Revista Nro. 16.. El Dióxido de Cloro, es un viaje de ida e idos... por Dora M. Eulalia


No hay manera, ahora como alocados con el  dióxido de cloro, que lo cura todo incluso el coronavirus. ¿Se puede ser tan imbécil de creer semejante barbaridad? Parece que sí. Un autodenominado “súper master en biofísica natural, Andreas Kalcker”  salió por todos los medios de comunicación promocionado la nueva panacea y  ahí fue la manada, embobada con el susodicho y el nuevo “milagro”.  Como expresé en otro artículo, no es tan difícil investigar un poquito sobre este compuesto, si lo hacemos vamos a ver en innumerables sitios que es TÓXICO y se utiliza como desinfectante externo!! , también podemos consultarle a un médico, a un farmacéutico, estudiante de ciencias  o a cualquier persona con dos dedos de frente y nos va a decir lo mismo.


Si me permiten me gustaría recordar a nuestros vecinos de  qué se trata este compuesto, ya que por el momento no se ha visto a ninguna autoridad de salud distrital, si nacional y provincial, advertir y alertar sobre la peligrosidad de su ingestión.
El dióxido de cloro (ClO2) es un compuesto químico que consta de un átomo de cloro y dos átomos de oxígeno. Es un gas de color rojizo a verde amarillento que se disuelve en agua a temperatura ambiente. Se utiliza para una variedad de actividades como antimicrobiano, tales como la desinfección avanzada en el tratamiento de agua; agente antimicrobiano en el procesamiento de aves de corral; para lavar frutas y verduras; en los entornos sanitarios para esterilizar equipos médicos y de laboratorio; etc.



El dióxido de cloro no es una cura o tratamiento para dolencias médicas, incluidos, entre otros, autismo, VIH, malaria, virus de la hepatitis, gripe, resfriados comunes y cáncer. Las afirmaciones de que la ingestión de dióxido de cloro, a menudo anunciado como “Solución Mineral Milagrosa” o MMS, curará estas u otras dolencias son falsas. Los efectos adversos que provoca en la salud van desde insuficiencia hepática aguda, vómitos, diarreas severas hasta cambios en la actividad eléctrica del corazón que pueden llevar a ritmos cardíacos anormales.



Y como siempre se promocionan vía televisión, hace muy poco una “pseudo periodista o conductora” de un programa chimentero bebió dióxido de cloro en vivo para demostrar su inocuidad; seguramente era agua porque de lo contrario estaría con cuadro digestivo agudo o arañando los azulejos de su baño, lo que la hubiera alejado de la pantalla unos días…  sería fantástico liberarnos de semejante esperpento. 

Debo reconocer que también se ha difundido la peligrosidad del mencionado compuesto, alertando sobre los problemas que ocasiona, pero igual no hay caso, hay muchos que continúan alabando tamaño disparate.



En fin, nada más que decir del bendito dióxido de cloro, y si a alguien le gusta y cree en él, adelante!! Le sugiero entonces que puede utilizar lavandina que es muchísimo más barata y tiene los mismos efectos, puede usarla para acompañar sus comidas y para el postre le aconsejo lavandina en gel con algunas nueces y frutos rojos, y salga a la vida feliz y tranquilo que no lo va a atacar ningún virus, eso sí, trate de no “cagar” a nadie a su paso.




*Dora Mabel Eulalia, Profesora de Física y Química, Analista de Sistemas y Editora


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