Revista Nro. 22 Un vistazo sobre aquellos días... por Javier Martín Miró

 

La decisión de Argentina de apoyar el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, que denuncia violaciones de los derechos humanos en Venezuela, ha generado tensiones en el seno del gobierno de Alberto Fernández. Mientras el disenso es sano y razonable, me llamó la atención cierta intensidad y tendencia a etiquetarlo en diferentes foros con apodos o referencias con el fin de subrayar un perfil blando, hecho esto desde un plano insensible sin considerar las condiciones políticas dentro del cual estas decisiones se han vertido.

La referencia en varias oportunidades al Doctor Alfonsín, incluso la difusión de una foto en común como prueba fehaciente de falta de convicciones alineadas al pensamiento popular me llevo a tratar de recordar y rever algunas de los pronunciamientos de don Raúl en cuestiones similares.

Desde un comienzo el gobierno argentino declaró la necesidad de respetar el principio de no intervención, en protesta del apoyo Americano a los contras en el conflicto con el Frente Sandinista. Impulsó la adhesión del conjunto de países que conformaban el grupo Contadora.

Denunció la gravedad del conflicto ante la posibilidad de que escale a nivel internacional ante el intento de Estados Unidos de utilizar a Honduras como cabecera de playa. Afirmaba, además, la necesidad de observar otros requisitos: cese del apoyo externo a las facciones en lucha en el área; disminución programada de la adquisición de armamentos; suspensión de las maniobras militares; reducción progresiva, hasta su completa eliminación, de asesores militares e instalaciones extranjeras en el área en conflicto; firma de un compromiso de no agresión entre los cinco países centroamericanos del grupo. Promovió la formación de un parlamento latinoamericano y la negociación conjunta de los países latinoamericanos de la deuda externa a través del grupo de Cartagena. En su reunión con Reagan, Alfonsín le entregó el texto de la Declaración de Nueva Delhi, en cada uno de los discursos abogó por el tratamiento político del problema de la deuda, el apoyo a Contadora y el respeto al principio de la no intervención.

 

 “A través del diálogo se podrán encontrar fórmulas de paz sobre la base del principio que hace al derecho consuetudinario americano de no intervención”

 

Por otro lado, el presidente Alfonsín realizó una visita a Perú los días 7 y 8 de junio de 1985. En Lima, el presidente argentino se reunió con el presidente electo Alan García, con quien analizó el problema del endeudamiento externo y la situación de Nicaragua, coincidiendo ambos en la necesidad de un orden internacional más justo y la conveniencia de promover acciones coordinadas de los países de la región para obtener mejor respuesta a sus reclamos . Poco después, los cancilleres Dante Caputo de la Argentina, Olavo Setúbal de Brasil, y Enrique Iglesias de Uruguay se reunieron en la ciudad uruguaya de Punta del Este, con el objeto de analizar la situación de Centroamérica y los temas referidos a la posición económico-financiera del continente.  La llegada de Alfonsín a la presidencia de Argentina no sólo representó un cambio político en el plano interno que se materializó en la vuelta a la democracia, sino que significó un cambio profundo en la percepción de la política exterior. En un escenario internacional complicado, transitando el comienzo de la Segunda Guerra Fría, Argentina planteó la integración latinoamericana como carta fundamental para salir del parámetro de la lógica Este-Oeste con la que se había manejado el gobierno anterior.

Volviendo al actual gobierno de Alberto Fernández no caben dudas de los fuertes escollos que se presentan: la terrible pandemia, la crisis internacional, la inestabilidad económica y la pesada deuda externa inviable. La Argentina tiene que volver a ser un miembro activo en los foros multilaterales, aportando visiones y soluciones. Mirando al futuro sería importante que la Argentina gane en protagonismo político y mayor independencia en política exterior.

Fuentes cercanas a la cancillería recordaron que Argentina rechaza cualquier tipo de intervención e injerencia extranjera; destaca el respeto a la libre determinación de los pueblos y apoya el diálogo y la resolución pacífica del conflicto, como expresó en su documento sobre Venezuela. Se recordó también que este gobierno no reconoció a Juan Guaidó como “presidente” autoproclamdo de Venezuela   y se negó a aceptar, como había hecho su antecesor el “nombramiento” de una embajadora Elsa Trotta, que había sido admitida ilegalmente por la cancillería a cargo de Jorge Faurie, el ministro de Exteriores de Mauricio Macri. Sabemos qué actitud va a tomar México, que Alberto Fernández afirma es nuestro principal aliado en la región, la pregunta es: ¿Qué actitud va a tener argentina? Más aún, por quedar bien con el FMI, ¿votaremos por la continuidad del bloqueo a Cuba? por ejemplo.

 

 


*Javier Martín Miró. Ingeniero agrónomo, autor del libro Javier, Paco y el Loco y otros cuentos. En 1991 emigró a Sydney, Australia, en donde desarrolla su actividad profesional como Biosecurity Officer


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