Revista Nro. 22 No son locos… por María Carolina Ferraris Salas

 

 

Fuente de Origen: EL OTЯO DIARIO

Link de Origen: AQUÍ

 

En este artículo especial para EL OTRO, la doctora en Historia Contemporánea, María Carolina Ferraris Salas, analiza cómo avanza la derecha en Argentina, a través de discursos y actos de odio e intolerancia, con el fin de desestabilizar al Gobierno Nacional. “El discurso del odio y de la coacción a las libertades ha tomado mucha fuerza en Mendoza, especialmente desde quien se autoproclama como una suerte de nuevo (¿?) líder opositor: el exgobernador de la provincia Alfredo Cornejo”, sostiene la investigadora y docente de la UNCuyo.

 

¿Cuáles son las razones que nos permiten seguir utilizando los conceptos de “derecha” e “izquierda” como categorías analíticas para señalar diferencias ideológicas y de acción política aún en el siglo XXI? Nos parece importante destacar la especial relevancia que adquieren estos conceptos en sistemas políticos democráticos. Independientemente de la multiplicidad de partidos políticos y del rol que desempeñan en el juego eleccionario, el principio rector está ligado con la conformación de decisiones colectivas que desembocarán, necesariamente, en la existencia de una mayoría y una(s) minoría(s) en un escenario de contienda electoral. Esta dualidad conlleva un juicio de valor positivo-negativo, que se desarrolla en la propia lucha política. (Bobbio: 1995)

Algunas respuestas posibles tienen que ver con el modo en que se imbrican en la trama dialéctica las ideas fuerza de libertad, igualdad, seguridad. No porque agoten el espectro analítico, sino por la importancia que tienen para los imaginarios sociales. Por otra parte, la interacción de esas ideas fuerza y los sistemas políticos en los que encarnan, en el interior de los conglomerados sociales, son también la expresión cultural que emerge a la luz, ya sea a través de procesos democráticos o de otros sistemas (por ejemplo dictaduras y la capacidad de traccionar para concitar aprobación en determinados sectores). Esta misma interacción es la que permite abrir un poco el esquema dicotómico “izquierda-derecha” para señalar que hay una zona gris, en ambos sectores, más permeable a la existencia del “opuesto”, en la que la aceptación de las normas básicas del constitucionalismo democrático permite la coexistencia pacífica del “centro-derecha” con el “centro-izquierda”. (Bobbio: 1995; Buchrucker, Ferraris y otros: 2010)

De esta forma podemos definir ese esquema señalando que:

En la extrema izquierda se priorizan ideas y conductas políticas relacionadas con la igualdad, subordinando la libertad de individuos y grupos políticos a la necesidad de dar seguridad al proyecto revolucionario.

En el centro-izquierda se procura mantener unidos y equilibrados los ideales de libertad e igualdad, aceptando que puede conllevar un cierto nivel de riesgo.

En el centro-derecha se tiende a privilegiar la libertad por encima de la igualdad. Se oponen a la acción pública si esta procura regular y limitar las concentraciones de poder económico.

En la extrema derecha se combinan la oposición a las tendencias libertarias e igualitarias, con una exaltación de las políticas autoritarias destinadas a preservar la seguridad (entendida como monopolio del poder) de la nación, de la “raza”, de la cultura contra cualquiera de las posiciones de izquierda, que son consideradas  amenazas que no deben ser toleradas. (Buchrucker, Ferraris y otros: 2010)

 

Si bien este esquema puede parecer una simplificación para la complejidad de los fenómenos históricos y sociales, si se lo usa de manera flexible y adaptándolo a las variaciones de tiempo y espacio, es de gran utilidad.

Los planteos teóricos señalados, un poco a modo introductorio, se hicieron con el fin de destacar que la afirmación de algunos intelectuales y referentes del espectro político, especialmente de quienes reconocemos estar ubicados en el esquema de centro-izquierda, acerca de los avances de la derecha (en las dos versiones expuestas), es correcta en cuanto a que demuestra tener una carnadura fáctica observable. Esta afirmación es válida a nivel internacional, especialmente en el mundo eurocéntrico, pero también es claramente visible en los intentos que la derecha vernácula está haciendo en la Argentina, en especial desde los meses de abril/mayo, para desestabilizar el gobierno del binomio presidencial Fernández-Fernández. Para no extendernos en una larga serie de ejemplos que consagran lo afirmado, ya que de forma casi cotidiana los sectores de la(s) derecha(s) nos regalan sus discursos y actos de odio e intolerancia, nos parece apropiado citar el ejemplo de las expresiones del presidente de la Nación.

El martes pasado, en una entrevista realizada por Alejandro Bercovich a Alberto Fernández, éste señaló: “hay una actitud de la derecha en el mundo que es muy parecida a la que vemos aquí […] que no son ni más ni menos que una clara exacerbación del odio, […] hay un sector de la política argentina al que le sirve. Hicieron todo lo posible para que esa grieta se profundice […] y seguir dividiendo a la Argentina en dos bandos. Y ahí me parece que es donde la Argentina pierde. […] Es un discurso que busca acallar a la ciudadanía o coartar libertades. […] Son prácticas absolutamente reñidas con la democracia, es la acción de un grupo de políticos que exacerban los ánimos de la locura y una serie de locos que salen y atacan a la gente” (sic).

Nos interesa también destacar que ese discurso del odio y de la coacción a las libertades ha tomado mucha fuerza en Mendoza, especialmente desde quien se autoproclama como una suerte de nuevo (¿?) líder opositor: el exgobernador de la provincia Alfredo Cornejo. Hasta tal punto pareciera estar cegado por el odio, que ha expresado en varias oportunidades que Mendoza debería separarse del resto del país, para constituirse no se sabe muy bien en qué (¿una monarquía liderada por el propio personaje?), ya que la claridad y precisión en la expresión no es una de las características distintivas del hoy diputado. A la vez, este hombre, en forma irresponsable, repite una y otra vez, que deben morir los que tengan que morir, en relación con la pandemia.

Para cerrar, deseamos señalar que el nombre que le da título a la nota “No son locos”, alude a que los dirigentes de la derecha argentina no padecen enfermedades psiquiátricas ni mucho menos. La mayoría de ellos son profesionales con un grado de conocimiento científico que avala desempeños en los que se destacan o destacaron. Desestimar al enemigo es la postura más sencilla, pero es también muy peligroso. Muchos ejemplos históricos nos ilustran sobre ello.

En todas las sociedades existen condicionantes que tienen que ver con las decisiones políticas, en las que puede variar en más o en menos la participación ciudadana, pero también son producto de estructuras ideológicas, étnicas, lingüísticas, en definitiva culturales y aún con coyunturas económicas que muchas veces colaboran a inclinar el fiel de la balanza hacia uno u otro lado. Desde este punto de partida es que consideramos que los sistemas políticos democráticos, pluralistas y tolerantes, son el marco más adecuado para el desarrollo armónico de las vidas individuales y colectivas.

 

 

Bibliografía:

Aróstegui, J., Buchrucker, C., Saborido, J.: 2001. El Mundo Contemporáneo. Historia y problemas. Buenos Aires/Barcelona, Biblos/Crítica.

Bobbio, N.: 1995. Derechas e Izquierdas. Razones y significados de una distinción política. Madrid, Taurus.

Buchrucker, Ferraris y otros: 2010. Glosario para el estudio de la Historia Contemporánea. Mendoza, EDIUNC.

 



* MARÍA CAROLINA FERRARIS SALAS, PhD Historia Cotenmporánea, UNCuyo; PostPhD Franquismo y transición, Universitat Autónoma de Barcelona (2018); PostPhD Franquismo, Universidad de Granada (2018); PostPhD Antisemitism and Jewish Civilization, Hebrew University of Yerushalaim (2016); Specialist Shoah and the dilemmas of transmission, Yad Vashem Yerushalaim (2012); Specialist Shoah and Jewish Civilization, Northwestern University Chicago (2006).

 

 


Comentarios

  1. No son locos, es cierto, no sufren ninguna enfermedad. Son psicópatas, cuadro que no está relacionado con enfermedad alguna sino por el placer que le causa al ego martirizar al prójimo. Muy bueno

    ResponderEliminar
  2. Muchos compañeros que descreen de la dualidad derecha-izquierda deberían leer este ensayo. Esa "convención ideológica" vital y explicativa no se halla en las herramientas que se utilizan, sino en los paradigmas y objetivos. Por ejemplo, una política de subsidios puede ser a favor de la distribución de la riqueza o de la concentración de ella. Entonces siempre la cuestión está en "el para qué y quién" se implementa tal o cual medida.

    ResponderEliminar
  3. Me encanto este texto, que se puede aplicar en la actualidad 5/10/22. Llegue acá por parte de YoYi. Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario