Revista Nro. 18 “Las cinco fases de Kübler-Ross”. (Tango en Pandemia de Bob Fose y Charly García), por Javier M. Miró
Cinco eran
los estados por los que pasaba el personaje Joe Gideon maravillosamente protagonizado
por Roy Schiner al confrontarse con la muerte, en la recordada película de Bob
Fose” All that Jazz”. En su lecho del hospital, la vida de Joe Gideon comienza
a pasar por su mente en forma de escenas de un show dirigido por él mismo. Joe
se da cuenta de que su muerte está cercana. El ángel de la muerte aparece
cada vez con más frecuencia en sus sueños. Las cinco
fases de Kübler-Ross por las que pasan aquellos que van a morir
(negación, ira, pacto, depresión y aceptación) forman parte de las escenas de
su show mental, que se hacen más y más alucinantes, y finalmente llega el
momento de la muerte, que Gideon vive como si fuera un show monumental, en el
cual la estrella es él mismo.
Con crudeza realística pero muy poética presentaba su
propia experiencia (el director había tenido un episodio cardiaco un tiempo atrás
durante el Rodaje de Chicago”) pero también nos representaba a todos y nos
mostraba descarnadamente el proceso por el que íbamos a transitar inexorablemente.
Los pasos podrían alterarse ligeramente en su orden, pero se repiten a menudo
ante la ocurrencia inoportuna de muchas dificultades en nuestra vida. Podríamos
decir que idéntica actitud y respuesta le presentamos a la vejez, a muchas
enfermedades, a problemas de adicción e incluso en nuestras relaciones
sentimentales.
Es natural reaccionar, así como individuos, de alguna
forma más allá del soporte de nuestro entorno (familia amigos) tan vulnerable
como nosotros y encima generalmente inexpertos, nos encontramos en el rincón
del cuadrilátero absolutamente solos y semidesnudos ante una bestia insensible
y como bien decía el querido Ringo Bonavena “hasta el banquito te quitan”.
Es casi inevitable dejar de identificar algunas de las
reacciones de distintos sectores de la sociedad ante este fenómeno casi único
para muchos excepto los mayores que recuerdan con nitidez viejas devastadoras
pandemias.
Es desesperante como muchos persisten en el estado de negación
y algunos de ellos nunca llegarán al de aceptación porque como también hemos
escuchado muchas veces es este, el primer paso o quizás tan solo el comienzo
del proceso inicial de poder vislumbrar una solución (como en el caso de los
males enunciados allá arriba enfermedades, adicciones, traumas) por supuesto
excepto para la muerte.
1- Enojo,colera,
indignación
"¡Van a empezar a tener miedo, hijos de
puta!", gritó un hombre exaltado, fuera de sí, al periodista, exabrupto
que fue captado desde dentro del camión por teléfono celular en una marcha anti
cuarentena En el Obelisco se mezclaron los reclamos contra la cuarentena, las
teorías conspirativas sobre la pandemia y los rechazos a la reforma judicial. Nuevamente
hubo agresiones a periodistas.
“El coronavirus es una mentira. Quieren imponer una
dictadura y por eso estoy acá”.
2- Negación
Ángel José Spotorno era un hombre muy activo no pensó’
que le sucedería a él. El hombre también descreía que le pudiera pasar
algo y estaba enfurecido porque debía respetar el aislamiento preventivo y
obligatorio. Y fiel a su personalidad, también era activo organizador de
las marchas anti-cuarentena.
3- Negociación o pacto
¡¡Por qué tengo que estar aislado, yo cuando llego a
casa me lavo las manos y ya está’!!
¿Por qué no podemos hacer como Suecia?
¿Si estamos cumpliendo con la cuarentena, por qué el
número de infectados sigue aumentando?
Lamentablemente
no se puede negociar con la muerte
4- Depresión
Sin palabras
5- Aceptación
Un muy joven Charly García, allá’ por el 72 en el
Festival B A Rock , nos daba una lección de aceptación de la muerte en tiempos
que muchos de nosotros transcurríamos esa edad sin ni siquiera pensar en el
asunto. Quizás como dije antes la aceptación de un problema te da más chances
de encontrarle la o las soluciones, quizás escuchando a aquel joven podremos llegar
a ser un poco más maduros.
*Javier Martín Miró. Ingeniero agrónomo, autor
del libro Javier, Paco y el Loco y otros cuentos. En 1991 emigró a Sydney,
Australia, en donde desarrolla su actividad profesional como Biosecurity
Officer
Comentarios
Publicar un comentario