últimos 100
años, pongamos 92 fueron gobiernos radicales o dictaduras, y ya vemos como está
el pueblo, da tristeza. No hay cines, teatros, librerías, crecen las iglesias
nada más, el negocio más rentable.
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Y
por último el “adoctrinamiento” en las escuelas.
Quien
escribe esta nota comenzó a cursar su educación primaria en la “década empanada
frita”. En pleno pedo mental menemista nos hacían jugar al beisbol, en los
actos escolares se festejaba el “día de la raza” con carabelas de cartón y algunos
de los alumnos con la cara pintada con crema de calzado y plumas, luego se lo
llamaría “día de la hispanidad”, “día del encuentro de los mundos” y algún otro
más que no me acuerdo ahora. Lo que sí recuerdo es que había un niño de
ascendencia originaria y su papá siempre lo retiraba muy enojado de los actos
escolares. En la secundaria los manuales
de Historia eran españoles, descarte del polimodal que ya había
fracasado allá, veíamos nuestra Historia a través de ojos ajenos y un poco de
la fritanga mitrista de siempre. Con razón tanta gente se aburría y después lo
contrastaba con la realidad y estaba más perdida que Pinochet en el día de los
derechos humanos.
*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
Muy bueno compañero, veo que es pipero como yo. Me mató lo de "Más perdido que pinochet el día de los derechos hmanos" jajaja
ResponderEliminarjaja si, me ayuda a concentrarme cuando me pongo a leer
Eliminarsaludos
Favio