Revista Nro. 24 EL TEATRO por Horacio Pili

 

El año 2020 transita sus últimos 60 días teñido de un color gris/negro, que si uno lo piensa con la serenidad de un monje tibetano puede extraérsele muy buenas lecciones de vida para aplicar de aquí en más a nuestra existencia. En la marquesina del teatro la filigrana resalta la cara del drama. Pero está el tonto de turno que cree ser espectador, y está sentado cómodamente en la butaca mirando pasar la obra. No.  Estamos todos arriba del escenario con un teatro totalmente a oscuras y solamente la gran luz direccional nos enfoca a todos nosotros, los  actores. El bicharraco nos elige al azar y nos puede mandar tras de bambalinas, cuando no al camarín eterno, pero el bobo calcula, mide y sentencia todo desde lo ganancial. Si al menos se permitiese la actitud de la curiosidad se enteraría que en las guerras europeas del siglo pasado, como las  actuales, se pierde bajo los escombros, casas, hospitales, servicios, proyectos, familias, amigos, etc. todo queda reducido a cero. Nadie, más allá de la actitud conmiserativa de la Cruz Roja u otra entidad humanitaria, viene en rescate de los heridos, sin otro objetivo que la cura o salvar su vida.-

¿Eran estúpidos o soñadores sin rumbo nuestros ascendientes cuando se subieron a un barco y se vinieron a estas tierras escapando de ese infierno? ¿Quién les hizo pensar que eso no era para ellos también en otras circunstancias históricas? ¿Solamente su ignorancia supina?

Tres Arroyos asiste a una cotidiana caricatura de su centro comercial. La misma se agranda en forma directamente proporcional al aumento de casos positivos diarios, y con un sistema de salud colapsado, no porque la infraestructura no alcance, sino por algo inmensamente peor, que es el contagio y/o aislamiento de buena parte del personal de salud. Precisamente este último factor no se repone con ningún aumento de presupuesto. Pero el pavote insiste en lo económico y pretende torcer la mano oficial para una apertura total que permita salvar sus arcas. Lo que no mira es que a su alrededor anda nadie. El miedo no es sonso. Asimismo se ven algunos campeones meritocráticos haciendo horarios corridos a la espera de la venta que los salve para que su adicción a palpar billetes diarios sea satisfecha. La interpelación es planetaria. Nunca, en 4000 millones de años de existencia, ha ocurrido nada igual. Obsérvese que la naturaleza con este virus pone en valor nuestra indiferencia y nuestra individualidad. No se puede abrazar, darse la mano, compartir un mate, concurrir a eventos masivos, que aunque en ellos la invisibilizacion de las personas es manifiesta hacían posible una forma de diversión. Ni tan siquiera podemos disfrutar de una comida con la familia a pleno, etc., etc.

Y que es lo expuesto up supra, sino la gráfica de nuestra forma de vida dicho en líneas generales, donde el prójimo no existe, o al menos, se lo puede tener en cuenta si me sirve para algún fin. Pues bien, acá está el individualismo en su más alta expresión y para cumplirlo obligatoriamente, caso contrario nos puede ir hasta la vida misma.- Vale la frase “al que no quiere sopa, dos platos”. Por otro lado, y aun sin importarles nada de nadie siguen con esas marchas preñadas de estupideces, pretendiendo que masivamente se les otorgue aquello de “cuanta razón tienen ustedes”.  El dedo acusatorio, marca desde el mismo que por uno que acusa hay tres que auto incriminan. Probar de hacer el gesto y observarse.

Hay un hilo conductor que los identifica. Pero felizmente desde lo factico, ese hilo se les va deshilachando y los va a encerrar en el corral del ridículo y de lo extemporáneo. Bolivia y Chile han sido golpes demoledores. Los tiempos van cambiando y como decía Facundo Cabral “la vida es una fiesta si uno hace lo que ama”. Los pueblos están eligiendo desde el amor. El Papa Francisco desde su encíclica Fratteli Tutti , que vio la luz en el mes de Octubre, marca que  la inclusión, la integración y la innovación son senderos a recorrer. En este aspecto citado, más allá de coincidencias o no con el Vaticano, debemos armonizar que el jesuita está jugando un papel muy importante en la  reducción total del neoliberalismo para el mundo. Símil juego al de Juan Pablo II en la década del 80, para dar por tierra con el muro de Berlín y provocar la caída de la URSS. Y sin pretender ahondar en la dialéctica religiosa por desconocimiento de la misma, bien podemos decir que amerita una Dubbia Cardenalicia, la cual contenga aquello remanido de:   ¿SON O SE HACEN?

 



*Horacio Pili Instructor de Formación Profesional, Sub jefe de área Centro de Formación Laboral N° 401 Tres Arroyos.

 

 


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