Revista Nro. 24 El lastre de la pedófila… por Favio Camargo

 

El autor deja clarito como el arsénico desde el primer renglón su creencia en el carácter dañino de la religión.

Desde que tuve capacidad de razonar mi ateísmo fue siempre creciente y se terminó de convertir en militante cuando tuve que cursar “Historia Moderna” y estudiar a fondo varios de estos delirios, me incline por los libros con más dibujitos para no tentar demasiado al fantasma de la aburrición.

Ahí tuve que diferenciar entre varios cultos europeos y enterarme de por qué Lutero se pelea con el Vaticano. Las llamadas “indulgencias”.  Para explicarlo en fácil, una indulgencia era un “perdón a los pecados “que se pagaba en metálico. Pongámosle que usted se cagó a trompadas con todos sus parientes en el velorio de su abuelito  por una casa en la playa, cinco monedas de oro y estaba perdonado, si era algo más leve como tirarle onda a sus vecinas casadas, digamos que con dos monedas estaba hecho.

La indulgencia era publicitada como tan efectiva que…ni bien la moneda chocaba contra el fondo del tarro el alma del pecador quedaba limpita y lista para saltar del purgatorio al cielo.La gente mal pensada dice que así se llenaron de oro las bóvedas del Banco Vaticano.

En el caso nuestro la influencia nefasta de “la pedófila del vaticano” es por suerte cada vez menor, pero está siendo reemplazada por telepastores vendedores de aceite milagroso venido de las lejanas y sacras tierras del supermercado Disco. Entonces uno no sabe cuál de las dos es peor, por lo menos a los telepastores no los pagamos todos….aunque nos están dejando sin cines.

Volvamos a los inicios de la presencia hispánica en América y a Fray Diego de Landa el cual al entrar en una biblioteca Maya dijo: "Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sentían a maravilla y les daba pena".

Esto se repetiría varias veces en la Historia, en nuestro país por ejemplo, en la quema de libros de Sarandí donde ardieron entre otros, los libros del Centro editor de America Latina .Ni hablar de los jesuitas en la América colonial, que eran los mayores propietarios de esclavos y prestamistas en metálico en pueblos que estaban re-secos y vivían casi de trueque. Por eso se opuso la iglesia a la abolición de la esclavitud por estos lados. Apoyó también la iglesia el trabajo de los niños en la revolución industrial, donde se los hacía trabajar 14 horas a fuerza de drogarlos con tabaco en polvo….porque los niños ociosos se volvían “pura maldad”.

Apoyó y sostuvo la exclusión de la mujer de los derechos políticos el mayor tiempo posible. ¿Alguien cree que si no fuera por Evita acá la mujer habría votado antes de 1989? Los debates de la época (década del 40) hoy parecen medievales: Craneometria, frenología, Lombroso, faltaba el terraplanismo y gritamos ¡¡Bingo!!

De el apoyo a las dictaduras ni hablar y no solo en Argentina. Lo que más se conoce es cómo el Vaticano entregó pasaportes de la cruz roja a criminales de guerra, poco se habla de la Eslovaquia independiente de Josef Tiszo o de los Ustashe croatas que tenían el apoyo total del Vaticano. Los campos de concentración croatas espantaron a los propios nazis. Interfirió y sigue interfiriendo en la educación para que en una época en la que según la ciencia ficción soviética ya deberíamos haber exportado el marxismo a la luna, se sigan enseñando delirios como el “diseño inteligente”, y ni hablar de la ESI, que lleva años de aprobada y todavía seguimos dando vueltas como trompos.


En la cultura, como les comenté en dos de mis notas anteriores (la leyenda dice que si uno se auto-citamás de tres veces se convierte en “majul”, de manera que lo voy a hacer solo en dos) tuvieron una influencia nefasta. Quemaron libros y censuraron películas hasta el cierre del ente de calificación cinematográfica el 22 de febrero de 1984.

Si nos pusiéramos a hablar del abuso sistemático de niños y discapacitados en los hogares dependientes de la iglesia, escribiríamos por días... Un antropólogo que no puedo recordar el nombre, porque tenía su libro pero era de esos antiguos que no vuelven solos cuando uno los presta le dijo al mariscal Tito:“destierre a la religión, porque esta será la ruina de Yugoslavia cuando usted ya no exista”… Y todos sabemos que pasó con la pobre Yugoslavia…

 




*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur


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