A
mediados de la década del noventa el periodista Gary Webb, reportero de un pequeño
periódico regional, comienza una
investigación sobre la base de documentación y testimonios recopilados acerca
de cómo durante la década anterior el gobierno de Ronald Reagan y la CIA
financiaron, debido a la negativa sobre una extensión presupuestaria del
Congreso, con dinero del narcotráfico, a los contras nicaragüenses. Esta
operatoria incluyó la distribución de toneladas Crack, arribadas desde
distintos puntos de Sudamérica y América Central, en varias ciudades del propio
EE.UU dentro de las comunidades afroamericanas. De inmediato y ante las
primeras crónicas la presión del poder real comenzó a horadar al entorno laboral
y familiar del periodista. Mientras las estructuras periodísticas hegemónicas comenzaron
a desacreditar la investigación, en acuerdo con el gobierno, la CIA inició un subrepticio trabajo de eliminación
de pruebas, internas y externas ejerciendo fuerte presión política sobre el
periódico, el cual decidió editorializar una suerte de disculpa. Aun así es
premiado por su trabajo en una ceremonia en donde la valoración de su tarea,
las palmadas y los aplausos brillaron por su ausencia. Tristemente su valeroso,
profesional y fidedigno trabajo terminó pedido en medio del affaire Lewinsky,
olvidado y nunca judicializado. En 1998 publica la historia en el libro Dark
Alliance, sin la menor repercusión. El
propio John Kerry, Secretario de Estado de Barak Obama, años después, reconoce
la operatoria y exige que los responsables le den explicaciones a la sociedad y
sobre todo a la comunidad afroamericana. Algunos de los implicados aún están
detenidos. Periodistas como Gary Webb son una especie en peligro de extinción,
y el poder real les teme. La historia de Gary Webb no terminó allí. Luego de su
renuncia, sus trabajos de manera independiente no merecieron ningún tipo de interés
editorial de ningún periódico, su nombre descansaba en una lista negra no
redactada. Esto lo hundió en una gran
depresión que por el año 2000 lo alejó de su familia. En el año 2004 lo encuentran
tirado en su domicilio con dos impactos de bala calibre 38 en la cabeza. A
pesar de la evidencia de los dos
impactos la causa cerró en suicidio, todos los indicios muestran de qué se
trató de un asesinato.
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