El Dr. Ricardo Gené, médico especialista
Universitario (UBA) en Neumonología y ex Profesor de Medicina de la UBA,
expresó en estos días lo que él mismo definió como una “reflexión desesperada”.
Haciendo referencia a las consecuencias sanitarias secundarias a la pandemia
por Covid-19 en la Argentina, expresó – entre otros conceptos - que “dando
rienda suelta, desde lo más alto de las responsabilidades a una apertura
inexorablemente peligrosa, es tomar un camino ya fracasado y mortal”. También
ponderó el éxito de la breve verdadera cuarentena.
A continuación, sostuvo que “un simple
razonamiento médico dice que si con lo que estamos haciendo suben los
infectados y los muertos, algo está fallando, este aislamiento, estas
aperturas, estos barbijos ausentes o mal colocados, las reuniones, los bares
abiertos, todo esto falla y será peor cuanto más actividades se permitan en
todos los lugares con manifiesta circulación del virus.”
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva
(SATI) publicó una carta en la que apela a "¡no desafiar al virus porque
el virus nos está ganando!". En la misma publicación, alertan sobre la
preocupación que les genera el observar "en las calles cada vez más
gente" y que "la mayoría de las Unidades Terapia Intensiva del país
se encuentran con un altísimo nivel de ocupación".
En un pedido desesperado sostienen que “El
personal sanitario está colapsado, los intensivistas están colapsando, el
sistema de salud está al borde del colapso. Nosotros queremos ganarle al virus.
Necesitamos que la sociedad toda nos ayude porque no podemos solos. ¡Por favor,
ayudanos, quedate en tu casa!”
“Les suplicamos no salir si no es necesario.”
El eslabón más débil e inelástico de la cadena es el recurso
humano del sistema sanitario.
En una "Carta Abierta a la Sociedad
Argentina en Medio de la Pandemia", desde la Facultad de Ciencias Médicas
de la Universidad de Buenos Aires, junto
a sociedades médicas y científicas advirtieron que "hoy transitamos el
momento más difícil de la pandemia" y que de "no implementarse
medidas adicionales esta situación continuará agravándose día a día"
porque "la cantidad de infectados y fallecidos sigue en aumento".
En el informe oficial vespertino del 2 de
septiembre se informa que se registraron en el país 199 muertes y 10.933 nuevos
casos en las últimas 24 horas.
Casos totales de Covid-19 confirmados en
todo el país: 439.172. Fallecimientos: 9.118. Camas de terapia intensiva
ocupadas a nivel nacional: 61,1 por ciento; en el AMBA: 68,8 por ciento.
Todo lo mencionado anteriormente no
representa una recopilación morbosa, tendiente a quitarle el sueño a algún
distraído. Es apenas una enumeración parcial de tantas manifestaciones
expresadas por científicos, investigadores, administradores de salud, profesionales
con responsabilidades de planificación y ejecutivas en la esfera sanitaria y
tantos otros capacitados, para emitir opinión fundamentada acerca del problema
en cuestión, en línea con la magnitud de la pandemia y sus consecuencias en la
salud y la vida de los ciudadanos.
El sentido de las enumeraciones preliminares,
es darle marco a las expresiones del contador Raúl Reyes, intendente de Coronel
Dorrego, quien afirmó en declaraciones a Radio Alto que la prolongación de la
cuarentena "fue al divino botón". También manifestó –según se informa
en http://www.frenteacano.com.ar/noticia/225155-
que “Con estos números sobre casos que estamos teniendo claramente la Argentina
se encamina a valores que pasaron en otros momentos en países tales como Italia
y España por ejemplo".
A nadie se le puede ocurrir que Reyes esté
desinformado o que realmente piense que la cuarentena o su prolongación no
tuvieron efectos beneficiosos para el conjunto de la sociedad. No tiene sentido
enumerar aquí el impacto favorable que tuvieron las medidas adoptadas por el
gobierno nacional en relación con la morbimortalidad de la Covid-19.
Tampoco creo necesario mencionar todas las
medidas tendientes a sostener el empleo registrado, la asistencia a los más
vulnerables; las políticas tarifarias favorables para el conjunto de los
ciudadanos, incluida la clase media.
En medio del desastre económico, laboral,
productivo, institucional y social que dejó el gobierno del PRO, aliado con la
Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica (actual Juntos por el Cambio), el
gobierno actual logró negociar exitosamente (con ahorros sensibles, disminución
de la tasa de interés, prórroga con alargamiento de plazos) el canje de deuda
con los bonistas privados/extranjeros que, en términos de decenas de miles de
millones de dólares, los argentinos deberemos pagar durante generaciones, como
consecuencia del latrocinio, negociados, fuga etc., ejercidos por el “mejor
equipo de los últimos cincuenta años”, dirigidos por la batuta de Mauricio
Macri como cara visible de los poderes corporativos antipopulares y anti-Estado.
Estamos hablando de la mayor deuda adquirida por la República Argentina y en
solamente cuatro años del gobierno de Cambiemos.
Como vemos y con tantas medidas a favor del
ciudadano, llevadas adelante por Alberto Fernández y su equipo de gobierno
-contando con la aprobación de la mayoría de la población-, la oposición (con
todos sus matices dentro de JpC) carente de proyectos y propuestas, decidió
avanzar en lo que mejor sabe hacer, desde todos los niveles dirigenciales:
descalificar, mentir, sembrar el odio entre argentinos, operar, negarse a
debatir dentro de los carriles democráticos y republicanos, ejercer la
violencia verbal, levantar sus banderas en favor de las minorías privilegiadas,
convenciendo a importantes sectores de la clase media y trabajadora –en
sociedad con la gran maquinaria mediática monopólica- de que ellos comparten
intereses con los más ricos, etc.
El intendente Raúl Reyes no es ajeno a esa
lógica. Al principio del período de confinamiento, escuchó, analizó y acompañó
las sugerencias de sus directores de Salud y del Hospital. Desde abril en
adelante, se iniciaron los movimientos anticuarentena en todo el país,
fogoneados por la oposición. Coincidentemente, en Coronel Dorrego, se inició un
proceso de relajación en el confinamiento, que incluyó la posibilidad de
reuniones familiares de hasta diez personas, siendo que los directores de las
áreas sanitarias habían recomendado que no era momento para adoptar esa medida.
Un dato a tener en cuenta cuando se trata
del comportamiento de los ciudadanos, es la posibilidad de que los mensajes
sean leídos en diferentes claves.
El sociólogo e investigador del Conicet,
Daniel Feierstein sostiene en un reciente artículo (https://www.pagina12.com.ar/289199-coronavirus-por-que-fracasan-todas-las-estrategias-para-fren)
que existen “dos importantes sistemas de defensa psíquica que operan a nivel
colectivo: la negación y la proyección”. En el caso del relajamiento en las
fases, con afirmaciones como "estamos bien, la situación está controlada,
ya pasamos lo peor, la semana que viene baja, el sistema de salud va a
resistir, no habrá colapso, esto nos permite dar un nuevo paso" lo único
que hacen es ratificar los sistemas de negación.
Este último concepto es el que no se tuvo en
cuenta, cuando ya estaba decidida la medida de iniciar la flexibilización de
las restricciones. No afirmo que exista una relación directa con la diseminación
de los primeros casos no importados de Covid-19 en Coronel Dorrego, pero
–aunque suene contrafáctico- me pregunto si hubiese sido diferente sin la
decisión de “relajar”.
Los mismos que hace tres meses impulsaron un
documento sobre la “infectadura”, ahora piden que el Gobierno derogue la
prórroga de la Ley de Emergencia 27.541 y los decretos “limitantes de los derechos
constitucionales dictados en el marco de la pandemia”. También expresaron que “Es
indispensable acabar con el uso ilegal del terror sanitario como herramienta
para someter a la población”.
Es preocupante que estos discursos puedan
calar hondo en la ciudadanía.
Por último y para reafirmar que las
declaraciones del intendente Reyes carecen de inocencia y están en sintonía con
el tipo de disputa de poder que eligió Juntos por el Cambio y que la Unión
Cívica Radical –como integrante de ese espacio político- se siente muy cómoda
en sostener, a continuación transcribiré parcialmente un concepto de Alfredo
Zaiat: “La cuarentena se ha transformado en un espacio de disputa política
donde las fuerzas de derecha (política y mediática) ganaron terreno interpelando
a la sociedad desde las emociones (angustia, libertad), minimizando hasta
ocultar la racionalidad de los datos de la pandemia y el esfuerzo del gobierno
para atender los frentes laboral, social y productivo.”
Es
la pandemia, amigo.
*
José Javier Cortez, Médico, Concejal
mandato cumplido FPV Coronel Dorrego
No se puede esperar otra cosa del Intendente. No se olvidé que fue el primero en salir para tirarle al gobierno de Cristina el cadáver del suicidado Nisman. Reyes es un cuadro íntegro, natural y de manual de la plutocracia militante que está dentro de la UCR Cambiemos, no tiene ningún reparo en hacer política sucia.
ResponderEliminarDale un poco de poder a un tipo, es la mejor manera de saber lo que es. Y Reyes es esto. El pueblo y la gente le importan un carajo. Solo los suyos y Cambiemos. Prefiere toda la vida atender el guardarropa del comité que hacer algo que favorezca a la población, es más no tiene empacho en sacrificar a una porción de ella.
ResponderEliminarExiste un "periodismo de guerra" co0mo artillería de una "políticia de guerra"! .Esta consiste en pegar si bogas y pegar si no bogas. Fomentar y batir el parche y las cacerolas en marchas anticuarentena fungiendo que el virus es un invento o bien de los comunists o bien de los super ricos de mundo. Si hay pocos contagios y pocos muertos demuestra que "el encerramiento" es sólo una expresión del gobierno dictatorial de abolir la libertad. Si hay muchos muertos es la clara demostración del fracaso del gobierno en sus políticas de prevención y defensa de la salud pública. Exacta la misma táctica utilizada con el parlamento , "clausuraron la democracia" y no nos dejan debatir..... cuando lograron planchar la cuarentena ....; no podemos legislar en forma virtual ... es todo ilegal e iremos por nuestros jueces a reclamar sus sentencias que para eso les pagamos y los pusimos donde están...
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