Los
seres humanos tenemos la necesidad de darle sentido a nuestro mundo, queremos
respuestas certeras y en algunos casos queremos encontrar culpables. Si
pensamos un poco, hay un sistema para buscar respuestas confiables y
verificadas: se llama ciencia. Pero lamentablemente muy pocos recurren a ella
en busca de respuestas dado que no siempre se comprende la naturaleza de la
misma. La investigación científica es dinámica, siempre cuestiona y busca
información nueva, por lo que a veces aquello que se considera correcto puede
cambiar e incluso refutarse ante nuevos datos y evidencias.
Cuando
el público espera certezas, los científicos que trabajan frente a un nuevo
desafío no siempre pueden darlas inmediatamente, lo que puede dar la apariencia
ante algunas personas de que no se sabe lo que hacen, sobre todo porque la
investigación científica es un proceso que requiere tiempo, aquí la
“inmediatez” tan “esencial” para algunas cosas no cuenta sino la veracidad.
Esto deja un hueco que aprovechan llenar “los timadores de siempre” que afirman
tener la verdad absoluta porque así lo creen o la fabrican como forma de
manipulación, y así aparecen las teorías de conspiración.
Estas
teorías se basan en patrones de pensamiento poco confiables para aprehender la
realidad, no están respaldadas por evidencias que resistan su refutación, pero
esto no impide que proliferen, es más, tienden a persistir durante mucho, aún
sin evidencias contundentes. El pensamiento conspiranoico se caracteriza por
ser totalmente escéptico de toda la información que no encaje en su teoría,
sobrestimando la evidencia que respalda su teoría y sobre todo por la
inconsistencia.
Las
personas que se sienten impotentes o vulnerables son las que tienen más
probabilidades de respaldar y difundir estas teorías de conspiración, porque
les permiten “enfrentar” las amenazas y entender eventos improbables, les
propone “lo que tiene ganas de escuchar”, y no les obliga a pensar.
Existen
infinidad de grupos detrás de muchas teorías de conspiración, en campo de la
ciencia y la tecnología podríamos citar a los antivacunas, los
antielectromagnestismo con su conspiración contra la tecnología 5G, los
negaciocionistas del cambio climático, los terraplanistas, los que sostienen
que la energía nuclear es “maldita”, y todas las pseudoterapias respaldadas por
sus pseudociencias respectivas. En el campo de la economía y política, existen
también miles de teorías conspirativas. En fin, es tan inmensa la cantidad que
existen y las que seguirán surgiendo que si quisiéramos describirlas a todas
aunque sea brevemente vamos a tener que esperar la tecnología 6G para tener la
suficiente capacidad de almacenamiento.
Fuentes
de información: Verificiencia.com (Las teorías de la conspiración por Javier
Delgado) – Guías para las teorías de la conspiración, Sthepan Lewandowsky y
John Cook
*Dora Mabel Eulalia,
Profesora de Física y Química, Analista de Sistemas y Editora
Un claro ejemplo de la peligrosidad y el poder infeccioso del virus esta ocurriendo en este momento en el estado de Victoria , en Australia , uno de los primeros que aplano la curva y bajo las infecciones a 1 dígito por día, hasta considerarlo casi vencido, Un par de pequeños errores y en 3 semanas están en estado de desastre, cierre total . No es una vuelta a 0 es como un menos 4 , están peor que al principio , Los otros estados cerraron la frontera estatal y se cuidan mucho, Victoria empieza 6 semanas de total aislamiento. (Javier Miró)
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