Revista Nro. 15 Matar es la consigna... luego vemos el video, y corroboramos la obra.. por Gustavo M. Sala


Justicia por mano propia es un sofisma tristemente instalado, un oxímoron que no necesita ser hurgado en demasía, la argumentación contradictoria es clara y contundente en su mismo enunciado. La justicia es una cualidad o valor que requiere de incisos probatorios, mientras que el debido derecho de defensa contiene reglas institucionales y constitucionales muy bien detalladas. Nunca olvidemos que quien fuera el ariete judicial más importante del establishment mató por la espalda. El sentido común suele ponerlo en el mismo plano que la instancia de la legítima defensa propia. Y allí radica la falacia mayor. 
El estado de defensa propia no es justicia por mano propia, es justicia, ya que se encuentra legislado y tiene claramente expuestos sus límites. La mano propia es una vulgar y facilista interpretación subjetiva sobre un evento que abre la puerta a más de una resolución. Defenderse de un peligro inminente no es lo mismo que matar porque a uno lo robaron. Para el primer caso está la instancia de la legítima defensa, para el segundo el debido proceso judicial, desde la denuncia hasta la definitiva condena. Es demencial subjetivizar antojadizamente el contrato social, hacer propias lecturas y proceder en consecuencia. Nadie me ha robado más que el neoliberalismo anterior y actual, imaginemos por un rato si procedo igual, de manera subjetiva, que estos héroes contemporáneos del tiro al banco (corrijo al negro)...
De todas maneras a idea de delito = pobreza deviene de la estigmatización. Prejuicio puro en el que curiosamente también cae el progresismo. Refutar esa idea resulta muy sencillo. Con sólo observar la cantidad de bandas "chetas" que operan a lo largo y a lo ancho del país nos ahorra de todo comentario. Hablo de piratas de asfalto, cueveros, vendedores de facturas, narcos, reducidores de insumos, tratantes de personas, violadores, contrabandistas, asesinos seriales, bandas de secuestradores, barrabravas, traficantes de armas, desarmaderos. etc; grupos protegidos y auxiliados por los poderes locales, en algún caso "pymes" que desarrollan una onerosa logística y que requieren de mano de obra barata. Mano de obra (último eslabón de la cadena) que se arriesga a ser asesinada por tipos que luego no tienen ningún reparo en adquirir (primer eslabón de la cadena) los bienes y servicios que comercian esas "pymes" del delito. En este aspecto el Capitalismo tiene una enorme cuota parte de responsabilidad sobre la base de sus propios paradigmas individualistas y a la vez fomenta una cultura del delito que tiene directa relación con el consumo y el mercado.
Ese grupete de gente que salió a loar por estos días al eufemismo “jubilado” difícilmente camine unas pocas cuadras y vayan a la calle Libertad o a Warnes para proceder en consecuencia; y si van allí es para adquirir a buen precio lo que alguien robo.
Creo que el delito es algo que se debe encarar de ese otro lado oscuro y que tiene íntima relación con nuestras propias conductas sociales. Alguna vez un muy buen amigo me reprochaba el haber adquirido un juego de gomas en una agencia oficial Firestone, cuando ese mismo juego me saldría la mitad en un desarmadero de la zona de Bahía Blanca. Mi respuesta fue simple. "No compro artículos que pueden estar manchados con sangre y menos comercio o trato con delincuentes". Por la misma razón, en su momento, cuando fui propietario de una ferretería, luego de haberme inscripto como proveedor estatal y realizar la primera y única operación comercial rechacé de plano seguir tratando con el Municipio de Coronel Dorrego luego de que se me invitara a participar comercialmente en el marco de una propuesta tan alejada de la ética como el gestor que me la propuso. Y todos saben lo que significa rechazar al municipio para cualquier comerciante de la aldea, en tanto poder real, su entorno e incidencia. Ahora bien. En lo personal creo que allí está el centro del dilema. Más temprano que tarde sin demanda de artículos robados ni quiebres no existirá oferta, ergo, el delito disminuye. Pregunta. ¿Existe responsabilidad de la sociedad? En lo personal no tengo ninguna duda.
Hay múltiples estudios que demuestran que a mayor equidad en una sociedad menos delincuencia, nos recuerda el Sociólogo de Flacso Daniel Miguez, . No importa cuán rico es un país ni su desarrollo económico, sino que lo mucho o poco que tenga sea distribuido de una manera razonablemente equitativa. Es cierto que cuanto mayor sea el poderío económico, menos conflictivo será alcanzar una distribución justa, como sucede en los países escandinavos. Pero sobre todo depende de una decisión política y de una sociedad inteligente. Es así, que los que no abonan al concepto de equidad por una determinación ética, lo hacen por conveniencia, como ceder parte de sus ganancias para ganar en seguridad y tranquilidad. Cualesquiera sean las motivaciones, es objetivo, está científicamente comprobado, que la idea de tolerancia cero es menos efectiva que la exclusión cero. Elena Highton, dio una definición jurídica contundente sobre esta suerte de ejecuciones y linchamientos: “Son homicidios. No hay proporción entre el robo o el hurto de una cartera y un homicidio violento, sangriento y en masa”, señaló Highton. Y dijo más: “Yo no sé por qué se está alentando esto como si fuera algo bueno”.



*Gustavo Marceo Sala. Editor

Comentarios

  1. Si la "inseguridad" y el "delito" no fueran negocio para varios panzones , jerarcas cipayos y perpetuadores a como de lugar de los estamentos sociales a ser esquilmados, hace rato largo hubiera desaparecido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay dudas Moscón, es muy cierto... Nada que no sea negocio perdura dentro del sistema..

      Eliminar

Publicar un comentario