Además
del desafío que compartimos con el editor de “Nos disparan…” en relatar algunas
temáticas no cotidianas que figuran en la agenda como “Ciencia y Técnica”, también procuramos como objetivo familiarizar
conceptos para que estos temas no sean tan distantes al conocimiento general y así
reforzar la relevancia que siempre debió tener como política de Estado. No
sabemos aún si lo logramos, pero ponemos el mejor esfuerzo.
En
un anterior relato incorporamos el concepto de fisión nuclear que es aquel fenómeno que procura “romper” átomos para provocar
calor y que moderando la velocidad de la ruptura se controla ese proceso físico,
y que mezclándolo con un medio líquido produce el vapor que moverá la turbina, provocándose
así la generación eléctrica. Este
proceso abreviado se produce en una central nuclear, pero el hombre ha creado
múltiples formas de generar energía.
Para
nuestro país la matriz energética por tipo de fuente de origen en relación con
su potencia instalada que el 62% es térmica convencional ya que utilizan
combustible fósil (gas, fueloil, carbón), 28% hidráulica (Yacyretá, Salto
Grande, Chocón, entre otras), el restante 10% se lo reparten casi
equitativamente nuclear (Atucha I y II y Embalse) y las llamadas renovables
(eólica, solar e hidráulicas pequeñas).
Las
implicancias económicas y en el medio ambiente que produce cada tipo de
generación son diferentes. La tendencia global actual es priorizar las que
mitigan el cambio climático, que en definitiva producirá cualquier acción que
el hombre desarrolle, a fin que no se produzcan mayores cambios térmicos en
nuestro planeta.
La
tendencia es reducir la generación de energía basada en los fósiles para
producir la publicitada transición energética hacia una mayor participación de
energías renovables y otras. La generación nuclear también contribuye a ese
propósito ya que no aporta gases a aumentar el efecto invernadero, sin embargo esta
última padece la adversidad de la opinión pública.
Para
entender cabalmente este suceso, en junio pasado en la ciudad siberiana de
Verkhoyansk, a unos 5.000 km de Moscú, se registró una temperatura de 38 °C, la
más alta jamás medida dentro del círculo polar ártico desde que hay registros,
que en el caso de esa localidad se remontan al año 1885.
Argentina,
si bien tiene una matriz energética claramente diversificada, debería ampliar
en algún porcentaje la participación en lo que denomina “energía de base” que
es lo mínimo que necesita el país para que se realicen sus funciones
esenciales. Ese concepto de “energía de base” lo producen las usinas que por su
diseño o por sus características de generación lo hacen 365x24 al 100%. Esa
posibilidad la tienen, sobre todo, las hidráulicas y las nucleares. El sol y el
viento tienen la mala costumbre de no estar todo el tiempo disponibles para las
renovables, y los acumuladores aún no poseen la capacidad suficiente de
almacenamiento.
Esta
introducción sin mayor detalle, tiene el objetivo de reseñar cómo estamos
ubicados en el país, más allá de que cada estado-país tiene su propia matriz
eléctrica de acuerdo a los recursos que posee y políticas que diseña en
conjunto con su sociedad.
Sin
embargo, el hombre procura analizar de qué forma ser más eficientes para
defender el medio ambiente, e investiga otras formas de generación eléctrica.
Entonces
aparece otro concepto físico que es el de fusión nuclear. La fisión y la fusión
son fenómenos nucleares que liberan energía. Mientras que la fisión divide núcleos
de un átomo, la fusión aglutina o los combina.
La
fusión es la reacción nuclear que tiene lugar en el Sol y las estrellas. Los
núcleos de hidrógeno se chocan gracias a la alta temperatura y la fuerza de
gravedad que se producen en el núcleo de estos cuerpos estelares, fusionándose
hasta formar átomos de helio más pesados y liberando enormes cantidades de
energía.
Ya
que el proceso de fusión podría ser capaz de constituirse en una fuente de
energía a gran escala y libre de emisiones de carbono, basándose en el mismo
principio por el cual el sol y las estrellas generan su energía, se creó el
proyecto global ITER - International Thermonuclear Experimental Reactor
(Reactor Experimental Termonuclear Internacional). ITER en latín significa “el camino”.
La
instalación física de este proyecto se encuentra en Cadarache, al sur de
Francia, cerca de Marsella, y cuenta con la colaboración de 35 países (Unión
Europea, India, Japón, Rusia, Estados Unidos, Corea del Sur y China) para
construir un dispositivo que demuestre
la viabilidad del concepto de fusión y es de vital importancia para cimentar el
camino para las centrales comerciales de fusión que generarían en el futuro
energía eléctrica.
Este
dispositivo llamado Tokamak, que está diseñado para producir una potencia de
500 MWe, alcanzó un hito importante en la historia de la fusión en 2014 cuando
obtuvo licencia como operador nuclear en Francia tras un riguroso examen de sus
procedimientos de seguridad.
"Sabemos
que necesitamos un reemplazo para los combustibles fósiles lo antes
posible", dijo el director francés del proyecto. "Entendemos muy
claramente la promesa de la energía de fusión como una fuente de energía
segura, confiable, ambientalmente sostenible y virtualmente ilimitada. Si la
energía de fusión se vuelve universal, complementaria a las energías
renovables, el uso de la electricidad podría expandirse enormemente".
Pero
estos desarrollos no se inician de un día para el otro y la historia de este proyecto
marca que desde 1983 a 1991 se realizaron avances en el Reino Unido para
demostrar la posibilidad de mantener el proceso de fusión. Debido a los buenos
resultados que se obtuvieron, en 1990 se decidió continuar el programa de
fusión con una instalación mayor en la que, además del reactor, se probasen sus
sistemas auxiliares sin generar aún electricidad. Esto se conoce hoy como ITER.
Pasaron casi 40 años y pasarán otros más hasta que se consiga confiabilidad
tecnológica.
Debe
tenerse confianza en la ciencia y en la tecnología, además de ser consecuentes social
y políticamente en su sostenimiento. Así se dará respuesta a los desafíos del
cambio climático y se preservarán los recursos naturales.
Son
procesos que duran generaciones.
Es
violatorio para las próximas generaciones de argentinos desinvertir en ciencia
y tecnología y cualquier reducción en dicho aporte debe ser rotulado como un
delito de lesa patria.
Estoy siguiendo sus artículos con interés, incluso los he conversado con amigos debido a que el tema energético lo considero esencial en el corto y mediano plazo. La desinformación existente, el prejuicio y la mala prensa han hecho que la energía atómica se vea envuelta dentro de un mito fantasmal el cual difícilmente se pueda quitar de encima. Hasta los dibujos animados más famosos del planeta ya predeterminan. Esas pequeñas centrales para ciudades con menos de 100.000 habitantes del artículo anterior serían un enorme progreso para nuestros pueblos, en donde las cooperativas se encargan de la distribución. En la actualidad estas cooperativas (los socios) pagan doble o triple en tanto costos fijo para acceder a la electricidad, más allá del acumulado de la carga impositiva.
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