Revista Nro. 16 EL MÁS PEQUEÑO DE TODOS por Guillermo F. Sala


Hace pocos días el Secretario de Energía actual permitió que se difunda ampliamente un documento extraoficial, basado en 186 docu-power point titulado pomposamente “Programa Federal Quinquenal de Expansión de Obras de Infraestructura Energética Junio 2020 – Gobierno Alberto Fernández/Cristina Fernández de Kirchner”, donde los puntos más relevantes serían los Ejes del Plan, las Obras de Transporte Eléctrico, la expansión del gasoducto Vaca Muerta hasta Brasil y una IV Central Nuclear.
Desde muchas áreas se indicó que este documento no cuenta con el aval, en ninguna instancia superior jerárquica, y se encuentra en análisis. Especulan que su difusión se entiende como una forma que tuvo el funcionario para contrarrestar las críticas que está recibiendo desde el propio oficialismo, que harían menester su desplazamiento del cargo en el corto plazo. Más allá de las distintas miradas, la mayoría de las obras de infraestructura mencionadas son fundamentales para el desarrollo, no obstante este escrito propone una mirada sobre lo que no dice aquel documento, en particular en el área nuclear.

Históricamente la estrategia de la política nuclear argentina fue el desarrollo, construcción y exportación de reactores de investigación y productores de radiofármacos, mientras que al mismo tiempo adquiría centrales de potencia en el extranjero (Alemania y Canadá), con el propósito final de diseñar y construir una central nacional de potencia. En 2015 este último eslabón estuvo a punto de iniciarse. En la actualidad se propone adquirir llave en mano una nueva planta nuclear a la República Popular China, desandando todo el camino recorrido.
El punto convocante de este análisis es focalizar en la casi inexistente o nula relevancia que en este documento tiene la continuidad de los trabajos para finalizar el prototipo del llamado reactor CAREM25 (Central Argentina de Elementos Modulares). Actualmente el prototipo de 32 MWe de potencia se encuentra en construcción (paralizada y en vías de reanudación), en la localidad de Lima Provincia de Bs As.  Esta pequeña central nuclear para la producción de energía eléctrica es de diseño argentino y prevé la integración local del 70% de los insumos, componentes y servicios que se demanden. Es el primer reactor de estas características que se encontró en construcción en el mundo al inicio de su fabricación en 2014. 
El actual gobierno es el que puede darle continuidad para que se terminen estos trabajos y demostrar a su vez el potencial exportador de este tipo de bienes de alta tecnología, de alto valor agregado, ya con un prototipo funcionando. El módulo prototipo es capaz de suministrar energía eléctrica a poblaciones de 100.000 habitantes  aproximadamente. El módulo comercial que es posible desarrollar a partir del modelo podría ser de 100 MWe y abastecer al triple de población.
Globalmente este tipo de máquinas denominadas SMR (Small Modular Reactors) están sindicadas como el futuro de las nuevas plantas nucleares, más pequeñas y modulares, en contraposición a lo que hasta hace poco se entendía como ventajoso en grandes unidades (entre 700 y 1200 MWe de potencia), que demandan muchos años de construcción, una gran inversión inicial y altos de costos de financiamiento. Los SMR  serían emplazados solamente por los países más demandantes de energía (China, Rusia, India, EEUU). El resto del universo global serían potenciales adquirentes de estos pequeños reactores.
Corresponde ratificar entonces lo imperdonable de la falta de mención en aquel documento, que lo esboza como finalizado en el 2023, pero no lo promueve como hito de su política. Para asignarle un contexto histórico, Argentina hace 36 años difundió internacionalmente en la República del Perú la intención de llevar adelante el diseño y construcción de un pequeño reactor modular. El CAREM sería entonces como el intermedio entre las dos opciones técnicas desarrolladas (pequeños reactores de investigación y grandes plantas de potencia)  siendo un reactor de potencia pequeño y modular. 

Durante muchos años fue casi el único diseño global con estas particularidades, pero en los 2000 surgió la duda si no sería mejor instalar plantas pequeñas y no grandes usinas, por lo expresado anteriormente. Al presente los negocios de generación eléctrica ofrecen otras alternativas más convenientes en el aspecto financiero y la variante de los SMR cumple con esa premisa.  El CAREM posee varias características propias sustantivas; una es que son módulos pequeños y otra que el traslado hasta el emplazamiento puede realizarse mediante transportes convencionales, fabricación masiva de componentes, reducción de sistemas sensibles y estos nuevos sistemas se “moverían” por convección natural es decir, sin que lo impulsen bombas. Es un diseño optimizado, seguro y económico.
Además cuenta con soluciones de diseño simples e innovadoras que incrementan y optimizan los estándares de seguridad que se van incorporando por la experiencia adquirida durante los años de operación comercial en todo el mundo. También se incluyen las mejoras en seguridad generadas tras el incidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi de hace casi 10 años. Esta unidad es del tipo PWR (uranio enriquecido y agua liviana) a diferencia de las que actualmente operan en el país que son del tipo PHWR (uranio natural y agua pesada).
Según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica más de 50 diseños de reactores modulares pequeños se encuentran en las distintas etapas de licenciamiento en Canadá, China, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Reino Unido y Rusia. Por ahora nuestro CAREM es el que en más avanzado estado se encuentra, pero ya no somos los únicos. 

Por esta suma de factores el CAREM se presenta como una alternativa sustentable y eficiente, tanto para la generación de energía eléctrica destinada al consumo nacional, como también para la exportación, continuando así la trayectoria iniciada con la venta en el mundo de varios reactores argentinos de investigación. En ese sentido, la Argentina reafirma su capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares, al tiempo que se perfila como uno de los líderes mundiales en el segmento de reactores modulares para la generación eléctrica en bajas potencias. Esta clase de reactores tienen una gran proyección para el abastecimiento eléctrico en zonas alejadas de los grandes centros urbanos o en polos industriales con alto consumo de energía. También es capaz de desalinizar agua de mar.  En la actualidad cuando es tan necesaria la inversión en infraestructura, la participación de la industria local calificada, la posibilidad de exportación con el consiguiente ingreso de divisas fundamentales para sostener la importación de otros bienes y servicios que el país decide no producir, es un error soslayar el desarrollo de este producto altamente vinculado con la ciencia y la tecnología y con un alto valor agregado.





*Guillermo F. Sala, Arquitecto

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