Revista Nro. 20 El Homo Canalla como centralidad del modelo neoliberal por Gustavo M. Sala

 

“Detrás del Partido Clarín, van a aparecer, como siempre, cuando la historia se pone densa, personajes que creíamos de este lado y, también, algunos que, contra todo el bombardeo, todavía, tendrán algo de dignidad. Con perdón de la palabra”. Esto lo escribió el malogrado Lucas Carrasco a fines de la década pasada. Es algo que atesoré con mucho respeto intelectual y que de vez en cuando lo traigo a la mesa de debate más allá de que el propio autor de la cita haya sido uno de los primeros ejemplos del caso. Y la cosa se puso densa, muy densa, ya que un poder omnímodo y decidido a dejar sin margen todos los derechos (no) adquiridos en aquellos doce años y por los que había que luchar (acaso algunos más de los que ya están incorporados socialmente desde décadas), está desarrollando todo su arsenal bélico parainstitucional y parajudicial con el objeto de subsumir a la población, representantes inclusive, dentro de un primitivo sistema de explotación en donde el “homo canalla” y su correlato de procedimientos cumple un rol fundamental como artefacto y disciplinador social.

Desde hace años estamos asistiendo a mutaciones sorprendentes, pero no solo en el ámbito de la política, los medios, la cultura, el sindicalismo, las organizaciones intermedias, entre las más visibles, sino que en el diario andar observamos actitudes que so pretexto del pragmatismo arriban a conclusiones egoístas, enfermizas, casi psicópatas debido a que múltiples varas sociales de las cuales estábamos orgullosos, o por lo menos creíamos estarlo de manera consensuada, han descendido su altura abruptamente desde lo institucional, y en consecuencia como plataforma de ordenamiento e integración. En la contemporaneidad la praxis y la dialéctica opositora a las ideas soberanas, nacionales y populares están en boca de dirigentes que bien podrían confundirse con chusmas de peluquería, en tanto rigurosidad y solvencia argumentativa, o barra-bravas de platea, en tanto violencia y a la vez cobardía, o de panelistas televisivos, en tanto desfachatez y egocentrismo, todos, por supuesto, bien arropados por programas políticos partidarios de los medios hegemónicos



Año 2017. La por entonces concejal de Coronel Dorrego de la UCR Cambiemos Cecilia Álvarez festejando su cumpleaños al límite de la perversión y a la vez alegre por sus nulas proezas políticas apuñalando el escudo del PJ en medio del saqueo generalizado que estaba sufriendo la Patria por esos tiempos, en un pueblo que ya ni siquiera recuerda su paso por el HCD, nada más que por esta violenta, canalla e irresponsable imagen de praxis y dialéctica política.. Hace tiempo escribimos que desde 1955 la UCR quema un cajón todos los días, pero nuestra mass media solo recuerda el de Herminio.



Y me refiero a la vara de la solidaridad, a la vara de la inclusión, a la vara de la pluralidad, a la vara de la libertad, a la vara de la sensibilidad social, a la vara de la lealtad, a la vara de los derechos humanos, individuales y colectivos, a la vara humanista. En definitiva el neoliberalismo no solo es un proyecto político depredador desde lo económico, es una filosofía de vida que pone a las personas en medio de encrucijadas en donde el costo beneficio es el dilema presente, aún en el marco de las relaciones personales. “El neoliberalismo es una pesadilla que no se acaba nunca ya que es una nueva forma histórica para un nuevo ser humano que, bajo el imperativo del rendimiento, el egocentrismo y la ley de la competencia, se apropia incluso de la vida más íntima de los individuos” afirmó Laval. Este totalitarismo necesita del auxilio y protagonismo moral e inmoral del homo canalla, y dicha omnipresencia debe tener la eficiencia de la adaptación y un compromiso militante capaz de hacerle pensar, decir y hacer lo que hasta ese momento le parecía perverso, aceptando con naturalidad su miserable lógica. Ni convencimiento individual, ni cooptación compulsiva, es una suerte de mandato social que incluso genera nuevas patologías a medida que va corriendo los límites desde el ser social en dirección unívoca hacia el ser individual. Resistir al embeleco canalla y su éxito es la tarea... 

 


*Gustavo Marcelo Sala. Editor. Escritor

 


Comentarios

  1. Nunca pidió disculpas la Concejal argumentando que lo hizo en privado y tampoco renunció. Esto es bastante peor que mamar una tetita o lo que a la Concejal se le ocurra o quiera....

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