El
año 2020 transita sus últimos 60 días teñido de un color gris/negro, que si uno
lo piensa con la serenidad de un monje tibetano puede extraérsele muy buenas
lecciones de vida para aplicar de aquí en más a nuestra existencia. En la
marquesina del teatro la filigrana resalta la cara del drama. Pero está el
tonto de turno que cree ser espectador, y está sentado cómodamente en la butaca
mirando pasar la obra. No. Estamos todos
arriba del escenario con un teatro totalmente a oscuras y solamente la gran luz
direccional nos enfoca a todos nosotros, los
actores. El bicharraco nos elige al azar y nos puede mandar tras de
bambalinas, cuando no al camarín eterno, pero el bobo calcula, mide y sentencia
todo desde lo ganancial. Si al menos se permitiese la actitud de la curiosidad
se enteraría que en las guerras europeas del siglo pasado, como las actuales, se pierde bajo los escombros,
casas, hospitales, servicios, proyectos, familias, amigos, etc. todo queda reducido
a cero. Nadie, más allá de la actitud conmiserativa de la Cruz Roja u otra
entidad humanitaria, viene en rescate de los heridos, sin otro objetivo que la
cura o salvar su vida.-
¿Eran
estúpidos o soñadores sin rumbo nuestros ascendientes cuando se subieron a un
barco y se vinieron a estas tierras escapando de ese infierno? ¿Quién les hizo
pensar que eso no era para ellos también en otras circunstancias históricas? ¿Solamente
su ignorancia supina?
Tres
Arroyos asiste a una cotidiana caricatura de su centro comercial. La misma se
agranda en forma directamente proporcional al aumento de casos positivos
diarios, y con un sistema de salud colapsado, no porque la infraestructura no alcance,
sino por algo inmensamente peor, que es el contagio y/o aislamiento de buena
parte del personal de salud. Precisamente este último factor no se repone con
ningún aumento de presupuesto. Pero el pavote insiste en lo económico y
pretende torcer la mano oficial para una apertura total que permita salvar sus arcas.
Lo que no mira es que a su alrededor anda nadie. El miedo no es sonso. Asimismo
se ven algunos campeones meritocráticos haciendo horarios corridos a la espera
de la venta que los salve para que su adicción a palpar billetes diarios sea satisfecha.
La interpelación es planetaria. Nunca, en 4000 millones de años de existencia, ha
ocurrido nada igual. Obsérvese que la naturaleza con este virus pone en valor
nuestra indiferencia y nuestra individualidad. No se puede abrazar, darse la
mano, compartir un mate, concurrir a eventos masivos, que aunque en ellos la
invisibilizacion de las personas es manifiesta hacían posible una forma de diversión.
Ni tan siquiera podemos disfrutar de una comida con la familia a pleno, etc.,
etc.
Y
que es lo expuesto up supra, sino la gráfica de nuestra forma de vida dicho en
líneas generales, donde el prójimo no existe, o al menos, se lo puede tener en
cuenta si me sirve para algún fin. Pues bien, acá está el individualismo en su
más alta expresión y para cumplirlo obligatoriamente, caso contrario nos puede
ir hasta la vida misma.- Vale la frase “al que no quiere sopa, dos platos”. Por
otro lado, y aun sin importarles nada de nadie siguen con esas marchas preñadas
de estupideces, pretendiendo que masivamente se les otorgue aquello de “cuanta
razón tienen ustedes”. El dedo
acusatorio, marca desde el mismo que por uno que acusa hay tres que auto
incriminan. Probar de hacer el gesto y observarse.
Hay
un hilo conductor que los identifica. Pero felizmente desde lo factico, ese hilo
se les va deshilachando y los va a encerrar en el corral del ridículo y de lo
extemporáneo. Bolivia y Chile han sido golpes demoledores. Los tiempos van
cambiando y como decía Facundo Cabral “la vida es una fiesta si uno hace lo que
ama”. Los pueblos están eligiendo desde el amor. El Papa Francisco desde su
encíclica Fratteli Tutti , que vio la luz en el mes de Octubre, marca que la inclusión, la integración y la innovación
son senderos a recorrer. En este aspecto citado, más allá de coincidencias o no
con el Vaticano, debemos armonizar que el jesuita está jugando un papel muy
importante en la reducción total del
neoliberalismo para el mundo. Símil juego al de Juan Pablo II en la década del
80, para dar por tierra con el muro de Berlín y provocar la caída de la URSS. Y
sin pretender ahondar en la dialéctica religiosa por desconocimiento de la
misma, bien podemos decir que amerita una Dubbia Cardenalicia, la cual contenga
aquello remanido de: ¿SON O SE HACEN?
*Horacio Pili Instructor de Formación Profesional, Sub jefe de área Centro de Formación Laboral N° 401 Tres Arroyos.
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